Luego de que el encapuchado que acababa de llegar maldiciera a todos sus amigos y familia presentes, se subió a la tarima.

—Primero me presentaré, al final me quitare esta cosa, ¿Por que negra? ¿No había de otro color, Dumbledore?

El director negó.

—Bueno, ya que.— se encogió de hombros con un suspiró —Mi nombre, queridos ansianos no tan ansianos ahora, es George Liam Davis, mi madre es Tracey Davis.

La chica que se encontraba en la mesa de Slytherin conversando con sus amigas giro su cabeza tan rápido que soltó un quejido al lastimarse el cuello.

El encapuchado sonrió hacia ella—¡Hola mami!

Ella le sonrió de vuelta agitando una mano—¡Hola cariño!

George miro a Tracey y al chico (que aún no se quitaba la capucha) como si estuviera descifrando un rompecabezas.

—¡¿Y quien es tu padre?!—para sorpresa de todos, Fred Weasley fue el que preguntó, más bien grito, desesperado.

Él, al darse cuenta de que todos lo miraban se dio un golpe en la cabeza, su hermano confirmó sus sospechas, las cuales eran que Fred salía con Tracey a escondidas de todo Hogwarts.

George Davis lo ignoro y prosiguió—Tengo 26 años al igual que Teddy, pero la querida Molly se salto mi presentación—fulmino a la chica con la mirada pero ella solo le sacó la lengua—Cuando estaba en Hogwarts fui a Slytherin—la casa mencionada aplaudió— mi clase favorita era encantamientos y ahora trabajo como sanador en San Mungo, mi mejor amigo es Teddy y el monstruo castaño—Molly se levantó e hizo una reverencia.

—Ah diferencia de mis dos amigos, yo no estoy casado pero si tengo una novia, su nombre es Isabelle McLaggen— Cormac levanto la cabeza al escuchar su apellido —así es, ¡Hola suegrito! —el chico gruño, pero no conocía a su hija, ¿Quién era el para hacerle algo al novio de esta?

—Ahora si, el gran momento, chicos, redobles—en ese momento se escucharon los redoble que el chico pidio— mi padre es... Fred Weasley —y se quito la capucha, dejando ver a un hombre de cabello castaño cobrizo, ojos azules y pecas sobre la nariz.

El mencionado miro a Tracey, valiendole un cacahuate que todos los vieran camino hacia ella y la beso, era su novia (nadie, más que ellos lo sabía) pero esa su novia al fin y al cabo.

El castaño tenía lágrimas en los ojos— Mi nombre completo es George Gideon Weasley Davis, pero en Hogwarts solo me conocían como George Davis, legalmente no tengo el apellido Weasley.

Fred giro a ver a su hijo y lo miro confundido, ¿Acaso el había abandonado a Tracey?

—Mi madre nunca le dijo a mi padre que esperaba un hijo de él, por eso, cuando la guerra se desató el le dijo que se fuera y que no regresará hasta que la guerra acabará, hasta que pudieran vivir en paz, el se quedó con la familia a pelear por la libertad del mundo mágico, pero... —se le corto la voz debido al nudo que tenia en la garganta—murió en la batalla debido a un explosión que causó Rookwood, aunque antes de la batalla le dijo a la tía Ginny que si moría, buscará a mamá; después de su funeral, ella busco a mi madre siendo esta la última voluntad de mi padre, pero nunca la encontró, no fue hasta que yo cumplí 11 años que entre a Hogwarts que conocí a mi familia. Recuerdo que la abuela Molly lloro al verme por primera vez, dijo que le recordaba a papá.

Todos los Weasley y cercanos a ellos estaban llorando, que decir de Tracey y Fred; ellos estaban destrozados.

—Mamá supo de tu muerte por el profeta, su titular "Caídos de la guerra" la destrozó, pero nunca se rindió y me crió sola, nunca se caso ni estuvo con nadie, solías decir que la única persona a la que amaste más que a mi, ahora se encontraba en otro lugar del que nunca regresaría, pero que algún día lo volverías a ver.

George I corrió hacia su hermano y lo abrazo, también a Tracey. Ginny era la que peor estaba, Harry le dio un abrazo intentando que se tranquilizara, Ron solto el pan que tenía en su mano para limpiarse las lágrimas que caían por sus mejillas y fue consolado por Hermione.

—Lo siento tanto, mataré a ese mortifago de quinta antes de que me mate a mi— dijo Fred.

Lucius Malfoy soltó una risa ante el comentario, el odiaba a Rookwood y se prometió a sí mismo asesinarlo cuando la batalla comenzará.

—Pero dime algo sobrino, ¿te gustan las bromas? —preguntó George I para aligerar el ambiente triste que se había creado, causando risas y un golpe por parte de su madre.

—¿Quién crees que le enseñó a Molly después de todo? —contestó burlon, mientras limpiaba el rastro de lágrimas.

—Así que fueron ustedes— acuso Percy con los ojos entrecerrados— No tendrán que esperar a la guerra, lo mataré yo mismo.

Ambos se miraron asustados y corrieron fuera del comedor con un Percy muy enojado detrás de ellos.

Así, las lágrimas se acabaron del todo y dieron paso a las risas de cada uno de los presentes. Cambiarían el futuro, estaban seguros. Por la menos le advirtieron a su familia de lo que ocurriría. Así todos tendrían un final feliz.