Pov Rossaly
En mi primer día de instituto, me desperté temprano sintiendo una mezcla de emociones. Estaba emocionada por comenzar esta nueva etapa, pero también estaba un poco nerviosa por lo desconocido que me esperaba. Me levanté de la cama y me dirigí al baño para prepararme para el día.

Tomé una ducha caliente para relajarme y despertar mis sentidos. Mientras el agua caía sobre mi piel, traté de calmar los nervios que se agitaban en mi interior. Después de vestirme y arreglarme, me miré en el espejo, tratando de transmitir confianza y determinación.

Bajé las escaleras y me encontré con mis amigos, Daniel, Dairon y Mila, quienes también estaban emocionados por el primer día de instituto. Juntos, caminamos hacia el instituto, compartiendo risas y conversaciones animadas en el camino. Su apoyo y compañía me ayudaron a sentirme más segura y lista para enfrentar el día.

Al llegar al instituto, el bullicio y la emoción llenaban el aire. La gente se movía de un lado a otro, saludándose y buscando sus aulas asignadas. Miré a mi alrededor, tratando de familiarizarme con los rostros que me rodeaban y buscando la comodidad de lo conocido en medio de lo desconocido.

Entramos en nuestra aula y nos acomodamos en nuestros asientos. El profesor llegó y comenzó a presentarse, brindándonos información sobre el curso y las expectativas. A medida que la clase avanzaba, participé activamente, compartiendo mis ideas y escuchando las perspectivas de mis compañeros. Intenté establecer conexiones con mis nuevos compañeros de clase, sonriendo y entablando conversaciones amigables.

En medio de la clase de historia, mientras el profesor explicaba los acontecimientos pasados, sentí una extraña sensación de ser observada. Levanté la mirada y mi atención se dirigió hacia el bosque que rodeaba el instituto. Entre los árboles, algo o alguien parecía estar fijando sus ojos en mí.

Mis sentidos se agudizaron y sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Traté de identificar de dónde provenía esa mirada, pero no pude distinguir ninguna figura clara entre los árboles. Aunque tenía curiosidad por descubrir quién o qué estaba allí, también sentí una leve sensación de inquietud.

Decidí apartar mi atención de la mirada y concentrarme en la clase. Pero en el fondo de mi mente, la presencia en el bosque seguía rondando mis pensamientos. ¿Quién podría estar observándome desde allí? ¿Era alguien conocido o alguien completamente ajeno a mi vida?

A medida que la clase avanzaba, intenté dejar de lado esa sensación de intriga y centrarme en las lecciones. Sin embargo, una parte de mí no podía evitar sentir una ligera preocupación por lo que esa mirada en el bosque podría significar. Decidí ser cautelosa y estar atenta a mi entorno en los próximos días.

Terminé mi primer día de instituto con una mezcla de emoción y agotamiento. Estaba ansiosa por volver al restaurante La Cabaña, donde trabajaba en las noches. Esta vez, las reuniones se centraban en los líderes de la comunidad de hombres lobo y vampiros, algo que me resultaba fascinante.

Mientras llevaba a cabo mis tareas en el restaurante, noté una sensación persistente de ser observada. Era como si unos ojos invisibles estuvieran clavados en mí, provenientes del espeso bosque que rodeaba el lugar. Intentaba identificar de dónde venía esa mirada, pero cada vez que me giraba hacia el bosque, solo veía oscuridad y la inmensidad de los árboles.

Aunque la sensación me inquietaba, me obligué a mantener la concentración en mi trabajo y en los invitados de la reunión. Era importante que todo saliera bien y que los líderes de las distintas especies se sintieran cómodos y seguros durante su estadía en el restaurante.

Con el transcurso de la noche, la inquietud aumentaba. Sentía como si esos ojos invisibles estuvieran escudriñando cada movimiento que hacía. Aproveché un breve descanso para acercarme al borde del bosque y tratar de desentrañar el misterio.

Observé detenidamente, buscando alguna pista que me ayudara a entender quién o qué estaba detrás de esa mirada. Pero una vez más, no encontré más que la oscuridad y el silencio del bosque. La intriga crecía dentro de mí, pero decidí dejarlo por el momento y centrarme en las tareas restantes de la noche.

