Después de la escena en la Torre de Astronomía, los chicos fueron a dormir a sus respectivas salas comunes (sala de menesteres, en el caso de la tercera generación), pero el siempre bello y amado Blake Zabini, haciéndole honor al dramático de su padre, despertó a todos la mañana de ese día con sus constantes gritos entre sueños.

Este, después de lo dicho a sus padres había tenido pesadilla e incluso al despertar -debido al zapato que Lily le arrojó a la cabeza por no dejarla dormir- hizo aparecer su acta de nacimiento donde se podía leer que tenía 29 años. Lo cual, naturalmente, lo alteró muchísimo.

El drama fue monumental y fue un milagro que no despertará a todo el castillo. Estuvo apuntó de ir con sus padres a reclamarles y hacer que no tuvieran contacto alguno hasta que fue la fecha en que el debió ser creado.

Al final resultó ser una broma por parte de los Merodeadores, los cuales fueron reprendidos por sus respectivos hermanos y parejas al ser los responsables de su innecesaria falta de descanso. Cuando Blake tuvo la verdadera acta y leyó que su edad no había cambiado, se durmió como un bebé. Por lo que ahora y gracias a él, estaban llegando tarde.

—¡Maldito Zabini! ¡Siempre es tu culpa! —gruñía Molly enojada mientras corría por el pasillo con una niña en brazos.

La pequeña reía mientras veía a su padre atrás haciendo diversos gestos.

—¡Perdón por preocuparme por mi existencia, castaña gruñona! —grito de vuelta el chico.

—¡Castaña gruñona! —gritaron todos los más pequeños al unísono mientras soltaban carcajadas.

Los ojos de Molly se abrieron más de la cuenta y alargó una de sus manos para pellizcar el brazo de Blake.

—No puedo insultarte por que los niños están presentes, pero si puedo matarte, volverás a nacer, así que cuídate Zabini— lo amenazó enojada.

El chico trago saliva y miró suplicante a Caleb, quien negó con la cabeza y se burló de él.

Una vez las puertas del comedor se abrieron para darles paso, los encapuchados restantes caminaron rápido hasta la tarima, mientras que los que ya se habían presentado fingieron una sonrisa y se sentaron al lado de sus respectivos padres.

Aunque ya sabemos que el pequeño Zabini siempre tiene un haz bajo la manga.

—¡Abuelos! ¿Ya saben de la clandestina relación de mamá y papá? Apenas ayer nos enteramos qu... ¡Auch!— el chico miró con enojo a su padre -pues le había dado un gran pisotón- el cual veía con miedo a los Weasley. Quienes casualmente, tenían tenedores en las manos pues estaban terminando su desayuno.

Ginny se dio un golpe en la frente, su hijo era un bruto a veces, pero con ese padre... Bueno, ya saben, son Blaise y Blake.

Un enojado Gryffindor se levantó—¡¿Es por el que me rechazabas, Ginevra?! ¡¿Por una maldita serpiente?! —grito Dean enojado.

Los Merodeadores, que amaban el drama y pensaban sacar un reality show de sus vidas, sacaron sus cámaras y comenzaron a grabar.

La pelirroja, con toda la calma del mundo se paró de su lugar y camino en dirección a la mesa de Slytherin, donde al llegar le plantó un beso a Blaise que lo descolocó.

Cegado por el dolor de su desamor, el chico no supo que lo que diría a continuación le haría tener una cita con el doctor experto en tenedorológia, Caleb Higgs.

—¡¿Enserio?! ¡Y todavía te burlas de mi! ¡No eres más que una zorra! —al decir eso, había firmado su propia condena.

Tarde, se dio cuenta que más de 30 tenedores lo apuntaban. Y una que otra varita.

Antes de que eso se convirtiera en una sala de tortura para Dean, Dumbledore sacó con magia todos los tenedores el gran comedor, y por precaución, el resto de los cubiertos.

El Gryffindor fue retirado bajo la guardia de la profesora McGonagall y Hagrid, quien también quería clavarle un tenedor al chico, pero se dijo que después lo llevaría a conocer a sus amadas arañas. O a su querido hipogrifo.

Blaise de cierta manera le agradeció a Dean su escándalo, porque gracias a eso los Weasley olvidaron el beso que paso entre él y Ginny.

