Ya pasaba de las diez de la mañana y Lucy aún seguía dormida, y como una noche antes a su mamá le avisaron que mañana no habría trabajo, también se quedó dormida hasta tarde y se le pasó por completo despertar su hija.

─Lucy. ─abrió rápido su puerta y la chica se despertó. ─Lucy no inventes, nos dormimos las dos.

─¿Qué? ─tallaba sus ojos para despertar bien. ─¿Qué hora es?

─Faltan quince para las once.

─¡¿Qué!? Y yo entro a las siete.

─Lo sé hija... pero pues ya ni modo hoy no vas a ir, como quiera tú nunca faltas.

─Bueno pues ya que.

─Pues sí ya que... ya levantaste ándale. ─ya estaba por salir, pero se le ocurrió una idea, como tenían el día libre. ─Oye ¿quieres ir a almorzar al McDonald's?

─¡Sí! Tiene años que no vamos.

─Va pues, levántate y yo me voy a cambiar y tú haces lo mismo.

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Las dos estaban almorzando unas hamburguesas, casi no eran de salir ellas dos, así que el tiempo juntas era muy bueno y fortalecían más esa conexión de mamá e hija.

─Ma... ayer no te lo conté porque llegaste cansadísima del trabajo.

─¿Mm pues qué pasó Lucía?

─Es que... ─sonreía, tratando de no ver a su mamá y que no se diera cuenta de su cara tan feliz. ─Ya tengo novio.

─No manches. ─abrió la boca y los ojos. ─¿Y quién es?... no no no, no me digas, ya lo sé... es Memo.

─Sí. ─chilló. ─Ayer me lo pidió.

─Ay que bueno Lucy, que bonito. Espero que sea una buena relación y que los dos se respeten, sobre todo que me tengas la confianza para contarme todo lo que tú pienses que está mal... aunque no creo, Memo a lo lejos se ve que es un niño tranquilo y educado.

─Sí ma. ─suspiró. ─Es muy lindo... solo que... no sé, ayer en todo el día lo vi un poco más... raro

─¿Raro, como?

─Pues para empezar ni habló, en todo el día, hasta después del recreo. Incluso hasta la profe de inglés le llamó la atención porque están distraído en la clase y no sabía nada de que lo ella estaba preguntando, y eso que Memo es el mejor de la clase en inglés... Se veía como que ido ¿me entiendes?

─¿Intentaste preguntarle que tiene?

─Obvio que lo hice, pero me dijo que está bien... aunque no me convenció mucho.

─Tal vez tuvo un problema en su casa, ves como son los chavos, cuando pelean en su casa con su familia andan molestos todo el día hasta con sus amigos... aunque eso no quita que sigas intenta hablar con él y que te diga la verdad.

─Sí, mañana en la escuela lo haré... bueno, si es que ya lo veo mejor.

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Y mientras tanto en la escuela, Memo no se la estaba pasando nada bien, pero hacía el excelente trabajo de no transmitirle a sus amigos su frustración. Nadie lo notó raro, nadie excepto Marifer, que le dijo que le podía contar todo sin ningún problema, pero él le dijo que estaba bien.

Lucy no había ido, ciertamente su día fue más aburrido, a pesar de que todos le hablaban, la única con la que se sentía más cómodo era con Lucía. No había ido pero él quería verla, quería hacerlo saliendo de la escuela, pero al último le pareció mejor idea ir en la tarde.

Y cuando ya se dieron las cinco, le pidió a Pascual que lo llevara.

─Hola. ─se acercó a saludar al señor que estaba en la mesa. ─¿Me puedes llevar donde Lucy porfa?

─Claro que sí hijo, vamos. ─agarró las llaves del coche. ─Oye pero, ¿ya le avistaste a tus papás? Es que no están y no se vayan a molestar.

─No creo que les importe tanto.

─¿Seguro?

─Ajá.

─Bueno, vamos pues.

Pascual iba más contento que ayer, porque ahora sí Memo le seguía la conversación y ya no se veía tan molesto como ayer, que ni siquiera quiso pasar a comer hamburguesas con él. Ahora platicaban y reían y hasta le acompañaba a cantar sus canciones.

─Te marco cuando me vaya a ir ¿va?

─Sí Memo, cuídate, te quiero.

─Bye. ─se despidió con la mano y una sonrisa en el rostro.

Luego tocó el timbre y quien salió a abrir fue la mamá de Lucy.

─¡Memo! ─sonrió. ─Que sorpresa vaya. Lucy no me avisó que vendrías.

─Hola señora. ─hizo lo mismo. ─Es que no le avisé que vendría.

─Ahh bueno, pásale, está en su cuarto ahorita le hablo.

─Sí, gracias.

