Capítulo 28: Actualidad

- ¿Recapitulamos los motivos por las que estas perdiendo la apuesta, Chuuya? – Espeto Dazai, con una sonrisa cada vez más grande.
Luego de notar que ambos reaccionaban emocionalmente igual, decidieron contarlas en puntaje

El pelirrojo tenía una mirada frustrada, no tenía que decirlo así, era casi un empate, 2 victorias de Chuuya y 3 de Dazai, solo tenía que ganar en dos juegos mas y esta sería su victoria

- ¡Aun quedan juegos y la noche es larga, idiota!

Dazai se encogió de hombros sin mucho interés

- Incluso si pierdo habrá valido la pena por tus reacciones, Chuchu – su respuesta tenía un leve rastro de burla, uno que hubiera sido imperceptible sino fuera por que Chuuya lo conocía muy bien – No espere que aceptarás subirte al carrusel de caballitos – el pelirrojo no iba a voltear a mirarlo, sabía que estúpida cara iba a tener. No es que hubiera aceptado, la apuesta decía todos los juegos y el imbécil de Dazai lo había molestado a cada segundo para que se subieran a ese carrusel – O que no pudieras tocar el suelo con tus pies cuando te subiste

Chuuya se espero ese comentario, se había preparado desde que no pudo levantar la cara de la vergüenza que sintió cuando encajo perfectamente en juego dedicado a niños pequeños

- Tranquilo, Chuuya, quizás los caballos eran muy altos – escucho un suspiro de comprensión antes de que la misma voz burlona reapareciera – aunque, yo si tocaba el piso

El pelirrojo se giro enfadado, oh, no era el único que había sufrido con esta apuesta

- ¡Al menos no me vomitaron encima, Dazai! – Señalo la camisa de patos que estaba usando el castaño debido a ese accidente, no pudo seguir usando la ropa que había estado llevando

La sonrisa burlona escapo para mostrar un rostro lleno de desagrado, hasta pareció estremecerse. Se habían subido a la montaña rusa, la que daba mas vueltas, aunque ninguno de los dos pareció emocionarse mucho, después de todo, Chuuya manejaba la gravedad, no le era difícil volar cuando quería. Dazai en cambio, siempre ha sido difícil de sorprender. Sin embargo, ese juego si marco su victoria. Cuando se bajaron una señora tropezó sobre el castaño mareada por todas las vueltas que había dado el juego y vomito sobre la ropa de Dazai, Chuuya con solo recordar la mirada horrorizada de su novio le daban ganas de reír.

En realidad, lo hizo sin aguantarse, esta seria su mejor arma contra el castaño durante todos los siguientes años

- Es que a ti no mas te puede pasar eso, Dazai – Dijo mientras se agarraba el estómago de tanto reír. Es cara llena de horror y asco era algo que nunca había visto tan claro

- Si te sigues riendo lo tomare como una reacción emocional fuerte, Chuuya - comento este irritado

-  Tienes razón, incluso si pierdo esa reacción habrá valido la pena, ojalá pudiera conseguir una foto- Comento limpiado algunas lágrimas que habían salido de tanto reírse – Además, ¿Solo es divertido cuando te puedes burlar de mi pero cuando te pasa a ti no lo es?

Dazai no negó ni afirmo nada, pero su respuesta era clara. Evidentemente era más divertido cuando podía molestar a Chuuya

- Solo estas celoso porque esa señora me regalo esta camisa como disculpa, enano – Espeto este sin ceder que había perdido miserablemente en un juego estúpido

Chuuya miro con el ceño fruncido la camisa llena de patos amarillos

- Es horrible – comento con sinceridad, aunque, lo peor es que a Dazai le quedaba bien, ¡Como diablos le podía quedar bien una camisa de baja calidad llena de patos amarillos!

La sonrisa que tenía el castaño dejaba claro que sabía lo que pensaba al respecto, aunque nuevamente tuvo que decir algo estúpido

- ¿Te excita verme con patos en la ropa?

El pelirrojo lo miro espantado, ¿No seria raro que su respuesta fuera afirmativa?

- ¡No! ¡No seas idiota! – grito sin dejar de señalarlo - ¡No me excitaría por algo como eso!

