Capítulo Único.

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ObiPain
"A T u s O r d e n e s"
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Deseaba saber como llego a ello, necesitaba saberlo con urgencia. Se encontraba caminando con el azabache a la par, en un bosque desolado y silencioso, la luz de la luna iluminaba su caminar, ninguno se atrevía a mirarse ni a hablarse en lo absoluto. Pain solo deseaba que aquello se acabase, podía sentir el fuerte palpitar de su corazón en su pecho y el molesto nudo en su garganta, sus manos temblaban lentamente. Hacia horas el Uchiha había aparecido en su oficina, diciéndole que se preparase porque tenían una misión a la que asistir. Cosa a la que el pelinaranja no pudo negarse y ahora por su propia culpa ahí estaban, caminando en medio de la oscuridad en un silencio sepulcral, donde sus nervios le carcomían por completo, deseando huir y volver a la cueva para estar en su cama, siendo protegido por sus cobijas y no tener que mirar al dueño de su tormento.

Porque él era quien abarcaba sus pensares, sin descanso alguno, atormentandole.

Y sabia que estaba mal, muy mal, sabia que debía escuchar a la pelimorada e ignorar el molesto sentir que invadía su pecho, ignorar el fuerte golpeteo de su corazón, ignorar el nerviosismo que aparecía en su ser, ignorar el temblor de sus manos e incluso ignorar el como su aliento parecía faltar cada que tenia la presencia de aquel hombre ante él. La presencia tan dominante que portaba ese ser, la interesante forma en que sus orbes ónix y su cabello azabache contrastaban tan bien con la blanca piel de porcelana de éste, haciéndolo lucir como si fuese alguien delicado, que podría romperse ante el mas mínimo toque.. Y ello era un vil engaño, porque él era el hombre mas peligroso que haya conocido. Se sentía completamente hipnotizado con tan solo mirar aquellos oscuros ojos, perdiéndose en la profundidad de estos como si intentase buscar la respuesta de lo que significaban esos sentimientos que le invadían por completo, -Los cuales también le enloquecían, cabe aclarar.- deseaba aclarar el porque aquel repentino revoltijo llego hasta si, deseaba poder entender porque se sentía deslumbrado al tenerlo a él enfrente, quisiera descubrir el porqué se sentía nervioso ante su presencia y el como su cuerpo temblaba al mirarle. Dentro de si había una tormenta, una la cual no entendía en lo absoluto y todo causado por una persona...

Uchiha Obito.

No se explicaba el como termino deseando la atención de ese hombre, aquel el cual era alguien tan arrogante, mandón, inhumano, egocéntrico y muchos más adjetivos que no deseaba recordar en aquel instante. No comprendía en absoluto el como llego a sentir algo tan fuerte y confuso por alguien así, - Y mucho menos por otro hombre.- al principio la negación le había dominado por completo, negándose a aceptar lo que pudiese significar su sentir, obligándose a ser más tosco e incluso más agresivo cuando se encontrase frente a él, cosa en la que que había fallado horriblemente, puesto que el Uchiha se mostró inconforme con la actitud de su subordinado y le dio un castigo humillante frente a los demás miembros de la organización.

Castigo el cual no deseaba recordar, muchas gracias.

Después de aquella humillación se mantuvo encerrado en su oficina durante días, en los cuales se mantuvo meditando sobre la situación, analizando su sentir y al mismo tiempo ataba los cabos faltantes, llegando a la conclusión que tanto se negaba a aceptar... Empezaba a sentir algo por el azabache. Cuando supo sobre ello una molestia en su pecho había aparecido y por más que intento buscar alguna otra respuesta jamás pudo hallarla, intento, realmente intento borrar lo que en su corazón crecía sin detenerse, y es que ¡Joder! ¿¡Como podía sentir algo por ese hombre?! ¡¿Es que acaso era masoquista!? El Uchiha no era conocedor de la palabra "piedad", era un manipulador, despiadado y controlador, quería que todo se hiciera de la forma correcta y eficiente, sin ningún tipo de error. Ese hombre era la pesadilla de los Kages, el terror del mundo Ninja, sus planes salían a la perfección y no había nadie que pudiese detenerlo.

