Capítulo 16: Dieciocho años (Actualidad)

Chuuya miraba con calma el paisaje que se creaba cuando las luces de la ciudad se reflejaban en mar. Se había sentado en la barandilla con solo una lata de soda en la mano. Aunque no había bebido ni un solo sorbo. Había estado la último tiempo en esa posición, simplemente disfrutando del viento recorrer su rostro.

- Ya va siendo hora - susurro en voz alta

Suspirando, salto de está cayendo sin problemas en el pavimento. Sin pensarlo mucho, abrió la lata, bebiéndola de un solo trago, para luego destruirla con su habilidad.

Con paso calmado comenzó a caminar por el lado del mar. El viento golpeaba, pero el frio no lo alcanzaba. Quizás porque en su mente no entraba el pensamiento de que podría tener frio.

Había algo relajante en caminar de noche por la Bahía de Yokohama. Era peligroso, pero, ayudaba a pensar sin que hubiera interrupciones de los ruidos del centro de la ciudad. Era algo que al pelirrojo le gustaba esta ciudad.

Eran exactamente las 21:50. Chuuya había decidido marcharse del Coffe Deluxe justo cuando el reloj marco las 21:20. Dazai no había llegado y él no quería seguir recibiendo miradas de las personas que estaban dentro del café.

Decidió ir caminar un poco por Yokohama, de todos modos, no tenía mayores planes que esperar que Dazai se comunicara con él.

- No creo que llegue...- comento finalmente Chuuya observando el reflejo de la ciudad iluminada en el mar. Saco su teléfono mirando la hora, 22:00 Pm...Ya eran dos horas tarde y el seguía esperando ¿No era mejor volver a casa? De todos su cumpleaños solo iba a continuar por las próximas 2 horas.

Suspiro nuevamente revolviéndose los cabellos preocupado. ¿Qué le habría pasado a Dazai? El no fallaba en estas cosas, nunca. Si se comprometía a hacer algo por él, lo cumpliría de cualquier modo. Por eso seguía esperando como si las horas no hubieran pasado. Pero, ni siquiera un mensaje le había llegado al teléfono...bien, si Dazai no podía venir, el iría a buscarlo.

Estaba algo lejos del edificio de la Port Mafia, pero quería caminar. No era algo que hiciera muy seguido porque Kouyou-Neesan insistía en que alguien debía acompañarlo por la etiqueta de ser un futuro ejecutivo. Pero hoy habían hecho una excepción porque estaría con Dazai.

Había caminado unas dos cuadras cuando una escena en particular llamo su atención. Un sujeto estaba siendo asaltado. El pelirrojo levanto una ceja ante eso, el hombre estaba vestido de blanco ¿Quién se vestía de blanco para caminar de noche en este lado de la ciudad? En su opinión, el tipo se lo estaba buscando.

De la nada el asaltante saco un cuchillo de improvisto y corrió hacia el hombre que miraba inexpresivo todo. Chuuya suspiro, y en menos de segundo se puso en frente del sujeto, agarrando el cuchillo con la mano, sin cortarse ni un solo poco gracias a su habilidad.

- ¿No sabes que estos son dominios de la Port mafia? - comento el pelirrojo con el ceño fruncido antes de golpearlo en el rostro, el tipo cayo con fuerza hacia atrás, quejándose por el dolor - Mejor vete antes de que decida matarte

Chuuya nunca había visto a nadie correr tan rápido. Suspirando se giró y miro enfadado al hombre.

- No deberías caminar por estos lados, solo estas buscando que te maten - Espeto el pelirrojo sin irse por las ramas. El tipo lo miraba fijamente, tenía cierta aura que hacía querer a la gente correr. Qué bueno que no era como esa gente.

- Tu estas caminando por estos lados - dijo el hombre mirándolo fijamente. Ojos morados. Tenía ojos morados.

- Pero yo no voy vestido como payaso - respondió Chuuya con el ceño fruncido. El sujeto le sonrió de manera espeluznante

- Para los niños también es peligroso salir de noche - espeto este de vuelta

El pelirrojo abrió la boca ofendido

- ¡Yo no soy un niño, imbécil! - grito enfadado. El tipo de rio ante eso. El pelirrojo lo miro con reproche - ¿Así le agradeces a quien te salvo la vida?

