14 ❦ antología
─¿Deberíamos acercarnos?
─¿Para qué?
─Para verlo.
─Yo no quiero verlo así.
─Ese que está ahí ya no es Memo.
─Ya llegó Lucy.
─Pensé que no iba a venir.
─Pobrecita, se ve que ni durmió.
Lucía venía acompañada de su mamá, y justo como lo dijeron, no durmió casi nada. Al despertar al día siguiente, su primer pensamiento fue Memo, y la realidad tan extraña de que ya no estaba.
Ella estaba en otro trance, su cuerpo estaba ahí pero su mente no. Sus ojos reflejaban nada más que tristeza, en ellos se podía notar como no asimilaba todo lo que estaba pasando, pues su mirada se veía perdida y confundida. Quisiera no saber ni dónde estaba, no pensar que estaba en el funeral del único chico que estaba segura que iba a amar por toda su vida. Memo tenía bien ganado ese lugar en su corazón.
Lucy ni siquiera se acercó a sentarse con sus amigos, se fue a una silla que estaba sola y más alejada de todos, por el momento no quería dirigirle la palabra a nadie.
─Deberíamos ir con lucy. ─sugirió Dani.
─Tal vez quiere estar sola. ─dijo Tenoch.
─Nadie quisiera estar solo en un momento así. ─se levantó de su silla. ─Vengan, vamos.
Todos siguieron a Dani y fueron a rodear a Lucy.
─¿Cómo... ─dani fue la primera en hablarle. ─cómo has estado Lucy?
─¿Qué pregunta es esa Dani? Por Dios. ─le sonrió de manera irónica y sarcástica, sin mirarla a los ojos.
─Tienes razón, lo siento.
Luego llegó Pascual a sentarse con ellos.
─Sus papás se lo iban a llevar a San Diego terminando el año.
─No me dijo nada. ─dijo Tenoch.
─Primero estaba bien encanijado, nunca lo había visto así. Luego parecía que estuviera tranquilo, como si ya se le hubiera pasado. No sé por qué no me di cuenta... al menos los tuvo a ustedes antes de irse. Y eso me alegra mucho, que al final tuvo amigos, una novia... ─miró a lucy. ─Porque como te lo dije antes, ─él te quería muchísimo, nunca me había hablado de ninguna niña, tú fuiste la primera. Cuando llegó de esa fiesta, debiste ver lo feliz que estaba de haber estado contigo, sus papás solo te mencionaban y se sonrojaba. Le dije que un día iba a darte las gracias por hacerlo tan feliz, y creo que es el momento, desgraciadamente no es la manera en la que me lo imaginé, pero... muchas gracias Lucy, lo hiciste muy feliz en lo que quedaba.
Ella no respondió nada, de por sí ya se sentía terrible, ahora esas palabras de Pascual la hacían sentir peor.
Se tapó la cara con sus manos y empezó a llorar igual que la noche anterior. Dani y Marifer la abrazaron y Lucy las contagió a ellas también
Lucy ya no soportaba estar ahí, sentía que estaba enloqueciendo, es que estar en el funeral de la persona que más amas, era sin duda el peor sentimiento que había experimentado.
Y aunque le doliera aún más, quería despedirse por última vez de él antes de irse y no volver a verlo nunca.
Cuando se acercó a la caja, la mamá de Memo la notó y se acercó a darle un abrazo. Ninguna de las dos dijo nada, pues no había palabras exactas para describir el momento, con las solas expresiones bastaba todo. La mujer se alejó de la caja, para que Lucy pudiera estar sola.
─¿Por qué me hiciste esto Memo? ─inició diciendo. ─¿Por qué me dejaste así nada más? ─era terrible tener que simular que estaba teniendo una conversación normal con él, donde él podía escucharla. ─Nunca te voy a perdonar... porque tú llegaste en el momento cuando más lo necesitaba, y ni siquiera lo sabía, nunca me imaginé que ese día de la escuela iba a ser distinto a los demás. Y te lo dije muchísimas veces, desde que te conocí todo ha mejorado, pero creo que ahora que tú no estás, mi vida volverá a ser la misma mierda de antes. Pero gracias por hacerme feliz en lo que estuviste conmigo... ¿sabes, mi amor? Fuiste como una estrella fugaz, cuando era niña, me divertía mucho y me fascinaba verlas, pero aún no le daba otro significado; porque pasan, iluminan la oscuridad unos segundos y cuando se van todo vuelve a ser oscuro como antes, eso fue justo lo que tú hiciste en mi vida. ─empezaba a llorar. ─Y ahora... ahora tendré que acostumbrarme a no verte nunca más, solo en mis sueños. Siempre fuiste un ángel Memo, por dentro y por fuera parecías un ángel, con el cielo en tus ojos... te amo y te voy a amar por siempre, cariño mío... descansa.