Para poder iniciar las presentaciones, decidieron esperar a que los Weasley se calmaran. Luego Ginny y Blaise hicieron oficial su relación, que a regañadientes fue aceptada por sus hermanos y sorpresivamente, fue bien recibida por la madre del chico, Cassandra Zabini.

Las deudas por apuestas hacia el Blinny fueron pagadas, y la pizarra con el marcador de las casa apareció nuevamente, donde se leía:

Gryffindor: 4

Slytherin: 4

Hufflepuff: 2

Ravenclaw: 1

Al parecer la valentía iba ganando, (o el querer ganar una apuesta, en el caso de Blake). Siguiendo con las presentaciones, un encapuchado subió a la tarima listo para presentarse.

El chico que se encontraba ahí, bajó su capucha y dejó ver a un pelinegro muy apuesto de ojos azules.

—Hola a todos, mi nombre es Theodore Joseph Nott, pero díganme Theo. Mis padres son Theodore Nott y Daphne Greengrass— el pelinegro en la mesa de Slytherin miró a su compañera rubia, la cual estaba completamente roja. Más por las burlas de Pansy que por otra cosa.

>>Tengo 20 años y estoy terminando mis estudios en leyes, por lo que, como mi padre, seré abogado, aquí en el mundo mágico— declaró orgulloso— Cuando estudié en Hogwarts fui un orgulloso...

—¡No! Theo, ¿cómo educaste a tu hijo, ahora es un Gryffindor? —lamento Blaise dramático.

—Blaise, no sólo hay dos casas en Hogwarts, también está Ravenclaw y... Hufflepuff— dijo Daphne rodando los ojos, la última casa la nombró con algo de pesar.

—En efecto madre, no fui Gryffindor, fui un Ravenclaw— sonrió mostrando su perfecta dentadura, digna de un anuncio de pasta dental, cualquier dentista moriría por cuidar de ella.

Al instante, el marcador cambió, la pizarra ahora mostraba 2 en Ravenclaw. Dejando un empate con Hufflepuff.

—Y te recuerdo Blaise, que tu esposa y tu hijo son Gryffindor— se burló Theo.

El chico se golpeó la frente, había olvidado su futura familia.

—Durante mi estadía en Hogwarts fui capitán del equipo de Ravenclaw y jugué como buscador— sus padres aplaudieron— Mi materia preferida siempre fue encantamientos, hubiera sido profesor si no me inclinara más por las leyes, mi patronus es un águila y mis padrinos son Terence Higgs y Pansy Parkinson.

Astoria y Blaise miraron enojados a la futura pareja. Terence se sorprendió un poco, pero le agradeció a Daphne y Theo, ignorando la mala mirada que el moreno le lanzaba. Pansy abrazo a su amiga y le agradeció el honor.

—Y antes de que preguntes mamá, tengo una hermosa novia...

—Sí, mi novia, mi novia... Basura— interrumpió en un murmuró Blake celoso, Molly le dio un codazo, Teddy le dio una mirada asesina, Vic le dijo que se callara, pero era tarde.

La mirada de Theo se oscureció, y la novia del pelinegro, se enfureció.

Nashira miró con lástima al chico, Pansy con confusión y Daphne con molestia. Ginny y Blaise lo miraron con tristeza. Era claro por qué el chico había dicho eso.

Le gustaba la novia de Theo.

Mientras tanto, una pelirroja miraba al hijo mayor de los Zabini con tristeza, ¿Acaso era fea? ¿Por qué siempre prefería a esa chica que lo hacía sufrir?

—Blake, ya basta— lo reprendió su hermana.

El chico solo se levantó de su asiento y salió del comedor sin mirar a nadie o volver a soltar alguna palabra.

Una chica intentó salir tras él, pero Narcissa la detuvo. En su lugar fueron Ginny, Blaise, Luna y Draco.

Theo miró el camino por el que se había ido Blake y se sintió la persona más horrible del planeta. Antes aquel chico era su amigo, pero lo había arruinado.

En un pasillo lejano al gran comedor, un chico estaba recargado en la pared mientras lágrimas escurrían por sus mejillas. Muchos se sorprenderían de ver al siempre feliz Blake tan triste. Aparte de su madre y madrina, nadie nunca lo había visto llorar, ni siquiera su padre.

