Cuatro cuerpos se encontraban en la espera de que su líder les indicara que podían avanzar.

Los cinco cuerpos apenas iluminados por las estrellas, tenían la esperanza de que esa noche pudieran entrar a alguno de los edificios del lado oeste y poder llevar algo de comida y ropa para su lado del muro

Los ojos color ámbar se paseaban veloz y atentamente por el perímetro del territorio "enemigo".

Alzando su mano enguantada,  la altura de su cara, apenas y realizo un movimiento con sus dedos índice y corazón indicando que avanzara.

Los cuatro cuerpos saltaron el muro directo hacia el suelo utilizando los árboles para amortiguar sus caídas.

El quinto de ellos bajo igual y comenzó a indicar el camino que él mismo había planificado una che anterior.

Atravesaron el bosque en completo silencio sin dejar de mirar alrededor y por donde pisaban.

Los edificios comenzaban a verse y con ellos la seguridad del lado oeste.

Los cinco se juntaron tras un edificio y se miraron fijamente.

-Los quiero en parejas-dijo el de ojos ámbar con la mitad de su cara cubierta por una máscara negra afelpada-. Subiremos por las escaleras de emergencia del edificio continuo hasta llegar a la azotea-dijo señalando el edificio de tres pisos de la siguiente cuadra.

>>Ahí, seguiremos desde arriba hasta llegar al centro de la ciudad y tomaremos todo lo que podamos para llevarlo a casa.

-¿Qué hacemos si nos encontramos a uno de ellos?-pregunto la chica de máscara de gas y ojos azul platino.

-Neutralizar-gruño el mayor viendo a los ojos a cada uno-. No quiero a nadie muerto ¿Entendido?-pregunto en un susurro-. Tafy-miro a la chica del paliacate, recibido un asentimiento-. Tyler-miro al chico de la media máscara negra con orificios, recibiendo un asentimiento también-. Vamos-ordenó.

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Los cinco cuerpos corrían en perfecto silencio de regreso hacia el muro, saltando con gracia entre los edificios y cayendo sobre las azoteas apenas y con un ligero ruido.

Más uno de ellos se detuvo.

-¡Fox!-grito la chica en un susurro al ver un débil cuerpo, casi moribundo, contra la pared del edificio que tenían que cruzar.

-¿Qué pasa?-pregunto el chico llegando al lado de la chica.

-Un chico-susurro y su voz se escucho a un mas baja por la máscara.

-Ve por Jem-le pidió sin despegar sus ojos del chico que aun se encontraba recargado.

La chica obedeció y cruzo el edificio para ir por el chico que se encontraba con el resto del grupo.

Los cuatro cuerpos regresaron hacia donde su líder esperaba.

-Aguerden aquí, cuando vean que Jem y yo avancemos por tierra ustedes hagan lo mismo sin bajar-dijo el de ojos ámbar sacándose su mochila y pasándola hacia su compañero-. Si ven alguna complicación, necesito que Tafy y Acua sigan avanzando y llevándose las mochilas que puedan. Tyler tú tendrás que bajar a ayudarnos a Jem y a mi.

-Yo también puedo bajar, Fox-hablo Tafy acercándose al de ojos ámbar.

-Te di una orden-gruño mirándola-. Acatala-y con eso camino a las oxidadas escaleras de emergencia.

Ambos jóvenes bajaron con sigilo y silencio hasta llegar al final.

Ambos se acercaron al chico con cautela y pudieron observar como este respiraba entrecortado.

El mayor de los dos se acerco y tomo delicada mente el brazo del débil chico.

-¿Qué paso chico?-pregunto el castaño enfocando sus bonitos ojos color chocolate sobre el más chico.

-L-Li-Lion-Lions- tartamudeo haciendo una mueca de dolor.

Ambos chicos fruncieron el ceño.

-De acuerdo, chico-hablo el mayor-, te llevaremos con nosotros-y cargo con cuidado al chico sobre su espalda.

El de ojos ámbar se coloco al frente sacando sus dos espadas de los estuches a cada lado de su cadera.

-Tendremos que ir rápido-dijo el de ojos ámbar a su amigo-¿Crees poder, Jem?-preguntó mirando a su amigo.

-Vamos-asintió.

El de ojos ámbar asintió y comenzó a caminar en silencio fuera del callejón.

Sacando ligeramente su cabeza observo ambos lados de la calle y avanzo despacio con su compañero pisándole los talones.

El castaño que cargaba al pequeño chico avanzo con cuidado por la calle mirando a su alrededor con el de ojos ámbar caminando de lado en la orilla de la calle mirando a todos lados.

Ambos avanzaron los pocos metros que faltaban para llegar a la entrada del bosque sin ningún problema.

-Sigue avanzando-dijo el de ojos ámbar colocando la parte sin filo de sus espadas contra sus antebrazos y llevando sus dedos meñique a la comisura de su boca para realizar el chiflido que indicaba la señal de tierra.

Y antes de que pudiera llegar a hacer la señal, un zumbido y la explosión sobre la pared del edificio a su lado los tuvo en total alerta.