El castaño abría con lentitud sus ojos de su eterno sueño, erradicando su actitud taciturna al oír sollozos mientras dirigía su mirada a dónde provenían...

Al divisar al moreno no pudo evitar sentirse mal. Nunca lo había visto así, quiso extender una mano para reconfortar a su amado sin excepciones, pero notó el yeso pegado a su extremidad entera sin posibilidad de ser retirado.

Suspiró, cayendo rendido en la cama para provocar un fuerte ruido que sacaría a Noah de su trance. Él parpadeó, incrédulo pero con ese mismo brillo que posee un infante en sus orbes al presenciar un juguete que atesoraba con su alma, corriendo justamente a restregar este contra su pecho o usarlo para sea cual sea su función.

Aunque esta primera opción era la que llevaba a cabo Noah, acurrucando al ojiazul en su torso mientras las lágrimas fluían, mojando su cabellera marrón y con el camino despejado.

"Hey Noiki, ¿Qué pasó...? Odio verte llorar." Musitó acariciando las hebras de su joven hindú, mientras este negaba múltiples veces por todo ese arrepentimiento que lo hacía trepidar al no tener a quién culpar más que a sí mismo.

"Perdón tomate, no quería que me vieras así..." Se limpió sus gotas, así agarrando sus mejillas mientras lo veía fijamente. "¿cómo te sientes? Parpadeó velozmente, así causando una carcajada en Cody el cual lo empujaba con su limitada fuerza.

"Eso fue tan extraño..." Disimuló contener su alegría, con el breve defecto de que no se le era permitido el entablar una conversación decente con el más delgado. "Pero no respondiste mi pregunta."

El mayor frunció el ceño, aún con sus palmas sujetando los cachetes de bebé que su pareja tenía, suavizando su tacto al masajear estos.

"Pues un oso vino, te besó y después te tiró al lago cómo el gran amor que mata." Un corazón se fabricó con sus dedos que se movilizaban de un lado a otro sin parar, solo deseaba admirar a su novio estar contento nuevamente de una vez por todas... y examinar mientras remarcaba con una cámara en su mente esa linda sonrisa de dentadura faltante, pero ese era su toque de miel ámbar que más amaba de él.

Rompió la lejanía, uniendo sus labios con la comisura de su contrincante apasionadamente y con nula distracción, siendo la lujuria que estaba descargando esa conexión que permanecía intacta.

Se dejaron llevar un momento, hasta que el de superior estatura por MUY poco se acordó de un elemento que ejecutaba su plan maligno, apartándose con impulsos de cumplir su propósito de que esa adorable mueca sea para su agrado mental.

"Hey, mira lo que te conseguí, tomatito enano..." Un dulce se retiró de sus bolsillos, captando la atención del varón reposando, abandonando su deber de revolcarse en su relajación mientras ordenaba que ese acaramelado sabor recorriera su paladar, quedándose impregnado con lo que restaba de la... ¿mañana? Ni él reconocía que era.

"Nuh-uh, ¿Cuál es la palabra especial?" Su extensión fue en vano ya que aún no alcanzaba la cúspide del infierno, escalando volcanes de lava infinita que con el magma derriten a los bombones como lo era Anderson.

"..." Esbozó un puchero. No creía que iba a formular esas palabras, ¿Verdad? Solo lo molestaba... Aunque esa melosa sustancia era deliciosa, un manjar enviado del cielo por los mismísimos dioses con sus aureolas, similar a la de Cody.

"Por favor." Se irritó un corto tiempo por cómo el sabelotodo balanceaba sus pies y expulsaba su lengua en burla, así imaginando con tan solo un cruce efímero de una obsidiana y un zafiro, un futuro interminable con él.

"Bien, ahí tienes." Escapó de la piscina olímpica a la cual nadaba sin angustias en su nube, sucumbiendo a su gusto por lo endulzado mientras se le era otorgado el envoltorio, con esa barra.

Cody agregó una curvatura al retrato que Noah pintaba con su percepción, ya que los frutos existieron primero, el humano los corrompió. Y el cómo se quemaba esa tabla de cuadrados con un único roce con su cavidad bucal, siendo para su personal deleite por carecer caries esa infantil expresión de regocijo... Eso era todo lo que Noah quería.

Emanó una vibra de felicidad, y entonces Noah experimentó la emoción de haber completado su misión.

Afirmaba que un chocolate sería lo perfecto para obsequiar a su amado.

Jugando trd mientras escribía esto

Los bonus no son canon :3

Tmb saqué otros dos fanfics y ajá, ando trabajando

Enfin los amo mucho a todos ❤️ (excepto a nico, #funenanico)