El sujeto pareció pensarse esas palabras, antes de responder

- ¿Por qué no lo mataste?

- ¿Disculpa? - dijo sorprendido Chuuya por la pregunta

- ¿No sería más fácil haberlo asesinado? - comento el sujeto acercándose al rostro de Chuuya, casi a un respiro. El pelirrojo lo miro con el ceño fruncido, empujándolo hacia atrás

- Aléjate, no te tengo confianza para que acerques tu rostro de mierda a mi - espeto molesto Chuuya. El sujeto parpadeo confundido - Y sobre tu pregunta ¿Había alguna razón para asesinarlo? ¿Ganaba algo con eso?

- El seguirá lastimando a personas en la calle - explico este con la misma voz neutra

- No es algo que este bajo mi poder, no soy dios para evitar que haga eso, e incluso si lo hubiera matado, alguien más aparecería

- Aun cuando dices eso, tus manos ya están manchadas de sangre de otras personas - espeto el sujeto sonriendo levemente, pero no parecía una sonrisa amistosa. Bien, ¿Cómo sabia eso? Chuuya se miró las manos esperando ver sangre, pero sus guantes estaban en su lugar, así que solo, negó con la cabeza, suponía que era por haber dicho que estos eran dominios de la Port Mafia

- Eso es muy distinto

- ¿Por qué?

- Yo solo asesino para y por una persona- dijo Chuuya dando un paso hacia adelante con una sonrisa molesta, provocando que el sujeto diera un paso atrás sorprendido - Y esa persona no eres tú, por lo que, no tengo motivos por los que matar por ti

El sujeto parpadeo sorprendido por la respuesta antes de comenzar a reír de manera brusca.

- Interesante - murmuro finalmente el sujeto sin dejar de mirarlo con esa sonrisa tenebrosa

- Bien, ahora que lo sabes, me voy - espeto Chuuya incómodo por el sujeto, girándose para marcharse a buscar a Dazai

- ¿Cómo te llamas? - le dijo el sujeto mientras agarraba al pelirrojo por el brazo, impidiendo que siguiera moviéndose. Chuuya miro la mano que lo sujetaba con una ceja alzada

- Suéltame - le espeto. El sujeto lo hizo luego de unos segundos. Chuuya volvió a caminar.

¿No le habían dicho que no hablara con desconocidos? ¿No había sido Dazai? O ¿Fue Kouyou?, pero técnicamente mataba a desconocidos ¿No era eso lo mismo? Chuuya interrumpió sus pensamientos de golpe al ver un acapárate de pasteles.

Dudo un segundo si llevar al departamento, de todos modos, aunque encontrara a Dazai no iban a poder salir. Saco su teléfono para ver la hora. 22:30. Si, alcanzaba.

Empujo la puerta del lugar con una pequeña sonrisa. Puede que a Dazai no le gusten los pasteles, pero era su cumpleaños, no encontraba nada de malo en comer un poco. El local parecía que además de vender pasteles para llevar, también los servía. Ya que, había varias mesas cerca un ventanal. Con una hermosa vista del mar.

Miro la gran variedad que había. Estaban muy bellamente decorados. ¿Qué sabor sería más agradable de comer?

- Buenas noches ¿Podemos ayudarlo con algo?

Chuuya levanto la mirada, encontrándose con una anciana, esta le sonreía con amabilidad.

- Aun no elijo, pero muchas gracias - respondió con cortesía

- ¿Puedo recomendarlo con alguno?

Chuuya asintió, de todos modos, no venía con una idea de pastel. La anciana comenzó a señalar pasteles

- Últimamente entre los jóvenes está de moda este biscocho de zanahoria - comento la anciana, mostrando un pastel anaranjado. El pelirrojo alzo una ceja

- No creo que me guste - comento con una sonrisa avergonzada- Aunque nunca lo he probado

- Es bastante sabroso - comento la anciana con un guiño de ojo - Puedes agregarle caramelo, crema de queso y un toque de canela, pero, si no te convence, puedo recomendar - la anciana pareció pensarlo, para luego señalar tres pasteles - Este biscocho de almendras, este biscocho de Chocolate y este biscocho de fresas

Chuuya los miro emocionado. ¿Cuál debería llevar?

