3-GULF.
He hecho un amigo, todavía estoy en shock. Se pasó toda la tarde preguntándome sobre mi vida, interesado en mí y en cómo veo las cosas. Esto es totalmente nuevo para mí, y aunque me ha torpedeado con miles de preguntas yo no he hecho ninguna. Me da miedo preguntar y que al final me diga que me meta en mis asuntos. Me da la sensación de que Mew es un chico complejo que no le gusta hablar de sí mismo. De momento hemos quedado en vernos para ir juntos al instituto, aprovecharé el trayecto y tantearé el terreno a ver cómo reacciona.
Me levanto algo nervioso por la mañana, como siempre hago me aseo y empiezo a preparar la comida para mi almuerzo. No sé si Mew querrá comer conmigo hoy, pero por si acaso ocurre el milagro quiero que pruebe algo rico de verdad. Me decanto por carne de cerno agridulce con arroz salvaje. Es un plato chino que me sale realmente bien, así que me pongo con ello. Son las casi las siete cuando termino de guardar la comida en la nevera, cojo mi mochila y bajo corriendo los cuatro pisos que me separan del portal. Cuando llego a la puerta veo que mi amigo ya ha llegado y me espera junto a la entrada.
-Buenos días Mew- le saludo abriendo la puerta del portal.
-Buenos días Kana- me responde con una sonrisa. Nadie me llama Kana, es algo entre nosotros y eso me gusta mucho, quizá más de la cuenta, tengo que tener cuidado por si esta amistad al final sale mal.
- ¿Llevas mucho esperando?, es que se me ha hecho un poco tarde preparando la comida- le explico.
-Cinco minutos nada más, aunque te confieso que he pensado que te habías arrepentido y no ibas a venir- me dice sinceramente.
- ¿Por qué haría eso? Yo siempre cumplo mis promesas Mew, siempre- le recalco para que empiece a conocerme.
-Perdona no quería ofenderte- me dice.
-No me has ofendido, todavía no me conoces bien y solo te estoy dando información- le respondo empezando a caminar hacia la parada del autobús.
-Entonces has tardado por preparar la comida, ¿y qué tenemos hoy? - me pregunta con los ojitos brillantes.
-Cerdo agridulce y arroz salvaje- le digo y él se relame los labios, es tan tierno.
-Haremos una cosa, yo compraré el postre y tú me invitas a comer, ya que no me dejas pagar por tus servicios culinarios- me propone.
-Me parece un buen plan- le contesto.
-Tenemos tiempo para ir caminando, si te parece bien- me dice cuando ve que me detengo en la parada del autobús.
-Claro, por mí está bien- le contesto, más contento de lo que parece, eso me dará tiempo para ir conociéndolo un poco más.
-Hoy tengo mi examen de matemáticas, y por primera vez creo que puedo aprobar sin problemas, y es gracias a ti – me dice.
-No eres tan malo como piensas, solo hacía falta que alguien te diera algo de enfoque – le digo sinceramente.
-Ayer le hablé a mi madre de ti, me hizo como mil preguntas, en eso es peor que yo, lo quería saber todo – me dice con una sonrisa, puedo notar el amor que siente por ella y eso lo hace más especial a mis ojos.
- ¿A qué se dedica tu madre? – pregunto tanteando su rostro en busca de algo que me diga que me estoy pasando.
-Es contable, trabaja con un constructor local – me dice y parece que no le ha molestado mi pregunta, así que me envalentono un poco.
- ¿Y tu padre?
-Mi padre nos abandonó cuando yo tenía cinco años y desde entonces no lo he vuelto a ver – me dice con un tono frío que me advierte que ese tema está zanjado, por lo menos por ahora.
-Ya veo, él se lo pierde – le digo sinceramente.
-Sí, eso pienso yo también – me responde, pero su mirada me dice que no es tan sencillo.
-Sabes, el fin de semana estrenan la última película de Los Vengadores, ¿te apetece que vayamos? – le invito cambiando de tema.
Pasan dos minutos y no me contesta, no me atrevo a mirarlo, he deducido que seremos amigos fuera del instituto y a lo mejor no es eso lo que él quiere de esta relación.