Conforme la reunión llegaba a su fin y los invitados se retiraban, me despedí de mis compañeros de trabajo y me encaminé hacia casa. La sensación de ser observada aún persistía, pero sabía que tendría que enfrentar ese misterio en otro momento.

Después de llegar a casa, me tomé un momento para relajarme y reflexionar sobre el extraño incidente de la mirada en el bosque. Aunque no podía quitarme esa sensación inquietante de la mente, decidí que necesitaba distraerme y alejar esos pensamientos por un tiempo.

Recordé que esa noche había una pelea clandestina en la que solía participar de vez en cuando. Era un lugar oscuro y clandestino, pero me proporcionaba una liberación y una forma de canalizar mi energía.

Me cambié rápidamente y me preparé para la pelea. En el camino hacia el lugar, intenté enfocarme en el momento presente y dejar de lado las preocupaciones y los misterios que me acechaban.

Al llegar, el ambiente estaba cargado de emoción y tensión. La multitud vibraba de emoción mientras los combatientes subían al ring y se preparaban para la batalla. Me sumergí en el ambiente, dejando que la adrenalina y la emoción se apoderaran de mí.

Cada golpe, cada movimiento en el ring, me ayudaba a liberar la frustración y la incertidumbre que me habían acompañado durante todo el día. Me entregué por completo a la lucha, dejando que mis instintos y habilidades guiaran mis movimientos.

Con cada golpe y cada victoria, sentía cómo las preocupaciones se desvanecían poco a poco. La pelea clandestina se convirtió en mi escape, en un lugar donde podía liberar todas mis tensiones y enfocarme únicamente en el momento presente.

Después de la pelea clandestina, regresé a casa exhausta y con la mente aún revuelta. Sentía la necesidad de descansar y procesar todo lo que había sucedido en el día. Me quité la ropa sudada y me metí en la ducha, dejando que el agua caliente calmara mis músculos tensos.

Me puse mi pijama y me envolví en una manta suave. Me dejé caer en la cama y cerré los ojos, buscando el merecido descanso. A medida que la fatiga se apoderaba de mí, mi mente empezó a alejarse de los pensamientos turbulentos y se sumergió en un sueño reparador.

Durante toda la noche, dormí profundamente, alejada del bullicio del mundo exterior. Mis sueños eran una mezcla de imágenes borrosas y fragmentos de recuerdos del día. Aunque seguía sintiendo esa mirada misteriosa en el bosque, al menos en mis sueños podía escapar temporalmente de ella.

Al despertar, me preparé con entusiasmo para otro día de instituto. Me vestí con un conjunto cómodo pero a la vez elegante, asegurándome de lucir lo mejor posible. Me sentía lista para enfrentar las clases y cualquier desafío que se presentara.

A lo largo del día, me enfoqué en mis estudios y en interactuar con mis compañeros de clase. No sentí la mirada misteriosa del bosque como en días anteriores, lo cual me permitió concentrarme mejor en mis tareas y disfrutar de las actividades escolares.

Sin embargo, al final del día, cuando salí del instituto, me esperaba una sorpresa inesperada. Lion, mi hermano, estaba esperándome en su motocicleta. Me sorprendió verlo allí, ya que generalmente solía tomar el autobús o ir caminando a casa.

Lion me saludó con una sonrisa encantadora y me invitó a almorzar juntos. Acepté emocionada y subí a la parte trasera de la motocicleta, sintiendo la adrenalina mientras nos alejábamos del instituto, pude escuchar algunos murmullos a nuestro alrededor. Las chicas parecían estar suspirando y babeando por mi guapo hermano, lo cual no era sorprendente, considerando su atractivo y encanto.

Por otro lado, también pude notar la presencia de algunos chicos que parecían estar un tanto celosos. Entendía que algunos podrían sentir envidia al ver a su amiga salir con el hermano de alguien, y eso generaba cierta incomodidad.

Continuamos nuestro camino, dejando atrás los murmullos y las miradas curiosas.

Mientras Lion conducía, el viento revolvía mi cabello y sentía la emoción de la velocidad. Disfruté del recorrido, sintiéndome libre y emocionada por compartir este momento especial con mi hermano.

