Una vez me dijeron que para ser escritor había que tener el corazón partido, había que sufrir todas y cada una de las noches con insomnio, había que tener emociones cruzadas y distintos puntos de vista, había que ser adicto a algo sea un cigarrillo o una persona.  Había que estar algo loco... porque no cualquiera se introduce a ese mundo y continua luego de probarlo.
Había que reconocer en uno mismo la depresión en su máxima imagen, como también disfrutar de la vida sin ningún miramiento ni tapujo.

Y con mi ego infantil le escupí las palabras mas ingenuas que recuerdo.

"Cualquiera que lea puede escribir"

Y mi superioridad que aumentaba a mi juicio, se rompió cuando por mis propios intereses intente lo criticado.

Y los versos... tan carentes de una marca personal, de sentimiento, me demostraron lo vació que había estado aquel tiempo. Mientras más quería una obra de arte para enriquecer  mi vanidad, mas me encontraba haciendo mas basura cliché...
Mi soberbia poco a poco se desmoronó, reconociendo mi mortalidad, yo; aquel dios supremo valiente y de buen cuerpo...  rey destronado al caer en las consecuencias de mis propias palabras.

"Cualquiera que lea puede escribir"