- ¿Puedo preguntar para que es el pastel? - la anciana lo dijo con curiosidad. El pelirrojo pareció pensar si decirlo o no

- Mi cumpleaños - comento finalmente

La anciana lo miro con tristeza. ¿Qué persona compra pastel para sí misma en su cumpleaños? Normalmente lo hace algún familiar o persona cercana. Miro al muchacho de pies a cabeza, notando que debía venir de una buena familia por sus vestimentas, entonces ¿Por qué compraba su propio pastel? Quizás simplemente le gustaban

- ¿Sabes muchacho? - Chuuya ante eso la miro confundido, la anciana le sonrió - ¿Por qué no pruebas los pasteles que te señale?

El pelirrojo abrió los ojos sorprendido. Luego miro fijamente el letrero que decía que cerraban a las 22:37, y ya eran las 22:35

- Pero ya es su hora de cerrar - comento con el ceño fruncido. La anciana negó con la cabeza.

- No importa, es un regalo de cumpleaños de mi parte - le susurro como si fuera un secreto. Luego le indico que se sentara en las mesas cercanas a la ventana. Chuuya lo hizo, no podía rechazar el pastel, aunque fuera de un desconocido...de todos modos, ¿No acaba de decir que no debía hablar con desconocidos?... pero, no contaba si era una ancianita en una tienda de pasteles ¿Verdad?

- Aquí tienes mi niño - le dijo la señora colocando un pedazo de pastel de cada uno de los pasteles que le había señalado. Junto con una taza de café y un vaso grande de un tipo de ¿malteada? Ante la confusión de Chuuya, la anciana le explico - Es crema de mezcal, tienes que beberla con el pastel de Zanahoria y almendra, porque es dulce, y el café, debes acompañarla con el de fresa y chocolate

Chuuya asintió con una sonrisa de agradecimiento. La anciana se alejó para continuar con los últimos toques de limpieza antes de cerrar el local.

El pelirrojo hizo lo que le había indicado la señora. Debía admitir que el pastel de zanahoria estaba delicioso.

Chuuya ya iba por su ultimo pedazo de pastel cuando sintió que lo miraban. Disimuladamente miro por la ventana. Suspirando cuando noto que efectivamente lo miraban, ¿No era el sujeto que había salvado hace unos minutos?

No pudo evitar tapar su rostro frustrado. Ratificaba, no tenía que hablar o salvar a desconocidos.

¿Es que no había aprendido nada?... pero la última vez que siguió a un desconocido no fue su culpa, él ni siquiera lo había seguido por su voluntad. Así que no era justo que le recordarán ese episodio incluso cuando ya era casi mayor de edad.

Flashback

8 años

Chuuya esperaba sentado fuera de su escuela. Estaba aburrido. Hace mucho tiempo le habían dicho que ya venían por él. Quizás era hora de que se fuera él solo. No es como si no supiera el camino solo que Dazai le decía que era peligroso. Pero, no podía ser más peligroso que donde vivián antes.

- Espere solo un poco más - susurro colocando su gorro de escuela de tal forma que escondiera su rostro.

Observo como pasaban a buscar a sus últimos compañeros. Todos se despedían con la mano de Chuuya, el cual les respondía con una pequeña sonrisa.

El pelirrojo los miro nostálgico. Quería volver a casa para ver a Dazai...hoy tenían planeado ver una película juntos.

Mirando hacia todos lados para evaluar que nadie lo estuviera vigilando. Las profesoras estaban conversando entre ellas, así que nadie le tomaba atención.

Sin pensarlo dos veces comenzó a caminar. Una pequeña aventura que claramente era improvisada. Después de todo el pelirrojo era un pequeño para regresar solo a la casa, aunque Chuuya se preguntaba porque le decían eso, había pasado mucho tiempo en las calles en completa soledad... aunque lo que si comprendía era que en lo hacían porque se preocupaban por él. Y eso era una sensación que le gustaba sentir. Sonrió ante eso. Si, no estaba mal que alguien se preocupara por ti.

Encontró que la calle era extrañamente angosta, y había una que otra grieta, pero no era algo que le molestara. Después de todo las personas que pasaban tenían una sonrisa en el rostro y sus vestimentas eran cálidas para soportar el frio invierno por el que pasaban. No estaban llorando por el hambre o por conseguir monedas, no estaban temblando en algún rincón de los callejones.

