Capitulo 15 -KyungSoo

Esto es algo muy cálido, me siento de alguna y extraña forma muy cercano a Sehun.

No sé cuál es el motivo de haberme traído hasta este lugar, porqué presentarme a ese niño adorable, no lo sé, pero estoy seguro que Sehun se está abriendo poco a poco a mí.

-¡Eres muy bonito! –chilla con voz dulzona el pequeño.

Rio. Lo estrecho más entre mis brazos. Puedo sentir lo acolchonado que esta por tanto suéter que lleva encima.

-Ya, ya, ya, quita –escucho hablar a Sehun. Después siento como el poco peso del niño es quitado de encima de mí.

-¡Deja que lo estreche un poco más, tío! –pide en un chillido enfurruñado del infante y yo no puedo evitar reír.

-Es mío, no puede tocarlo, solo verlo –espeta Sehun muy seguro de ello.

No puedo creer la faceta tan infantil que estoy escuchando.

-¡Yo siempre te comparto de mis dulces, tu deberías compartirme a tu muñeco! –el infante no se queda atrás y le da guerra.

Mientras ellos discuten, yo tiento con mis manos el suelo, para poder levantarme. Estoy a punto de hacerlo, pero unas manos en mi cintura me detienen.

-Ven acá bonito –es Sehun.

Una vez que me pone en pie, entrelaza nuestras manos llevándome con cuidado por los pasillos del lugar. Y por supuesto, que en la otra, lleva sujeto al pequeñín. O eso espero...

-Tío Sehun, ¿Trajiste a tu monstruo? –inquiere el pequeñín.

¿Monstruo? ¿Cuál monstruo? Me pregunto confundido provocando que ladee un poco mi cabeza.

-Sep, está ahí afuera –responde con orgullo mi hombre de ojos grises.

-¡Woooo! ¡Quiero verla! ¿Puedo, puedo, puedoooooo? –pide energéticamente el menor.

¿Acaso trajimos un monstruo con nosotros? ¿En serio? ¿Por qué no me di cuenta de ello?

Seguimos caminando. Estamos por salir de la institución, pues cada vez más, siento el aire fresco impregnarse en mi anatomía.

-¿Tienes frio? –me pregunta Sehun.

Aprieta con calidez mi mano entre la suya. Eso se ha sentido muy lindo.

-No, estoy bien –apaciguo.

*

Caminamos por unos minutos, tropecé un buen número de veces, me siento tan avergonzado por ello pero Sehun siempre me salvaba de que me fuera de bruces contra el asfalto.

Nos hemos detenido. Hay mucho ruido; gritos de infantes, el rechinar de columpios, el trotar de los niños, estamos en un parque.

-Vamos ahí –indica Sehun.

Yo no puedo decir nada. El me guía.

-Tío Sehun, ya no quiero un helado hace frio, mejor cómprame un churrito –pide.

-Como quieras santígüela.

Sonrió al escuchar cómo le ha llamado.

-Sehun, no le llames así –le riño.

-¿Qué? ¿Por qué? Eso es ese niño –recrimina.

-Ya, ya, ya no empieces –le callo.

-Vamos a sentarnos –me dice.

Me rodea con un brazo de la cintura. Me siento extraño, no se los niego, pero de alguna forma, esto es muy cálido también.

Una vez ya sentados sobre una fría banca, Sehun le da dinero al pequeño y escucho como este corre energético hasta el supuesto puesto de churros con cajeta.

Sehun y yo entramos en un cómodo silencio. Me gusta escuchar, apreciar el ruido hiperactivo. Me hace sentir muy vivo. Es por ello que una sonrisa enorme está adorando mi rostro.

Sehun tiene un brazo por detrás de mis hombros, juntándome a él. Al principio me he sentido tímido y avergonzado, pero ya me he acostumbrado a su abrazo protector y un poco posesivo.

-No me gusta estar entre tanta gente –comienza a hablar.

-¿Por qué? Es lindo, puedes escuchar todos los ruidos mezclados de ellas, haciendo un momento muy alegre –digo mientras me baso en mi punto de vista.

-Tú no eres yo, muñeca. Tú eres una de esas cosas que ya no hay. A ti todo te agrada, o bueno, lo que yo odio tú lo amas. ¿A que somos muy diferentes? –pregunta y mi sonrisa se borra.

-Un día prometo que podre descifrar cada una de las palabras que dices. Formas frases, aunque sé que deberían sonar fáciles de comprender, no lo son. Hay un gran significado para ellas –le digo y el ríe.

-Mi muñeca es muy astuta e inteligente. Eso me gusta mucho –dice con voz juguetona.

En serio, me encanta esta faceta juguetona de Sehun. Aunque ya me estaba acostumbrando a la abrumadora y gris que siempre carga consigo.

-Sehun, ¿Puedo preguntarte algo? –inquiero.

-Ya lo estás haciendo muñeca –se burla-. Pero claro, tú dirás.

-Emmh, ¿Quién es realmente el niño? ¿De qué lo conoces tú? –lo abordo con mis dudas sin respuesta.

Siento el ambiente, aunque no lo pueda percibir visualmente, cambiar drásticamente. Lo estoy sintiendo pesado y abrumador.

-Seh-me corta.

