18-MEW.
Me dejo caer en el sofá al lado de Gulf, aunque aún no me lo creo he logrado sobrevivir al primer trimestre de nuestro último año en el instituto. Incluso he pasado los exámenes de matemáticas con una nota nada despreciable, y lo más importante de todo, he encontrado al amor de mi vida.
Ahora estamos en mi salón con miles de panfletos de distintas universidades, hemos decidido estudiar juntos, así que tenemos que encontrar alguna que sea buena para estudiar derecho y administración de empresas. Supongo que al ser de la misma rama podremos hallar una que nos satisfaga a los dos. Pero no he calculado bien el perfeccionismo de mi novio, ha descartado una universidad estupenda porque su programa de prácticas no era "aceptable".
Después de dos horas por fin hemos encontrado la que nos hace feliz a los dos, Chulalongkorn. Está a una parada de metro de casa, tiene un buen rendimiento académico y cuenta con un programa de becas para prácticas en los bufetes más prestigiosos del país.
Ahora queda saber si podemos pagarlo, hacemos cuentas y con lo que tengo ahorrado puedo costearme el primer año tranquilamente, después buscaré un trabajo a medio tiempo y optaré a alguna beca para poder terminar la carrera. Que vivamos cerca tiene sus ventajas, nos ahorramos bastante en alojamiento.
-Entonces creo que lo tenemos ¿no?, ahora solo queda estudiar mucho para que nos acepten – me dice emocionado.
-Bien, pero ahora tenemos una semana entera para relajarnos y cargar pilas porque este último trimestre será duro – le contesto.
-Claro, ¿qué te apetece que hagamos? – me pregunta con entusiasmo.
-No lo sé, de momento esta tarde voy a ir a entrenar un rato al gimnasio de Thorn y después podríamos ir a tomar algo al pub – le ofrezco.
- ¿Puedo acompañarte al gimnasio? – me pregunta.
-Claro sería genial, puedo enseñarte a pegar, así le podrás partir la cara a Lhong – le digo contento con poder pasar más tiempo con él.
-Sabes que odio la violencia – me dice con un mohín.
-Nunca está de más saber defenderse, sé que tú has parado a Lhong con tus palabras, pero no siempre te bastará una amenaza verbal – le explico.
-Ya, pero creo que prefiero los besos a los puñetazos – me contesta.
- ¿SÍ? Entonces debería besarte todo el día, no es por mí, no me entiendas mal, es solo por hacerte feliz – le digo acorralándolo contra el brazo del sofá.
-No es que no me parezca buena idea, pero aún debemos hacer la prescripción y después prometimos hacer algo de almorzar para cuando llegara tu madre – me dice empujándome de nuevo hasta mi sitio.
-Aguafiestas – le suelto.
Gulf se ríe con ganas y empieza a introducir los datos de su prescripción. Cuando termina me pasa el portátil para que empiece con la mía. Odio toda la parte burocrática de esto proceso, así que le pido que sea él el que la haga por mí, mientras voy preparando las verduras para el ramen que quiere hacer después.
-Está bien, pero no soy tu secretario, así que no te acostumbres. Déjame tu carnet de estudiante – me dice.
Después de entregarle lo que me pide me muevo hasta la cocina.
- ¿Mew? – me llama.
Me asomo desde la cocina para ver que quiere.
- ¿SÍ?
- ¿Tienes un año más que yo? – me pregunta.
-Sí.
- ¿Y cómo es que no lo sabía? ¿Perdiste un año de clase? – sigue con su interrogatorio.
Vuelvo hasta el salón y me siento junto a Gulf, no puedo decirle que perdí un año de clase huyendo de mi padre el psicópata controlador. Así que no sé muy bien por dónde empezar a explicarle lo que no puede saber.
- ¿Es algo que no tengo por qué saber? – me pregunta cuando mi silencio se hace pesado.
-Algo así. Perdí un año porque no estaba en condiciones de ir a clase, por eso soy un año mayor y no lo sabías porque nunca ha salido el tema. Lo siento Kana, no es que te lo ocultara conscientemente – le explico lo que puedo.
- ¿Entonces debería empezar a llamarte P'Mew? – me sonríe con malicia.
-Por supuesto que no – le digo.
-Pero me gusta P'Mew, es sexy como si saliera con alguien mayor e interesante.
-Kana solo soy un año mayor, me haces parecer un viejo verde.
-Que soso eres, pero me guardo el derecho de llamarte así cuando estemos en la cama P'Mew – me dice el muy travieso.
-Ahí me puedes llamar como te plazca N'Gulf – le sigo el juego.
-Vale, pero ahora sigue con lo tuyo que tu madre está a punto de llegar – me dice dándome un empujón.
-Juegas con fuego Kana y un día de estos te vas a quemar, pequeño – le respondo con mi voz más perturbadora.
-No me hables con esa voz, no me gusta.
