N - Narcisos
Con cada día que pasaban agarrados de la mano y entrelazando sus dedos mutuamente, más se daban cuenta la amenazante multitud de su relación. Ya era prevista por algunos, cómo por ejemplo... Izzy con su intuición femenina según ella, pero el castaño reconocía que era maniobra de sus maníacos espionajes.
Las encantadoras miradas que se encadenaban a su alma lo lograban abrumar. ¿Cómo podía ser la perfección en persona sin siquiera intentarlo? No lo entendía.
¿Por qué seguir con los esfuerzos cuando podrías dejarlo atrás y simplemente rendirte? Cody había aprendido eso a la mala con su sueño de ser superestrella, siempre lo silenciaban de cualquier forma que se les ocurría.
Su cuerpo proyectaba una sombra que se dirigía en camino a un lugar que le brindaba tranquilidad cuando iba de vez en cuando. Reflexionaba el cómo en sus ojos negruzcos él se perdería, en los que, fugaz, brillar suele, a veces, la melancolía. Conjuraba eficaz que él se salvaría si pasara la eternidad observando sus orbes sin tomar descanso alguno.
Le ofrecía entre racimos, verdes gajos y rosas, su núcleo de amor ingenuo que a su sarcasmo se humillaba, pero él le daba refugio a la tempestad en la que vivía constantemente; sacudiendo los cielos y alterando su ya de por sí descontrolada existencia.
Él espantaba a los escalofríos que lo recorrían y eso era reconfortante sin duda alguna; así que él también tendía a otorgarle algo que le diera calma según su mente, manteniendo su estado de alguna forma en sus cinco sentidos.
Iba página trás página, clickeando cada link que se asemejara de confianza pese a tener posible recelo a qué un virus invada su sistema. No cesaba con tal de encontrar una simbolización adecuada justo para él. Pues si le daba la incorrecta, probablemente el moreno reconocería su significado negativo por sus diversos conocimientos y mal interpretaría todo, desechando sus frutos que había cosechado.
Hasta que sus iris detuvieron su búsqueda desenfrenada, el tesoro final se lucía delante de su vista opacando a cualquier otra cosa minúscula.
Ya tenía lo que necesitaba... Solo faltaba ir a buscarlo.
Su palpitar se debilitaba con cada paso que daba, tambaleándose mientras se paraba en el establecimiento de donde sacaría sus plantas en manera de demostrarle a su amado cuánto lo quería.
Ordenó sus flores, y en el momento en que se le fueron entregadas, su color amarillento que desprendía contento y una vibra colorida hicieron que los brillos confirmen su presencia.
Cargaba con su ramo repleto de esos capullos, sintiendo su pulso temblar y su cuerpo desequilibrarse... Era cómo si estuviera levitando.
"Hey, pequeño amigo, ¿Necesitas ayuda?" Y ahí estaba; lo que le faltaba.
"No gracias Al..." No terminó su sentencia al ver la expresión enfadada del hispano debido a tal nombre que repudiaba desde milenios. "ejandro. Cómo te llames, aunque creo que será mejor jalapeño."
Quiso pasar de largo, pero nuevamente sintió un agarre en su hombro. "Vamos, permíteme... Estás apunto de caerte con todas esas cosas. ¿Para quién son?" Ladeó la cabeza, entrometiendo sus dedos en el cuero cabelludo ajeno y acariciando sus cabellos, antes de recibir un golpe.
"Bueno, creo que podrías ayudarme ahora que lo pienso..." Hizo caso omiso a su incógnita, y cuando el moreno deseó abrir su boca para platicar sobre ello, fue abruptamente callado por una yema que se posaba en sus labios. "¡Ya lo tengo! Mira, este es el plan..."
Noah vagaba en las manos de Morfeo con paz, sin ninguna interrupción a la que tuviera que acudir y arruinara su horario de dormir.
Pero claro que tendría que atender a algo que sonaría con vigor en sus oídos, rompiéndole los tímpanos.
Lo levantó de su siesta el escuchar una melodía rara, tallando sus cuencas debido a los rayos del sol que impactaron contra él sin piedad.
Emprendió rumbo y abrió su balcón, así asomándose.
Lo que vió lo dejó sin palabras.
Rápidamente manifestó confusión y enojo al ver a su tan adorado tormento con un conjunto de vegetales amarillas, una música rancia a sus orejas que resonaba la frase "déjala" entre otras estupideces más, de mariachi teniendo al de esmeraldas que le caía tan mal y por último un cartel que decía; ¿quieres ser mi novio? N + C y otros memes más.
Pero él se sometía a la incomprensión.
¿Siquiera poseía coherencia a los componentes de ese ramillete?
"¡Chicos, miren! ¡Noah tiene novio!" La fastidiosa tonalidad de su pariente le irritó peor, dándole un manotazo para que guardara silencio como él en esos instantes.
Cody pensaba al no oír ni una sentencia formulada por el chico. ¿Había hecho algo mal?
Oh, claro que lo había hecho.
Cuando contempló cómo aclaraba su garganta, tragó saliva con nervios notorios. Pero eso en nada lo rescataba del cruel destino que le esperaba.
"Qué es esto, Anderson." Alzó una ceja al ver cómo el que, para él, ya consideraba su amado quiso titubear algo pero se enmudeció, haciendo rodar sus posibilidades.
"Pues umm... Quieres ser mi novio pero más ¿Formal?" Eso en realidad era una excusa. Se había tentado a confesarle todo, pero optó por mentir.
"... ¿Sabes que esas flores significan egoísmo, no?" Permaneció atónito en su puesto, mirando lo que traía consigo. ¿En serio era...
Y ahí se dió cuenta... Solo había escogido ese grupo de pétalos por su tono, nunca había leído el apodo.
"Además... ¿justamente a ÉL lo tenías que traer a MI casa?" Apuntó en dirección al más alto de ellos, ambos intercambiando vistas de aversión. "Sin mencionar tu horrible gusto en música... Creo que estás lejos de ser una superestrella." Eso fue lo que puso fin a su latir.
Eso le recordó tanto a alguien... Sus padres.
"Creo que lo más rescatable ahí es el cartel así que... Te daré un punto por eso, se nota la intención." Ingresó a su hogar, finalizando su oración y dejando al ojiazul con su corazón roto.
Para Noah serían simples bromas pero... Para él eran hirientes.
Dejó caer todo rastro de la florería, un temblor lo mareaba y lágrimas cumplían su propósito de cristalizar su percepción.
"Hey, espera, podemos charlar-" ignoró por completo todo lo que el superior tenía que decir, no existía consuelo... Había sido un tonto.
Pese a que el de cabellera marrón ya se había retirado, el mayor sujetó la porción de brácteas, así cambiando sus pupilas hacia el camino que había tomado Anderson.
Cody estaba decidido.
Nunca más pondría en su lista de regalos para Noah los narcisos.
Chicos sabían q amo el angst
Enfin ayuda rompí un cuadro pq mi mamá casi ve mis edits de Drama Total 💔
Encima tmb estoy llorando porque me estoy leyendo un fanfic d terror d tdi y ahora m dió ganas d hacer el mío
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