Entonces, ¿Por que su corazón debía ser tan necio y masoquista? Realmente deseaba entenderlo desde el fondo de su corazón, entender el porque ese molesto sentir había surgido dentro de si.

-Pain.- Le llamó.

Su voz lo saco de su ensoñación, sintiéndose un tanto aturdido por ello y dándose cuenta que su mirar se encontraba abajo. Mueve un poco su rostro de un lado al otro, alejando sus molestos pensares de su atormentada mente y mira a su lado, notando que el hombre había detenido su caminar un metro atrás y sin poder evitarlo traga en de forma dificultosa y se acerca. Maldición, lo que menos necesitaba en ese momento era otro castigo. El azabache se acerca hasta él, sus brazos se encontraban cruzados y la seriedad en su mirada solo lograba ponerlo aun mas nervioso.

Mierda y mas mierda.

Como deseaba estar seguro en su oficina o en su cama, ¿Era mucho pedir? En aquel instante parecía que si. El más alto por fin se encontraba frente suyo, la oscuridad de sus orbes era absorbente y profunda, logrando que el pelinaranja se sintiese desorientado una vez mas y el como su respiración empezaba a fallar, su corazón latía con fiereza y su cercanía le ponía nervioso. El ambiente era tenso, el silencio era incómodo y el cuerpo del de piercings no podía estar mas rígido.

-¿Si señor...?- Susurra nervioso.

Su tono era bajo y tembloroso, casi inexistente y de no ser porque unos pocos centímetros les separaban junto al silencio en todo el lugar, quizás el azabache no le hubiese oído. Ante el nerviosismo de su contrario un sentimiento de curiosidad apareció dentro del mayor, orillándolo a acercarse aun más. Ante la repentina cercanía del Uchiha, el dios del dolor no pudo evitar retroceder, hasta que su espalda choco contra el tronco de un árbol y el azabache aprovechando ello paso sus brazos alrededor del pelinaranja hasta que sus palmas se apoyaron en el árbol, acorralándole.

Una sonrisa ladina apareció en su rostro, provocando que el pelinaranja sintiese sus mejillas arder y su corazón acelerarse aun más, agradecía la oscuridad de la noche puesto que lograba disimular el color carmín en su rostro.

-No muerdo.- Su sonrisa se torno coqueta, mientras apegaba su cuerpo hacia el de su contrario.- Dime, Pain...- Susurra arrastrando su nombre y acercando su rostro a su mejilla.-¿Por qué tan nervioso?

Pain se tensa al sentir la tibia y húmeda lengua del mayor en su lóbulo, escalofríos empezaron a recorrer su cuerpo, erizando su piel y haciéndole morder su labio inferior. Sin poder controlarlo se apega un poco hacia el azabache, quien sonrió y siguió bajando por su cuello, dando leves lamidas por este. El cuerpo del dios del dolor se retorció ante el cosquilleo en esa zona tan sensible, el Uchiha disfrutaba el reaccionar del más bajo y el como este reprimía unos pequeños jadeos.

Cuando llego a su clavícula empezó a succionar en este lugar, dejando unas pequeñas marcas rosas y violetas en su piel. Al mismo tiempo que unió sus caderas, empezando a frotarse contra él de forma tortuosa.

-Agh...- Reprime el más bajo.

El azabache sonríe victorioso y en respuesta dejó de succionar su cuello, subiendo hasta el rostro de éste donde de forma repentina unió sus labios, en un beso demandante donde succionaba el labio superior del contrario y luego el inferior antes de plantar una pequeña mordida en este, ocasionado que el pelinaranja separe sus labios ante el dolor y el azabache aprovecho ello introduciendo su lengua, volviendo el beso en uno húmedo y profundo.

