Una amiga parte IV
Después de la cena Arquímedes había salido a vigilar la zona y Helena se había quedado sola en la cabaña a terminar unos ungüentos que le habían encargado hace unos días atrás.
Los tenía que entregar al día siguiente, así que pasó casi toda la noche en vela para poder los terminar a tiempo. La noche avanzaba con tranquilidad y su única compañía era la luz de las velas que iluminaban la habitación en donde estaba y el sonido de los grillos que adornaba el ambiente fuera de la cabaña. Fue casi llegando la madrugada cuando logró terminar toda la orden que le faltaba, así que se levantó de la silla y después de estirarse para quitarse la incomodidad por estar tanto tiempo en una posición, se dispuso a apagar todas las velas para irse a dormir, el sueño la estaba venciendo y lo único que ella añoraba era estar bien cobijada en su cama y dormir el tiempo que le quedaba antes de que el sol saliera.
Pero sus deseos fueron frustrados cuando iba a apagar la última vela y Arquímedes entro de forma violenta por la ventana asustando la en el acto.
- ¡PERO SE PUEDE SABER QUE TE PASA!- le gritó por la sorpresa la castaña al ver al búho aterrizar bruscamente en la mesa de trabajo.
- ¡ES UNA CATÁSTROFE, UNA CASERÍA!- gritó el búho alarmado sin responder a sus palabras - ARABELLA, ELLA....
- Espera, espera Arquímedes, habla más despacio que no logró entender nada de lo que me estás diciendo- le intento calmar ella -¿Que viste?, ¿Que paso con Arabella?- añadió con suma preocupación en su voz al escuchar el nombre de la rubia.
- Nuestras suposiciones se hicieron realidad. No pudieron encontrarte, así que ahora ¡La están persiguiendo por el bosque para atraparla!.
Los ojos de Helena se abrieron con horror, sabía muy bien lo despiadados que podían llegar a ser esos cazadores cuando no conseguía lo que querían.
- Quedate aquí, hire por ella - dijo sin pensar mucho las cosas.
Ella invoco su magia, para cambiar su vestimenta y hacer aparecer su máscara, luego abrió un portal de luz y entró en el usando a su vieja amiga como ancla emocional.
En el medio del frío y oscuro bosque, una joven de ojos marrones y cabellos dorados corría todo lo que sus pies le daban de una gran muchedumbre de personas enojadas, sus gritos de auxilio eran evidentes para intentar llamar a la criatura del bosque que alguna vez se había encontrado, ya que según las leyendas aparecía solamente cuando un ser de magia estaba en problemas.
Una grande y larga red la envolvió tomando la con la guardia baja y ocasionando que cayera al suelo de forma brusca.
Sus ojos reflejaban miedo al ver al hombre que se le acercaba con la antorcha en la mano, pero antes de que pudiera siquiera tocarla, las ramas de los árboles empezaron a moverse y a golpear a todos los que se encontraban en la muchedumbre. Un gran círculo luminoso apareció en la oscuridad de la noche y de este salió la criatura del bosque que tanto habían estado buscando, la luz desapareció apenas ella termino de salir y grandes picos de hielo emergieron del suelo para acorralar a las demás personas que habían esquivado las ramas de los árboles.
- Parece que ustedes los humanos no entienden- la voz de la criatura sonaba áspera y muy molesta mientras las ramas de los árboles seguían atacando todo a su paso para alejar el peligro de la rubia.
Al ver un poco que el peligro pasaba la criatura se acercó a la chica en el piso y le quitó la red de encima - ¿Te encuentras bien?- dijo mientras le extendía la mano para ayudarla a levantarse la muchacha tenía la cabeza gacha y cuando alzó su mano para recibir la ayuda levantó la mirada y sonrió con sorna.
- Perfectamente- los ojos marrones de la chica se habían vuelto rojizos de la nada cosa que hizo que la criatura intentará retroceder pero algo le impedía apartar su mano del agarre de la rubia.