Me río con ganas y vuelvo a la cocina, sintiéndome el hombre más afortunado del planeta. Tengo en mi vida una persona que me elige a pesar de no saber nada de mi pasado, que solo quiere tenerme en su futuro y eso es algo tan especial que el miedo a perderlo todo me deja un momento sin aliento.
Intento dejar ese pensamiento pesimista de lado y concentrarme en esta semana en la que puedo tener a Gulf todos los días para mí.
Gulf acaba mi prescripción y empieza con la sopa ramen que cocina para el almuerzo con mi madre. Pasamos un rato maravilloso, mi madre intentando dejarme en ridículo y mi novio amando todo lo que ella le cuenta sobre mí.
Ya son casi las cuatro cuando salimos rumbo al gimnasio de Thorn, Gulf me dice que utilizará la cinta de correr mientras yo tengo mi sesión de entrenamiento. Realmente Gulf tiene un buen fondo, es atlético y está bastante en forma, pero el tema pesas lo deja para mí.
Después de una extenuante sesión con Thorn me llevo a Gulf al fondo de local, donde hay colgado un saco de boxeo. Quiero enseñarle algunos movimientos de defensa personal, así como a pegar un buen puñetazo en caso de necesidad. Sé que está en contra de cualquier clase de violencia, pero a veces este mundo no te deja otra opción que pegar primero y pegar más fuerte.
Le coloco las vendas en las manos antes de colocarle los guantes, indicándole cómo hacerlo para evitar heridas en los dedos. Después de eso coloco su cuerpo frente al saco dándole instrucciones de cómo pegar de manera efectiva.
Gulf golpea un par de veces y no lo hace mal del todo, pero se empeña en poner toda su fuerza en el brazo que golpea.
-Kana para alguien con tu musculatura si quieres dejar K.O. a una persona más fuerte tienes que pegar con todo el cuerpo. Canalizar toda tu energía a través de tu brazo. Ahora mueve la cadera hacia delante y pega apoyándote en ella – le indico cómo hacerlo.
Gulf golpea fuertemente y el saco se balancea hacia delante. Ha sido un golpe estupendo, aprende muy rápido y eso me llena de orgullo.
-Muy bien precioso, ahora solo tienes que ganar confianza y pegar con decisión sin titubear – le aconsejo.
El siguiente golpe es más preciso y el siguiente casi perfecto, en poco tiempo podrá darme una paliza.
-Lo has hecho genial cariño, la próxima vez te enseñaré a esquivar los golpes, podríamos usar el ring si te apetece – le propongo.
-Ha sido muy divertido, me gusta más pegar de lo que pensaba – me dice con una sonrisa.
-Bueno el saco no puede devolverte los golpes, así que solo has aprendido parte de lo que quería que aprendieras – le digo haciéndole una llave que hace que caiga al suelo de espaldas conmigo sobre él.
-Eso no vale, creo que puedo denunciarte por abuso de autoridad profesor – me dice besando mis labios con pasión.
-Y eso puede decirse que es acoso sexual, alumno – le replico.
-Entonces será mejor que ninguno de los dos diga nada, ¿no te parece? – me contesta volviéndome a besar.
-Joder pequeño, tú dándole una paliza a ese saco me ha puesto muy caliente, ¿qué tal una ducha? – le propongo.
-¿Aquí? – me dice sonrojándose por completo.
-Thorn ya ha cerrado, él normalmente está en su despacho hasta que yo salgo, así que estaríamos solos en las duchas – le explico.
-No sé, puede aparecer alguien – me dice no muy convencido.
-Nadie aparecerá, confía en mí – le digo levantado su cuerpo del suelo para guiarlo hasta las duchas.
Una vez dentro del vestuario me desvisto por completo y abro el agua caliente de unos de los cubículos con puerta que hay en el baño.
-Ven aquí cariño – le pido.
Gulf se desviste y se mete conmigo cerrando la puerta detrás de él.
-Te quiero Kana, y no puedo esperar a empezar la universidad contigo y disfrutar de todo lo que nos depara el futuro juntos – le digo abrazándolo por la espalda.
-Yo también te quiero, la verdad a veces creo que esto es un sueño, no me atrevo a respirar por si me despierto – me dice acercándose más a mi cuerpo.
Disfruto del agua templada cayendo sobre nuestros cuerpos y el roce de la piel suave de Gulf contra la mía. Su perfecto culo pegado a mi creciente erección es lo más excitante que he sentido jamás. Nunca me cansaré de hacerlo mío, de querer estar dentro de su cuerpo poseyendo todo de él.
Pero hoy quiero probar otra cosa, quiero saber cómo es ser poseído por un chico como él, tan generoso y falto de egoísmo que estoy seguro que, aunque lo haya deseado, no me lo ha pedido por creer que quizá me negaría.
