Capítulo 12

Mikey estaciona la moto y la apaga, me bajé primera y luego él. Ambos entramos a mi casa, en la cual vivo sola, y subimos hasta mi habitación.

No era novedad el que Mikey esté aquí, siempre venía de niños y más grandes. Hasta Draken y Mitsuya llegaron a venir.

Ambos llegamos hasta mi cama y nos tiramos en ella sonriendo ampliamente.

- ¿Quieres ver una película? - Dije agarrando el control remoto.

- Si, pon la que quieras - Dice sentándose frente a mi entre mis piernas pero agarrándolas y enrollándolas en su cintura y atrayéndome más a él.

Apoyé mi cabeza en su hombro y comencé a pasar películas para ver que podríamos mirar, terminamos por elegir una infantil.

Yo comencé a acariciar y peinar su cabello con mis dedos, era muy suave... Cuando pasé ambas manos por su frente y tiré su cabello hacia atrás, él echó igual su cabeza hacia atrás y me miró sonriendo.

Sonreí igual y seguí jugando con su cabello mientras veíamos la película, le quité su goma y comencé a hacer algunas trenzas pero a quitárselas al segundo de haberlas terminado para volver a repetir esa acción varias veces más, hasta que lo sentí tambalearse un poco y cuando lo miré, él estaba adormilado.

Sonreí enternecida y lo dejé un momento, apagué la televisión y me alejé para tumbarlo a un lado en la cama y tumbarme al otro lado para luego cubrirnos con las mantas.

Cerré mis ojos dispuesta a dormir pero en ese momento, siento que él se mueve debajo de la manta y luego lo siento aparecer entre mis brazos y con su rostro pegado a mi pecho.

- Pervertido - Dije sonriendo divertida y un poco sonrojada.

- Shh... estoy durmiendo - Dice ahogando su voz entre mi pecho.

Me reí un poco y lo miré, él levanta un poco la mirada y me mira sonriendo también pero un poco sonrojado.

Resoplé y negué divertida.

- No tienes remedio - Dije abrazándolo mejor y él rodea mi cintura y vuelve a meter su rostro entre mis pechos, me sonrojé más por eso pero no dije nada.

Ambos nos cubrimos mejor con la manta y nos dormimos juntos.

***

***

Me desperté sentándome en mi cama y tallándome los ojos, miré a mi lado y Mikey no estaba, su lado ya estaba frío por lo que supe que se había ido hace tiempo.

Resoplé y bostecé para luego levantarme y mirar la hora en mi teléfono, era pasado del medio día, fui abajo a prepararme algo para comer y luego me acosté en el sofá.

Miré mi teléfono mientras comía por bastante tiempo hasta que se escucha el timbre de la casa y fui a abrir.

- ¿Huh? ¿Estuviste en una pelea? - Me crucé de brazos y me apoyé por el marco de la puerta mientras miraba a Mikey quien sonríe y apoya su mano tras su cabeza.

- Pues... si - Dice apartando la mirada sin dejar de sonreír.

Resoplé pero agarré su mano y lo jalé hasta adentro cerrando la puerta detrás suya y luego guiandolo hasta la habitación. Lo hice sentarse en la cama para luego ir a buscar el botiquín. Siempre veníamos aquí a curarnos luego de peleas así que esto era lo normal para nosotros.

- ¿En qué momento te fuiste? - Pregunté mientras me agachaba frente a él con un paño y remedios.

- Creo que... a eso de las seis - Dice pensativo.

Asentí mientras comenzaba a pasar el paño con el remedio por su heridas en la cien.

Él hace una mueca y se queja.

- Quedate quieto - Dije agarrando su cabeza pero él se queja de nuevo.

- ¡Pero duele~... ! - Dice.

- ¿Quién te manda a ti a pelearte? - Dije.

- La pandilla lo hace, te recuerdo que yo estoy a cargo - Dice haciendo un puchero.

- ¿Y quién te manda a ser el comandante? Ahora deja de quejarte y moverte para que pueda curarte eso - Dije.

- ¡Hm! - Vuelve a hacer un puchero como un niño pequeño pero se queda quieto.

Yo me acerqué más a él y sostuve su rostro mientras le aplicaba el remedio, él dejó de hacer muecas y solo me miraba mientras yo estaba concentrada.

Hasta que me agarra las muñecas y me besa sorpresivamente.

- ¡Huh! - Murmuré.

Él se separa riendo.

- Lo siento, lo siento, no pude evitarlo, puedes continuar - Dice volviendo a su lugar.

Sonreí un poco pero lo besé rápidamente para luego terminar de ponerle el remedio, y luego seguí con sus nudillos.

- Listo - Dije guardando las cosas pero luego siento un peso sobre mi pecho inclinándome hacia atrás - Ora ¿Que haces? -

- ____chin, Te~ a~.. ¡mo! - Abrí los ojos de par en par pero sonreí y apoyé mi mano en su cabeza que estaba hundida en mi pecho.

- También te amo Mikey - Dije un poco sonrojada y él me abraza por la cintura atrayéndome más a él y consiguiendo que él se siente en el suelo y yo quede sobre mis rodillas a ambos lados de sus caderas.

- Te amo~... ¡Te amo! Te~ ¡amo! - Dice con la voz ahogada en mi pecho y yo me reí.

- ¿Por qué el comandante de una pandilla de delincuentes está tan cariñoso? - Pregunté.

- Porque te amo - Dice levantando la mirada pero sin despegar su cabeza de mi pecho. De verdad que parece un niño pequeñ.

Sonreí un poco enternecida.

- Bien, ya entendí - Dije besando su frente y luego levantándome junto a él quien se estira mientras suspira.

- Oye... Mikey - Llamé su atención y él me mira.

- ¿Hm? -

- Ahora que... Pa... está en la cárcel y Peyan... hizo lo que hizo... ¿Quién será el nuevo capitán de la división tres? - Pregunté.

- No te preocupes, ya lo tenemos resuelto - Dice sonriendo y acercándose a mi.

- ¿Ah? ¿En qué momento... ? - Él me interrumpe.

- Bueno, bueno, vámonos, podemos ir a ver a Draken - Dice.

- Pero... -

- Vamos, vamos ____chin - Me empuja fuera de la habitación y luego fuera de la casa.

Rodé los ojos pero seguí caminando.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top