Esperaba parado en el punto de encuentro, con las manos juntas estremeciendo una unión. Su puntualidad le había jugado en contra esta vez; porque se esperaba que Cody llegara 30 minutos más tarde de lo anticipado o hasta una hora después. Aún así esperaría bajo el atardecer repleto de penumbra, ¿No? Cody no era capaz de dejarlo plantado ahí a su suerte sin una compañía aunque fuera.

No deseaba que una tardanza estropeara su día por más agobiante que fuera; era usual así que ya ni siquiera le interesaba, solo anhelaba ver al castaño cruzar esa avenida para ir en su búsqueda del tesoro el cual era él, hallando en su destino al camorrista joven de rasgos hindús poseedor de esa esperanza que su príncipe se arrimara a él por cualquier medio. Le brindaba preocupación ciertamente el no reconocer por cual calle iría para al menos ir por él o semejantes, sus obsidianas estaban impacientes al igual que sus pies que con impotencia chocaban el gélido suelo una y otra vez, al ritmo de un compás instantáneo que molestaría al que sea que pase por esos lares casi desolados.

Su ceja se alzó cuando una complexión se aproximó a sus costados, definitivamente no era él pero si había pretendido que era Cody en esa peculiar persona de vestimentas sólidas. Le abrumaba no saber el estado actual sobre su sueño más profundo que le arrancaba suspiros de veneración, idolatrando sus movimientos y siempre imaginando esa frase:

Quiero ser él.

Lo admitía en lo más rotundo de su ser; sus sensaciones eran incesantes con cada acto amoroso, arropando sus extremidades a la almohada con la falacia de que era Cody. Su sutiles ósculos tendían a rendirle homenaje al apego, enrojeciendo a sus órdenes y estando a su merced sin necesidad de oraciones. Él con gestos afectivos ya se entregaba, porque nunca recibió los suficientes así que ya se había acostumbrado.

Inhaló otra porción de aire cuando aún no lo visualizaba, examinó sus alrededores con atención antes de cometer un acto incauto; retrocedió unos pasos, en contacto con el acantilado en el que alguna vez durante una tormenta, Cody le había obsequiado flores atadas a un ramo descomunal por lo bonito que era. Adoraba sus detalles minúsculos que elaboraba solo por él; esa emoción de ser su indeleble opción.

Ensambló sus caminos con lirios, reconociendo la conexión que nunca sería quebrantada ni por el más lazo rojizo que se interpusiera. Eso era una leyenda; el sol, aquel que siempre cuidaría a su luna sin frenar el cariño mutuo... O quizá la del mar era más duradera, algo prohibido.

Envolvía su pulgar con el opuesto, transmitiendo una sensación de sosiego prominente que sobrepasaba a cualquier secreto que ansiaba con contar antes... Con Cody comprendía a lo que se sometía, un enano de alma parecida a la de un infante.

Se sujetaba a ese hechizo que argumentaba cada muestra que se proponían desde la infancia; resguardado en una fosa repleta de sábanas, Noah albergaba a su latir en esa guarida que él mismo construyó para no salir herido nuevamente. Era perseguido por Anderson sin punto de reposo, exhausto sin algún sitio donde camuflarse más que los mimos de su pareja que lo salvaban del mundo reinado de incertidumbre.

Él fue su rescate. El único que le hizo una cuna en su llanto desconsolado, evitando miradas de desdén y con la ímpetu propulsada al más allá; dónde nunca estaría en un translado de nuevo a su figura, mientras rogaba clemencia por la violencia.

Sacudió su cabeza exasperado por la tardía estancia de Cody, así pensando que lo abandonó antes de exterminar su reloj. Debió haberle hecho caso a Emma; Cody es algo loco y podría alcanzar los términos de herir su sensibilidad. Su prístina naturaleza se borraría y ¿de ahí? un enojo creciente usaría sus raíces para plantarse en sus pulmones, reteniendo a su pulso. Su conmoción era agresiva mientras su dentadura se involucra a un temblor clandestino, en lo mas recóndito de sus huesos que se quiebran con cada vez que se arremete al abismo y con un virus inflamatorio que se esparcía por su organismo.