Un cosquilleo empezó a aparecer en el brazo de la chica que inmediatamente se convirtió en un dolor como si la estuvieran quemando con algo y al mismo tiempo separándola de su energía mágica.
Un grito de dolor salió de la muchacha haciéndola temblar y perder el equilibrio de sus piernas, ocasionando que cayera al piso y tomara su mano que la rubia segundos antes tenía cautiva.
- ¿QUE RAYOS ME HICISTE?- grito con dolor y frustración la chica mientras intentaba invocar su magia sin ningún resultado.
La rubia se levantó del suelo con una dulce sonrisa por su triunfo - Solo lo que era necesario para atraparte-
El hielo que acorralaba a las personas desapareció y las ramas de los árboles se aquietaron al dejar de percibir la magia que les ordenaba a moverse.
Rápidamente los hombres tomaron por los hombros a la que tantas veces habían llamado criatura del bosque pero que al verla de cerca terminaron por descubrir que solo era una hechicera disfrazada con ramas y hojas en su traje y una máscara que cubría su rostro, que al parecer poseía grandes conocimientos en el control de los árboles, pero sin ser más nada especial que eso, solo una simple hechicera y aunque está intentaba zafarse de su agarre no tenía la suficiente fuerza para hacerlo.
- Su plan funcionó a la perfección Señorita Pericles- le dijo uno de los hombres a la rubia.
Helena supo reconocerlo fácilmente como el dueño de la mansión, aquel que había colocado su recompensa hace ya tanto años y que no había logrado atraparla antes.
- ¿Esta trampa fue tu plan Arabella?- le gritó ella muy enojada su voz ya no sonaba áspera, pero si tenía una fuerza que reflejaba todo su enojo, pero si alguien pudiera ver por la máscara se enteraría que lo que en sus ojos había más desilusión que enojo. Y fue cuando entendió lo que a su cuerpo le estaba pasando, los recuerdos y las continuas advertencias de su abuelo regresaron a su mente, "Arabella es una bruja de vasija, nunca debes olvidarlo y por más amistad que tengas con ella, nunca está mal ser precavido, nunca sabes que tanto puede el tiempo hacer cambiar a las personas"
Ella le había absorbido su magia.
- Y vaya que fue ingeniosa - hablo el hombre al lado de la rubia ya que está parecía estar un poco renuente en hablar - Aunque debo admitir que al principio dude de que fuera a resultar, pero quién lo diría, la criatura del bosque si responde a cualquier llamado que le hagan sin dudar- río - Lleven se la muchachos- añadió.
Ellos comenzaron a moverla pero ella intento forcejear todo lo que podía hasta que gritó - ¡Eres una traidora Bella!, Te convertirte en lo que una vez tu tío quiso que fueras un arma para atacar a los tuyos...
Uno de los hombres le amarró un trapo en la boca para que se callara y terminaron por amarrar la por completo y subirla a una carroza que comenzó a moverse rumbo a la mansión.
Arabella se sorprendió por lo que había escuchado y no tanto por los insultos que había recibido, más bien había sido por el apodo que la hechicera había utilizado muy pocos de sus allegados la llamaban así y por supuesto menos de esos eran los que conocían su pasado para saber que su tío la había querido usar como arma en esa guerra.
¿Quien se escondía realmente detrás de esa máscara?.
- Supongo que debe de estar cansada- le dijo Lucas el dueño de la mansión que la había contratado al ver su cara de confusión, temía que ella se arrepintiera del trabajo y los atacará para liberar a la nueva prisionera - Le sugiero que por su arduo trabajo usted y su acompañante pasen una noche cómoda en mi hogar y no en esa vil posada en donde se han hospedado, se sentirá más cómoda se lo aseguro - fanfarroneo - Y si desea marcharse mañana después de recibir su paga le puedo asignar un cochero para llevarla a donde usted guste.
