Capitulo 14: Diecisiete años (2/2)

La noche había caído hace horas, pero ambos muchachos no habían dejado de hablar, de todo y al mismo tiempo de nada. Dazai sentado con la espalda apoyada en el respaldo de la cama, y Chuuya a su lado en la misma posición. Llevaban horas así y el pelirrojo se tambaleaba por el cansancio, el día lo había agotado y realmente ya no podía mantener sus ojos abiertos. Dazai lo miraba fijamente, hecho que le parecía extraño a Chuuya pero que no le daba mayor importancia

- Duerme Chuuya- le dijo luego de unos segundos. El pelirrojo negó con la cabeza

- Aun no...quiero seguir conversando contigo - le murmuro con los ojos opacados por el cansancio. A lo que el castaño sonrió y sin decir nada lo instó a que se acostara. El pelirrojo se dejó llevar, colocándose de inmediato en el costado del castaño

- ¿Vas a dormir? - le murmuro ensalzando su mano con la de Dazai, como si de una cadena se tratara. Este no se quejo

- Aun no estoy cansado, Chuuya- le susurro mientras que con su mano libre acariciaba los cabellos sueltos del muchacho. El castaño sintió como apretaba con algo de fuerza su mano, Chuuya lo miro nervioso

- Tranquilo, no tengo intención de moverme de aquí - le dijo con una sonrisa suave, relajada. Era realmente extraño sentirse así. El pelirrojo lo evaluó unos segundos, sin soltar su mano

- Yo tampoco me moveré de aquí- le susurro en cambio Chuuya, con una sonrisa triste

Dazai se quedó vigilando el sueño del pelirrojo, extrañamente tenía la mente en blanco, no podía permitirse pensar en estos momentos, como si su mente le estuviera dando una tregua temporal por la llegada de Chuuya, aunque, podía culpar al alcohol que aún quedaba en su sistema sobre su falta de reacción.

Era como estar en un mundo paralelo. Uno en el que la persona más cercana a su corazón nunca se había ido. El castaño observo como el pelirrojo se removía incomodo entre sueños, así que, con un suspiro se rindió y recostó a su lado, atrayéndolo hacia si, intentando no despertarlo con el movimiento.

Sonrió para sí mismo, ambos seguían con el olor del rio, pero no habían siquiera pensado en moverse de sus lugares mientras conversaban. Bueno, él no había pensado en moverse del lado del pelirrojo, Chuuya si le había dicho que se dieran el tiempo de ir a bañarse, que olían a rana de estanque, pero aun así Dazai no lo había soltado, apelando que le gustaba el olor de rana de estanques. Chuuya se había reído ante eso, rindiéndose ante la exigencia de Dazai.

Acaricio el cabello rojizo con su mentón. No se había cortado el cabello, le gustaba como se veía, aunque no paso por alto la cicatriz que tenía en su hombro derecho, ni la que tenía en cintura. Eran pequeñas, casi imperceptibles, pero él no olvidaba los detalles de la figura del muchacho. Hizo una mueca ante estas señales en su cuerpo que contaban bastante bien la historia de lo que había estado haciendo.

El castaño abrazo unos segundos más a Chuuya y se levantó, intentando no despertarlo al soltar su mano. Se quedo unos segundos observándolo, para a continuación cubrirlo con una manta.

Cerró la puerta de la habitación, y camino a lo largo del pasillo perdiendo la sonrisa feliz que había tenido desde hace unas horas. Cualquiera que lo viera notaria que no era una persona a la que se deberían acercar. Peligro, esa era la mejor palabra para definir la sensación que provocaba mirar a Dazai.

- Veo que te has puesto más desagradable que nunca – comento la persona que había ingresado al lugar.

- Sigo igual que siempre, Kouyou-san– le comento el castaño con una sonrisa.