Dazai sonrió. Chuuya se dio cuenta tarde que había caído en su juego

- Oh ¿Y qué te excitaría, amor?

El pelirrojo lo miro con el ceño fruncido, no era momento para esto, ¡Estaban rodeados de niños!

- ¿No te estas desviando del tema, Dazai?

- Es un tema interesante para mi

Chuuya suspiro, no iba a llegar a ningún lado si seguía jugando las entrecruzadas de Dazai

- ¿Por qué no solo vamos al siguiente juego?

El castaño asintió riéndose en voz baja comenzando a caminar por el parque en busca de otro juego, en realidad, ambos habían perdido por poco, sus tres victorias habían sido por lo del carrusel de caballitos, porque el pelirrojo se sobresaltó de miedo en la casita del terror cuando le cayo un esqueleto encima, y por que en el juego de acertar en el blanco Chuuya se enojó cuando descubrió que el dueño del lugar hacia trampa con los premios, destruyo cada premio en pedacitos con su habilidad.

Y las dos victorias de Chuuya, eran por lo del vomito en su ropa en la montaña rusa y por que en el juego de disparar agua Chuuya lo sorprendió al dispararle con agua justo en su boca abierta

Se habían subido a mas juegos, a la gran mayoría en realidad, pero en ninguna habían mostrado más reacciones conteniéndose en no dejarse ganar por el otro

Dazai sintió como Chuuya lo detenía con un suave tirón en su camisa

- ¿Qué tal ese? – comento señalando una atracción vigilada por un payaso que hacía propaganda

- ¿Laberinto de espejos? – sonaba aburrido

Chuuya se encogió de hombros, aunque tenía una pequeña sonrisa en el rostro

-  Dijimos todos los juegos ¿Verdad?

Se dejo tironear por su novio hasta donde estaba el payaso, quien la atendió de inmediato

- El juego es muy sencillo, muchachos – comento el payaso sonriente – Lo único que hay que hacer es salir del laberinto de espejos – Dazai bostezo aburrido, aunque Chuuya parecía interesado

- ¿Es un laberinto muy grande?

 - ¡Lo es! ¡Casi nadie logra salir y tienen que pedir ayuda!

Chuuya cada vez estaba mas interesado, noto como Dazai se acercaba a su oído sonriente

- ¿No es tranquilizante que un payaso te diga que no podrás salir de su laberinto? – fue un susurro que fingía un gran temor

Chuuya se rio ante eso

- Cállate – espeto de vuelta, aunque sus ojos no dejaron al payaso - ¿Alguna otra regla?

- Nada – contesto el payaso abriendo la cortina que daba la bienvenida a un lugar oscuro – Por cierto, si se cansan de buscar la salida, solo sigan las flechas verdes, los llevara a una sala de descanso donde encontraron agua o algo de comida, también hay teléfonos para rendirse y que los vayan a buscar

¿Ayuda? Chuuya no pudo evitar mirarlo, ¿Qué tan difícil podía ser salir de una habitación llena de espejos? No preguntaron nada mas y simplemente entraron a través de la cortina. Parecía que primero tenían que pasar por un pasillo

- ¿No te da más miedo esto que el juego de terror? – comento el castaño mientras caminaba a su lado despreocupado – Quizás hasta me asuste mas

El pelirrojo alzo una ceja en su dirección

- Pareces confiado, Dazai ¿Crees que me vas a ganar?

- No lo creo, lo aseguro, enano – Antes de que pudiera contestar llegaron a la sala que el payaso prometía, todo alumbrado por una leve luz pálida. Aunque lo que mas llamaba la atención era la gran cantidad de espejos, algo del niño en Chuuya despertó ante eso

- Esto…parece divertido – susurro el pelirrojo con una leve sonrisa mirando su reflejo en todos los espejos.

Dazai lo miraba de reojo, sonriendo levemente ante la felicidad clara en Chuuya

- Supongo – contesto sin perder la emocion cálida en su pecho - ¿Quieres que sea más divertido?

Chuuya lo miro curioso

- ¿Qué planeas?

El castaño levanto una ceja con inocencia

- Vamos, cariño, ninguno de los dos mostrara alguna reacción fuerte en un juego tan sencillo, hay que cambiar las reglas

Chuuya se encogió de hombros, ¿Qué es lo peor que podría pasar?