Ella solo asintió tenía tanto que pensar que no le importaba ver en donde dormía, además el hombre tenía razón, esa posada que habían elegido esta vez no era la más cómoda de toda.
...
- Pero señor eso sería faltar a su palabra - grito un subordinado que rápidamente se le fue tapada la boca.
- Baja la voz idiota. ¿Que no ves que esa bruja puede llegar a oírte si gritas?- lo reprendió Lord Luis mientras le apartaba la mano de la boca - ¿Y por qué sería faltarle a mi palabra?, Le pagaré por su trabajo, eso fue lo que prometí, pero apenas salgan de aquí le tendré una emboscada - susurro - Solo vamos a apresar la a ella y a su compañero, con la escusa de que se voltearon de bando y atacaron a mis hombre, ya voy a conseguir una recompensa por la nieta de Merlín el hechicero más poderoso de la historia, ¿Por qué no puedo aprovechar en ganar dinero también con la hija de Morgana si la tengo gusto en mis manos?
- Pero mi señor, ¿Está seguro que esa hechicera a la que encerramos es la nieta del difunto hechicero?, se supone que ella estaba muerta o eso es lo que contaban todos aquellos que sobrevivieron a la guerra de los Trolls con Camelot.
- Por supuesto que estoy seguro, mi comprador me aseguro que esta es la chica que está buscando y que esa muerte solo fue pura actuación para despistar la atención de su casería, pero que ahora sabe que está viva y viene por ella.
- Pero entonces la bruja de Vasija no está enterada de este dato supongo - exclamó con nerviosismo el subordinado.
- Que crees que soy ¿Un tonto?- gritó el Lord molesto y el subordinado negó rápidamente - Por supuesto que esa mujer no sabe nada de esto- volvió a bajar la voz - ¿Crees que aún tendríamos este techo sobre nuestras cabezas si a si fuera? O que nos hubiera ayudado a atraparla. Piensa un poco por favor, por eso debemos deshacernos de ella antes de que se entere de todo y poder ganar algo en el proceso, el ministerio de magia está pidiendo una buena suma por su cabeza. Ya los contacte y vendrán por la mañana.
La conversación siguió mientras seguía su caminata, pero lo que ellos no se percataron es que había cierto castaño de ojos avellana que había escuchado su conversación, debido a que al perderse por los pasillos se había topado con él dúo y antes de poder pedir indicaciones para ir a su habitación correspondiente, terminó por esconderse y terminar de escuchar lo que decían al ver que había mencionado el nombre de la rubia.
Helena golpeó fuertemente la pared con frustración, había estado ya una hora entera intentando invocar su magia para destruir los barrotes que la aprisionaba en esa celda, pero está parecía inexistente en su cuerpo, Arabella le había absorbido cada gota de magia que había en su cuerpo y eso la frustraba y la mostraba cada vez más.
Estaba molesta consigo misma, había dejado que sus sentimientos por su amistad pasada nublaran su mente, su preocupación al escuchar que su antigua amiga está siendo perseguida por una muchedumbre embravecida había terminado por nublar su mente dándole espacio a su preocupación y su miedo por el bienestar de ella.
- Carajo fui una tonta- grito con frustración.
Debió imaginarse que Arabella no tendría compasión de ella, debido a que para todos Merlina de Ambrosía estaba muerta, pero es que nunca se llegó a imaginar tampoco que Arabella se atreviera a absorber su magia de forma directa.
Según ella recordaba Morgana se lo había prohibido muchas veces y no esperaba que la rubia podría llegar a desobedecer la, bueno tampoco es que Arabella de Pericles fuera la persona más obediente del mundo, pero hasta lo que ella recordaba, a su maestra y madre Arabella siempre terminaba por obedecer.
Un fuerte golpe y alboroto se comenzó a escuchar desde la parte de arriba de la mansión y un guardia bajo rápidamente hacia el sótano donde ella estaba gritando.
- Estamos bajo ataque la bruja se volvió...
