Pov Rossaly
Llegamos a casa y nuevamente estaba Adam dentro era obvio que lo encontraríamos pero aún no quería verlo nuevamente, no por el hecho de ser mi padre adoptivo, sino por lo sucedido con Jacob, baje mucho mis defensas al aceptar ese abrazo y más al no quererme separar de él.

-Chicos, buena pelea- comenta Adam con diversión- pero el trato era que pasaran desapercibidos, bueno no importa ahora, cambiando de tema no crean que me olvidé del castigo, pero debo comentarles su misión- los tres asentimos- primero que nada Mila será parte de la misión.
-Hola chicos- saluda Mila.
-Te extrañamos- decimos al unisono.
-Bueno explico la misión - inicia Adam- está vez debemos mantener un perfil bajo por lo que tendrán que ir al instituto y trabajar -bufamos- en el instituto su deber es que no haya peleas entre las especies, lobos, brujas , vampiros y humanos, luego en el trabajo que será en "La cabaña", un restaurante en la entrada del bosque, serán meseros entonces podrán escuchar las comunicaciones de los altos rangos de las especies.
-¿Cuál es el fin?- pregunto
-El fin es cuidar de los desendientes jóvenes en el instituto y en el restaurante conocer sobre futuros ataques o rebeliones- asentimos

Luego de la misión absurda de Adam, decido tomar una ducha fría y aclarar mis pensamientos para luego ir a dormir

A la mañana siguiente bajo a la sala y me sorprendo al ver a Adam cocinar para todos.
-Buenos dias- digo
-Buenos días- dicen los chicos

Me acerco a la mesa del comedor y procedo a comer la omelette que preparo Adam con zumo de naranja.

-Bien chicos, luego de un buen desayuno supongo que ya tendrán fuerzas para comenzar su día, la primer tarea del día es irse a matrícula al instituto "Lionel", luego como saben tienen un castigo pendiente por desobedecer las reglas, menos tu Mila, tu estarás conmigo en vigilancia- asentimos y Adam se fue.

Decidimos caminar por el bosque antes de ir al instituto.
-Que tal si corremos-menciona Mila
-Bueno, porque no- dice Dairon

Procedemos a transformarnos en lobos y correr hasta llegar casi al final del bosque donde un par de cuadras más y estaríamos en el instituto, gracias que al ser parte bruja puedo hacer que la ropa no se rompa al trasformarme, volvemos a trasformarnos en humanos y nos dirigimos a la entrada del instituto.

Justo en la entrada del instituto, nos encontramos con varios adolescentes supongo que a matricularse también, pero cuando paso Daniel y Dairo las chicas casi babean y no las culpo, gracias a la agencia debemos tener ciertos entrenamientos y eso hace que los músculos se noten, los chicos simplemente pasan ignorandolas, abren la puerta para la secretaria y nos dejan pasar a Mila y a mi primero, ese gesto hizo enojar a las chicas que veían a Daniel y Dairo.

-Buen día señorita- dice Dairo con su voz coqueta porque hay una chica dándonos la espalda.
-Buen día en que puedo ayudarles- dice la chica mientras se voltea.
-Hemos venido a matricularnos-digo a la señorita.
-Apellidos- pregunta
-Jannel- respondo- hermanos Jannel.
-esta bien, esperen unos minutos- responde y empieza a generar los formularios de inscripción que llenamos rápidamente, nos entrega los horarios el cual coincidimos en todas las materias.

Estábamos por salir cuando entran dos chicos un poco agitados, nos ponemos en alerta y salimos, decidimos dar un recorrido para conocer no solo el instituto sino también el perímetro, nos dividimos Daniel y Dairo lado izquierdo, Mila y yo del lado derecho.

Íbamos caminando y charlando alegremente sobre cosas triviales, cuando nuevamente los chicos que estaban en la secretaría aparecen frente a nosotras, puedo observar que uno de los chicos está muy tenso y el otro observando a Mila.

-Vamos con los chicos- susurro a Mila pero ella también está embobada observando al chico.
-Estamos en una misión - comento a través del enlace, lo que hace que sigamos el camino hasta encontrarnos con los chicos.

Pasamos al restaurante "La cabaña" a recoger nuestros uniformes ya que iniciamos hoy en la noche, también procedemos a almorzar en ese lugar, terminado el almuerzo vamos a la agencia dónde tendríamos nuestro castigo.

-Tomen está llave- dice Adam, Daniel la recibe- quiero todo impecable en dos horas- asentimos y procedemos a abrir la puerta del cuarto 33.

-Pense que seria más papeleo- comenta Daren-
-Concuerdo contigo - comento,

La tarea básicamente o mejor dicho "castigo" consistía en archivar los documentos por manada, no fue tan difícil la verdad, terminamos a la hora de comenzar pero decidimos seguir en el cuarto 33 hasta acabar las 2 horas.