- Bien, ¿Cuál es el nuevo plan? – no le dio muy buena espina la sonrisa de su novio, en lo más mínimo. Pero que mas daba, al menos se estaba divirtiendo.

- Tienes dos horas para encontrarme en el laberinto y llevarme a la salida, si lo logras tienes un punto, eso solo te dejaría un punto más cerca de la victoria– espeto este sonriente, extendió su mano agarrando un mechón del cabello de Chuuya, acariciándolo con suavidad entre sus dedos – Pero, si no lo logras en dos horas, tendrás que esconderte y tendré que llevarte a la salida dándome el puntaje a mi ¿No es más divertido así?

- ¿Dos horas no es mucho? – susurro Chuuya confundido, era solo salir de una sala

- Créeme, lo necesitaras

El pelirrojo rodeo los ojos, Dazai siempre exageraba todo

- Bien, será una victoria fácil

El castaño sonrió como si hubiera logrado algo, inclinándose para besar el cabello del pelirrojo con suavidad

- Buena suerte, Chuuya – susurro con cariño antes de que las luces de la sala comenzaran a parpadear con muchos colores desorientando al pelirrojo, que al no haberlo esperado cerro los ojos por inercia, sintiendo como Dazai desaparecía de su lado

Eso había sido hace exactamente cuarenta minutos, cuarenta minutos en los que Chuuya no dejaba de maldecir todo a su alrededor, no ayudaba que Dazai no dejara de reírse cada vez que chocaba con un espejo. El bastardo siempre se escuchaba cerca pero nunca lo alcanzaba. Parecía estar en su terreno perfecto

- Dazai, esto no es divertido – Se sobo su nariz ante el dolor de chocar de frente contra uno de los espejos y la risa de Dazai de donde sea que viniera no lo hacía más fácil la situación - ¿Dónde mierda estas?

- Justo al frente tuyo, Chuchu

Chuuya levanto la vista, efectivamente Dazai lo estaba saludando con una sonrisa burlona. Si lo atrapaba podían irse de una vez por todas a la salida, donde sea que fuera que estaba la maldita puerta

Corrió hacia la dirección donde veía a Dazai volviendo a chocar con un espejo, otro maldito reflejo. La risa del castaño resonó nuevamente

Nuevamente las luces comenzaron a parpadear con muchos colores, tratando de causar mas desorientación en lo que estuviera jugando el juego. Cerro los ojos tratando de no incardinarse por el minuto que duraba el parpadeo de las luces.

Cuando volvió a abrir los ojos, el reflejo de Dazai había desaparecido. Respiro con calma, no podía mostrar una reacción emocional fuerte, no iba perder este maldito juego. Estaba a nada de un empate

- Al menos háblame, Dazai – espeto Chuuya guiándose a través de los espejos, el laberinto no parecía tener fin – No es sencillo buscar a alguien aquí, idiota

- Si no logras encontrarme menos encontraras la puerta de salida – la voz pareció venir de su derecha, pero cuando miro hacia la derecha solo estaba su reflejo, apoyo sus manos en este frustrado

- ¡Entonces solo quédate quieto! – Espeto gruñón, el castaño no parecía dejar de moverse por el laberinto de espejos

- No es divertido si me quedo quieto, además, hay algo emocionante en verte desesperado por atraparme

Nuevamente su voz se calló dejando a Chuuya con solos sus sentidos. Suspiro, ¿No decían que uno podía salir de un laberinto si ponía la mano derecha en una de las paredes y luego solo caminaba en esa dirección? ¿O era la izquierda?

- Vamos Chuuya, jugabas a las escondidas con este idiota, no hay modo de que no puedas encontrarlo – susurro dándose ánimos, Dazai tenia un habito cuando se escondia, uno que le había costado reconocer cuando niños, pero que ahora reconocía con facilidad. Dazai se confiaba cuando jugaban los dos, y, sobre todo, nunca se iba muy lejos. Nunca lo hacía, siempre estaba a una distancia donde podía observarlo

Cerro los ojos concentrándose, solo tenía que ignorar los espejos y el hecho de que no sabia donde estaba la salida. Respiro tranquilo, antes de escuchar las suaves pisadas del castaño.