-Vale, ya tengo las entradas, vamos al pase de las siete y así podemos comer algo por ahí, ¿qué tal? – me dice con una sonrisa.
-No le veo ninguna falla a tu malvado plan – le contesto.
Se ríe con ganas con mi ocurrencia y mi corazón se salta un latido. Yo pensando que no quería pasar tiempo conmigo y él solo estaba comprando las entradas con su móvil. Soy un negado total en esto de tener amigos, pero podría acostumbrarme a la compañía y la alegría de Mew.
Llegamos al edificio principal y nos separamos para ir a nuestras clases que son diferentes las tres primeras horas. Realmente Mew y yo solo compartimos la clase de matemáticas y la de física, así que quedamos en vernos en la cafetería a la hora del almuerzo.
Mis primeras tres clases me parecen por primera vez demasiado largas y tediosas, solo estoy deseando que se haga la hora del almuerzo para ver a Mew, pero tengo que ponerles un límite a mis sentimientos, no quiero salir herido de esta relación cuando termine.
Caminando por los pasillos rumbo a la cafetería me permito por un momento pensar en que puede que no acabe, que realmente le gusto a Mew como para que quiera mantener nuestra amistad más allá de estos meses que quedan para terminar el semestre. Y entonces una luz se abre en mi cerebro, tengo seis meses para hacerme imprescindible para él, si logro hacer que realmente me quiera podré mantener su amistad a través de los años. No sé cómo voy a hacerlo, por si no le dicho ya soy un negado en las relaciones sociales, pero con Mew puedo ser lo más cercano a ser yo mismo, que lo que he sido con nadie nunca.
Mil pensamientos cruzan mi mente y no me doy cuenta de mis pasos, por lo que tropiezo con alguien regando sus libros y los míos por todo el pasillo inferior. Me maldigo por ser tan torpe y me levanto con la intención de pedirle perdón a la persona con la que he tropezado cuando de un empujón estoy con mi espalda pegada a la pared y un muro de músculos sobre mi pecho.
-Kanawut, de verdad que quiero ignorarte, pero me lo pones muy difícil – me dice Hardy con una voz fría que me produce escalofríos.
-Siento haber tropezado contigo, ahora déjame en paz Hardy, ¿no te aburres de estar siempre detrás de mí? – le digo intentando escapar de su cuerpo.
-No estoy detrás de ti, eres tú quién se empeña en meterse en mi camino – me dice y acto seguido me pega un puñetazo haciéndome sangrar. Me ha partido el labio y duele como la mierda.
Todo el mundo mira como me ataca, pero unos simplemente se desvían hacia otro lado y otros se quedan mirando el espectáculo. Me pregunto que pueden estar pensando, a unos les pareceré un idiota que se merece lo que le pasa y para otros soy un perdedor del cual tener pena.
Por mí unos y otros se pueden ir a la mierda. Recojo mis cosas y con un pañuelo de papel tapono la herida para que deje de sangrar. Pienso en no ir a la cafetería, pero le dije a Mew que lo haría, y yo siempre cumplo con lo que prometo. Mis piernas se resisten a caminar, tiemblo un poco pero no les daré la satisfacción de verme llorar, así que me obligo a poner un pie delante de otro hasta llegar a la cafetería. Mew está sentado en la mesa más alejada de la puerta con nuestro almuerzo preparado, está mirando algo en el móvil cuando llego hasta su altura.
-Sabes la última peli de Los Vengadores tiene unas críticas muy buenas – me dice dejando el móvil y mirándome a la cara. Su expresión pasa de feliz y tranquila a fría y aterradora en un segundo.
- ¿Qué coño ha pasado? – me dice quitando mi mano del labio viendo lo hinchado que está.
-No es nada, déjalo estar. Ya te he dicho que lo manejaré a mi manera – le contesto y me siento a comer.
-Kana – empieza a decir.
-Mew, comamos por favor, tengo hambre y después tenemos el examen de matemáticas – le pido.
-Está bien, he pedido sándwich de pollo y ensalada, espero que te guste – me dice dejando el tema de lado, cosa que agradezco enormemente. Lo último que quiero es que lo expulsen por pelearse por mi causa.