Se iba a ir ya, pero aún había una última cosa que decirle.
─Y yo sé... que antes de tres lunas volverás por mí... me lo prometiste.
Ya sin nada más que decir, porque ya no podía ni hablar de tanto que lloraba, incluso con la garganta inflamada, Lucy salió corriendo de la casa y fue directo al carro de su mamá, ella fue detrás y se fueron a la casa.
✨𓏲*ੈ🚬‧₊˚🎧
El día fue un martirio total, la crueldad de la vida misma de arrebatarte lo que más amas, era injusta. Pero más injusto era lanzarse hacia la muerte por tu propia cuenta, injusto para ti, porque nadie puede ayudarte a evitarlo.
Pero ya después de ese día, todos estaban yendo a la escuela como siempre. Haciendo sus actividades, pasando en rato con sus amigos, todo. El mundo seguía dando vueltas y así era, no iba a parar por la ausencia de alguien y así fue y será siempre, miles de personas mueren al día pero también miles de personas tienen cosas que hacer y no pueden estar tanto lamentándose.
A menos que sea algo traumático para ti.
─Si te sientes mal llámame para que venga por ti ¿va? ─mara le dijo a su hija, antes de que saliera del coche para entrar a la escuela. ─Te amo Lucy, que te vaya bien mi vida.
Se quedó unos segundos pensando entre sí entrar a la escuela o no. De todos modos, ya nada le emocionaba de ese lugar, lo único que se le hacía divertido era ver a Memo y estar con él, pero él ya no estaba y se llevó con él su felicidad.
Pero al avanzar un poco más, en la puerta, lo vio a él. Creyó que estaba enloqueciendo eso estaba claro, porque juraba por su vida que vio a Memo ahí parado esperándola para entrar juntos de la mano. Eran solo delirios, claro.
Pasó por ahí, sintiendo presencia por todo su cuerpo, como si lo estuviera atravesándose, su imagen se desvanecía cuando ella se fusionó en ésta.
..
─A ver chicos guarden todo, dejen todo al lado... esto no tiene sentido. ─les dijo la maestra de inglés. ─Yo no puedo hacer como si nada hubiera pasado, no sé si sus otros maestros también, pero... pero yo no. Creo que podemos utilizar este tiempo para hablar de Memo y lo importante que era para nosotros... ¿alguien quiere empezar?
Erick alzó la mano y la maestra le dio la palabra.
─Me caía bien, él era mi amigo.
─Benny.
─Iba a todas las tardeadas. Era un locote ese Memo.
─Pau.
─Memo era muy buena persona y era inteligente... y-
─¿cómo sabes? ─le interrumpió alex.
─¿Que?
─Que era buena persona y que era inteligente ¿cómo sabes?
─Bueno no sé, pero a mí también me da muchísima tristeza.
─Esto es una pendejada. ─alex se levantó de su silla, dispuesto a salirse del salón pero la maestra lo detuvo.
Porque si había alguien que compartía el mismo sentimiento que Lucy ( desde la perspectiva de amigos ) era Alex. Que le molestaba escuchar como todos recordaban a Memo por ser "alguien que le encantaban las fiestas" y no por la persona que era realmente, no su lado más íntimo que solo mostraba con sus verdaderos amigos. Nadie notaba a Memo antes de la fiesta, después de ver que era alguien divertido, todos querían ser sus amigos.
Además de que él sabía perfectamente lo que se sentía perder a alguien especial y muy fundamental en tu vida, porque es lo que vivió con su madre. Su mamá murió y en su casa todos hacían como si nada pasaba, solo que él no podía hacer lo mismo.
─Alex siéntate por favor.
