Capitulo 3

P.V.O

Eun-yeong sabía lo que el tonto de Jun Pyo diría. Mientras él discutía con Jan Di, Woo Bin y Yi Jung revisaban a la chica para ver si estaba lastimada, y Ji Hoo la observaba de vez en cuando, aunque su atención estaba centrada en la “dichosa mujer maravilla”.

—Entonces demuestra esa amistad de la que tanto alardeas y lame los zapatos que tu amiga arruinó —dijo Jun Pyo, con su tono provocador. Las chicas se sorprendieron, pero los demás chicos solo pudieron suspirar. Ya conocían cómo era Jun Pyo.

Jan Di, después de pensarlo, hizo el amago de ponerse de rodillas, lo que sorprendió a todos, pero Eun-yeong no pudo evitar intentar detenerla.

—Oye, no tienes que hacer esto —dijo Eun-yeong, pero recibió una mirada fulminante de Jun Pyo.

Eun-yeong pensó en lo que deseaba. Ojalá pierda el equilibrio y me empuje. Pero sabía que no sería tan fácil.

Como si una fuerza invisible hubiera intervenido, Jan Di sintió un empujón y cayó encima de Eun-yeong. Ella, al intentar sostenerse, perdió el equilibrio y sintió un dolor punzante en su muñeca.

—¡Eun-yeong! —gritó Jun Pyo, empujando a Jan Di con brusquedad para acercarse a su amiga.

—Jun Pyo, mi muñeca duele —dijo Eun-yeong, su rostro reflejaba dolor. Al escucharla, los cuatro chicos se acercaron rápidamente para examinarla.

—Hay que llevarla a que la revisen, está hinchada —dijo Ji Hoo, mirando a Jan Di con una mirada que denotaba confusión. Creyó que Jan Di sería diferente, pero no pensó que se desquitaría con alguien que no tenía la culpa. Aún en su mirada parecía que todo había sido un accidente.

Woo Bin levantó a Eun-yeong con delicadeza y la llevó rápidamente, seguido de los otros tres chicos. Jun Pyo se detuvo un momento y miró fijamente a Jan Di, quien no pudo evitar temblar de miedo al ver la expresión de odio en su rostro.

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Cuando llegaron al hospital, atendieron rápidamente a Eun-yeong. Mientras esperaban, se escucharon pasos apresurados. Los F4 vieron a un anciano con una expresión de preocupación que se acercaba rápidamente.

—¿Dónde está mi niña? —preguntó el anciano, y enseguida se dieron cuenta de que era el abuelo de Eun-yeong. —¿Qué fue lo que pasó?

—Una chica cayó accidentalmente sobre mí —dijo Eun-yeong, sonriendo suavemente mientras mostraba su muñeca con la protección. —Solo fue algo leve, necesito esto para no mover la mano. —Se acercó y abrazó a su abuelo, sabiendo que él era muy paranoico cuando se trataba de la salud, y temía perder a su única familia.

El anciano suspiró aliviado.

—Si es así, me alegra mucho. No sabes el susto que me llevé al recibir la llamada. —Luego, repasó a los chicos con la mirada y reconoció a uno de ellos. —Jun Pyo, es bueno verte bien, muchacho —dijo, dándole un leve golpe en el hombro.

—Yo también me alegro de verte, abuelo Pak —respondió Jun Pyo con una sonrisa. —Es bueno saber que han vuelto después de tantos años. —Su mirada se posó en la chica que le sonreía, y sus ojos se iluminaron.

El abuelo Pak notó la mirada de Jun Pyo, pero también las de los otros chicos que estaban allí. Se dio cuenta de que había algo más que una simple amistad en sus ojos.

—¿Y quiénes son ellos? —preguntó, señalando a los otros tres chicos.

—Son mis amigos —respondió Jun Pyo, recordando a sus compañeros.

—Song Woo Bin, un gusto conocerlo, señor Pak —dijo Woo Bin, estrechando su mano con cortesía.

—So Yi Jung, encantado —añadió Yi Jung, sonriendo y estrechando la mano del anciano.

—Yoon Ji Hoo —dijo Ji Hoo con una sutil sonrisa, también estrechando la mano del abuelo.

El abuelo Pak observó con detenimiento a los chicos y notó algo en sus miradas. Parecía que todos estaban dirigidos hacia su nieta. Sonrió para sí mismo. Tal vez, en un futuro, tendría un nieto o varios.

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