-Es perfecto, gracias – le contesto y abro tema estudios para despejar el ambiente.
Mew bufa como si habláramos de tortura en vez de matemáticas. Le repaso los conceptos básicos y creo que los tiene claros, así que no veo problema para que saque este examen.
Dos minutos hablando con Mew y el mundo desparece para mí, nada más importa y tengo seis meses para hacer de esta relación una de verdadera amistad.
Intentaré que yo y mi torpeza manifiesta nos encontremos lo más lejos posible de Hardy y su pandilla, para así evitar que Mew acabe teniendo un enfrentamiento por mi causa. No quiero que se harte de tener que defenderme, así que haré lo que tenía planeado, esquivar los golpes y volar hasta la universidad en otoño.
El almuerzo acaba demasiado pronto, recogemos la mesa y paseamos hasta el aula de matemáticas que está al otro lado del edificio principal. Mew parece pensativo y supongo que va repasando el tema del que nos examinaremos en breve.
-Lo harás bien, no te preocupes, tienes tiempo suficiente. Empieza por las que tienes más claras y deja las más complicadas para el final y por dios Mew no repases lo que ya tienes claro que está bien, solo te hará dudar más- le aconsejo.
-Está bien, si terminas antes que yo espérame para ir juntos a casa, pasaremos por el postre de camino, tengo ganas de probar tu delicioso cerdo crujiente – me contesta más animado.
-Vale, su su na Mew – le digo apretando su mano antes de sentarme en mi sitio.
-Su su Kana – me responde.
El examen no es nada inesperado, al fin y al cabo, nuestro profesor es bastante conservador y nunca se sale de lo establecido. Mew saldrá victorioso de esta clase y después lo celebraremos comiendo palomitas mientras vemos una película. Esta sensación cálida en el pecho que me atrapa cuando pienso en mi amigo es algo a lo que definitivamente no estoy acostumbrado, pero a lo que no pienso renunciar.
Después de una hora y media puedo decir que mi prueba está más que superada, me levanto despacio para no molestar a mis compañeros y entrego las hojas terminadas al profesor que me mira con orgullo, soy uno de sus mejores alumnos y eso es difícil de decir para un profesor de matemáticas. La asignatura que todos odian, a mí me produce tranquilidad, todo es metódico y racional, nada queda al azar.
Salgo por la puerta y enciendo mi teléfono móvil, mi madre me ha mandado un mensaje con los turnos que le tocan este mes. Por lo que veo estará un poco más en casa y quizá pueda presentarle a Mew. Sigo revisando mis mensajes y Sammy me ha mandado el último meme de tiktok. Sammy es mi prima y mi única amiga de verdad, ella es un alma libre, hace lo que quiere y nadie puede domar su temperamento salvaje, es auténtica y por eso la amo como a nadie.
Le mando una carita sonriente y le digo que nos veremos el domingo en casa de la abuela. Esa reunión "obligatoria" es la única que mi prima tolera, en general es porque Sammy adora a nuestra abuela, es su nieta favorita y ni siquiera se corta en demostrarlo. No estoy celoso por eso, mi nana es muy cariñosa conmigo, pero puedo entender perfectamente porque adoran a mi prima allá donde va, yo también lo hago.
Media hora después Mew sale con una sonrisa de oreja a oreja, parece que le ha ido bastante bien. Entonces hace algo que no me espero, me coge en brazos y me da una vuelta completa riéndose sin parar. Los demás alumnos se quedan estupefactos con el espectáculo, incluyéndome a mí.
Cuando Mew me suelta, les lanza una mirada que grita "piérdanse" y parece que ha quedado bastante claro porque todos siguen con lo suyo.
-Déjame hacer una suposición, te ha ido bien – le digo bromeando por su reacción.
-Más que bien, es la primera vez en mi vida que salgo contento de un examen de matemáticas y todo es gracias a ti. Vamos a por ese postre, hoy te dejaré elegir lo que quieras – me dice.
Y así nos alejamos riendo y charlando, nunca he sido más yo mismo que en este momento y atesoro esta sensación de felicidad en el fondo de mi memoria, nunca se sabe cuándo se puede acabar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top