Prólogo
(T/n) sacó de su bolso escolar una pequeña libreta de dibujo más un lápiz de mina. Situó su bolsa encima de las piernas para usarla como apoyo y dibujar con mejor comodidad
Sus ojos viajaron por los asientos del tren, buscando a alguna persona que pudiera ser su próximo retrato en el cuaderno, sin embargo, nadie le convenció por el simple hecho de que no había muchas personas en el vagón.
Suspiró con pesadez después de algunos minutos y decidió recoger sus cosas y ponerse a leer algún libro, pero sus acciones fueron interrupidas al escuchar las puertas abrrise al llegar a una parada. Automáticamente ella alzó la cabeza para ver a la gente salir y entrar y en ese momento observó como un chico albino de ojos morados subñia en el interior en busca de algún sitio libre.
Ella solo podía apreciar mitad de su rostro ya que llevaba un cubrebocas y de un momento a otro, el joven encontró un sitio para sentarse, y por coincidencia este estaba delante de la peli(t/c).
Su mirada pasó con sutileza en la silueta del de cabello blanco y curvó los labios ligeramente, decidida en dibujarlo.
Calculó el tiempo que le quedaba revisando el reloj, teniendo en cuenta que faltaba diez minutos para llegar a su estación, así que de inmediato se puso manos a la obra, pero como ya sabemos todos, cuando te dedicas a hacer lo que más te gusta, aunque tengas tdo el día, las horas vuelan y (T/n) escuchó el altavoz del tren como anunciaban su parada.
Bufó, analizando su boceto inacabado y se limitó a guardar su material de dibujo. Se levantó, colgando sobre su hombro el bolso escolar para acercarse a la puerta. Por sorpresa, vio como el chico de ojos morados imitaba su acción y se levantaba con la intención de salir.
Ambos, junto con las otras personas, bajaron del transporte y ahí fue cuando los dos dos jóvenes se separaron, tomando diferentes caminos.
La fémina suspiró con pesadez al alejarse de la multitud y de nuevo sacó el pequeño cuaderno para echarle un ojo.
— Otro dibujo inacabado a la colección... .— dijo en voz alta mientras observaba los esbozos.
La mayoría de los dibujos no los pudo terminar, ya que la gente se mueve o se baja a una estación antes de tiempo sin dejar que ella tuviese la oportunidad de finalizar.
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