Capítulo 18: Actualidad

Mientras caminaba por el largo pasillo hacia la oficina de Mori, Chuuya no pudo evitar pensar en la expresión en el rostro de Dazai, parecía extrañamente desesperado. ¿Qué ocurría? No creía que fuera por las heridas que tenía en el cuerpo o por su encuentro con el tal Fyodor, entonces, ¿Qué estaba pasando?

Se miro las manos algo contrariado. Estaba tan herido… eso le pasaba por pedir algo imposible, hubiera pedido flores o algún vino. Por culpa de su petición Dazai estaba de ese modo. Por otro lado, Mori seguro tenía un gran discurso que darle al respecto

Después de todo…había roto el contrato que hizo con el cuándo volvió del extranjero. Suspiro. Ahora a escuchar las consecuencias de sus actos.

Flash Back

Chuuya se quedó unos segundos mirando de frente la última habitación que había visto antes de ser llevado a Francia. Curiosamente no sentía algún sentimiento en especial. Quizás porque había visto a Dazai luego de tantos años… quizás por que Kouyou le había advertido que no hiciera ningún desastre a menos que buscara que lo llevaran de vuelta si es que no lo asesinaban antes.

Medito unos segundos sobre sus siguientes acciones antes de golpear la puerta, normalmente habría entrado sin avisar, Mori no se merecía ese respeto, pero Kouyou se había esforzado demasiado en enseñarle modales, no podía lanzarlos por la ventana a un día de llegar a Yokohama.

Cuando escucho que lo dejaban pasar. Se mentalizo para no atacar a Mori. No podía caer tan bajo.

Miro el interior de la oficina sorprendido al ver cerca de ocho personas alrededor de la habitación, todos armados y señalándolo. Mas que seguro alguno de ellos tenía una habilidad. Era claro las razones por las que estaban todos ahí

- Ha sido un tiempo sin verte, Chuuya-kun – comento Mori que se encontraba detrás de su escritorio. Su rostro era de bienvenida, pero sus ojos no demostraban nada.

- No el suficiente tiempo – Dijo Chuuya con una sonrisa sarcástica. Maldiciéndose internamente, no había aguantado ni dos segundos sin faltarle el respeto, Kouyou se iba a enfadar si se enteraba de esto. Mori le sonrió, sin tomar en cuenta el comentario de Chuuya. El cual miraba alrededor de la habitación evaluando a las personas que lo miraban con desagrado - No pensaba hacer nada– comento finalmente el pelirrojo colocando sus manos en los bolsillos

Lo cual era parcialmente cierto, teniendo en cuenta que, si seguía sus impulsos de asesinarlo, se convertiría en próximo jefe, así funcionaban las cosas en la Port Mafia…sinceramente no quería terminar manejando esta organización, y si llegaba a la posibilidad de matarlo y huir, terminaría siendo perseguido por toda su vida, seguramente atacarían a sus personas más preciadas, no deseaba ese resultado

Pero eso no significaba que no hubiera pensado en la posibilidad de golpearlo hasta dejarlo medio muerto, quizás con algunas partes lesionadas de por vida. Eso si era una idea que le gustaba.

Suspiro. Aunque ahora no podría

- Oh, no pensé que fueras a hacer algo, Chuuya-kun – comento Mori con un tono de voz confiado. Casi como si conociera sus pensamientos – Esto es simplemente preocupación innecesaria de los otros lideres

Chuuya hizo una mueca molesta

- Creo que subestimas lo mucho quiero matarte – espeto el pelirrojo con un aura roja acompañándolo. Mori lo miro curioso

- No lo hago, no es sabio subestimar a nadie – dijo levantándose de su silla. Colocando sus manos detrás de su espalda – Aun si, sé que no me atacaras, no mientras tengas a alguien que te importe bajo mi dominio

Chuuya apretó los puños con rabia. Si, él tenía razón. Poco a poco dejó ir su poder. No quería hacerlo, pero, por el momento no tenía otra opción. Mori observo todo sin mostrar en ningún momento una señal de miedo.

- Bien muchachos, ahora que vieron que Chuuya-kun no me matara, retírense – espeto Mori haciendo un simple gesto con la mano.

Los sujetos, luego de hacer hicieron una reverencia, pero no si antes mirar con atención a Chuuya, el cual, aun cuando era algo sumamente infantil, les levanto el dedo del medio. Luego dirigió si mirada a Mori, quien observaba por la ventana el cielo nocturno

- He estado al tanto de tu progreso en Francia – comento Mori interrumpiendo el silencio que se había ido creando con el pasar de los sujetos que lo iban a proteger. Chuuya se sobresaltó ante eso, enfocando de inmediato su atención en Mori – Y la verdad me sorprende lo poderoso que en realidad eres

- ¿A qué quiere llegar? – pregunto Chuuya estresado por el modo en que lo estaba diciendo. Él no era el de pensar mucho, ese era Dazai.