Mientras Lion y yo llegábamos al restaurante, encontramos un lugar para sentarnos y pedir algo de comer. Aprovechando el momento a solas con mi hermano, decidí compartir con él lo que había estado experimentando con la misteriosa mirada del bosque.

"Oye, Lion", comencé, buscando sus ojos para transmitirle mi inquietud, "quiero contarte algo que me ha estado intrigando. Durante los últimos días, he sentido una mirada en el bosque, como si alguien me estuviera observando. Es extraño y un poco inquietante."

Lion frunció el ceño, mostrando preocupación en su rostro. "¿Una mirada en el bosque? Eso suena bastante desconcertante, Rossaly. ¿Has visto a alguien o tienes alguna idea de quién podría ser?"

Sacudí la cabeza con una expresión de desconcierto. "No, no he visto a nadie en concreto. Solo siento la presencia, como si alguien estuviera observándome desde las sombras. Es como si esos ojos pertenecieran a algo más que un simple ser humano."

Lion asintió, comprendiendo mi preocupación. "Entiendo cómo te sientes, Rossaly. Tal vez deberíamos investigar un poco más sobre esto. No me gusta la idea de que alguien te esté acechando. Juntos, podemos descubrir quién o qué está detrás de esa mirada."

Agradecí su apoyo y asentí con determinación. "Sí, definitivamente. No puedo ignorar esta sensación. Necesito saber quién está ahí y qué quieren. Estoy segura de que juntos podemos descubrir la verdad y asegurarnos de que esté a salvo."

Después de disfrutar de una deliciosa comida, Lion y yo decidimos continuar nuestra tarde de hermanos con un plan relajante: ir a ver una película al cine. Nos dirigimos hacia el cine más cercano y nos detuvimos frente al mostrador para comprar nuestras entradas.

Mientras esperábamos en la fila, eché un vistazo a los diferentes carteles de películas que se exhibían. Había una variedad de opciones, desde emocionantes películas de acción hasta conmovedoras historias románticas. Decidimos ver una película de suspenso que parecía intrigante y prometía mantenernos al borde de nuestros asientos.

Una vez que obtuvimos nuestras entradas, nos dirigimos a la sala y encontramos un par de asientos cómodos en medio de la sala. Nos acomodamos mientras esperábamos el comienzo de la película, disfrutando de la anticipación y la emoción en el aire.
Mientras esperábamos el inicio de la película, una chica con un distintivo cabello rojizo se acercó y se sentó al lado de Lion. Noté de inmediato cómo mi hermano se puso nervioso, sus manos se volvieron inquietas y su expresión se volvió un poco torpe.

Aunque intentó mantener la compostura, pude sentir a través de nuestro enlace de manada que algo le estaba afectando profundamente. El enlace de manada era una conexión telepática especial que teníamos entre nosotros, permitiéndonos comunicarnos directamente en la mente del otro.

En ese momento, recibí un mensaje en mi mente, proveniente de Lion. Me dijo que sentía una conexión especial con la chica de cabello rojizo, como si fuera su pareja predestinada, su alma gemela. Compartió su inseguridad y confusión, buscando mi consejo y apoyo a través de nuestro enlace.

A través de nuestra conexión mental, escuché atentamente sus palabras y sentimientos. Sabía que este tipo de conexión profunda y significativa entre almas gemelas era una creencia arraigada en nuestra sociedad de hombres lobo. Aunque era algo extraordinario, también entendía que necesitaba explorarlo con cautela.

Le aseguré a Lion que estaría allí para apoyarlo en su búsqueda de la verdad. Le recordé la importancia de conocerse a sí mismo y a la otra persona antes de sacar conclusiones definitivas. A través de nuestro enlace de manada, pude transmitirle mi apoyo incondicional y la confianza de que juntos encontraríamos respuestas.

Después de nuestra conversación mental, Lion pareció encontrar algo de tranquilidad y determinación. Decidimos que explorarían esta conexión juntos, pero manteniendo siempre el respeto y la cautela necesarios. Era un terreno desconocido, pero estábamos dispuestos a enfrentarlo juntos como hermanos.