Abrió los ojos de golpe apresurándose en correr en esa dirección, por primera vez sin chocar con ningún espejo. Casi lo tenia a su alcance, aunque en ultimo momento Dazai se alejo de el lugar donde estaba

- Diablos – gruño al escuchar la risa de Dazai mientras corría lejos de lugar, olvido que en realidad nunca había ganado contra Dazai en las escondidas

- ¡Muy cerca, Chuchu! – le grito desde otro lugar haciendo eco

En realidad, a Chuuya le sorprendía que no se hubieran chocado con otra persona, bueno, al principio habrá encontrado a unas cuatro, pero ya no estaban, quizás ya habían encontrado la salida

- ¡Ya es una hora! – la voz burlona de Dazai volvió a resonar en la habitación

- ¡Cállate! – espeto de vuelta, quería un poco de agua, hacer ejercicio luego de comer tanto algodón de azúcar y sin agua no era una buena idea

Noto de reojo como la espalda de Dazai se reflejaba en un espejo. Parpadeo sorprendido, observo la sonrisa del castaño que aun no notaba que un espejo estaba revelando su posición, aguanto la respiración, caminando lentamente en esa dirección, no choco con ningún espejo. 

Al menos hasta que sus miradas se encontraron a través del espejo, Dazai le sonrió saludándolo antes de comenzar a correr lejos.

Aunque esta vez no funciono, de un momento a otro ambos estaban rodando en el suelo. Chuuya lo tenia fuertemente atrapado en un abrazo.

El pelirrojo termino sentado encima de Dazai con una sonrisa llena de orgullo,

- ¡Te tengo, Dazai! – grito emocionado mientras lo miraba a los ojos, la felicidad de haber ganado era cálida en su pecho

El castaño lo miraba sorprendido, los ojos azules brillaban con clara alegría, aun cuando el cuarto estaba medianamente oscuro, sentía que estaba mirando el cielo… era…era realmente muy hermoso.

En un gesto suave, alzo su mano para acariciar el rostro de su novio, queriendo mantener esa mirada siempre en sus ojos

Chuuya lo miro confundido

- ¿Dazai?

- Me tienes, Chuuya – contesto este con una sonrisa. No se refería solo al juego

El pelirrojo se sonrojo ante eso, aunque sin perder la sonrisa.

Ambos se levantaron del suelo, sacudiéndose el polvo de la ropa

- ¿Podemos ir a la sala de descanso? – comento Chuuya estirándose agotado

- ¿Te estas rindiendo?

- ¡No! Es solo que tengo sed – susurro por lo bajo, un vaso de agua no le vendría mal, además aun le quedan unos 50 minutos para encontrar la salida, comenzó a caminar siguiendo las flechas verdes, sabia que Dazai lo seguiría

El castaño se encogió de hombros, la apuesta seguía en pie, así que Chuuya podía usar su tiempo como quisiera.

La sala de descanso estaba mas alborotada de lo esperado, cerca de veinte personas con un rostro que no parecía tener idea de como escapar del laberinto.

Cuando ambos entraron a la sala, recibieron sonrisas de compasión, casi señalándoles donde estaban los teléfonos para pedir ayuda.

Aunque Chuuya camino directamente a los bidones de agua, bebiendo en un gran vaso. Hizo una mueca ante el desagradable sabor.

- Por cierto, Dazai – susurro por lo bajo el pelirrojo entregándolo otro vaso con agua a su novio

- ¿Qué?

- ¿Sabes dónde esta la salida? – lo miro con sospecha, seria trampa si lo sabia y luego le tocaba sacarlo del laberinto

El castaño lo miro ofendido, aunque, claramente era fingido. Cosa que hizo que Chuuya tuviera más sospechas

- Claro que no se donde esta la puerta de salida – comento este con una media sonrisa

- ¿Es así?

- Por supuesto – teniendo en cuenta que para salir no había puerta sino una cortina

Chuuya no le quitaba la vista de encima,

- Tú…

El sonido de un disparo resonó en la habitación, provocando que todos comenzaran a gritar, menos el dúo que observaban mientras bebían sus vasos de agua

- ¿No te dije que no trajeras tu arma? - comento el pelirrojo con calma

- Pensé que tú la habías traído

- Yo no lo traje

Ambos parpadearon confundidos antes de notar que efectivamente estaban en medio de un asalto. Eso era nuevo

Aunque para su decepción solo era un sujeto enclenque seguramente drogado con una pistola en la mano

 - ¡Si no me entregan todo el dinero que tienen matare a todos los que están en esta sala! - grito el hombre con la mirada desenfocada mientras agitaba la pistola desesperado - ¡Y no se atrevan a pedir ayuda!

