Letra N°2

B

Beso

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Aquella hora del almuerzo estaba bastante animada. Las chicas estaban todas encimadas sobre Naoko que había traído un par de álbumes de fotos con todas las obras que habían hecho el grupo juntos, desde que se hicieron amigos en tercero de primaria.

—¡Mira! —Tomoyo, de pronto, se acercó a Shaoran con uno de los álbumes— ¿No se ve preciosa Sakura como Sleepy? —le preguntó. Shaoran observó con una sonrisa ladeada a la pequeña Sakura disfrazada como el enano dormilón.

—¿Por qué les muestras eso? —protestó Sakura, adelantándose para quitarle el álbum de las manos a su mejor amiga.

—¡Pero si sales divina! —exclamó Tomoyo, perdiéndose en sus pensamientos.

—Sakura, después de ser el enano dormilón —comentó Naoko, acomodándose las gafas— pasó al estrellato.

—¿Hoe? —Shaoran se sumó a la expresión de la castaña de ojos verdes que miraba a su amiga, sin comprender lo que decía.

—¡Después de ahí, Sakura siempre tiene el protagonismo de las obras! —recalcó Chiharu con una sonrisa.

—Y —Tomoyo que aún estaba risueña, llevó ambas manos bajo el mentón— no olvidemos que siempre está junto a ella, su príncipe o princesa favorita —y sí, como era de esperarse, ni bien la chica de cabellos largos termino de hablar, Sakura y Shaoran eran dos tomates rojos, quienes dieron gracias de que la atención fuera quitada de ellos.

Sakura quien tenía aún uno de los álbumes de foto en la mano, se quedó viéndolas. Shaoran se acomodó a su lado justo cuando pasaba a la de la obra de la Bella Durmiente.

—Sigo odiando esa peluca risada —gruñó Shaoran, observándose en una de las fotos.

—Yo creo que te veías lindo —respondió Sakura con los ojos cerrados, sin darse cuenta de las repercusiones de aquella frase, una vez que fue dicha—... Eto...

—Tú eras la que se veía bien ese día —y tras eso, simplemente se levantó, recogiendo su manta. El timbre del fin de la hora de almuerzo estaba retumbando en todo el lugar.

Sakura quedó un par de segundos ahí, paralizada, hasta que él la ayudó a ponerse de pie. Sonrió cuando su mirada se cruzó con la de Shaoran. Aquella simple frase la había hecho sentir muy bien.

...

A la salida del colegio, Shaoran esperó a Sakura para acompañarla a casa, ya que sabía que Tomoyo tenía coro hasta muy tarde ese día. Una vez en marcha, Shaoran estuvo dándole muchas vueltas para preguntarle algo a Sakura. Ésta lo notó, así que lo animó a preguntar.

—Siempre me he preguntado... —dijo, frunciendo el ceño, sintiéndose tan incómodo como cuando estaba en quinto básico— que hubiera pasado si en ambas ocasiones no nos hubiera interrumpido una carta Clow.

—¿Cómo? —Sakura lo miró confundida.

—¡Ay, tú sabes! —dijo sumamente avergonzado—. Eso de... tú...y —se rascó detrás de la oreja derecha aun incómodo.

—¿Te refieres a si nos hubiésemos besado? —preguntó la castaña, parpadeando un par de veces. Shaoran afirmó totalmente rojo de la vergüenza. Sakura también se sonrojo, pero no tanto como lo estaba su novio— Bueno —continuó apretando la cinta de su maletín—, creo que sí, lo hubiera hecho.

—¡Pero! —Shaoran se detuvo, haciendo que ésta también lo hiciera— ¡En ese entonces no éramos nada! ¡Apenas podíamos mantener una conversación decente!

—Qué raro —comentó inclinando la cabeza hacia la derecha—, yo tengo otra realidad de nosotros en ese entonces —le dijo colocando ambas manos detrás de ella—. Recuerdo que hablábamos mucho, también —cerró sus ojos— recuerdo a un niño que siempre estaba preocupado por mí, aunque dijera lo contrario...

—Bueno... yo...

—Si te deja más tranquilo —abrió el ojo derecho para observarlo—, solo te hubiera besado en la mejilla, ¿contento? —por alguna razón, Shaoran suspiró aliviado, confundiendo más a la castaña— ¿Por qué ese suspiro?

—Hubiera sido raro nuestro primer beso —comentó volviéndose a poner en camino.

—Si —confirmó ésta, pero sin pensarlo mucho lanzó otra frase—. De todas formas, ambos nos quedamos con el primer beso del otro —Shaoran volvió a quedarse paralizado en su lugar y buscó la mirada de su novia, pero ésta solo lo miraba sonriente— ¿No?

Shaoran no respondió, solo la tomó de la mano para seguir el camino a casa de Sakura, porque si se ponía a pensar en aquello... Si bien la castaña a su lado no le había robado su primer beso en quinto de primaria, si se lo había robado años después. 

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Próxima letra: C de Crédulos

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14 de Marzo 2020