Memo pasó a sentarse en la sala, pero algo llamó su atención, y eran unas fotos que estaban enmarcadas en un mueble. Las tomó para verlas mejor, desde luego supo que era Lucy, en su etapa de bebé. No pudo evitar sonreírle a la foto, se veía tan tierna y tan contenta.

─Órale. ─escuchó la voz de lucy. ─¿A qué se debe tu visita tan inesperada?

─Lucy. ─aún sonreía como un tonto cuando la veía llegar. ─¿Cómo estás?

Ella no le respondió y fue directo a abrazarla, los dos planeaban darse un beso en los labios, con eso de que ya eran novios, pero igual no estaban tan acostumbrados a saludarse así, así que accidentalmente chocaron sus frentes.

─Discúlpame... perdón. ─dijo Memo súper apenado. ─¿Te lastimé?

Lucy solo rió y por fin le beso los labios. ─Hola.

─¿Por qué no fuiste hoy a la escuela?

─Ah es que, ─rió bajito. ─mi mamá hoy no fue a trabajar y las dos nos quedamos dormidas. Desperté después de las diez y pues ya ni tenía caso.

─Mmm ya... pues igual y si quieres te paso los apuntes.

─Va, mañana voy a tu casa.

Memo se quedó un rato en silencio. Al menos ya fue tanto, ya no iba a tartamudear porque Lucy ya no era una niña desconocida que le gustaba, y pensaba que jamás podría tener algo con ella, ahora Lucy era su novia y su persona favorita en el mundo, no habría por qué sentir pena ni desconfianza con ella.

─Vine a verte.

─Que lindo. ─sonrió. ─¿Y qué quieres hacer?

─Mmm... no sé, lo que tú quieras. ─sacó algo de su mochila. ─Traje algunos cassettes por si quieres escuchar algo de música.

─Sí, estaría padre... o si quieres también podemos ir al videoclub donde Alex y rentamos una película.

─También está bien.

─Le voy a preguntar a mi mamá a ver si nos puede llevar, porque la neta sí me da flojera ir hasta allá.

Qué bueno que Mara aceptó a llevarlos, además de que no tenía mucho que hacer. Así que en unos minutos ya estaban en el videoclub.

─Es Rafa. ─dijo memo al ver a alguien ahí con alex.

─¿El que dijo Marifer en la fiesta?

─Ajá... ¿tú no lo conoces verdad?

─No.

─Alex dijo que ya no trabaja aquí.

─¿Entonces que anda haciendo?

─No sé. ─sonrió, como si él también estuviera emocionado.

Memo no sabía si interrumpir el momento, porque él aunque no le decía a nadie, sabía que Alex sí le gustaba Rafa.

─Memo, Lucy. ─alex los vio y les habló.

─Hola Alex. ─se acercaron y memo saludó. ─Ho-hola rafa.

─Hola Memo. ─le devolvió el saludo. ─Hola. ─le dijo a Lucy.

─Hola. ─le sonrió. ─¿Eres Rafa, no?

─Ese mero.

─¿Vienen por una peli? ─pregunta alex.

─Sí, estamos en casa de Lucy y quisimos ver una.

─Órale. ─alex le pegó un puño en el hombro.

─Bueno ya hay que buscarla rápido porque mi mamá está esperando y nos dijo que no tardemos.

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Al final se decidieron por "el joven manos de tijeras", habían pasado a comprar cosas para comer, hicieron palomitas y limonada, y ya los dos estaban en la sala viendo la película.

─Waw salió hace cuatro años y nunca la había visto. ─dijo Lucy una vez que la peli acabó.

─Ni yo. ¿Está linda, no?

─Sí. ─miró a memo y le sonrió. ─Me encantó. ─le dejó otro beso en los labios. ─Te ves mucho mejor que ayer.

─¿Cómo dices?

─Pues es que ayer te dije que te noté raro, pero me dijiste que estabas bien.

─Ah sí sí... solo... una pequeña discusión con mis papás, pero ya lo resolvimos.

─Que bueno Memo, me da gusto... y ya sabes, si te sientes mal puedes decírmelo. No pasa nada, que no te de pena.

─Lucy contigo ya nada me da pena.

─Me alegra mucho que me digas eso... ¿Y cómo te la pasaste hoy en la escuela?

─Bien, estuvo bien... le regalé algo a Tenoch. ─que le regalaste.

─Mmm. ─pensaba decírselo, pero mejor no. ─Ahí mañana que él te cuente en la escuela.

─Bueeeno.

─Vi tus fotos de niña. Te veías muy bonita... Bueno, todavía te ves.

─¡Ay no, que vergüenza! Estaba toda gorda y cachetona.

─Lucy. ─rió. ─Te veías bonita. Muy tierna.

─¿Tú tienes fotos de bebé?

─Sí pero en todas salgo llorando.

─¿Y eso?

─Tal vez no me gustaba que me sacaran fotos.

─Ay Memo.