- Muchacho ¿Estas perdido? - le pregunto de la nada una señora que lo había visto algo confundido en medio de la calle. Chuuya la mira sorprendido por que le hubiera hablado

- Voy camino a casa- explico con una pequeña reverencia en señal de agradecimiento. Comenzando a caminar nuevamente. Avergonzado por haberse detenido en medio de la calle

- Pobrecillo, estas perdido - le dijo nuevamente la señora persiguiendo para agarrarlo por el hombro. Chuuya la miro asustado.

- ¡No lo estoy! - espeto liberándose para solo ser tomado de la mano por la mujer. Quien comenzó a arrastrarlo con ella

- Te llevare a una comisaría para que encuentren tu casa - le decía mientras lo llevaba con él. Chuuya no sabía que hacer.

- Yo sé dónde está mi casa - insistió deteniéndose con toda la fuerza que podía. La señora lo miro atenta

- ¿Dónde?

- ¡Allá!

Señalo los edificios de la Port Mafia. La señora hizo un gesto con la cabeza de negación

- En ese lugar no hay niños - le murmuro mientras lo continuaba arrastrando - Esa no puede ser tu casa

Chuuya se resistió todo lo que pudo, pero con su pequeño cuerpo no logro gran cosa. Simplemente fue arrastrado por las calles contra su voluntad.

Un policía los recibió apenas entraron a la comisaria. Le sorprendió ver a un niño luchando contra el agarre de una mujer. Llevaba un uniforme de algún a primaria. La señora por otro lado parecía ser de alguna clase alta.

- ¿Qué ocurre, señora? ¿Necesita que asustemos a su hijo? - menciono el policía, no era extraño que los padres vinieran con sus hijos problemáticos para que ellos fingieran que habían cometido algún crimen de este modo lograr una disminución de los berrinches.

La señora lo miro sorprendida

- Por dios, no es mi hijo ¿Acaso me veo tan vieja?

- Oh, disculpe señora - dijo el policía avergonzado por malinterpretar la situación- ¿Entonces cuál es la situación?

- Este pequeño está perdido - comento empujando a Chuuya hacia adelante, el cual tropezó, dejando caer el sombrero de su uniforme, apresurándose a levantarlo para volver a colocarlo en su lugar. Miro nervioso al policía

- No estoy perdido - discutió nuevamente apretando sus puños. No debía descontrolarse en un lugar publico

- Claro que si estas perdido, pequeño - espeto la señora con el ceño fruncido. Ya cansada de la insistencia de Chuuya

El policía miro al niño pequeño, estaba con un uniforme de una escuela cercana. No podía vivir demasiado lejos si estaba caminando por esos lados

- ¿Dónde vives? - le pregunto el policía para averiguar si este lo sabía y realmente no estaba perdido

- Dice que vive en los edificios negros - comento la señora no dejando hablar a Chuuya, quien la miro enfadado - Es imposible que viva en ese lugar - insistió la mujer

- ¡Yo vivo ahí! - Chuuya ya estaba desesperado.

- Debes estar desorientado, pequeño - espeto el policía con una sonrisa amable. No había ninguna posibilidad de que un niño estuviera en esos edificios- ¿Por qué no me dices tu nombre para que te busque en los registros de la ciudad y te pueda llevar a tu casa?

- Nakahara Chuuya - comento nervioso. ¿Qué registros?

El policía se acercó a su escritorio para comenzar a buscar en su computador. El pelirrojo miro a la señora que se miraba la manicure con seriedad

- Hay alguna recompensa por encontrar a este niño - pregunto de la nada la mujer. Provocando que el policía la mirara sorprendido

- ¿Recompensa?

- Si - afirmo la mujer. Mirando con interés a Chuuya el cual le frunció el ceño molesto - Tiene los ojos azules y es pelirrojo, debe ser de alguna familia importante, revise en los registros

El policía levanto una ceja. Así que esta mujer no había ayudado al niño porque sí. Se encogió de hombros y continuo con la búsqueda. Sin embargo, lo que mostro la computadora lo hizo mirar con seriedad al niño, el cual estaba cada vez más nervioso. Quería irse a casa.

- ¿Y bien? - pregunto la señora ansiosa

- No está registrado en la ciudad - dijo con voz sorprendido el policía, levantándose de la computadora para acercarse al pelirrojo - Esto solo significa que naciste en los barrios de abajo, es la única explicación de que no tengas ni siquiera una fecha de nacimiento

- Yo se me mi fecha de nacimiento - murmuro Chuuya enfadado.

