Capítulo 3: Ocho años

Un pelirrojo se apoyaba derecho a la pared, y con la mano temblando, marco una línea en ella.
De inmediato se giro para ver si había crecido algo desde el mes pasado. Emocionado se dio cuenta de que ya superaba la última línea de Dazai por cuatro centímetros. Dio saltitos de alegría y luego se detuvo avergonzado para mirar si alguien lo había visto pero la habitación estaba vacía.
Con lápiz en mano se fue corriendo a la habitación del castaño, no había vuelto hace mucho de la escuela por lo que no había podido ir a saludarlo.

Se sorprendió al ingresar y ver a Dazai sentado encima de la mesa apuntando con un arma a uno de los subordinados de ¿Mori-san? Eran sus subordinados, la verdad, ya era indiferente ante esos hombres vestidos de negro, no los odiaba ni nada, pero parecían evitarlo como si tuviera alguna enfermedad contagiosa.

Observo desde la entrada la escena, Dazai, tenía su normal mirada castaña opacada por un brillo rojizo, parecía realmente enfadado, el sujeto en suelo no dejaba de disculparse.

El castaño al notarse observado dirigió su mirada fría hacia Chuuya, pestaño lentamente al verlo ahí. Y soltando el arma bajo de la mesa y se dirigió a donde estaba, con el rosto completamente cambiado, incluso sonreía suavemente.

-Buenas tarde, mi querido enano – Le dijo mientras le hacia una reverencia en burla

- ¡No me digas así! ¡Aún estoy en crecimiento! – le respondió Chuuya haciendo un puchero, miro de reojo al sujeto en el suelo, el cual parecía no saber que hacer, debía admitir que no era la primera vez que veía a Dazai amenazando a alguien, la verdad, era algo que ocurría casi todos los días - ¿Quién es el?

- Nadie importanteeee – le respondió burlón, mientras lo agarraba del brazo para guiarlo a los grandes sillones que decoraban la habitación.

Aún cuando el pequeño le decía habitación, la realidad era, que ambos contaban con “mini-departamentos” como solía decirles Dazai, solo tenían una habitación pero contaban con cocina, living y una sala de estudio.
Una vez que el pelirojo se acomodó en el sillón, el castaño se giro hacia el hombre que no se levantaba aún del suelo.

- Te has salvado solo porque Chuchu llego, pero créeme, si esto vuelve a ocurrir no dudare en disparar en tu fea e inútil cabeza, ahora aléjate de mi vista.

El hombre de inmediato se alejo corriendo de la habitación. Dazai ya era bastante conocido en la organización aún a su corta edad, desde que lo habían ingresado de observador a las misiones principales, todos sabia de lo cruel e inteligente que podía llegar hacer el castaño. Mori, no dejaba de aclamar lo orgulloso que estaba de su heredero, sin embargo, Dazai se negaba a ser llamado de ese modo, el no iba a ser el heredero de la organización si podía evitarlo.

- ¿Qué fue todo eso? – pregunto curioso el pequeño de ojos azules, el castaño se giro y lo miro con atención para luego sonreírle lentamente

- Un pequeño desacuerdo, no muy agradable de mencionar, entonces ¿Qué te trae por mi humilde habitación? – le pregunto con tono burlón a Chuuya, el cual se rio ante eso

- ¡Te estas comportando como un tonto! ¡Si siempre vengo a visitarte porque si no vengo yo, vas a buscarme tú!

- Ohh, pero presiento que hoy traes un motivo oculto, el lápiz rojo en tu mano te acusa de ello

Chuuya sonrojado asintió con la cabeza, que tonto había sido, llevando el lápiz que usaban solo para la medición en la pared de su habitación, había comenzado como un tonto juego el año pasado, cuando el castaño se burlo de su altura y el pelirrojo enojado le dijo, que si llevaban la medición de ello tendría pruebas de que lo iba superar en altura.

- ¡He crecido 4 centímetros! ¡Así que te voy ganando! – le exclamo emocionado.

- No quiero romper tus esperanzas, pero, yo no me he medido hace 3 meses, por lo que tu conteo debo estar erróneo

- ¡Eso no es cierto!

De inmediato lo tomo de la mano y lo arrastro por los pasillos hasta llegar a su habitación, una vez ahí lo empujo hacia la pared y le indico que parara derecho. Tal fue la diferencia que, aun parado en la punta de sus pies no pudo alcanzar a marcar la línea de Dazai. El cual al verlo de ese modo se rio divertido, le quito el lápiz y el mismo marco la línea en su cabeza para luego mirar la diferencia entre ambas medidas.