La pelirroja lo miro con el ceño fruncido. No, había algo muy mal en el mocoso. Algo que se asomaba en sus ojos como si fuera una sombra que se tragaba cualquier luz que estos pudieran obtener del mundo

- Estas más cerca del infierno que la última vez que te vi – comento Kouyou mirando a su alrededor, era un departamento deprimente, no parecía que hubiera sido utilizado alguna vez

- ¿Tengo parecido a un demonio? – le dijo el castaño, sin perder su sonrisa

– Por no decir que eres el diablo – la pelirrojo estaba mirando a Dazai con sospecha

- Mori estaría orgulloso de tu comentario ¿Qué tal? ¿No fui un bello producto de la ambición de esta organización?  – el castaño se apoyó en la pared pensativo. Kouyou lo miró fijamente

– He escuchado de tus logros, Dazai – le comento la pelirroja en cambio – Mori realmente está orgulloso de ellos, pero ¿Lo estas tu? – el castaño solo le sonrió, sin responder nada.

La pelirroja sintió como un escalofrió le recorría la espalda, siempre había tenido la sensación de peligro cerca del castaño, incluso cuando este era un niño, pensó que con el tiempo esto se iría opacando, pero solo habían aumentado. ¿Chuuya realmente quería volver con este sujeto? Tenía miles de razones por las que solo llevárselo con ella a Francia de nuevo, y miles de razones más por las cuales mantenerlos alejados. No quería que Chuuya estuviera cerca del Dazai de estos momentos. No es que no pensara que el pelirrojo pudiera defenderse, pero…

- No creo que llegues muy lejos– Menciono de la nada el castaño, interrumpiendo sus pensamientos. Kouyou conecto miradas con el castaño, ¿Cómo sabía lo que paso por su mente?

- ¿Me estas amenazando, mocoso?

- Solo digo un hecho – le comento con frialdad Dazai

- No dejare que le hagas daño a Chuuya ¿Dónde está? - espeto Kouyou con tranquilidad, aunque su mano había tomado su katana por el mango. El castaño observo el movimiento con aburrimiento

- No tengo porque decírtelo

- Si te atreviste a tocar un solo cabello de su cabeza…– espeto molesto Kouyou

- Hice más que solo tocar su cabello – respondió con una sonrisa Dazai, con toda la intención de que se malinterpretara

- ¡Te lo advertí!

Kouyou desvaino la espada enfadada, Dazai en cambio no se movió ni un solo centímetro para contrarrestar lo que fuera que la pelirroja fuera a hacer

- ¿Se puede saber qué diablos están haciendo a estas horas? – Murmuro una voz enfada. Ambos observaron al recién llegado.

El pelirrojo los observaba con una ceja alzada, había llegado justo para observar cómo Kouyou desvainaba su espada en contra de Dazai. En realidad, despertó a penas Dazai salió de la habitación, pero, al notar que estaba conversando con Kouyou, aprovecho de bañarse y darle la oportunidad de hablar en privado.

- Chuuya, no pude contactar contigo – Dijo la mujer guardando con elegancia su katana

- Lo siento Neesan, parece que mi teléfono murió al caer al rio – comento con una sonrisa, intentando no dar más información sobre como termino en el rio.

Kouyou suspiro cansada por haber caído en los juegos de manipulación del castaño, y sin más estiro su mano en dirección al pelirrojo, indicando que la tomara.

Chuuya comenzó a caminar hacia ella, pero fue retenido por Dazai, quien lo había agarrado de la mano, sin permitir que avanzara más. El pelirrojo lo miro confundido, pero el castaño parecía determinando a impedir que diera un solo paso

- ¿Dazai? – Chuuya se acercó al castaño quien evitaba mirarlo a los ojos.

- ¿Te vas? – le dijo simplemente, una frase corta, pero que para ambos significaba demasiado. El pelirrojo le sonrió con calma

- ¿Quieres que me vaya? – le dijo en cambio. Dazai conecto miradas con Chuuya ante eso.

- No – le respondió finalmente

- Entonces me quedare contigo– le susurro con suavidad. Dazai evaluó durante unos segundos a Chuuya, para luego soltarlo. Ante el gesto el pelirrojo le sonrió con calidez.