- Solo estaba felicitando tu avance – dijo Mori sonriendo. Como siempre sus ojos no mostraban nada - ¿No es fantástico? Por fin estas en casa

- Nunca me tendría que haber ido si no fueras una maldito - respondió Chuuya sonriendo

- Eres más fuerte gracias a que te hice marcharte ¿No ves que era cierto que Dazai era tu debilidad?

El pelirrojo no respondió. Pero no porque considerara que Mori tenía la razón. Sino porque su razón para volverse fuerte fue Dazai. Si él no existiera seguro aun estaría pasando hambre y frío...o simplemente estaría muerto.

Mori al notar que el pelirrojo no iba a responder se volvió a acomodar en su silla

- Bien, Chuuya-kun, hablemos de cuales serán tus deberes - comento con una sonrisa- ¿No te mueres de curiosidad por saber que te encargaré?

- Supongo que me darás un puesto como recadero o que se yo - espeto Chuuya colocando sus manos en sus bolsillos. Mientras pudiera trabajar y no regresar a Francia, no se enojaría

- ¿Porque haría eso? - respondió este con una ceja alzada

- ¿No lo hará?

- Por supuesto que no - exclamo escribiendo algo en una hoja- Después de todo eres una gran adquisición para la Port mafia

Chuuya lo miro sorprendido. Bien, no esperaba que reconociera algo a su favor

- ¿Recuerdas que te dije antes de enviarte a Francia? - Chuuya lo miro con una cara que decía ¿Como olvidar ese día?

- ¿Porque no me lo recuerda? Siento que tengo vacíos en mi mente ¿Quizás por el cuerpo herido de Dazai en mis brazos? O ¿Quizás por las señales de tortura en su cuerpo? - Cada palabra estaba llena de sarcasmo. Mori se encogió de hombros

- Deje de tortúralo ¿Verdad? Cumplí el trato que te hice

- ¡Le dijo que yo estaba muerto! ¡Maldición! - gruño Chuuya recuperando el enojo que parecía haber contenido. ¡Sus dos puños apretados con fuerza - ¡Eso fue guiarlo a una tortura eterna!

- Fue la mejor excusa para tu desaparición si se hubiera enterado de que te estaba entrenando para unirte a la Port mafia, no se hubiera quedado quieto y hubiera resultado herido ¿Es eso lo que querías? - comento Mori con seriedad.

Chuuya al escuchar eso negó con la cabeza. Dejando su ira una vez más, ahora cambiada por la frustración

- ¿Y bien? ¿Qué demonios hare en la organización?

- Si mis planes siguen a este ritmo, algún día Dazai tomara el mando de la Port mafia - dijo en cambio Mori con una sonrisa - Necesitara una mano derecha y ese sigue siendo tu posible puesto, Chuuya-kun. Hasta eres el más adecuado, sobre todo, porque tu emoción hacia él te impide hacerle daño y sobre todo te impiden traicionarlo, pero, tiene sus condiciones

- ¿Cuales? - Chuuya pensó un segundo en las palabras "Posible puesto". Su instinto le decía que nada bueno traía consigo esta mención

- Nada muy complicado para alguien que dedicara su vida a Dazai- dijo Mori con una sonrisa burlona - Simplemente te pondré cierta prueba, hasta que el asuma el cargo, no puede ser herido en ninguna misión donde tu estés presente...incluso si tienes que dar ti vida por él

Chuuya lo miro con seriedad. No era algo que tuvieran que imponerle, pero ¿Por qué sonaba tan mal cuando Mori lo decía?

- Si Dazai-kun terminara herido, serás castigado- comento finalmente Mori dejando de escribir en el papel- o ¿No te sientes capaz de protegerlo?

- Lo haré- espeto el pelirrojo convencido. Proteger a Dazai era todo lo que quería hacer

- Bien, entonces ingresaras como sublíder - espeto este levantándose. Se acerco hasta que estuve a un metro de Chuuya. Quien lo miraba contrariado

Mori estiro su mano para que Chuuya la estrechara.

- ¿Cerramos el trato? - comento con normalidad

El pelirrojo miro su mano como si fuera carbón hirviendo.

- Debo admitir que el odio que siento por ti no ha disminuido con el tiempo - espeto Chuuya con el ceño fruncido. Solo observando la mano estirada. Mori la dejo caer sin perder la sonrisa

- Y seguro terminarás por matarme algún día, pero no será hoy - comento Mori volviendo a sentarse en su escritorio- De todos modos, por ahora tu confianza hacia mí no es importante, me basta con que le seas leal a Kouyou-san

- ¿Kouyou-san? - susurro Chuuya sorprendido por la retina mención. Mori lo miro con curiosidad. Así que se apresuró a cambiar la mirada en su rostro. No queriendo mostrar debilidad frente a este sujeto

- Si, estarás bajo su división- comento Mori sin tomar en cuenta la expresión anterior - Estas acostumbrado a estar bajo su mando, por lo que serás más eficaz. Solo te unirás a las misiones de Dazai cuando se te solicite ¿Alguna duda?