Terminé la comunicación a través de nuestro enlace de manada y regresé a mi asiento junto a Lion y la chica de cabello rojizo. Observé cómo Lion comenzaba a entablar una conversación con ella, sus rostros llenos de curiosidad y expectativa. Aunque había incertidumbre en el aire, también había un sentido de posibilidad y aventura.

Mientras la película comenzaba y la historia se desenvolvía en la pantalla, mi atención se dividía entre la trama en frente de mí y la nueva conexión que Lion estaba explorando en nuestra mente. Sabía que este encuentro podría cambiar nuestras vidas de formas inesperadas, y estaba preparada para apoyar a mi hermano en su viaje hacia la verdad y el amor.

Al terminar la película, salimos los tres: Lion y Cassandra, la chica del cabello rojizo y yo. Parecía ser cierto que Cassandra era la pareja predestinada de mi hermano, según nuestros instintos y el enlace de manada. Sin embargo, Cassandra dejó en claro que ella no creía en las parejas predestinadas y que valoraba más el amor que se construía día a día, basado en la conexión y el entendimiento mutuo.

La conversación que siguió fue profunda y significativa. Cassandra compartió sus creencias y experiencias, expresando su deseo de construir una relación basada en el amor real y no en las expectativas impuestas por la sociedad de los hombres lobo. Fue un momento de sincera comunicación y apertura, donde se plantearon las bases para un entendimiento mutuo y una relación sólida.

A medida que escuchaba a Cassandra y la forma en que veía el amor, me di cuenta de la importancia de respetar sus creencias y deseos. Era vital para Lion y para mí comprender y aceptar que cada persona tenía su propia perspectiva sobre el amor y las relaciones. No podíamos forzar a alguien a creer en nuestras tradiciones o expectativas, sino más bien aprender a crecer y adaptarnos juntos.

Lion, en su sabiduría, expresó su comprensión y respeto por las creencias de Cassandra. Estaba dispuesto a embarcarse en una relación basada en la conexión y el amor construido día a día, en lugar de depender únicamente del destino o el instinto. Ambos compartieron sus deseos de conocerse mejor y construir una relación sólida basada en la confianza, la comunicación y el crecimiento mutuo.

La noche continuó con risas y conversaciones alegres mientras caminábamos juntos hacia nuestros hogares. Aunque el camino por delante no estaba exento de desafíos, estábamos dispuestos a enfrentarlos juntos y construir una relación basada en el respeto y el amor auténtico.

Lion me pide que hablemos en privado, ya que quiere invitar a cenar a Cassandra. Sin embargo, yo necesito volver a casa, así que llegamos a un acuerdo. Decidimos que tomaré un taxi de regreso y ellos dos disfrutarán de la cena juntos.

Aunque me hubiera gustado quedarme y conocer más a Cassandra, comprendo la importancia de darles su espacio y tiempo juntos. Además, aprecio que Lion haya compartido sus deseos y haya buscado la forma de incluirme en la conversación.

Mientras espero el taxi, reflexiono sobre la nueva dinámica en la vida de Lion. Me alegra verlo tan emocionado y dispuesto a explorar el amor con Cassandra. Aunque inicialmente fue un encuentro inesperado, parecen tener una conexión especial y estoy ansiosa por ver cómo se desarrolla su relación.

El taxi finalmente llega y me despido de Lion con una sonrisa. Le deseo una agradable cena con Cassandra y le expreso mi apoyo en esta nueva etapa de su vida. Estoy emocionada por ellos y espero escuchar sus historias y experiencias cuando nos volvamos a encontrar.

Mientras me dirijo a casa en el taxi, siento una sensación de calma y alegría. Aunque no me encuentre en una relación amorosa en este momento, sé que el amor puede aparecer en las formas más inesperadas y en los momentos menos esperados. Estoy abierta a lo que el futuro me depara y confío en que el destino me guiará hacia la persona adecuada en el momento adecuado.

Llego a casa con una sensación de gratitud y felicidad por la oportunidad de presenciar el inicio de una nueva historia de amor. Me preparo para descansar y estoy ansiosa por saber cómo les fue a Lion y Cassandra en su cena.