─También vi una tuya, en el kinder creo, con todos tus amigos en los juegos.

─Sí, de niña tenía muchos amigos, hasta la secu... después no sé qué me pasó.

─Yo nunca había tenido amigos... siempre he sido... muy callado, tímido, reservado. Pero eso no está mal, aunque por alguna razón casi siempre había uno que otro que me molestaban solo porque sí... por eso ahora... me siento muy feliz.

─Eran unos idiotas, no entiendo por qué lo hacían... tú eres genial Memo. ─tomó su mano, otra vez hacía algo que le encantaba, trazar dibujitos en la palma de su mano y acariciar sus nudillos. ─Todos te queremos, tú lo sabes. Al menos tus amigos, que son Marifer, Dani, Alex y Tenoch, solo ellos, ellos sí te quieren muchísimo. Y yo, ni se diga, yo te adoro Memo, y nunca me voy a cansar de decirte lo feliz que me pone haberte conocido.

─A mí también Lucy... nunca creí que mi primera novia sería como tú. Pensé que hasta eso lo iban a elegir mis papás, y yo mentalizaba a alguien aburrida y seria, que se comporta ya como una adulta... no a una niña que le encanta darse sus porrazos en la bici y que su pasatiempo favorito es ir al parque a acariciar gatos.

lucy rió. ─Ahora que lo dices, yo nunca me había puesto a pensar en cómo sería mi novio... pero ahora gracias a ti, sé que mi tipo son los chicos súper tímidos y que se sonrojan si le tocas la mano. ─volvieron a reír. ─Por favor, esto sonará muy cursi, pero no te apartes nunca de mí. ─se recargó de su hombro, y seguía jugando con sus manos. ─Yo te quiero mucho Memo, y no sabes lo feliz que me puse cuando me pediste ser tu novia. Porque siento que no solo somos novios, Memo eres mi mejor amigo, y solo contigo puedo mostrarme verdaderamente como soy.

─Pues tú también eres mi mejor amiga. Pero no solo quería quedarme hasta ahí, no quería que alguien más me ganara y conquistara tu corazón, pero no sabía de qué manera hacerlo yo... pero lo que sí sabía, era que no iba a resistir si te ibas con alguien más. No todos merecen a una chica tan especial como tú.

─Ay Memo. ─suspiró. ─Me haces verme de una manera... en la que yo jamás me había visto.

─Tú igual haces lo mismo.

Ese era el resultado de cuando las personas correctas se juntaban en el momento incorrecto.

Pero el amor puede llegar cuando sea, no importa que tan malo sea el momento, si es verdadero se intensifica cada vez más, hasta que ya no cabe en uno mismo, tanto que decides confiar y pasárselo a esa otra persona especial. Ahí es cuando se da la sustancia que mantiene vivos a los; el amor.

Y más que amor, no hay nada más hermoso que experimentar el primer amor. Cuando aún no sabes nada. No hay un manual para poder comprenderlo, porque todo se basa a través del conocimiento del otro y el concepto que tiene de amar. Cada quien ama de manera distinta, pero si los dos sienten lo mismo, el resultado es igual.

Justo así como Memo y Lucy.

─Oye. ─Lucy habló. ─¿Quieres ir a ver al gato?

─Ah de veras... sí sí vamos.

Por suerte cuando apenas iban entrando al cuarto, el gato apenas iba despertando y justo cuando pasaron éste empezó a maullar.

─Está bien chiquito todavía. ─lucy lo abrazó. ─Me gustó mucho. Duerme todos los días conmigo.

─Me alegra. ─le sonrió y le hizo cariños al gato.

─A ver saca tus cassettes, mi mamá ayer me regaló una grabadora de música y no la he usado.

─Ah sí sí.

Memo llevaba tres cassettes de música, el primero que le dio para reproducirlo fue el cassette en donde tenía sus canciones favoritas.

La mayoría era tranquila, típica de Memo, pero luego salió una de Caifanes que le subió el ánimo a Lucy y lo jaló de la mano para pararse a bailar los dos. Tomando un peine y simulando que ese era el micrófono. Luego hablando de peines, salió otra canción de Caifanes.

─Préstame tu peine... ─dijo lucy iniciando la canción y esperando a que memo le siguiera.

─Y péiname el alma. ─tomó la mano de Lucy y la llevó hasta su pecho. ella luego sintió los latidos de su corazón.

Acabaron cansados de tanto cantar y bailar y dar brincos por todo el cuarto. Lucy se dejó caer en su cama y Memo se sentó al lado de ella.

─Ven. ─le señaló que se acostara al lado suyo. ─Ojalá que el viento nos amarre y se detenga un chingo de años.

─Así será.

Se quedaron viendo un par de segundos, con ese tipo de miradas que te dicen todo sin si quiera hablar y ese contacto visual que tiene sus propias manos y se entrelazan fuerte para no soltarse nunca.