La gente parecía realmente aterrada, no era para menos, la sala de espejo era perfecta para asaltar y hasta matar a alguien, sobre todo teniendo en cuenta la dificultad para encontrar la salida del laberinto. Por no hablar, que los había acorralado a todos en la sala de descanso

Chuuya miraba la situación sin mucho interés, cuando miro de reojo a Dazai, este parecía igual de desinteresado.

- ¿Nos vamos? – susurro Chuuya bostezando

Dazai se encogió de hombros

- ¿Crees que puedes encontrar la salida, Chibi? – contesto este con una media sonrisa – Debiste habérmelo dicho hace una hora

Chuuya frunció el ceño

- ¿No podemos terminar la apuesta? – señalo con su dedo al hombre que no dejaba de mover el arma - ¿No crees que se arruino el ambiente? Solo vámonos, apostemos otro día

- ¿Quieres que lo mate? – no era mala solución para seguir jugando

El pelirrojo levanto una ceja ante eso

- Recuerda que tenemos que actuar normal  

Dazai pareció realmente decepcionado. Aunque termino por ceder con un simple suspiro

- Vamos – Comenzó a caminar hacia la salida de la sala

Chuuya lo miro sin moverse confundido

- ¿Ya sabias la salida del laberinto?

Antes de que Dazai contestara el hombre con el arma los señalo con todo el cuerpo temblando por la adrenalina de lo que estaba haciendo

- ¡Ustedes dos cállense de una maldita vez! – les grito con un sonido de voz estridente

El dúo le devolvió la mirada sin mucho interés, en realidad, ya comenzaba a ser molesto

- ¿No puedes guardar silencio un segundo? Estamos intentando tener una conversación – comento Dazai con un suspiro agotado por tener que escuchar el eco de la voz de ese hombre en la habitación

Eso pareció enfurecer aún más al hombre por que rápidamente corrió hacia ellos agarrando a Chuuya por el brazo. La pistola estaba ahora en la cabeza del pelirrojo, presionando con fuerza. La gente alrededor de inmediato comenzó a chillar de miedo

- ¡Cállense! ¡O serán los siguientes! – grito el hombre hacia la gente desesperada

La mirada de Dazai de inmediato se tornó fría. A tal punto que el hombre comenzó a temblar por la presión que causaba el mirar al castaño, era como estar frente a la muerte. Aun así, se rehusó a soltar a su ahora victima

- Esa arma esta hecha para disparar una bala a la vez – comento el castaño con calma, sin quitar la vista del hombre – La desperdiciaste cuando entraste

- ¡Eso es mentira! ¡Lo matare! – espeto con la mano temblando

- Entonces dispara – comento Chuuya con un suspiro, alzo la vista para mirar al hombre con una oscura sonrisa. El pelirrojo confiaba en él castaño

El hombre se congelo, quizás no había sido la mejor opción de rehén este chico con ojos oscuros. Era cierto que no tenía más balas, así que simplemente dejo caer el arma al suelo, sacando un cuchillo que presiono contra la piel del cuello de Chuuya.

- ¡Esto si te matara! – espeto presionando hasta que una gota de sangre rodo por el cuello de Chuuya

- Maldición, no lo toques – gruño Dazai caminando a paso lento hacia ellos

Pero se detuvo cuando noto que el hombre apretaba el cuchillo con más fuerza en el cuello de Chuuya, haciendo la herida más grande, pero sin llegar a ser tan profunda. Dazai estaba cada vez más enojado

- Tú estas muerto – comento el castaño con una sonrisa

- ¡Entrégame tu dinero y lo dejare ir! – grito el hombre sin quitar el cuchillo del cuello de Chuuya. Solo haciendo la herida más grande, aunque, al ser solo el roce, no era una herida mortal, más como un rasguño

- ¿Por qué la gente piensa que soy un rehén perfecto? – gruño por lo bajo el pelirrojo sintiendo la sangre en su cuello, no era un corte profundo

- ¡Cállate! – el hombre no tomo atención a su rehén

Chuuya miraba la situación sin siquiera una pisca de miedo. Es decir, si quisiera ya se hubiera soltado. No es como si esto fuera una situación peligrosa. Pero ¿No era esto una excelente oportunidad? Internamente estaba sonriendo, parecía que iba a ganar la apuesta después de todo.