Su angustia se expande cuando unas gotas humedecen su vestuario, registrándose un pronóstico que él calculó que no sucedería. Ya su atardecer para ampliar el sendero con Cody estaba estropeada por esa fastidiosa lluvia que ahora se sometía contra sus mechones sin un aviso previsto así que... ¿por qué quedarse para después padecer un probable resfriado?

Para no contraer una condición Noah estaba por trazar su propio rumbo fuera de la ubicación donde tanto se esmeró en proteger a su tolerancia en su percepción confusa en la que recorrían miles de incógnitas con el mismo tema; ¿Dónde está Cody? Pero ni él reconocía la respuesta.

"¡Hey Noiki! Espera, ¿A dónde vas?" Un agarre cálido se fomentó en su hombro mientras detenía su ruta; era aquel que retenía a la llovizna que se abstenía a sofocarlo en la hipotermia, mientras arquea lo rígido para voltear su metabolismo.

"¿No es obvio? Voy con mi gatito mimoso..." En referencia a su felino con una crianza excesiva en caricias; provocó la curvatura de labios en Cody. Era adorable para él cómo Noah quedó estupefacto desde que el gatuno ingresó a sus existencias. "Te conoces por ser el más madrugador, ¿No es así?"

"Ah, si eh... Ya sabes, tardé porque estaba con Gwen y-" sus oraciones cedían al toque repentino de dedos mientras una vista lo fulminaba, encogiéndose en su sitio y con sus pupilas achicando su tamaño. "¡No, te juro que ya no le voy a coquetear!" Afirmó cerrando sus párpados, en busca del sermón que se suponía debía impactar en un santiamén contra sus tímpanos; pero solo un leve susurro lo ruborizó.

"Confío en que sabes que eres mío." Se apartó instintivamente porque los humos se expulsaban de Cody mientras soltaba una risilla. "Bueno, tomatito enano... ¿qué hacemos ahora? El día está arruinado porque, ya sabes, se puso a llover."

"¿A qué te refieres con arruinado?" Sus brazos se posicionaron en sus caderas con una postura soberbia, aunque aún así su estatura no rebasaba a la de Noah por los zapatos elevados que ornamentaba su contrincante y eso le enfadaba.

"¿No es obvio? Nos podemos caer, enfermar y-" fue jalado de su parte dorsal mientras su asombro era ineludible; siendo arrastrado para así comenzar una danza etérea bajo el cielo, aferrado a su adversario.

"¡Eso no significa nada! Aún así; uno puede jugar en la lluvia." Un brincó del menor salpicó al precipitado río que se fabricaba mientras Noah rió, antes de ser domado con viveza por su cintura por un Cody que imponía imperio.

"¿Te gusta eso?" Reanudaron su baile con la exhibición al astro; las carcajadas de Anderson eran melodía inigualable a los iris brillantes de Noah que carecían de ironía ahora. Solo lo escudriña a él y a sus facciones perfectas, aquella esencia atrayente que lo entrelazó con él desde que supo su apodo.

Asintió brevemente con pena antes de ser casi lanzado, con su respiración alterada antes de chillar un '¡Hey!' Que iba en una sintonía melodiosa con las risotadas de Cody.

No necesitaban un paraguas para el momento ahora; porque ni siquiera un mal clima pudo arruinar su eterno amor.

Perdonen la tardanza estos días ando sin motivación y anduve peleando para actualizar pero ya volví les juro ☹️☹️☹️

Tmb necesitaba un descanso pq en una cuenta m insultan y en la otra m halagan..

Iba a hacer esto NSFW but ajá. Ya volvimos.

Además q ajá m vicie cn el trd y gira mundial but

Estaba hablando con un Noah siendo Leshawna okei era un atrevido pq l dije q s iba a ahogar y el pendejo m salió con otra cosa 😡😡

Enfin chikis les juro q estos días si m pongo las pilas si puedo y no m matan aunq esperemos q viva x mucho amén

Tmb anduve viendo The Amazing Digital Circus y dios mío... (Amé a Pomni, Jax, Gangle y Ragatha... POBRECITA ☹️☹️☹️ ZOOBLE Y KINGER TMB M DIERON UNA RISA)

BTW ACTUALIZACIÓN D CIRCUS OF HORRORS!!!