─No, ya no quiero seguir escuchando esto.
─A todos nos caía bien. ─habló Diego.
─Le hiciste poste, cabrón. ─hubo un par de minutos de silencio incómodo. ─Ninguno de ustedes conocía a Memo de verdad, ni yo, solamente Lucía... pero ni siquiera ella sabía que iba a hacer esto, y yo menos... en un mes o menos ni se van a acordar de él. Nadie lo va a extrañar. Van a seguir con sus vidas, hasta yo. Y así es cuando te mueres, el mundo sigue sin y tu ¡y te chingas porque estás muerto!
─¡Alex afuera! ─le reprendió muy molesta su profesora. ─¡Afuera, ya!
Alex salió y la maestra se fue detrás.
─Alex tiene razón. ─lucy se levantó de su silla, y aún con la voz temblando se dirigió a todos su grupo. ─Memo si siquiera iba a sus pendejas tardeadas, no sé de dónde se sacaron eso.
─Pero si yo una vez lo vi, estoy seguro. ─dijo erick.
─Pues de tan pedo que andabas seguro hasta estabas delirando. Porque Memo nunca fue a ninguna otra fiesta más que a la de Mariana.
─Lucy... siéntate, vamos a platicar. ─le susurró Dani.
─¡No! Yo no voy a quedarme callada solo a escuchar como todos se refieren a memo como "el locote que iba a todas las tardeadas y se ponía hasta madre" ─hizo comillas con sus dedos. ─Porque yo lo conocía, y me alegra mucho ser quien conoció hasta lo más profundo de él y-
─¿Si tanto lo conocías por qué no sabías que pesaba matarse? ─le dijo diego.
Lucy no supo ni cómo defenderse, pues ese iba a ser un golpe que nunca iba a poder esquivar. Y aunque no fuera su culpa, nunca iba a sacarse de su mente esa idea, de que ella pudo haber ayudado pero no siguió investigando más a fondo qué pasaba con Memo realmente.
─Yo noté la actitud rara de Memo. ─bajó la voz, ahora hablaba más tranquila. ─Y le pregunté una y mil veces que le pasaba y él siempre con una sonrisa en el rostro me decía que estaba bien... nadie lo hubiera notado, y mucho menos tú que solo lo querías como compañero para las pedas que hacían en las fiestas... ─miró a Diego. ─De todas las cosas que hasta tú y tus amigos decían sobre mí, Memo no se creyó ninguna, y me da gusto porque ninguna era cierta, así que no iba a vivir engañándolo... él veía como todo lo contra a como me veían los demás, él fue el primero en creerme a mí sin tener que al menos demostrárselo y-
─Pues quién sabe qué le hiciste para convencerlo... yo nomás digo Lucía.
─Que pedazo de idiota eres Diego... debiste... debiste haberte ido tú en lugar de Memo.
Salió del salón, con las lágrimas cayéndole por toda la cara. Iba a bajar las gradas, pero ahí estaban la maestra y Alex obstruyendo el paso, y sin pensarlo mucho se dejó caer y su maestra la abrazó para tratar de calmarla a ella también como lo estaba haciendo con Alex.
─Yo lo pude haber ayudado... debí haber insistido más, quizás así Memo aún estuviera-
─Lucy, eso ya no existe, el tiempo pasado ya no existe y no hay manera de arreglarlo.
─¿Pero cómo se supera esto?
─No se supera, te acostumbras... aprendes a vivir con el dolor. ─la maestra vio los ojos aún más llorosos de Alex y de Lucy. ─Creo que no los estoy ayudando mucho ¿verdad?
─No, la verdad-
─Hasta eso, sí. ─alex interrumpió a Lucy. ─Todo el mundo me dice siempre lo mismo; que así es la vida, que esto va a pasar.
─No sé quién te dijo eso, pero... no va a pasar. Y no se trata de seguir adelante, sino de seguir.
─Pues yo no quiero seguir. ─lucy tomó su mochila y se fue.
─¡Lucy! ─le gritó la maestra.
─Lucy lo quería muchísimo... lo amaba.
─Lo sé, solo con verlos se podía notar.
holiii perdón por subir esto hasta ahorita pero no quería dejar la historia así qjajjajs le voy a dar otro final mjr
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