- Deberías darle tu dinero – la voz de Chuuya salió a propósito temblando, casi como si estuviera aterrado – No quiero que me haga más daño

Dazai de inmediato enfoco su vista en la de Chuuya. Casi como diciéndole, se lo que estás haciendo y no va a funcionar

- Si te sigue lastimando también saldrás castigado, enano – comento el castaño sin levantar la voz

Chuuya suspiro. Bien, había sido un buen intento.

- Suéltame, bastardo – el pelirrojo dirigió su tono de voz apático hacia su “secuestrador”

- ¡Cuando tu hermano me pase su dinero de una puta vez!

Chuuya ahora tenía una mirada consternada

- ¿Qué hermano?

- Supongo que habla de mi – comento Dazai con una ceja alzada. La segunda vez desde que despertó que lo confundían como el hermano

- Pedazo de mierda – comento Chuuya hacia el hombre, recuperando su tono de voz lleno de ira – Tienes cinco segundos para soltarme o te romperé las malditas piernas

- Mejor tres segundos, Chuuya – Dazai no podía seguir viendo como el cuello del pelirrojo sangraba

El mencionado asintió

- Tres segundos serán

- Cállate, niño – espeto el hombre sin tomar en serio la amenaza

- ¿Niño?

Bien, eso fue todo. Las luces de la habitación explotaron, y entre los gritos de las personas, se escuchó el quejido del hombre que había agarrado a Chuuya. Y el reconocible sonido de huesos quebrándose.

- ¡No soy un maldito niño! – La voz del pelirrojo resonó en la habitación con uno que otro golpe

- ¡Espera! ¡Lo siento! – esa era la voz del asaltante - ¡Puedes llevarte el dinero!

- ¡Y quien mierda quiere tu dinero! ¡Devuélveme mi victoria justa, imbécil!

Nuevos golpes se escucharon.

Aunque se detuvo, cuando en medio de la oscuridad, lo abrazaron con fuerza. Solo había una persona que lo abrazaría de ese modo

- Estoy bien – susurro devolviendo el abrazo, respirando más calmado.

- Chuuya es un idiota – espeto el castaño con la voz ronca, no era para nada relajante ver como la sangre recorría el cuello del pelirrojo

Cuando las luces de emergencia se activaron. En la habitación destacaba el hecho de que el antes asaltante, estaba inconsciente en el suelo con las piernas rotas y mas que otra herida y que los dos personajes que salvaron el día se habían esfumado

Chuuya se dejó caer el pasto con un suspiro, habían llegado a un sector con las mejores vistas según él, y, sobre todo, estaba alejado de las multitudes, nadie los molestaría aquí. En su mayoría el día había sido divertido, si tan solo no hubiera ocurrido ese último suceso. Pero por los demás, fue una noche increíble.

Ahora bien, sobre su muy enfadado novio ya era otro tema que tratar, lo miro con una pequeña sonrisa

- ¿No estas feliz por que ganaste? – comento Chuuya tratando de aligerar el ánimo – Tienes cinco victorias y yo solo cuatro, aunque si lo contaramos por reacción emocional más fuerte yo gano - no solo por el hecho de que Dazai realmente reaccionó cuando le vomitaron encima, sino por su reacción de ahora, eso sin contar la paliza que le dió al asaltante

Dazai lo miraba fijamente, sin decir una palabra se dejo caer a su lado, para poder mirarlo bien a los ojos

- Aun estas sangrando – murmuro llevando su mano a su brazo, con bastante facilidad quito una de las vendas de este, dejando ver alguna de las cicatrices que tanto ocultaba

- ¿Dazai?

El mencionado negó con la cabeza, simplemente envolviendo el cuello del pelirrojo con delicadeza, ocultando la pequeña herida del cuchillo

- Lo siento – susurro el pelirrojo ante la mirada vacía de su novio

- ¿Por qué?