- ¡¿Es un muchacho sucio de esos lugares?! - interrumpió la mujer alarmada. Mirando con asco al niño - ¡Seguro robo ese uniforme para poder vagar por nuestra ciudad!

- ¡No soy un ladrón! - espeto enfadado Chuuya.

- He atrapado a una rata de alcantarilla- dijo la mujer interrumpiéndolo. El pelirrojo se estremeció por esas palabras. Bajando la mirada, no era justo...él no era ninguna rata. ¿Cuántas veces había escuchado ese insulto en el pasado? Muchas para contarlas. Apretó su ropa intentando no llorar al escuchar esas palabras.

- Tengo que llevarte a donde vives - espeto el policía que había cambiado su mirada amable por una fría.

Chuuya había estado acostumbrado a esas miradas en el pasado. Pensó que no las volvería ver en su vida. No era justo que los juzgaran por su lugar de origen.

- Yo vivo aquí - discutió nuevamente sin levantar la vista para que no vieran sus ojos llenos de lágrimas - Yo no quiero irme

- ¡Cállate! ¡No es como si pertenecieras aquí!

La mujer irritada levanto su mano con toda la intención de callar a Chuuya golpeándolo. Este no se defendió, estaba afectado por las palabras que le habían dicho, sintiéndose solo como en el pasado.

- Morirá si lo toca

El policía y la mujer se giraron ante la voz que los había interrumpido. Sobre todo, por la increíble frialdad y sed de sangre que esta contenía.

El castaño había ido a buscar a Chuuya a la escuela de sorpresa, así se iban juntos a ver las películas que habían prometido. Pero al llegar, le anunciaron que este se había ido caminando, disculpándose por no vigilarlo bien. Como si las disculpas devolvieran a Chuuya a la seguridad del recinto.

Investigando con rapidez, llego a la comisaria donde la gente dice haber visto que traían a un niño pequeño con cabello rojizo. Encontrándose con la escena actual, una mujer a punto de golpear aun tembloroso Chuuya, que no levantaba la vista del suelo.

- ¿Otro niño? - espeto la mujer que había bajado la mano, la cual temblaba por la presencia del niño. ¿Por qué estaba tan aterrorizada? - ¿Tú si estas perdido?

El castaño enfoco su mirada en la mujer ante eso. La mujer tomo eso como una señal de continuar hablando

- ¡Aquí podemos ayudarte! No tienes que preocuparte por este sucio niño, ven conmigo y el policía - le declaro la mujer notando que la ropa de Dazai era claramente fina, seguro este si era una persona de una buena familia. Pero cuando intento dar un paso hacia el, fue detenida por la repentina sonrisa que el castaño le entregaba. Un escalofrió recorrió la espalda de la mujer

- Ahora comprendo - dijo sin mas Dazai, caminando hacia Chuuya. Quien no parecía salir del shock del momento. Aun no levantaba la mirada del suelo - Chuuya, te he estado buscando - le susurro Dazai al llegar a su lado. El pelirrojo solo tembló con fuerza. El castaño apretó los dientes ante esto. Como se atrevían - Todo esta bien ¿Vamos a casa? - le dijo tomándolo de la mano. El pelirrojo levanto la mirada golpe, sus ojos azules estaban cristalizados. Impactando a el castaño

- ¿Dazai? - le susurro confundido. Con la voz temblando.

El policía inhalo con fuerza al escuchar ese nombre. Había escuchado que la mafia había encontrado a un heredero prodigio...un niño llamado Dazai. Todos sabían que no debían causar problemas a ese niño problemático. No si no querían ver las consecuencias que le traerían la Port mafia. Trago con fuerza, rezando para que este niño con aura amenazante no fuera quien pensaba

- ¿Sí?

- Yo... ¿No estoy solo? - le pregunto con la voz rompiéndose.

- No Chuuya, ninguno de los dos está solo - le dijo con una sonrisa para el pelirrojo

Chuuya no aguanto más ante eso, comenzó a llorar en silencio, en medio de la habitación, su rostro estaba lleno de lágrimas. Que inútilmente intentaba ocultar con sus dos pequeñas manos. Pero estas se escapaban sin querer ser restringidas por su rostro

- Entonces yo si tengo casa ...no soy una rata de alcantarilla - dijo el pelirrojo sollozando. Dazai se acercó a su amigo asustado por las lágrimas de este. Abrazándolo con las manos temblando. No quería que Chuuya llorara.