-Él, tan pequeño, ha pasado por mucho, muñeca. Desde que lo vi nacer, me identifique, me conecte de una forma inimaginable con él. Sentí que yo estaba volviendo a nacer –un nudo comienza a formarse en mi garganta. El sentimiento que Sehun me está transmitiendo es demasiado abrumador que me está arrastrando con él-. Su madre fue violada brutalmente por una pandilla de los barrios bajos -no sabes las ganas de matar gente que tuve- de eso, nació él –me explica y yo de inmediato cubro mi boca para no dejar escapar un gritillo de sorpresa-, su madre cayó en una profunda depresión. Solo era una niña cuando eso sucedió. Cuando ella se enteró de que estaba embarazada, su mundo se le vino abajo, detestaba lo que llevaba dentro. Es más, trato de abortar incontrolable número de veces, si no fuera porque yo jamás la deje sola, SeungHae no estuviera hoy aquí –me abrazo con fuerza a Sehun. No puedo imaginar todas esas atrocidades. Recargo mi cabeza en su hombro y con mucha fuerza de voluntad, me quedo para escucharlo terminar-. Ella lo cargo 8 meses en su vientre, porque si, fue prematuro por un aborto que ella misma se causó. De inmediato lo tuvo, no quiso saber nada de él pasando así que el chiquillo quedara a cargo de un orfanato.

Mi pecho se encoje. Escuchar todo esto me esta haciendo muy mal. Solo lo estoy imaginando pero él, Sehun lo ha vivido.

Pero, esperen, ¿Cómo es que ha presenciado todo eso?... ¡No puede ser!

-S-Sehun, t-tu hermana... e-ella... ¿Es su madre? –no responde enseguida.

-Si.

Crack. Siento algo roto dentro de mí. No puedo si quiera tratar de imaginarme todo el dolor que ambos vivieron en esos momentos. No puedo.

-Y-yo,... lo lamento mucho –logro articular.

Sin esperarlo, el me abraza con ambos brazos estrechándome demasiado hacia él y yo hago lo mismo, le abrazo con tanta fuerza que quiero que ambos seamos uno. Besa mi frente y yo me dejo hacer.

-Antes no me importaba ser producto de una violación, pero ahora sí, ahora si tiene porque importarme. No puedo mancharte, una lacra como yo no puede hacerte eso. Es como si jugáramos al castillo, tu eres una princesa y yo un simple criado que-le callo.

-¡NO! ¡Ni si quiera lo pienses! ¡Retíralo! –exijo.

No me percato de las lágrimas que ya bajan por mi rostro hasta que Sehun las borra con sus pulgares.

-No lo digas, por favor... -pido en un musito-. Tú no eres nada de lo que has dicho. Si has nacido por ese hecho, no me importa, es más. Tu eres fuerte, un sobreviviente a ello. Se y me han contado que tú has hecho mucho por las personas que te rodean, y lo que estás haciendo por Seung, sé que todo es tan cierto como lo mucho que te has metido en mi corazón –confieso en un ataque de dejar salir todo. Debería arrepentirme, pero no lo hago. No lo reitero-. Es estúpido decir que en solo unas semanas, has llegado al fondo de mi órgano motor, de mi alma, de mí. Te quiero Sehun y quiero arreglarte, quiero enseñarte a vivir de otra forma más colorida. Sé que es absurdo que un no vidente lo diga, pero solo déjame intentarlo, por favor –digo.

Él no responde. Está molesto o eso creo hasta que sus labios se apoderan de los míos y nuevamente me está tomando en un beso apasionado, queriendo transmitirme todo lo que siente a través de él.

-Muñeca, mierda que si eres el mejor regalo que la puta vida me pudo dar. Jamás, escúchalo bien, jamás podre dejarte ir. Si estamos juntos ahora, lo estaremos siempre –dice y no me deja responder pues vuelve a tomarme en un beso, pero esta vez, va lento y delicado.

-Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii el tío Sehun se está besando con el muñeco –escucho la vocecilla y me entra una vergüenza enorme que por ello obligo a Sehun que me deje de besar.

Escondo mi rostro en su pecho y ahí me quedo. Sehun me abraza protectoramente, sabe cómo estoy y por ello no pienso salir. Estoy que me muero de la pena.

-¿Y qué tienes enano? ¿Envidia? ¿Es eso? –le suelta altanero-. Anda, si no te vas ahora a jugar, te dejo aquí y me voy –le amenaza.

Estoy a punto de salir de mi escondite. Sehun ha sido cruel. Pero no salgo, la risa infantil del menor sale.

-Bien, bien, ya me voy.

Después de eso, se escuchan las pequeñas pisadas del menor alejándose.

-No cabe duda, son igualitos –digo y me aferro más a Sehun. Me gusta su fragancia.

*****

N/A: 

Chan, chan chan, chaaaaaaan.

¡Holuuu Donitas! 

Volví muy rápido ¿no lo creen? 

Pero ando muy inspirada en este fic, ademas el día que subí dos capítulos, me dejaron muchos comentarios y eso también me animo a traerles el capitulo de hoy. 

Muchas comentaron que el niño era hijo de Sehun, de una de sus aventuras, pero niñas, la clave estaba en como le llamo -y llamara- el pequeño SeungHae. 

¿Como les ha caído tal revelación? 

¿Se la esperaban?

No creo, con eso que Talia en el primer capitulo fue muy odiada, ni sospecharon si quiera. Talia es un joven que aparenta ser muy fuerte y sin embargo, si lo es, pero también ha sido rota de una forma horrible lo cual le ha llevado a ser la mujer dura y altanera que es ahora. 

También ahora ya saben porque dijo Sehun que si Talia se enteraba para que utilizaba el dinero de las drogas, ella lo odiaría.

Pero ya verán, la amaran mucho en los capitulo siguientes. 

*

Ahora si me despido. 

¡Déjenme todos los comentarios que quieran y quizá las sorprenda con actualizaciones locas! 

Hhahahahhaa

Bueno hermosa Donitas de rico glaseado, ¡Nos leemos muy pronto!

¡¡Gracias por leer y darle mucho amor a esta historia!!

**Disculpen mis faltas ortográficas** 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top