Kouyou a penas lo tuvo cerca lo atrajo a un apretado abrazo. El muchacho lo correspondió, la mujer realmente parecía preocupada

- Me quitaste 10 años de vida desapareciendo así – le dijo mientras lo agarraba por las mejillas para mirarlo bien - ¿Estas bien? ¿No te hizo daño el mocoso? Me habían dicho que se encontraba fuera por una misión, por eso, pensé que tendría más tiempo para prepararte para cuando lo encontraras

- ¿Prepararme? – comento Chuuya perdido por la conversación

- Es un bastardo despiadado – espeto Kouyou con el ceño fruncido, como si eso explicara todo – Tenía miedo de que te hiciera algo

- Sigo en la habitación, Kouyou-san – espeto Dazai que solo observaba la situación. La pelirroja lo ignoro como si no eso no fuera de mayor importancia

- Pero veo que llegue muy tarde, al menos dime ¿Fue amable contigo? - le dijo con ternura. Chuuya parpadeo sorprendido, ¿Por qué tenían que haber sido amable con él?

¿De qué se estaba perdiendo? Miro de reojo al castaño que tenía una sonrisa burlona. Lo miro con el ceño fruncido, ¿Qué había hecho? Dazai se encogió de hombros y le señalo la ropa. Chuuya ante eso se miró confundido, no tenía ropa limpia en este sitio para ponerse después de la ducha, así que tomo prestada una camisa a Dazai, le quedaban grandes, pero servirían para dormir ¿Cuál era el problema?

- Cariño, si te hizo daño puedo lisiarlo para ti – le susurro Kouyou sin notar la confusión por la que estaba pasando el pelirrojo – ¿Al menos se cuidaron?

- ¿Cuidarnos? – pregunto finalmente con sospecha. No, no podía estar refiriéndose a lo que él creía

- Al tener relaciones sexuales – le dijo sin filtro Kouyou. Sintió que todos los tonos del rojo subían a su rostro - ¿No se cuidaron? ¿Necesitas esa charla de nuevo?

- ¡NO! ¡ESPERA! – grito sonrojado Chuuya, no quería recibir esa charla de Kouyou de nuevo - ¡No paso nada entre Dazai y yo!

- No tienes que ocultarlo de mi – El pelirrojo quería que la tierra se lo tragara, no podía con la vergüenza que estaba sintiendo. En primer lugar, incluso si hubiera hecho algo ¡No tenía por qué enterarse la mujer que lo cuidaba como una madre!

- Neesan, por favor, te juro que no pasó nada – le dijo sin perder la vergüenza de encima. Esta lo miro con sospecha

- ¿Tan malo es en la cama que lo niegas?

- ¡No!

- ¿Es bueno en la cama entonces? – Interrogó con una ceja alzada. Chuuya ya no podía con esto

- Dazai, aclara esto, por favor – dijo mirándolo de reojo, suplicándole con la mirada. El castaño se acercó a el de inmediato. Mirando con seriedad a la pelirroja

- Kouyou-san, no piense ni por un momento que soy malo en la cama – dijo este finalmente

- ¡No me refería a eso! – espeto Chuuya fulminándolo con la mirada, este tenía una sonrisa burlona – Neesan, de verdad que no pasó nada

- ¿Pero tu ropa?

- Me caí al rio, tuve que improvisar – dijo con una sonrisa tranquilizadora. Esta lo analizo con cuidado y luego suspiro

- Lo siento, parece que salte a conclusiones indebidas – Aun cuando dijo eso fulminó con la mirada al verdadero culpable del error de percepción – En fin, querido, recuerda que aun eres menor de edad y…

- Neesan, no hare nada con Dazai, cambiamos el tema, por favor – murmuro con rapidez, antes de que la charla se torciera aún más, la pelirroja le acaricio la mejilla con ternura

- Te estaba buscando ¿Me acompañas a tomar té? – pregunto con suavidad. El castaño se tensó ante eso. Sabía que era el modo de la pelirroja de intentar llevarse a Chuuya.

- Es tarde, Neesan. Solo quiero dormir un poco – respondió con respeto Chuuya, intentando no ofender a la mujer. La cual se percató de inmediato que aún era de noche

- Tienes razón, igual estoy cansada – comento la mujer con una sonrisa. Luego fulminó la mirada al castaño – El jefe quiere hablar contigo, repórtate lo más rápido que puedas

Dazai hizo una mueca molesta ¿No debería haberle dicho eso primero? Chuuya lo miro de reojo, con la misma expresión molesta. Tarde o temprano tendría que reencontrarse con Mori.

