Conocí a Marina cuando aun no existía rivalidad en nuestro grupo. Una chica simpática que te hacia desear saber mas de ella, todo en ella mostraba un inquietante pero curioso lado oscuro listo por descubrir. De tantas otras chicas llamadas Marina que conocí, solo ella me recordó al mar. 

Sus padres la habían llamado así, y realmente el nombre encajo a la perfección con ella, al tiempo de conocerla pude ir profundizando detalles de su personalidad que lo demostraron. 

Era el tipo de chica que ves calmada, cariñosa y amable. Pero si surgía un problema te encontrabas con un titan temperamental, dispuesto a destruir todo a su paso para conseguir lo deseado. 

Tuve la suerte de, en general, ser espectador de aquella parte amigable, que te hacia estar tranquilo y en confianza. 

Conforme pasaron los años el grupo se fue disolviendo y perdí el contacto con Marina y algunos mas. 

Hasta ayer no sabia nada de ellos, hasta que recibí un mensaje por whatsapp. Marina finalmente fiel a su nombre, había terminado por unirse al mar.