N: Nunca
Letra N°14
N
Nunca
...
Los Baozi que había preparado se veían apetitosos y Shaoran sonrió de lado al ver su creación. Había estado repasando su materia y le había dado hambre. Por ese motivo, había decidido preparar algo que le encantaba y esperaba que a Sakura también le gustara.
Separó cinco para cada uno y sirvió té verde. Dejo la bandeja que llevaría a su habitación en la mesada y tomó la que le llevaría a Sakura, que había pasado la mayor parte del día en su habitación.
Cuando llegó al cuarto que su novia ocupaba, ésta tenía la puerta entreabierta. Iba a alzar la voz para llamarla cuando escuchó algo que no debía.
«¡Wei está desesperado por ir!» Esa sin dudas era la voz de su prima Quería irse, pero sus pies no se movían.
—Entiendo —dijo Sakura con un tono de voz ¿triste? — ¿Qué ha dicho la señora Ieran? ¿No se ha enojado por lo que hicimos?
«Mi tía no ha dicho nada» respondió Meiling «Solo ha ordenado que Wei se quede»
Shaoran parpadeó un par de veces, confundido.
«Con mis primas, creemos que mi tía espera que Shaoran tenga un traspié contigo para que terminen comprometiéndose de una vez.»
—¡¡Meiling!! —gritó la castaña, abochornada, mientras la morena, del otro lado del teléfono, reía escandalosamente.
«¡¡Es que Shaoran tiene la sangre fría o ¿qué? ¡¡Está solo contigo y no es capaz de comerse a la caperucita!!»
—¡Meiling! —volvió a exclamar, entre dientes— ¡Ya!
«¡Esta bien, pero es tu culpa! ¿Por qué, de plano, no le dices al lobo que se coma a la caperucita? Él necesita que se lo digan de frente, las indirectas no funcionan con él.»
—¡No le puedo decir eso a Shaoran! —dijo aún más roja, y el chico tras la puerta sentía que todo el cuerpo le tiritaba—. Él es un chico correcto y me ha respetado porque le ha dado la palabra a mi padre...
«Pero tú quieres acción...»
—Bueno... —la joven de ojos verdes bajó la mirada—, tampoco llegar a ese extremo, pero si me gustaría que no solo fueran unos castos besos...
Shaoran salió de regreso hacia la cocina, dejó la bandeja y fue a meterse al baño para lavarse la cara con abundante agua helada. ¿Qué demonios fue eso? ¿Acaso lo de Wei había sido una treta entre Sakura y Meiling? ¡Y él que culpaba a sus hermanas! Esperen... ¿De Sakura?
El joven castaño levantó su mirada hacia el espejo. Sus mejillas estaban encendidas y sus pupilas se habían dilatado un poco, sintiendo una leve opresión en una parte de su cuerpo.
Llevó las manos a su cabeza, negándose a que los sentimientos impuros por su novia lo gobernaran, así que volvió a mojarse la cabeza y salió hacia su habitación. Ya no tenía cabeza para estudiar y el hambre se le había ido a los pies. Cayó sobre la cama y cubrió su rostro con la almohada. Quizás intentaría dormir un poco para no pensar.
¿Realmente había creído que podría dormir relajado después de esa revelación? ¡Claro que no!
Se despertó, desorientado, transpirado y con una exagerada palpitación en su cuerpo.
¡Debía pensar en el buen juicio! ¡Ese mismo que pudo resistir la tentación de su novia aquella primera noche! ¡Tenía que lograrlo!
Llevó ambas manos a su cabeza y se cepilló todo el cabello hacia atrás.
—Vas a volverme loco, Sakura.
Se levantó de la cama con toda la intención de darse una ducha. Por suerte, las noches ya no estaban tan heladas.
Dejó que el agua lo recorriera completamente, cerrando los ojos. Aun le costaba comprender como su inocente chica, se había convertido en ese torbellino de hormonas.
Estaba claro para él que la chica no le era ni mínimamente indiferente, claro que no, pero había temido que, si avanzaba un poco más, podría asustarla...
Ahora veía que había conseguido todo lo contrario. Le había hecho creer que no quería avanzar más con ella...
¡¡Qué equivocada estaba!!
Si supiera las verdaderas ganas que tenía de apretarla entre sus brazos y devorarle esos labios brillosos que siempre sabían a cereza...
¡Rayos!
Protestó el chico, al ver el camino de sus pensamientos, tomó la perilla del agua fría y la abrió.
¡Necesitaba enfriar sus pensamientos!
Apoyó ambas manos contra la cerámica y dejó que el chorro de agua helada le diera en la nuca.
