Andrew

No se que rayos pasó, iba caminando por el jardín y me caí en un hoyo que nadie más vio.

Aterricé y literalmente estaba en otro mundo, el pasto era de un celeste fosforescente, el cielo era rosado y los árboles amarillos, que imaginación.

A lo lejos había un camino, me levante con dificultar gracias al dolor de la caída.

Cuando llegue al camino, había un letrero que decía "bienvenidos a la villa maravillosa" ¿Esto es una copia del país de las maravillas? Y si lo es, ¿donde está el conejo?.

—¡Voy tarde!, ¡Sucy me va matar!—Se escuchó atrás mío, cuando me voltee me encontré con una chica con orejas de conejo, eso es nuevo, venía vestida con una camisa blanca, un saco blanco y un chaleco aqua con un short negro y un moño del mismo color.—, Permiso ¡voy tarde!

Le di pasó y fue corriendo hacia un monte, el cual tenía una puerta, eso es algo raro, me dirigí hacia ahí y toque la puerta, como nadie me atendía entre—Con permiso voy a entrar.—Al entrar no había nadie y estaba un hoyo en el suelo, no se veía a donde iba o que tan profundo era.

Dos hoyos en un día, me tire, termine rodando hasta quedar acostado en el suelo, mire arriba y se encontraba esa chica conejo.

—¿Estás bien?.—Preguntó.

—Eh, si.—Adelante mío se encontraba una mesa con varias tazas, en ella estaban sentadas dos chicas, una con un aspecto algo descuidado y con un sombrero, la otra también tenía orejas de conejo y unos lentes.

Genial ahora en sombrero loco y la liebre; otra vez me pare con dificultad y me dirigí a la chica conejo, me acerqué un poco y apreté sus orejas, eran muy reales, tengo que ver quien las fabricó.

—¿¡Eh?!, ¡¿Q-que rayos te pasa?!—Gritó ella.

—Es que parecen muy reales—Me excusé mientras la soltaba y me limpiaba las mano con un pañuelo que tenía en mi bolsillo.

—Pues claro que son reales idiota—Contestó con un tono burlón.—, Ni modo que sean de juguete— El comentario me sorprendió, ¿Como no van a ser de juguete?, acaso es una bincha o algo así?.

—¿Reales?, se supone que esto es un sueño—Dije mirándola fijamente, algo que al parecer le puso nerviosa.

—¿De que sueño hablas?, estamos en el sector del bosque, eso es muy real—Dijo la que supongo es la liebre.

—Una pregunta, y no es por ofender a nadie, pero ¿Son chinos?—Pregunte antes de sentarme—¿Puedo?—Ellas asintieron, bueno la chica conejo no lo hizo.

—¿Disculpa?—Cuestionó.

—Esto parece una copia barata del país de las maravillas, por eso pregunto que si son chinos.—Se me quedaron mirando con los ojos muy abiertos, la chica conejo los tenía en blanco.

—Este está más loco, mejor déjenlo—Dijo dando un paso atrás.

—Y lo dice la chica que piensa que sus orejas son de verdad.

—¡Que si lo son!—Me gritó, debo admitir que es divertido molestarla.

—Si, lo que digas—me fulminó con la mirada.

La supuesta liebre se me acercó y me sirvió algo de té, agradecí y de paso tome una galleta.

—Perdona a Akko, ella es así—Me dijo con una sonrisa nerviosa.

—¡Hey!—Se quejo la que creo es Akko, ella simplemente la ignoro.

—No se a que te refieres con copia barata pero si te sientes mal podemos acompañarte a un doctor.

—No estoy loco ni enfermo, de donde yo vengo el cielo es azul, el pasto verde y los hongos no bailan—Explique mientras señalaba a un grupo de hongos bailando Despacito.—Ustedes de allá—Mire a los hongos—Supérenlo, eso ya pasó de moda.

—¿Te drogaste?—Pregunto la sombrerera loca.

—No.

—Entonces si esta loco.

—Sucy, debes tratar mejor a tus invitados—Le regaño la liebre.—No se de que hablas pero conozco a alguien que te puede ayudar.

—No hablaras de ella ¿no?—Le preguntó la tal Sucy.

—Bueno...

—¡Pero esa tipa me odia! Soy literalmente su sirvienta—Sucy se empezó a reír del comentario de la chica conejo.

—¿No vas tarde?—se burlo ella.

—Mierda.