Midoriya escucho como el teléfono móvil de Todoroki sonaba.

-Contesta-pidió el rizado-, pueden ser tu padre o Momo-san-la dulce voz del menor flote atravesando la madera y parte del corazón del mayor.

Los ojos heterocromos vieron la pantalla de su teléfono con el nombre de su nueva prometida en el.

-No importa-contestó el semi-albino dejando el teléfono a un lado y desactivando el sonido del mismo.

-Si es ella deberías contestar, Todoroki-dijo el rizado alzando su mirada-, yo esperaba hasta que me contestabas y cuando no lo hacías pensaba que te había pasado algo, que estabas herido o perdido o que algo te había pasado y no podrías volver a mi lado y creía que era mi culpa por no poder cuidarte, protegerte, tal como te prometí cuando comenzamos a salir-la voz baja y quebrada del menor lastimó a Todoroki, pero no era culpa del rizado, era su culpa por todo lo que hizo, por lo que le hizo al menor-, contesta las llamas que ella haga-pidió el rizado volviendo a abrazar sus rodillas contra su pecho-, nadie quiere quedarse con la intriga de donde está la persona que amamos.

El heterocromo tenía la respiración acelerada y el arrepentimiento subía por su sistema, castigando todo el mal que le había causado al menor durante esos últimos meses. Durante el tiempo donde él abandonó a Midoriya en un mar de dudas y oscuridad, abandonandolo sin siquiera merecer ese abandonó.

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Extrañaba este proyecto, pero aquí está devuelta^^

Aki.