Andrew

—Bien, pero antes de eso hora del te—dijo la chica conejo.

—¿No que ibas tarde?—Le pregunte.

—Si, pero no me puedo ir sin tomar el té.—Contestó ella.

—Te va a matar—Le dijo la tal Sucy.

Obviamente era la hora del te, solo falta que canten el feliz no cumpleaños.

Pasaron los minutos y estás chicas ya llevaban como cinco tazas de té amontonadas una sobre la otra.

—Entonces, ¿no van a cantar?—les pregunte

—¿Que cosa?—Preguntó la liebre.

—El feliz no cumpleaños, se supone que es la copia del país de las maravillas ¿no?, canten, yo no estoy aquí—Les dije, por un momento se miraron por un momento hasta que Akko hablo.

—Ya te dijimos que esto no es copia de nada—dijo Akko, mejor las llamo por sus apodos.

—¿Segura?—Cuestione—, Ella parece la liebre, ella parece el sombrerero loco—Dije señalando a sus dos amigas—, Y tú pareces el conejo.—Me miran sorprendidas, al parecer si vieron la película.

Las tres formaron un círculo en el que empezaron a hablar.

-Dentro del círculo-

—Este chico ya me está cansando—Dijo Akko.

—¿No creen que deberíamos ayudarlo?—Les pregunto Lotte mientras miraba a Sucy.

—Por mi bien—Contestó ella, Akko soltó un suspiro y dijo:

—Bien, pero solo esta vez, ¿alguien sabe que es el feliz no cumpleaños?

—No.—Contestaron las otras al unísono.

—Ahora que lo pienso no nos hemos presentado—Dijo Sucy mientras miraba el reloj de Akko.—, Vas muy tarde.

—¿Eh?, ¡Oh Dios!—Akko se separó de ellas preparándose para salir corriendo (o saltar) agitó su cola y empezó la carrera hacia el castillo.—, ¡Las veo allá!—Grito ella.

-De vuelta con Andrew-

Mire como la chica conejo se preparaba para salir corriendo y se despedía de sus amigas.

—¿Pasó algo?—Pregunte mientras me acercaba a ellas.

—Si, bueno, va tarde—Me aclaró la liebre—, ¿Ya nos presentamos?

—La verdad es que no—Conteste.—, Andrew Hanbrige, a su servicio—Dije tomando su mano para darle un beso, acto con el uso se sonrojó.

—Eh, yo, ella—Se veía algo confundida y pérdida en su mente, juro que sale humo de sus orejas.

—Ella es Lotte Yanson, la chica que se fue corriendo hace unos minutos es Atsuko Kagari, puedes decirle Akko, y yo soy Sucy Manvabaran, un gusto—Me extendió su mano para terminar el saludo con un apretón.—, No te preocupes por ella, se pone así cuando está cerca de un chico.—Dijo mirándome de reojo.—, Sígueme.

Un periódico apareció de la nada flotando en el aire, Sucy lo agarro y con el le dio un golpe en la cabeza a Lotte, la cual gracias al contacto del papel pido despertar de su trance y empezó a seguirla al bosque, siento que me van a raptar.

Las hojas de los árboles eran de un color celeste parecido al de el pasto, a medida que avanzamos el bosque se hace cada vez más oscuro al punto que ya no se podía ver nada.

—¿Siguen ahí?—Pregunte a la nada.

—Si, solo espera un momento—Me contestó una voz femenina, seguramente Sucy, se le nota algo de pereza al hablar.

Me quede tranquilo por uno minutos, empezaron a aparecer unas luces amarillas por todos lados, eso hacía un paisaje hermoso.

Siguieron avanzando y pude notar cómo habían unos peses pequeños flotando por todo el lugar.

Llegamos a un tipo de ruinas que donde había unos gatos (muy lindos) con pañuelos de diferentes colores, unos negros, otros verdes, etc.

Sucy se acercó a uno con pañuelo verde y de pelaje negro.

—¿Que se les ofrece?—Dijo el gato, esto está lleno de sorpresas.

El gato noto mi sorpresa y se dirigió hacia mi.

—No eres de por aquí ¿cierto?—Preguntó, yo negué.

—No lo es, nos dirigimos al castillo de la reina, pensamos que ella sabra m de donde es, o al menos que le pasa a este chico—Contestó Lotte, no se si agradecer u ofenderme.

—De acuerdo, pueden pasar—Dijo el gato.

—Gracias Chat—Dijo Lotte antes de agacharse para acariciarlo.

Entramos a las ruinas, en el centro había un circulo con un escudo en el, nos paramos en el centro del escudo y un campo de fuerza empezó a rodearnos, ahora habían unas luces azules rodeándonos. Sin darme cuenta cerré los ojos.

Cuando los abrí ya no estábamos en las ruinas, ahora estamos en una especie de castillo y están apunto de cortarle la cabeza a Akko.

—¡Ayuda!