Ginny llegó a ese pasillo y su corazón se rompió al ver el estado de su hijo. ¡Y que decir de Blaise! El moreno quería regresar y golpear al chico, pero se dio cuenta que no era justo.

Luna y Draco se acercaron junto a los padres. Querían apoyar a su ahijado.

—Mi amor...— llamó su madre afligida.

El giro la cara para que no lo viera llorar. El corazón de los dos Slytherin se estrujo.

—Cariño... No tienes que fingir ser fuerte— hablo dulcemente la pelirroja.

—¿Por qué, mamá? Yo la conocí antes, yo siempre la protegía, siempre estaba con ella, intente hacerla feliz... ¡Pero ese maldito infeliz! —grito.

Blaise se enojaba cada vez más con Theo, pero él no tenía la culpa de los actos de su hijo. A demás, ni siquiera conocía la historia completa.

Nadie sabía que decir ante las palabras del chico.

—¿Por qué no me quieren? No soy tan estúpido como piensan, solo me gusta divertirme, ¿Que tiene eso de malo? —murmuró triste, dejando salir sus inseguridades.

—Tal vez deberías dejar de verla como la única chica y ver a las demás... Eres un chico grandioso, cualquiera te escogería a ti sobre un abogado estirado, aparte, los narggles te prefieren a ti— trato de consolarlo Luna, y con lo último, le sacó una pequeña sonrisa.

—Tan sólo ve a Fred y George, aunque me exasperen ¡Todos los aman! Tienes el talento de tus tíos, no sólo existe esa chica, tal vez te guste, pero no es la única en el mundo... — acotó Draco.

Ambos padres le agradecieron en silencio a sus amigos.

—Si... pero ella tiene que saber la verdad— expuso firme Blake.

Se levantó y salió corriendo hacia el Gran comedor, los que anteriormente lo acompañaban trataron de alcanzarlo antes de que cometiera una locura. Pero no lo lograron.

Mientras, con los demás alumnos, todos esperaban que el grupo regresará con un feliz Blake.

Pero no obtuvieron eso, en su lugar, cuando miraron hacia la puerta al escuchar el ruido de unos zapatos chocar contra el piso, apareció un castaño hecho una furia.

—¡Dile la verdad maldito traidor! ¡Dile o le diré yo! No lo hice por respeto a nuestra amistad, pero ya me harte— le grito al primogénito de los Nott.

—¡Mira Blake...!— Theo puso una mano en el hombre de su furiosa novia.

—Solo dame tiempo Blake, no lo entiendes... — miro con dolor al chico.

—¿No lo entiendo? Entiendo perfectamente que eres un cobarde, un traidor y un completo imbécil— reclamo enojado.

—¡Mira quién habla! —gruño una castaña.

—¡Tu cállate, estúpida! —respondió en un grito una encapuchada.

—¡No te metas, Zabini! —grito James.

—¡Tú tampoco imbécil! - le grito de vuelta otra encapuchada.

Eso se convirtió en una batalla entre amigos y familia.

—¡Ya basta! ¡Dejen de actuar como unos niños! —grito Victoire tratando de calmar a todos. Pero solo aumentó los gritos.

No fue hasta que el hombre al que todos le guardaban respeto, se levantó de su asiento y pidió que guardarán silencio.

—Creo... Que será mejor cancelar las prestaciones por hoy— murmuró Dumbledore.

Los demás chicos lo agradecieron. Pero los Merodeadores no, ya estaban teniendo muy buen material para su reality show.

—Sala de Menesteres, ¡Ahora! y me importan tres hipogrifos si quieren o no, deben arreglar sus problemas— gruño Narcissa.

Como cachorros regañados, Theo, James y Blake salieron con la vista en el suelo. Mientras que las chicas, lo hicieron en silencio, pero con la vista al frente.

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Extracto de una historia...

Albus Potter esta saliendo con Alice Longbottom.

Pero Albus Potter esta enamorado de su mejor amigo, Scorpius.

Pero Scorpius Malfoy tiene novia.

Y esa novia es Lily Potter, la hermana menor de Albus.

¿Que dicen? ¿Les agrada? ¿Scorbus a la vista?