Chuuya abrazo a su amigo. Todo estaba bien ahora. Quería irse.

Dazai miro con una mueca espelúznate a las dos personas que estaban en la habitación. Los cuales lo miraban con miedo, sobre todo porque hombres armados entraban al lugar. Todos vestidos de negro. Todos de la Port mafia.

- Vamos al auto, Chuuya - le dijo el Dazai con voz calmada. Mientras lo instaba a salir- Aquí se pondrá ruidoso y no quiero que escuches algo tan insignificante -luego miro a los hombres - esperen a que estemos lejos

Los hombres asintieron con calma.

Dazai miraba a Chuuya sollozar en el asiento de atrás. Su pequeño cuerpo estremeciéndose. No era bueno consolando...solo estaba prendiendo ahora que Chuuya estaba en su vida. Así que opto por abrazarlo, siendo correspondido de inmediato. Luego de unos minutos así, Chuuya por fin volvió a hablar

- Yo si tengo casa ...no soy una rata de alcantarilla

- Chuuya vive conmigo - le dijo Dazai dándole palmaditas en la cabeza con suavidad - Y las ratas son más grandes que tu - le dijo apretujándolo. Chuuya no pudo evitar soltar una risita

- No pueden ser más grande que yo, tonto - le dijo con la voz ronca por el llanto

- Cualquier cosa es más grande que tú, enano - le respondió con una sonrisa. Con cuidado separo a Chuuya de su cuerpo. Este lo miraba con un puchero, su rostro lleno de lágrimas que no terminaban de caer. Se las seco con la manga de su camisa - Ahora está bien, Chuuya, iremos a casa, no tienes que preocuparte de no tener una mientras yo este contigo

- ¿Lo prometes? - le espeto mirándolo con toda la seriedad que un niño podía tener. Dazai asintió convencido

- Por supuesto, por eso cuando no encuentres tu casa solo tienes que buscarme- le dijo acariciando con cariño el cabello de Chuuya. Quien lo miro con una sonrisa

- Te buscare, Dazai - le dijo abrazándolo con fuerza, olvidando el mal rato que había tenido que pasar. Después de todo, no tenía porque hacer caso a personas que no lo conocían y que no lo querían como el castaño lo hacia

Fin flashback

Pensándolo bien ...ese no era tan mal recuerdo. Dazai lo había protegido. Sonrió volviendo a sentirse feliz al recordar las palabras que le había dicho Dazai. Quería verlo.

Aunque después de eso, le había llegado la charla sobre no irse tan fácil con extraños, cosa que aún le decían. Hablando de extraños. Volvió a mirar por la ventana, donde el sujeto lo saludo con la mano, notando que había sido descubierto.

Sin duda espeluznante

Se dirigió hacia el acapárate. Donde la señora lo atendió con la misma sonrisa.

- ¿Fueron de tu gusto? - le pregunto con amabilidad

- Nunca espere que me gustara el pastel de Zanahoria - le respondió divertido. Era cierto. Ahora sabía que no tenía que opinar sin haber probado - ¿Cuánto le debo?

- Le dije que era un regalo - le comento la señora negando con la cabeza ante la pregunta de Chuuya. El cual pareció avergonzado por el gesto. Aun así, saco dinero, mucho más de los que en realidad había costado los tres pedazos, dejándolo en el frasco de las propinas antes la mirada sorprendido de la señora. Quien no podía creer la cantidad de dinero que le habían entregado

- Pensaba llevar pastel, pero volveré con alguien, muchas gracias por todo - le dijo Chuuya sonriendo.

- Estaré esperando y nuevamente, Feliz cumpleaños

Chuuya salió con una sonrisa en el rostro no había sido tan mala noche. O eso pensó hasta que se giró y noto al mismo hombre apoyado en la pared de afuera. Hizo una mueca de desgrado. Iba a golpear a alguien, y no creía poder controlarse.

❤❤❤❤ Gracias por leerrrrrr ❤❤❤❤❤❤

La pregunta es ¿Qué le paso a Dazai?

¡Descubranlo la proxima semana en el mismo horario!



O en 5 minutos más

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