He tenido relaciones con chicos que tenían un rol definido y se ceñían a él, porque novios dominantes les hacían creer que eran menos hombres por ser la parte pasiva de la relación. No quiero eso con Gulf, quiero sentir cada cosa que podamos hacer juntos, quiero hacerle tan feliz como él me hace a mí.
-Kana, ¿quieres probar algo nuevo? – le susurro al oído.
-¿Nuevo? – me pregunta con cara de susto.
-Quiero que seas tú quien me folle a mí – le explico claramente.
-¿Estás seguro? Yo no lo he hecho antes, ¿tú lo has hecho con alguien? – me mira con muchos interrogantes en esos preciosos ojos marrones.
-La verdad es que nunca me he sentido cómodo con nadie como para hacerlo, pero contigo quiero probarlo todo, si a ti te apetece – le respondo lo mejor que puedo.
-Sí, quiero hacerlo, quiero ser el primero para ti – me dice emocionado.
-Solo deja que fluya, ya sabes como va, ahora solo debes enseñarme a mí – le digo con una sonrisa.
Gulf se da la vuelta y enreda sus manos en mi pelo, después lentamente me besa. Su lengua se abre paso por mi boca tranquilamente, sin prisa, es un beso tan sensual que me tiene jadeando su nombre y mi polla dura como una roca.
Después de ese gran beso se da un festín con mi cuerpo, su lengua rueda por mis pezones mordiéndolos a su paso hasta mi entrepierna.
Cuando se pone de rodillas y se mete mi erección en la boca casi me caigo de culo, nunca había visto a Gulf tomar la iniciativa de esta manera, está claro que se ha metido en su rol de esta tarde de lleno.
-¡Joder pequeño, sí! – le susurro agarrando mechones de su pelo para marcar el ritmo que me gusta y él, maldito sea, se deja hacer como el hombre perfecto que es.
Poco después sus manos recorren mis muslos con dulzura, impregna sus dedos con gel de ducha y sin soltar mi polla de su boca los rueda por mi culo buscando mi entrada. Cuando la encuentra juega con ella un momento y después empuja un dedo lentamente hasta el primer nudillo. La sensación es extrañamente placentera, y su boca sobre mi glande me distrae del dolor.
Gulf me mira desde abajo para ver si estoy bien, cuando se cerciora que estoy en esto al cien por cien empuja otro dedo dentro arqueándolos un poco y entonces veo estrellas delante de mis ojos.
-¡Dios mío! Otra vez – le suplico, esta sensación de estar lleno y de flotar a la vez es magnífica.
Él no me dice nada solo vuelve a tocar ese punto que me tiene al borde del orgasmo, pero sin dejarme explotar saca mi polla de su boca y sus dedos de mi culo y se acerca hasta mi boca.
Suelto un gemido de disgusto a causa del vacío que siento, y él se ríe contra mis labios.
-Ahora empieza lo bueno guapo, solo confía en mí – me dice con esa carita inocente que me quema por dentro.
Me da la vuelta, coloca mis manos sobre los azulejos y separa mis piernas para posicionarse detrás de mí.
-Te voy a follar P'Mew y te va a encantar – me dice al oído.
Poco después siento su polla arrastrarse entre mis nalgas presionando suavemente.
-¿Preparado? – me pregunta.
-Por favor, hazlo – le doy luz verde y él simplemente se desliza tiernamente dentro de mi cuerpo.
Al principio duele como el infierno, todos mis músculos se tensan ante la intrusión, pero como yo hice con él la primera vez, Gulf coge mi erección y la acaricia de arriba abajo distrayéndome del dolor. Cuando por fin está dentro del todo un suspiro sale de sus labios enrojecidos.
-¿Estás bien? – me pregunta temblando de pies a cabeza.
-Estoy bien, muévete despacio – le respondo.
Y él lo hace, lentamente, cariñosamente, su cuerpo se funde con el mío y es maravilloso. Como suponía Gulf es un amante atento y generoso, un brazo rodea mi cintura y el otro sujeta mi polla que arde con su toque. Dentro y fuera bombea en un suave vaivén que me enloquece, entonces adelanta un pie y el ángulo de penetración cambia un centímetro y eso hace que su polla toque en el lugar correcto que me lleva al cielo.
-¡Madre del señor!, ahí es. Por favor no pares – le pido entre gemidos.
Él obedece mi mandato y me taladra sin compasión, una y otra vez su carne chocando con la mía hace un sonido tan sucio que me tiene al borde del orgasmo. Sé que él está igual que yo cuando sus movimientos se vuelven erráticos, pierde el ritmo y su aliento se agita junto a mi oreja.
-Gulf cariño, ya estoy no aguanto, un poco más rápido – le pido.
Dos estocadas después me corro como nunca antes y él lo hace dentro de mí mientras sus dientes se clavan en mi espalda. Mañana tendré una marca en mi cuerpo que me diga que Gulf Kanawut es el dueño de mi cuerpo y de mi alma, el que hace que vuelva a tener un propósito, una vida que vivir a su lado.
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