- Por dejarme lastimar – contesto este de inmediato, no fingiría que no lo sabia

Dazai suspiro agotado, no era tanto el hecho de que se hubiera dejado era más el hecho de que un imbécil destruyo su cita y lastimado a su Chuuya. Quizás debía volver y matarlo, aunque fue detenido por el pelirrojo, quien lo agarro del brazo, negando suavemente con la cabeza

- Te lastimo – espeto el castaño

- No podemos revelar quien somos, Dazai – contesto este, aunque era mas que evidente que los golpes que dio no eran de alguien que nunca había peleado

El castaño tenia un rostro oscuro, indeciso sobre eso, seria fácil y dispararle en la cabeza.

Chuuya al ver su duda, lo atrajo a un abrazo

- Estoy bien – comento este acariciando el cabello castaño de su novio

Dazai inhalo en el cuello del pelirrojo, cerrando los ojos para relajarse. No estaba mal cuando Chuuya lo mimaba

- ¿Sabes que esto significa que tendremos que irnos de esta ciudad? – susurro el castaño con calma dejándose acariciar

- Está bien, teníamos planeado seguir viajando ¿Verdad?

Dazai asintió contra su piel, viajar a un lugar donde hubiera nieve, un lugar mas frio donde Chuuya no pudiera salir tanto de su lado

- Yo no gane la apuesta – comento finalmente el castaño separándose para mirar a los ojos al pelirrojo, quien frunció el ceño confundido – Cancelamos el juego de buscarnos en el laberinto, y yo fui el que mostró la reacción más fuerte dentro de ese laberinto, eso lo hace un empate

El pelirrojo parpadeo sorprendido. Oh…un empate

- ¿Y qué significa eso?

Dazai sonrió divertido

- Que ambos hacemos lo que el otro quiere o que ninguno gana nada

El pelirrojo alzo una ceja, la respuesta era obvia

- ¿Qué es lo que quieres que haga? – contestó con simpleza

- Oh, las oportunidades son infinitas – murmuro este mirándolo de pies a cabeza – Pero no te obligare a hacer nada que no quieras

- ¿Obligar? - ¿Qué diablos quería este idiota?

Dazai se encogió de hombros, no iba a explicarse

- Nada muy difícil, solo quiero que comiences a llamarme por mi nombre

- ¿Tu nombre? – repitió Chuuya consternado, no se había esperado esa petición de parte de Dazai

- Eres mi amante, quiero que me llames así – susurro este besando la frente, justo en el lugar donde había un pequeño rasguño por el cañón del arma que habían presionado ahí – Quiero escucharte decirlo

El pelirrojo bajo un poco la mirada, el nombre de Dazai, cuando eran niños nunca se lo había dicho, pero mas que nada porque le había costado pronunciarlo bien, así que se conformó con decirle Dazai. Su nombre…

-  O..Osam… - Mierda esto era mas vergonzoso de lo que parecía, aunque luego de algunos intentos termino por decirlo bien – Osamu

Recibió una sonrisa antes de que posar una suave acariciar en sus labios, una muestra de cariño incondicional. Luego simplemente lo abrazo con fuerza, sin querer soltarlo en un buen rato, el silencio se mantuvo, solo escuchándose el sonido de el viento al sacudir las hojas, en un vaivén suave que casi aprecia música

- Entonces ¿Qué es lo que quieres que haga, enano? – después de todo había sido un empate, no sería justo que el pidiera algo, pero Chuuya nada

- ¿Qué tal que me dejes de decir enano? – gruño molesto, aunque no dejo de apoyarse en Dazai, quien ante su respuesta se rio divertido

- No te conviene pedir eso, es casi como si me pidieras un unicornio, hasta conseguir el unicornio sería más fácil ¿Quieres un unicornio? - Un fuerte tirón en su cabello castaño fue toda la respuesta que necesito recibir.

Chuuya escucho molesto la risa burlona de Dazai, aunque, eso no pudo esconder la mirada llena de interés en los ojos de Dazai. Siempre era lo mismo cuando le tocaba pedir algo.

Al menos esta vez ya había pensado en que pedir.

- Yo….

Gracias por leer❤️❤️❤️❤️❤️

Los adoro, besos~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top