...
Ya más relajado, se secó con su toalla y se la anudó en la cintura. Salió del baño, secándose el cabello con otra toalla más chica, cuando se cruzó con su compañera de vivienda.
Sakura, de la impresión, agitó el vaso de agua que tenía en la mano, mojando parte de su cuello y escote.
—¡Qué torpe! —protestó, moviendo su mano sobre el camisón. En eso, sintió que su espacio corporal se había achicado, levantó levemente su mirada verde hacia la marrón de su pareja que en ese momento brillaba en un intenso color amarillo— ¿Shaoran?
Él no respondió, simplemente, movió la toalla en su mano y le secó el cuello y parte del escote sin dejar de mirarla. Sakura respiró pesadamente por aquel tacto. ¿Qué pasaba si saltaba sobre él?
—Sakura... —susurró el castaño.
—Shaoran... —respondió ella, cerrando los ojos.
Ante aquella acción, Shaoran salió de su trance y retrocedió un paso, regresando a su habitación.
—Buenas noches —dijo, antes de cerrar la puerta.
—Buenas... noches...
...
Sakura no había podido dormir bien esa noche, daba vueltas y vueltas tratando de entender que era lo que sucedía.
¿Se le habría pasado la mano con el asunto de buscar respuestas en Shaoran? ¿Quizás debería disculparse por dejarse llevar por sus hormonas recién activadas? ¡¡Pero Shaoran le gustaba mucho!! ¿Es que eso estaba mal?
Giró en la cama para ver la hora. Pasaban de las siete de la mañana y se movió para mirar el techo.
Era sábado, el lunes iniciaría la preparatoria, así que, aunque no tenía muchas ganas, se levantó para acostumbrarse a la hora. Se colocó un vestido rosado con un buzo de capucha negro sobre él para preparar el desayuno.
En la cocina, observó que había para cocinar y decidió preparar unos omurice. Buscando todos los ingredientes, encontró la caja de Pockys que había usado cuando Touya llegó a invadir el departamento. Aún le quedaba un palito así que se lo llevó a la boca mientras batía los huevos.
Shaoran tampoco había pasado una buena noche. Había dado vueltas y vueltas a la situación que estaba viviendo, ¿estaba bien dejarse llevar? ¿No estaría faltándole el respeto a sus padres que habían confiado en ellos?
Fastidiado, se levantó de la cama para preparar el desayuno, pero cuando llegó a la cocina y vio como el pocky que ella tenía en los labios iba achicándose a medida que ella los movía fue su perdición, el buen juicio lo abandonó finalmente y se acercó a su novia que no se había dado cuenta de su presencia.
Sakura no supo cómo reaccionar cuando fue tomada de golpe, y sus reclamos murieron cuando unos labios cubrieron los suyos con demasiada hambre. Sin embargo, no tardó en salir del shock principal, para disfrutar la situación, rodeando el cuello de su novio.
—Vas a volverme loco, Sakura —susurró, pegando su frente a la de ella.
—Lo siento —dijo, un tanto cohibida por la mirada que le daba, que la hacía sentirse intimidada.
—No lo sientes para nada —respondió, ladeando la sonrisa—. Si deseas algo de mí, no te quedes callada, pídemelo en vez de estar jugando a mis espaldas con Meiling...
—Yo... —el chico no la dejó hablar y volvió a besarla, pero esta vez, fue un beso más tranquilo, pero que rápidamente empezó a tomar temperatura.
Shaoran se obligó a parar de golpe, pese a la protesta de la chica. Éste rio.
—Nunca juegues con fuego, Sakura —le advirtió—, porque nunca sabes cuándo puedes quemarte.
—¿Y qué si quiero quemarme? —le preguntó desafiante, pero el chico no cayó ante la provocación y, simplemente, la abrazó.
—Paso a paso, Sakura. —le susurró al oído—, paso a paso... No tenemos que correr...
Se separó de ella, tomándola por los hombros y luego la cara, para volver a unir sus labios, esta vez en un casto beso.
—¡Bien! —dijo, aplaudiendo— ¿Qué haremos de desayuno?
Y aunque Shaoran se sentía más tranquilo después de aquellos besos, la pequeña hechicera sentía sus labios hinchados, sus piernas temblar y su corazón desbocado.
Y lamentablemente, aunque el chico pensaba que Sakura se calmaría con eso, estaba muy equivocado... solo había despertado en ella todo su instinto... Y como buena ariana, no iba a retroceder... ¡Eso nunca!
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Proxima letra: O de Obcecada
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31 de Mayo
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