-Hey chicos-llama la atención Daniel
-¿pasa algo?-preguntamos Dairo y yo
-No lo sé - responde Daniel- mi lobo Artur está un poco inquieto y no es por la misión, últimamente he estado soñando con una chica de cabellera rubia.
-Piensas que es tu pareja?- pregunto y este asiente.
-Me preocupa que le pase algo mientras este en la misión y no pueda ayudarla- se sincera.
-No te preocupes - le animo- si la encuentras y sucede algo puedes cuidarla y alejarte mientras está ella de la misión- agradece y se relaja

Volvemos con Adam para recoger las cámaras y armas que utilizaremos durante la misión de hoy, la ventaja que tenemos es que es una reunión de hombres lobo y vampiros de alto rango, cuya reunión dura nada más que dos horas, las cuales debemos estar atentos a cualquier interacción, susurro, miradas, alianzas sin que ellos sepan que nosotros sabemos sobre quienes son, ya que para ellos nosotros somos simples humanos, terminamos de empacar todo, lo subimos a la camioneta y nos dirigimos al restaurante, instalamos todo lo necesario y nos colocamos los uniformes.

-Bien chicos reunámonos- Dice Adam- como saben Dairo estará en la puerta de la entrada recibiendo a los invitados y verificando que estén en la lista- Dairo asiente y recibe la lista
-Rossaly y Daniel estarán como meseros ya que ustedes dos son los que mejor desarrollado tienen su audición lobuna- asentimos tomando las cartas de menú.
-Mila tu estarás en la cocina, tus sentidos y olfato nos ayudarán a verificar que ningún platillo este modificado así evitaremos cualquier incidente- asiente Mila
-Bien, espero que puedan estar en bajo perfil no necesito que los integrantes de la reunión sepan que ustedes también son seres sobrenaturales- comenta Adam
- Lo tengo resuelto- digo y me observan curiosos- tengo una bebida que por 3 horas hará desaparecer nuestro olor así solamente pensaran que somos humanos- digo mientras Adam está de acuerdo, cada uno tomamos un shot de esa bebida, comprobamos que no hay olor de lobo en nosotros y nos dirigimos a nuestros puestos.

La reunión estaba en pleno apogeo y los invitados se mezclaban entre sí. Me movía con elegancia, sirviendo los platos y respondiendo a las solicitudes de los comensales. Mis sentidos lobunos estaban en alerta máxima, captando cada susurro, cada mirada y cada interacción entre los hombres lobo y los vampiros.

Noté que había cierta tensión en el ambiente, aunque algunos de ellos trataban de disimularlo con sonrisas y conversaciones triviales. Era fascinante presenciar la interacción entre estas dos especies sobrenaturales de alto rango. Aunque todos pensaban que éramos humanos ordinarios, sabíamos la verdad y eso nos daba una ventaja valiosa.

Daniel, también disfrazado de mesero, se movía con destreza alrededor de las mesas, recogiendo platos vacíos y manteniendo un oído atento a las conversaciones. Nos comunicábamos con miradas y gestos sutiles, intercambiando información sin levantar sospechas. Era como si estuviéramos en una danza sigilosa, observando cada movimiento de los invitados.

Mientras tanto, Mila estaba en la cocina, utilizando su olfato sobrenatural para inspeccionar cada plato que salía. Era crucial asegurarse de que no hubiera ninguna manipulación o sustancia extraña en la comida. Confiamos plenamente en su capacidad para detectar cualquier anomalía y proteger a los asistentes de posibles peligros.

El tiempo parecía pasar volando mientras la reunión se desarrollaba ante nuestros ojos. Los hombres lobo y los vampiros conversaban y compartían información, a veces en voz baja, tratando de mantener su verdadera naturaleza oculta. Pero nosotros, los "simples humanos", estábamos ahí para descubrir sus secretos y alianzas.

Al finalizar las dos horas de la reunión, Adam nos llamó nuevamente para evaluar la información recopilada. Nos reunimos en un rincón apartado, compartiendo los detalles que habíamos observado. Habíamos descubierto valiosa información sobre las relaciones entre los hombres lobo y los vampiros de alto rango.

Concluimos la misión con éxito, conscientes de que nuestra discreción y habilidades sobrenaturales habían sido fundamentales para obtener información crucial.

Mientras nos preparábamos para desmontar todo y abandonar el restaurante, Adam notó la sorpresa en los ojos de Daniel al reconocer a una chilla llamada Hanna como su pareja predestinada. Comprendiendo la importancia de este encuentro, decidió darles un espacio para que pudieran charlar.

Adam nos indicó que continuáramos con el desmontaje, mientras él se acercaba discretamente a Daniel y Hanna. Observé cómo los guió hacia un rincón apartado del restaurante, brindándoles la oportunidad de tener una conversación privada.

Con respeto y consideración, Adam les permitió explorar la conexión que había surgido entre ellos. Entendía que este encuentro era significativo y que podía tener un impacto en su trabajo conjunto en el futuro. Sabía que era importante que Daniel y Hanna pudieran comprender la magnitud de su vínculo y cómo podría afectar en su vida.

Mientras tanto, el resto de nosotros continuamos con la tarea de desmontar todo y asegurarnos de que no quedara rastro de nuestra presencia en el lugar. Era crucial mantener la discreción y no llamar la atención innecesaria.

Pasaron unos momentos antes de que Adam regresara junto a nosotros, con una mirada serena y comprensiva. Nos indicó que Daniel y Hanna necesitarían un tiempo adicional para procesar lo ocurrido, pero que se unirían a nosotros en breve.

Finalmente, Daniel y Hanna se unieron a nosotros, con una expresión serena en sus rostros. Habían tenido la oportunidad de compartir sus emociones y comprender la importancia de su vínculo.

Con el equipo guardado y la camioneta lista, nos alejamos del lugar, conscientes de que habíamos cumplido nuestra misión y habíamos sido testigos de un encuentro especial.