«Acabas de contradecirte, maldita sea.» Reclama en sus adentros el de piercings.

Él podemos sentir el como el azabache bajo su mano derecha hasta aunque cadera, aumentando el roce contra su pelvis, frotándose con rapidez contra si. Pain no sabia que hacer en aquel momento; Corresponder el beso o empujarlo, imitar la fricción entre sus cuerpos u golpearle en su parte intima... O simplemente dejarse llevar por el mar de emociones que le invadía. Repentinamente siente como la mano restante del Uchiha se cuela por su camisa, donde acaricio su abdomen con las yemas de sus dedos hasta llegar a su pezón, con el cual jugueteo y apretó un poco.

Pain no podía negarlo, empezaba a ponerse duro.

Su mente empezaba a nublarse ante la fricción de sus miembros sobre la ropa, el choque apasionado de sus labios y el como le acariciaba el pecho con su mano. Pequeños gemidos y jadeos se perdían en la cavidad bucal del azabache, quien los disfrutaba a más no poder. Pain no sabia exactamente que momento empezó a mover su lengua dentro de la boca del contrario, ni cuando sus brazos se enrollaron en su cuello atrayéndolo hacia si. Sus manos jugueteaban con su cabello, su pecho empezaba a reclamar por oxigeno y su miembro palpitante estaba por explotar en sus pantalones. Se sentía perder, enloquecer ante el mayor, creyó que estaba a punto de perder la cordura en aquel instante.

Pero que azabache tenia otros planes.

Inesperadamente se alejo de él, soltando su agarre contra el dios del dolor y deteniendo sus -Deliciosos.- movimientos en seco, el tembloroso pelinaranja casi cae al suelo ante su repentina lejanía, de no ser porque se apoyo contra el árbol, sentía sus piernas fallar mientras su pecho subía y bajaba tomando oxigeno, su dura erección se apretaba contra su pantalón y dolía como el demonio. Frente a él, el Uchiha se mantenía como si nada y una sonrisa victoriosa -Y un tanto burlona.- adornaba su rostro, sin mas éste se dio la vuelta y empezó a caminar.

-Debemos seguir con la misión.- Soltó el mayor a la lejanía.

El rostro de Pain era fantástico en aquel momento, el carmín de sus mejillas había desaparecido por completo, sus orbes se encontraban abiertos de par en par y sus labios ligeramente separados formando una "O" perfecta. En sus adentros empezó a maldecirlo de mil formas distintas, pero algo llamo su atención, el Uchiha caminaba de forma incomoda y con las piernas ligeramente separadas, sin poder evitarlo sintió su ego crecer. Una sonrisa apareció en el rostro del pelinaranja.

Y sin mas empezó su andar tras del mayor, en un pequeño silencio. Notando lo tenso que estaba el cuerpo del azabache un sentimiento de orgullo lleno su pecho y en medio de aquella oscura y noche escucho un pequeño susurro del azabache, casi inexistente.

«No quiero que nada nos interrumpa, cuando acabemos la mision Aquellas habían sido sus palabras y la sonrisa del pelinaranja creció aun mas.

-Estoy a tus ordenes, Jefe.- Suelta sin más.

Sus palabras con doble sentido provocaron que el mayor se detuviese en seco, giro levemente su rostro hacia su acompañante y sin mas suspiro mientras unía sus manos. Pain no sabia exactamente que sentía por el mayor, ni mucho menos que sentía él hacia su persona, pero algo si tenia en claro... No se rendiría hasta conquistarlo.

Fin.
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¡Hola!

Dedicado a: obito2x2 quien hace tiempo me pidió un ObiPain, espero te haya gustado beba uwu

¿Que les pareció?

¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.

¿Cual fue tu parte favorita?

Escrito:03/09/21
Publicado: 04/09/21

1900 Palabras.

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