- Entonces ¿Te llamo enano o Chibi? – le pregunto acariciando sus cabellos con burla. Este se separo enojado y se fue al refrigerador para servirse un vaso de leche. Tomándolo de un trago

- ¡Creceré, solo necesito esforzarme más!

- Vale, vale, estaré esperando por eso, ¿Cómo te fue en la escuela? – Le pregunto sentándose en el sillón, a diferencia de su habitación, Chuuya tenía unas vistas hermosas de toda la ciudad, se supone que esas deberían ser sus vistas, pero no importaba demasiado, pasaban demasiado en la habitación del otro como para enojarse. Chuuya lo miro con los ojos brillosos, olvidando por completo su enojo anterior. Y corriendo se subió a su lado, recostando su cabeza en sus piernas

- Fue divertido, tuvimos que dibujar un lugar donde nos gustaría ir – le expreso, Dazai con cuidado acariciaba su cabello, era normal en ellos tener esta cercanía, aunque ninguno de los dos lo entendía como algo mas haya de un simple cariño, porque no tenían como saber explicar la sensación que llenaba su pecho cada vez que se veían.

- Ohh, y ¿Dónde te gustaría ir?

- Pensaras que es tonto – le dijo cerrando los ojos relajado por el cariño en su cabello

- Por supuesto que no, solo dilo

El pequeño abrió los ojos conectando su mirada con la de Dazai, este detuvo su mano y perdió en la mirada que tanto le gustaba, una de un cielo en calma.

- Quiero ir a un parque de diversiones algún día contigo, subirnos a todos los juegos y comer algodón de azúcar, aun cuando no te gustan las cosas dulces, ya sabes, hacer lo típico de dos niños – le susurro sin despegar la mirada del otro

- Algún día Chuuya, lo prometo – le respondió provocando una suave sonrisa en el otro

- Por otro lado, lo note – Dijo el pelirrojo sentándose de golpe, casi golpeando la cabeza a Dazai. El cual alcanzo a moverse a tiempo. Sin embargo, se sorprendió al ver como Chuuya le levantaba la camisa, sonrojándose sin poder evitarlo

- Enano, ¿Que estás haciendo?

El pequeño siguió subiendo la camisa del castaño, hasta encontrar lo que buscaba. Había una nueva venda cerca del pecho de Dazai. Su mirada de inmediato se puso triste, estirando la mano para tocar, pero deteniéndose a medio camino por medio a herirlo más.

- Yo odio esto – le murmuro soltando con suavidad la camisa, provocando que esta ocultara nuevamente el pecho del castaño.

- ¿Odias mi cuerpo? Vayaaaa, eso no es algo agradable de escuchar

-Sabes que no me refiero a eso, Dazai – le exclamo alterado el pelirrojo- Odio cada día llegar y ver que estas herido y sobre todo odio que te sigan haciendo daño, ¡realmente lo odio!

El castaño al ver que los ojos de su amigo comenzaban a llenarse de lagrimas lo tiro contra su pecho sin importar si tocaba su herida o no, y con suavidad lo abrazo. Sintió como su camisa poco a poco se iba mojando por las lágrimas del otro

- Esta bien, Chuuya, tu sabes que no siento el dolor como otros

- Que no lo sientas como otros no significa que no duela….Quiero ayudarte, déjame…déjame estar a tu lado en esos momentos, puedo evitar que te hagan daño, puedo ser tu escudo, sabes que tengo el poder para hacerlo – le susurro contra su camisa

- Claro que puedes ayudarme, pero no quiero que te hagan daño, ellos son crueles Chuuya, te intentaran romper para usarte como carnada, se aprovecharan de ti

- ¿No es lo mismo contigo? – Murmuro separándose se él

- Yo soy cruel por naturaleza, no pueden dominarme como ellos esperan y eso les molesta – le dijo mientras secaba con su manga el rostro del otro

- Tu no eras cruel conmigo

- Eres la excepción, no la regla, enano

- No soy un enano…Yo puedo defenderme, no dejare que me hagan daño, solo déjame ayudarte

- Me ayudas manteniéndote a salvo, si estuvieras conmigo en las misiones, te atacarían a ti, porque eres lo único que pueden considerar como debilidad en mí

- Algún día lograre protegerte, Dazai, tu solo espera

Se quedaron mirándose fijamente, uno con el rostro sonrojado de tanto llorar, y el otro con una mirada seria. Pensando en el futuro que venia para ambos.