Sus palabras no terminaron ya que una aura rosada lo cubrió y este cayó desmayado al suelo, los demás guardias se posicionaron en batalla pero una gigante serpiente blanca entro al lugar y los comenzó a golpear con la cola hasta dejarlos inconscientes.
El inmenso reptil comenzó a acercarse a la celda en donde Helena aún estaba disfrazada y al verse desprotegida sin magia y sin ningún objeto a la mano decidió retroceder hacia una esquina para estar a una distancia prudente del enorme reptil.
- ¿Quieresss saliiir?- escuchó decir a la serpiente.
El habla se le cortó a Helena al escuchar al inmenso reptil hablar y aunque intento un par de veces respirar profundo sus ojos terminaron por nublarse y terminó por caer casi inconsciente en el piso, lo último que pudo escuchar fue a lo lejos los pasos de alguien bajando con prisa las escaleras y una voz masculina que grita con molestia.
- White ¿Que hiciste?, tenías que sacarla no dejarla inconsciente por el susto-
De hay solo logró divisar con dificultad como un hombre abría la celda, pero por la oscuridad del espacio no lo vio bien, solo terminó divisando sus ojos avellanas.
- ¿Douxie?- exclamó en un susurro antes de perder totalmente la conciencia y no saber más de ella.
...
Los ruidos a su alrededor eran la de dos personas discutiendo en susurros, como si quisieran evitar ser escuchados por alguien más. Así que con pesadez abrió los ojos y terminó por encontrarse en su habitación de la cabaña, no entendía como había llegado a ese lugar, ni porque su cabeza le dolía tanto pero imágenes de su captura aparecieron en su mente.
- Arabella- rápidamente se levantó de la cama y noto por el espejo que aún tenía su máscara puesta, noto también que su cuerpo ya no se encontraba débil como hace unos momentos y al invocar su magia para hacer una pequeña esfera de luz, noto que está había regresado.
Con prisa salió de su habitación y al aparecer en la sala terminó por encontrarse con Arabella acompañada de una gata blanca y un hombre castaño que supo reconocer como aquel hombre con quién había chocado en el mercado hace unos días.
- ¿Que rayos están haciendo ustedes aquí?- les grito molesta por verlos en su cabaña.
- No tienes que ser tan grosera, al final de todo te salvamos- grito Arabella levantándose y acercándose a la hechicera con la misma fuerza de voz.
- Y quién fue la que hizo que me metieran en esa celda en primer lugar- le respondió Helena.
No decía que, no estaba agradecida de que la sacarán, pero aún tenía cierto recelo por el engaño de hace una hora y mucho más al verlos en su casa.
- Bueno fue mi error, pero lo arregle- se escudo Arabella - Pensé que eras como esas hechiceras que gobiernan a los pueblos más pequeños, secuestrando a las personas y causando les daño.
- Bien ya viste que no, ahora empieza a responder ¿Que hacen aquí?, ¿Cómo encontraron este lugar?.
- Un búho nos guío hasta aquí - comento el castaño que se encontraba detrás de Arabella.
- ¿Un búho?- Helena exclamó confundida, Arquímedes nunca los guiaría hasta ese lugar. Además eso no tenía sentido ya que no lo veía por ninguna parte - Eso no tiene sentido ¿Por qué un búho los guiaría hasta aquí?.
- Porque es tu familiar- le contesto Arabella muy decidida - Oh finge serlo ya que es justo el mismo búho que siempre se pasaba cerca de la nieta de Merlin en Camelot. Así que solo hay una de dos opciones o tu eres ella o eres una impostora que usa el nombre de alguien que murió hace ya tantos años. Y te advierto que si es lo segundo no te conviene hablarme en ese tono.
Helena respiro profundo al escuchar esas palabras, sabía que ya no podía negarlo, pero de igual forma intento buscar una pequeña escapatoria a su situación y al no encontrar ninguna. Decidió confiar en su instinto una vez más. Con cuidado se quitó la máscara que tanto caracterizaba a la criatura del bosque y al revelar su cara solo pudo dibujar una pequeña sonrisa apenada.
