L de Lento

Letra N°12

L

Lento

...

Eriol Hiiragizawa, era un joven muchacho que había vivido más años de lo que su juvenil apariencia demostraba. Aquel hombre dentro del cuerpo de un joven de preparatoria sabía leer mejor a las personas de lo que ellos pensaban.

Eso fue lo que le sucedió con Shaoran Li.

Aquel joven perteneciente al linaje materno del Mago Clow Reed, era bastante interesante de observar. Sus acciones siempre eran sorpresivas, nada con él era predecible. Y cuando se enfrentaba a cosas que no podía adivinar, Eriol se emocionaba muchísimo.

Shaoran era un verdadero desafío para su poder mágico. Si bien, en cuanto a recursos mágicos era muy inferior, el no poder adivinar sus movimientos le obligaba a estar más atento, a ser más crítico con las cosas que realizaba.

Pero, aunque disfrutaba de eso, había algo que lo irritaba muchísimo.

La lentitud de sus acciones con Sakura y el eterno despiste de Sakura.

Ambos hacían que una parte de él, la racional, se apagara por momentos y quisiera usar su poder mágico para que dejaran de ser así. Aquel par de lentos, sin dudas, lo alteraban; aunque no se dieran cuenta.

La personalidad bromista que había heredado de Clow, solo quería jugar con ellos, pero no podía. No si no quería echar a perder todo lo que tenía previsto. ¿Aunque un pequeño empujón no les haría nada verdad?

No pudo evitar jugar con ellos aquella tarde cuando los dejó encerrados dentro del ascensor. Sabía que no iba a conseguir mucho avance en aquellos lentos muchachos, pero el paso que dio Shaoran era lo suficiente para hacer que el chico chino mantuviera una enorme sonrisa hasta que se despidieron.

...

Eriol se sentó en su biblioteca con una sonrisa, antes de tomar asiento frente a su computador. Levantó la pantalla de su notebook y espero que ésta iniciara, enviando un mensaje de texto desde su celular.

Al cabo de unos minutos, una video llamada estaba en curso.

—Te veo agotado —fue la primera exclamación de Eriol, cuando Shaoran apareció frente a la cámara— ¿Está todo bien por aquí?

—Estoy bien, pero mi salud mental no del todo —comentó, mirando hacia un lado.

—No me digas que a nuestra tierna Sakura se desató —se acomodó mejor en su sillón, entrelazando los dedos.

—No tanto así... —pero su voz, fue interrumpida por el golpeteo de la puerta. Se disculpó con Eriol y fue a atender a Sakura. La imagen de la pequeña Sakura que Eriol tenía en su cabeza, se deshizo cuando la vio en esa falda tableada y en ese chaleco que más parecía corsé sobre una blusa rosada. Algo en el aura de Sakura denotaba que estaba poniendo a prueba la resistencia de su novio.

—Supongo que perdí la apuesta, Kaho —susurró el mago, haciendo que la mujer frente a él, moviera los hombros como diciendo "Te lo dije".

—¿De qué apuestan hablan? —preguntó Shaoran, al volver a tomar asiento frente a su laptop.

—Kaho me dijo que Caperucita se comería al lobo, y yo, aposté a favor del lobo y perdí —dijo moviendo sus hombros, sonrojando ferozmente al joven chino que entendió clarito el mensaje.

—Nosotros, ¡no! —trató de explicar, pero Eriol solo se rio.

—Lo sé, lo sé. Son demasiado lentos para llegar tan lejos —comentó—. Pero, deberías tener cuidado, las energías de Sakura están algo revolucionarias.

—Créeme —Shaoran puso los ojos en blanco—, ya me di cuenta de eso.

—¡Este mes será emocionante por lo visto!

—Y obviamente, no te enteraras de nada más —le recalcó el castaño, por lo que Eriol sonrió.

—Lo sé, y tampoco quiero saberlo —negó con su mano derecha frente a él—. Gracias.

—¿De qué querías hablarme? —dijo para cambiar de tema.

—Ah —recordando el inicio—, Kaho tiene una conferencia en Tokio este fin de semana, y quería darle una sorpresa a Sakura, no sé si podrás...

—No hay problema, yo me encargo de que se encuentren —afirmó el chico.

—Gracias.

—¿Algo más?

—No —negó con la cabeza, pero una turbia sonrisa se dibujó en sus labios cuando escuchó la voz de Sakura informándole que estaba la comida servida—. Mejor ve a almorzar antes de que te cenen a ti.

—Hiiragizawa —protestó Shaoran, arrastrando el apellido de Eriol entre los dientes.

—¡Li! —lo imitó, pero sonriendo

—No es gracioso.

—Es porque no te ves —respondió, cerrando los ojos—. Vaya nomás, y le encargo la sorpresa para Sakura.

—Sí, yo me encargo —dijo algo fastidiado—, adiós.

—Hasta luego —tras despedirse, Eriol bajó la pantalla de su notebook y no pudo evitar reír— Ese muchacho nunca me decepciona —le comentó a Kaho.

—¿Por qué lo dices? —preguntó la mujer de larga cabellera.

—Sigue siendo una persona transparente —respondió—. Transparente y muy lenta.

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Próxima Letra: M de Miradas

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31 de Mayo

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