Al otro día bien llegado la tarde, el castaño miraba por la ventana, contando los minutos de retraso de Chuuya, normalmente cuando llegaba de la escuela, iba de inmediato a verlo, pero en esta ocasión ya habían pasado mas de 2 horas desde su llegada. Con un suspiro camino por los pasillos hasta la habitación de Chuuya, se sorprendió al notar que la puerta estaba entreabierta, con cuidado ingreso y cerró la puerta.
A penas ingreso escucho como el agua de la ducha corría sin parar, de reojo observó como la mochila de Chuuya había sido lanzada con fuerza por el lugar, provocando que los cuadernos se esparcieran por el lugar. Algo preocupado se acerco al baño, y golpeo con suavidad la puerta.

- Enano, ¿Estas bien? - Escucho una exclamación de sorpresa del otro lado

- ¿Dazai? Que haces aquí – le grito desde el otro lado

- ¿Como que hago aquí? Llevo 2 horas esperándote

- ¡Ya voy! Es que me estaba bañando, solo déjame solo

- ¡Te deje solo 2 horas! Ahora voy a entrar, no es posible que te hayas estado bañando por 2 horas

Sin importarle si el otro se estaba bañando o no ingreso al baño, fue una sorpresa notar que todo el baño estaba mojado, y que Chuuya estaba igual, pero con la ropa de escuela completamente puesta, y el cabello negro en varias partes, opacando su color rojo natural. Con lentitud dirigió su vista a las manos del pequeño, estaban manchadas de sangre y llena de pequeñas heridas, pero por el tipo de herida noto que en parte se las había provocado el al enterrar sus uñas en ellas.

- ¿Qué ocurrió? – le expreso con seriedad. El pelirrojo de inmediato le frunció el ceño y oculto sus manos detrás de el

- Nada

- ohhh, así que nada te mancho el cabello con pintura negra y te lastimo las manos ¿De verdad quieres que lo averigüe yo? – Le murmuro sonriéndole, el pelirrojo se estremeció

- Uno de mis compañeros me vacío pintura negra al cabello, dijo que me estaba haciendo un favor al adaptarme al curso

- Y las manos - le pregunto el castaño sin dejar de sonreír, pero no hay que engañarse, no era una sonrisa de felicidad

- Le rompí la maldita nariz – le dijo sonriendo orgulloso, pero luego su sonrisa desapareció- y …mi poder intento despertar y romperle los huesos, para contenerlo agarre mis manos con fuerzas y me las termine lastimando

Dazai suspiro y se acercó a él, con cuidado lo sentó en el suelo, ya no importaba si se mojaba o no, él ya lo había hecho en su esfuerzo por quitar la pintura de su cabello. Luego saco del mueble vendas y se acerco a colocarlas alrededor de las manos del pelirrojo que se quejaba de vez en cuando a sentir como apretaban sus manos. El pelirojo noto como el castaño estaba hirviendo en furia, sentía que no se venia un bonito futuro para sus compañeros.

- Lo siento – le dijo Chuuya apenado al otro cuando termino de vendarles las manos. El castaño lo miro con una ceja alzada

- ¿Por qué?

- Por casi mostrar mi poder… pero estaba tan furioso

- Chuuya, no estoy enojado contigo, me alegro de que te hayas defendido, debiste haberle tirado una silla – el pelirrojo se rio divertido y luego se toco con pena el cabello

- Neesan se va a enojar, hoy mando a alguien a buscarme cuando la profesora la llamo por la pelea

- Si le explicas la situación claro que se va a enojar, pero no contigo

- ¿Enserio?

- Enserio, así que tranquilo, la iré a buscar para que ayuda a quitar la pintura de tu cabello – murmuro mientras se levantaba, pero Chuuya se inmediato lo tomo por la camisa

- Volverás ¿Verdad? Porque no estas enojado conmigo ¿verdad?

El castaño le asintió con cuidado y le acaricio el cabello, para a continuación salir de la habitación. Kouyou a penas escucho la explicación fue de inmediato a la habitación de Chuuya. Dazai en vez de regresar con ella fue a la oficina de Mori.

- Que raro es esto, mi heredero visitándome fuera de horario ¿A qué debo este placer?

- Necesito un favor

- Para que vegas a solicitarlo personalmente supongo que tiene que ver con Chuuya-kun , entonces ¿Qué necesitas?

Gracias por leer ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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