Ya estamos en Washington, ahora si que comienza una nueva vida. Sí, ya sé, viví aquí toda mi vida, pero por favor, viví aquí toda la vida sin el bombonazo de Joel Pimentel.

-¿Puedes dejar de ser tan vago? -le pregunté mirándolo parado al lado de la cama.

-Pero si está cómoda la cama -se removió y negué mordiendome el labio inferior.

-Vamos a dar un paseo, estás en la capital de Estados Unidos, debes ir a la explanada nacional.

-¡Ay! -exclamó y se levantó de la cama-, ¿podré ver el jardín botánico? ¿El capitolio? ¿El Museo Nacional del Aire y el Espacio?

-Sí, verás todo lo que quieras ver.

-¿Qué estamos esperando?

Me reí por su impaciencia y le dije a mamá que salíamos. Si vamos a disfrutar de Washington, vamos a hacerlo bien.

...

Primero entramos al Museo Nacional del Aire y el Espacio, allí se encuentra la mayor colección de aviones y naves espaciales del mundo, increíble. Nota para futuros regalos cuando nos casemos: algo relacionado al espacio.

Luego fuimos al capitolio, es el edificio que alberga las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos. Claramente solo lo pudimos ver de afuera, pero él se aprovechó que que tomé clases de fotografía para que le saque a él frente a este sitio.

También fuimos al jardín botánico, simplemente no me canso de ir. Amo la naturaleza y las 26.000 plantas que allí se encuentran me dan un hermoso paisaje para sacar fotografías divinas.

Quiso ir también al Monumento a Washington, Museo Hirshhorn y anda a saber a cuántos sitios más, yo de chico había venido a recorrer todo con mi familia, pero sinceramente no me acuerdo, y si no me acuerdo no pasó ahre. Así que fue una hermosa experiencia poder recorrer este gran lugar, ya más grande y en compañía del amor de mi vida.

-Gracias por el paseo Er -dijo Joel.

-Gracias a ti por levantarte de la cama.

Se rió y yo sonreí, oírlo reír se ha vuelto mi pasatiempo preferido.

-Volvamos a casa Erickin, otro día me llevas a otro lado, la casa blanca quizás.

Ah, no pedía nada, ya le consigo la entrevista con Trump ahre.

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*se esconde atrás de un árbol pa que no le peguen por tardar*