Luego Lucy se acercó inclinó un poco para darle un beso. Memo demasiado nervioso y casi sin poder respirar, puso sus manos (que hasta estaban sudando) al rededor de la cintura de Lucy y la acomodó toda sobre su cuerpo. Aún continuaban dándose besos sin separarse un rato. Porque el momento era perfecto, todos los momentos que pasaban juntos eran perfectos.

─Que bonitos ojos tienes Memo. ─lucy le sonrió, muy cerca de su rostro. ─Creo que nunca te lo había dicho.

─Los... los tuyos... también son... bonitos. ─dijo bastante apenado. ─Me encantan.

Ya no dijo nada más, y así como estaba acostada, recostó su cabeza sobre el pecho de Memo y ahora estaba escuchando su corazón latir acompasadamente, era como un tipo único de música, su manera de expresarse amor era a través de la música, y solo sus voces y sus latidos, creaban la canción perfecta.
Memo solo miraba al techo, mientras que con su mano libre acariciaba el pelo de Lucy.

El techo del cuarto de Lucy estaba lleno de estrellas, lunas y planetas. Todos brillaban cuando estaba oscuro, para él era extrañamente satisfactorio ver estas luces, que no tenían nada que ver con el techo de su cuarto. Que cada que se iba a acostar, solo había una mancha negra que se oscurecía cada vez más.

─Me encantó la música de ese cassette. ─le dijo Lucy.

─No puedo irme a dormir sin escucharlo antes.

─¿Neta?

─Ajá... es como... para vencer el lado oscuro ¿me entiendes?

rió. ─Creo que sí.

─Lucy... ─suspiró. ─Ya me tengo que ir. ─le dijo desanimado. ─Ya van a ser las diez.

─Mmm. ─tenía la misma expresión. ─Está bien Memo. Igual te veré mañana en la escuela.

─Sí... Lucy, esto es para ti. ─sacó otros cinco cassettes de su mochila.

─¿Más? Con estos ya van como veinte... Bueno no importa. ─le dio un abrazo. ─Muchas gracias Memo.

Bajaron a esperar a Pascual, Memo ya le había llamado para ir a recogerlo. Luego de unos minutos ya se estaba despidiendo de Lucy y dándole las buenas noches.

─Hoy fue perfecto. ─lo tomó de las manos. ─Gracias por venir a verme.

─No es nada. Es algo que tenía que hacer.

─Pues tampoco es como si fuera la última vez que vienes a mi casa. ─rió. ─Espero que haya más tardes así.

─Vas a ver que sí.

─Bueno, ya te están esperando.

─Bye Lucy. ─se acercó rápido a darle un beso. ─Te amo.

Tan lindo que era ese "te amo" saliendo de los labios de Memo.

─Yo también te amo.

Ya se iba a ir, pero no podía irse sin darle otro beso mejor que el anterior.

Lucy cerró la puerta, cuando perdió de vista a Memo, ahora iba a la sala con su mamá, que se estaba tomando un café mientras veía la tele.

─Que lindo es Memo, ma. ─sonrió. ─No sabes cuánto lo quiero.

─Y sé ve que tú también lo traes loquito.

─¿Sí?

─Obvio. ─rieron. ─Es un buen muchacho.

─Bueno, ya me voy a dormir.

─Descansa mi cielo, te amo.

─Yo también mami.

Se bañó antes de acostarse, también limpió su cuarto y se tomó un cereal. Cuando ya estaba por acostarse, Lucy quería ver uno de los tres cassettes que le regaló Memo, y al abrir su grabadora, notó que Memo había dejado su cassette favorito con el cual decía que no podía dormir sin escucharlo antes.

Entonces sintió algo extraño. Incluso hasta le vino un pequeño mareo, no sabía ni por qué, pero una voz le gritaba desesperada que le regresara su cassette y que era algo muy importante para él.

Así que sin pensarlo mucho corrió a la sala donde aún estaba su mamá.

─Ahorita vengo. ─salió corriendo.

─¡Lucía espera! ─le gritó. ─¿A dónde vas a esta hora?

─Tengo que regresarle a Memo algo importante que olvidó.

─¿Ahorita? ¿No puede ser mañana en la escuela?

─No mamá, es importante... voy en la bici, llego rapidísimo , la casa de Memo no está tan lejos.

─No no no, como crees, ven-

Sabía que la iban a regañar horrible cuando llegara, pero ignoró el llamado de su mamá y se fue en su bici pedaleando lo más rápido que podía. Aunque sentía esa preocupación, iba sonriendo porque lo vería por última vez en el día antes de irse a dormir.

holiii no había actualizado porq ya conseguí trabajo y he andado ocupada
pero ayer tuve tiempo para hacerlo y espero que les guste 😁😁😁