- No

- Ohh y no le digas a Dazai sobre este trato o podría...desequilibrarse - murmuro Mori con seriedad

Fin flash back


Aun cuando habían hecho ese trato, esta vez no pudo detener la lesión de Dazai…pero, Mori no le había informado sobre que este tuviera una misión, eso igual estaba en el trato, que siempre se le informará sobre misiones peligrosas, pero en esta ocasión no le había llegado ningún mensaje ¿Habrá sido premeditado?

Se detuvo unos segundos frente a la ya conocida puerta de la oficina de Mori, golpeandola con fuerza, antes de entrar sin esperar un consentimiento. Ya estaba acostumbrado a este proceso.

- ¡Chuuya! – Sintió como una niña corría hacia el para abrazarlo

- Hola, Elise – le dijo revolviéndole el cabello. Esta la miro con un puchero

- ¡Acabo de peinarlo!

Chuuya levanto las manos en señal de rendición, encontraba muy divertida su expresión. Busco con la mirada alrededor de la habitación sin encontrarse con Mori.

- Esta en una reunión con alguien de la no sé qué organización – comento Elise tirándolo de la manga – pero como venias me mando a recibirte primero

- ¿Es así? – seguro la niña había venido sin avisar a nadie

- ¡Juega conmigo!

Chuuya asintió, dejándose llevar por la niña. Cuando se enteró de que esta niña era en realidad la habilidad de Mori, entro en cierto dilema, después de todo, Elise parecía tenerle aprecio, todo lo contrario, al jefe la organización.

- ¿A qué quieres jugar?

- Estaba dibujando – le comento está dejándose caer al suelo, donde tenía varias hojas y lápices de colores.

- ¿Quieres que te ayude?

Observo como esta negaba con la cabeza antes de extenderle uno de sus dibujos

- Regalo cumpleaños – le comento con una sonrisa, pero sus ojos estaban serios

Chuuya lo tomo, quedándose congelado al ver el dibujo. Dazai estaba atravesado por una un tipo de metal atravesaba todo su hombro.

- ¿Qué significa esto? – Susurro sorprendido. Elise solo continúo dibujando, sin tomar en cuenta la pregunta. Parecía satisfecha con su regalo

Lo continúo observando con atención, antes de que la puerta a su espalda se abriera. No se giró, consciente de que era Mori. Continúo mirando el dibujo algo consternado. Recordando en último momento que debía saludar a Mori…modales obligatorios de parte de Kouyou-san, no quería alguna reprimiendo de su parte

- Buenas noches – dijo con sequedad sin intentar mirarlo.

- ¿No eres Chuuya?

El pelirrojo se giró de inmediato ante ese tono de voz. Hizo una mueca ¿No acaba de prometer no volver a acercarse a Fyodor?

- ¿Qué mierda haces acá? – espeto confundido.

Mori que entraba detrás se quedó pasmado por un segundo ante la forma en que respondió Chuuya, mirando fijamente. El pelirrojo de inmediato retomo su compostura, haciendo un gesto con la cabeza, uno que demostraba un saludo, pero no respeto. Fyodor sonrió divertido

- Te dije que tenía asuntos aquí – explico este volviendo a cercarse a una distancia bastante personal. Chuuya arrugo la nariz molesta por la cercanía.

- Y yo te dije que no te acercaras tanto – espeto, empujándolo con la palma de la mano. Olvidando que tenía el dibujo en esta.

- ¿Qué es eso? – pregunto Mori con verdadera curiosidad. Chuuya sin pensárselo dos veces destruyo el papel con su poder hasta que solo quedo polvo

- Nada – respondió finalmente

Fyodor miro encantado este acto. Consiguiendo que el pelirrojo lo fulminara con la mirada. Pero este no pareció cohibirse ante eso.

- Interesante – le susurro finalmente dando un paso atrás.

Mori continúo caminando hasta sentarse detrás de su escritorio. Luego miro de reojo a Elise que parecía no tomar en cuenta a nadie. Simplemente seguía dibujando

- Bien, tenemos un trato – comento este mirando fijamente a Fyodor. Este asintió y con una última sonrisa hacia Chuuya se marchó.

- ¿Qué diablos acaba de ocurrir? – comento el pelirrojo con el ceño fruncido. Sin esperar una respuesta, solo fue un pequeño comentario de su inconsciente.