- Chuuya, ¿Vienes conmigo? – pregunto Kouyou dejando de mirar a Dazai

- Hoy no – respondió con tranquilidad

- Entonces, te veré mañana - Dicho esto, la mujer se retiró con paso elegante. Su presencia siempre dejaba la sensación de que uno era menos que un perro, sobre todo, por sus características finas, que se demostraban hasta en los más simples gestos

Ante el sonido de la puerta, el pelirrojo se giró golpe, fulminando con la mirada a Dazai, el cual, le dio una sonrisa ladeada sin tomar como una amenaza la mirada que tenía el muchacho.

- Chuuya, cálmate, no pensaba en hacer nada contigo– le dijo este sin perder su sonrisa, acercándose para agarrar por la cintura al pelirrojo, besando su frente con dulzura – Y aunque quisiera no es el momento

- Dazai, eres un idiota – comento este tapándose el rostro para evitar que este siguiera besando su piel

- Hieres mis sentimientos, enano – le dijo este riéndose

- Escucha, si por tu culpa tengo que escuchar la charla de nuevo, tendrás que escucharla conmigo – Le gruño malhumorado soltándose de su agarre con agilidad, caminando de regreso a la habitación. El castaño lo siguió de inmediato, agarrándolo de la mano para detenerlo

- ¿Estas enojado, Chuuya? – le murmuro evaluándolo con la mirada, el pelirrojo levanto una ceja ante eso

- No del todo – comento Chuuya, contradiciéndose al chasquear la lengua en signo de molestia. El castaño le sonrió mientras lo atraía para un abrazo, el pelirrojo se dejó abrazar por la gran figura del Dazai – Has crecido demasiado desde la última vez que te vi– le susurro luego de unos segundos, escuchando una risa divertida

- ¿Esperas que diga que tú también?

- Cállate – le gruño enfadado, claro que sabía que no había crecido lo suficiente, pero no significa que le gustara que se lo recordaran

- Yo realmente siento que el tiempo no paso para mí – comento este separándose del muchacho para mirarlo a los ojos - ¿Fue lo mismo para ti?

- Dazai… - Chuuya le sonrió con tristeza, el castaño se equivocaba, después de todo en su mirada se asomaba una sombra que solo el tiempo en soledad había provocado que creciera. No pudo evitar abrazarlo con fuerza, sobresaltando a Dazai, quien devolvió el abrazo por inercia

- ¿Ocurre algo? – lo susurro con tranquilidad, pero sintiendo que su pecho apretarse de la felicidad, que bien se sentía tenerlo entre sus brazos, si tan solo pudiera mantenerlo siempre de ese modo. El pelirrojo negó con la cabeza contra su pecho, respondiendo solo luego de unos minutos

- Estoy de vuelta, Dazai - Chuuya sitio que las manos del castaño se tensaban a su alrededor por culpa de sus palabras. Solo fue por un segundo, un breve segundo en que Dazai le sonrió lleno de felicidad antes de abrazarlo nuevamente

- Bienvenido, Chuuya – murmuro aferrado al mucho, sin dejar de pensar en que el pelirrojo había sellado su destino con esas palabras, bueno, su destino había sido sellado en el momento en que el pelirrojo había decidido conversar con él- “No te volveré a dejar ir, no importa los métodos que tenga que utilizar”


Graciasssssssssssss por leer, se viene el maratón de navidad, año nuevo y Hallowen (Atrasado ajio ajio ajio) kjakjakjakj y de paso una disculpa por desaparecerme de la historia, ocurre que, ¡Tenía que estudiar!, tuve semanas de pruebas seguidas y trabajos, hasta que estuve que hacer una investigación cuantitativa de la migración, casi muero, pero por fin pase todos mis ramossss, así que ya pase a tercer año, me siento una crack, y que haya pasado significa que… !Tengo 2 meses para terminar las historias y volver a desaparecerme! Wa ja ja ja, pero esta no, porque de aquí al sábado subiré todos los capítulos de esta historia. En realidad tengo escrito 9 capítulos , hoy subire 2...Kajakakak o puefo subir los 9 y matar a los personajes principales ¿Alguien quiere ver arder el mundo?

(Siento si tiene faltas de ortografía, que la escribí mientras esperaba mi avión XD)

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