Chuuya sacudió la cabeza antes de volver a mirar a Mori, este lo miraba con atención

- ¿Ocurre algo? – dijo el pelirrojo con sospecha. Mori le sonrió

- No espere que llamaras la atención de ese sujeto para algo que no sea experimentar – comento este con suavidad. Chuuya se estremeció sin querer por las palabras

- ¿Experimentar? – murmuro sin querer. No era una palabra que fuera utilizada tan comúnmente

- Le gusta jugar con personas – dijo Mori sin dar más explicaciones. Aunque era claro que no era un buen significado el que estaba entregando – Aunque en ti parece tener otro tipo de interés

- No creo que sea de gran relevancia si causo algún interés en él o no – comento entre dientes – Y aunque así lo fuera, a mí no me interesa

- A mi si ¿Quieres informar algo en especial? – dijo este cruzando las manos encima del escritorio.

Chuuya suspiro

- No, la verdad no – dijo sin quitar la vista de Mori, el cual estaba extrañamente calmado para la situación en que se encontraban.  El silencio se mantuvo, como si el tiempo fuera algo que le sobrara. Chuuya observo algo amenazado su mirada. Parecía estar evaluando las formas de eliminarlo. Hasta que simplemente le sonrió, sin perder esa mirada de su rostro

- Bien, lo aceptare por ahora, pero será un tema que hablaremos en un futuro – espeto comenzando a jugar con un lápiz que tenía cerca, utilizándolo con tanta precisión como la de un cuchillo

- No creo que necesite que le agarre interés a este tema, Mori-san- murmuro molesto. La primera vez que lo veía en mucho tiempo y ya quería irse…aunque sinceramente no era alguien que quisiera ver - ¿Puedo irme?

- Tenemos otro tema que tratar, Chuuya-kun – comento Mori, sin la más mínima preocupación sobre la mirada asesina que tenía el pelirrojo el rostro. Sinceramente le recordaba a Dazai, solo que su heredero no solía demostrarle emociones en la mirada…casi era igual a el

Chuuya suspiro

- No se me informo sobre que lo habían mandado a una misión – dijo con voz firme. Si hubiera sabido que Dazai tenía una misión tan peligrosa no se hubiera quedado esperando. Después de todo el castaño solo había dicho que tenía que tratar con ciertas molestias

- ¿Es eso una excusa? – comento Mori dejando el lápiz a su lado

- No, no trato de justificarme, es solo una queja – respondió Chuuya sin perder la seguridad en su voz, aun cuando la peli negra parecía amenazarlo con la mirada. Lo cual era ciertamente aterrador – Estoy dispuesto aceptar el castigo

Mori le sonrió divertido

- No tengo planeado castigarte por ahora, esos planes cambiaron cuando entre a la oficina – comento como si nada. Chuuya se estremeció por ello. No eran buenas noticias esas palabras.

- ¿Por qué? – espeto apretando los puños. Mori no cambiaba sus planes sin pensar en algo peor

- ¿No puedo regalarte eso como regalo de cumpleaños atrasado? – espeto este sonriéndole con amabilidad – Nunca le he dado un regalo a Chuuya-kun

- Sinceramente no quiero un regalo que venga de su parte – espeto este mirando de reojo hacia la ventana, parecía ser que ya eran más de las 00:00 – Si se me va a castigar debe ser ahora

- Eso no es tu decisión, Chuuya-kun – Mori lo dijo con un tono de voz, que, aunque era mable, no dejaba tiempo para contrarrestar. Chuuya apretó los dientes enfadado- puedes retirarte por hoy – dijo interrumpiendo la posible maldición del pelirrojo hacia él.

Chuuya se alejó, con el pecho extrañamente apretado. No sabía cómo Dazai podía aguantar ver a este sujeto casi a diario…él lo veía una vez y ya quería desaparecer para no volver a entrar a la oficina.

Gracias por leer gente guapa, preciosa y maravillosa💖💖💖💖
Seee dije que iba a subir hace rato, pero mi hermana llego toda emocionada a verme, me trajo dulces, muchos dulces...Y tan sospechoso como suena...¡Era una trampa! Llevo todos estos dias revisandole la Tesis 😭 normalmente no me cuesta revisar esas cosas, pero mi hermana estudia leyes ¿Y que diablos se yo de leyes? Nada, absolutamente nada. ¡Estoy estudiando todo lo contrario a eso! 😂😂😂 Osea, me se la Constitución pero hasta ahi llega mi vida, asi que en estos dias, me he vuelto una experta en todo lo que tiene que ver con Derecho penal y Civil.

Hasta me pensé una historia de un guapo Chuuya abogado y un Dazai apresado. Pero no...no subire nada más 😂😂 tengo muchas historias activas , debo por lo menos terminar una...y ya que llegamos a eso de terminar algo, les hice un meme 👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇

Yo actualizo los viernes  😂😂😂😂

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