- Hola- fue lo que se le ocurrió decir.
Arabella retrocedió rápidamente unos pasos y se llevó una de sus manos a la boca sin poder aguantar la sorpresa.
- Eres una mentirosa- le gritó furiosa la rubia para luego caminar rápidamente hacia la salida de la cabaña.
- ¡BELLA!- gritó ella mientras corría detrás de ella.
- ¿Y si las seguimos?- logro escuchar decir al castaño.
- No así déjalas, que resuelvan sus diferencias- exclamó otra voz que no supo decir de quien era. Ya que solo había visto al castaño y a la gata blanca, aunque tal vez pudo venir de la gata pensó ella, pero no tenía espacio en su cabeza para eso, tenía que alcanzar a la rubia.
- Bella- le gritó Helena al salir de la cabaña y ver cómo está se estaba alejando - Arabella, por favor escúchame.
- Quédate en dónde estas- le gritó la rubia con autoridad y molestia cuando se volteo para verla - Se supone que los muertos no vuelven a la vida y aún así estás parada delante de mi.
- Escucha- intento calmarla Helena
- Se que esto se ve mal y que te debo una gran explicación pero si me dejaras explicar...
- Cállate, no quiero escucharte - le volvió a gritar con frustración - Eres una egoísta, una mentirosa....Acaso no pensaste que tú muerte significaría algo para todos los que te conocíamos- le reclamo - Que no significaría algo para Douxie, él lloro meses por ti, perdió su brillo que lo caracterizaba, dejo de tocar su laud por tristeza- dijo con la voz casi quebrada.
Esas palabras terminaron por herir el corazón de Helena, ella sabía que muchos habían sufrido con su desaparición física, pero oírlo de primera mano por Arabella, hacia que la realidad la golpeara más fuerte. Aunque eso no significaba que había sido más fácil para ella en ejecutar ese plan.
- Oh que tu muerte no significaría nada para mí- le volvía a reprochar la rubia está vez con la voz quebrada por completo y con las lágrimas casi desbordándose de sus ojos - Regrese para las vacaciones del internado y cuál fue mi horror, encontré a todas las banderas a media hasta, el reino entero estaba de luto por la terrible catastrofe del incendio y cuál fue él golpe final, que la única amiga que tenía en el castillo ¡HABÍA MUERTO!- grito - ¿Sabes cómo se sintió?, como un puñal en el corazón y ahora me entero que estás aquí viva y siguiendo con tu vida como si ninguno de nosotros importara. ¡Yo sufrí por ti, lloré tu muerte!.
- Y crees que fue fácil para mi- Helena pudo pronunciar palabra después de escuchar cada reproche - Yo también sufrí con esto, yo también lloré amargamente cada noche, por cargar el peso de esta mentira. No creas que para mí a sido facil estos años, porque no lo fue y se que estás enojada y se que tienes razones para estarlo- exclamó - Pero solo te pido que me escuches - le pidió mientras se acaba
- Solo escucha mi versión y si aún así sigues enojada conmigo y no deseas hablar nunca más lo entenderé, solo dejame contarte la verdad historia detrás de mi falsa muerte.
...
Helena y Arabella terminaron por quedarse afuera lo que quedaba de madrugada y por suerte los dos que estaban dentro de la cabaña fueron lo suficientemente prudentes para no interrumpir las.
Helena termino por contarle todo a Arabella, sin olvidar ningún detalle sobre lo ocurrido ese día y los anteriores a ese. Le conto sobre el hechicero Galván, aquel ser que una vez había sido aprendiz de su abuelo y que al no conseguir lo que buscaba, ahora estaba persiguiendo a el sucesor y descendientes de Merlin.
- Merlin fue un tonto, no tenía otra forma de esconderte. Tuvo que ocasionar un incendio para fingir tu muerte- reprochó Arabella al escuchar la historia.
- Mi abuelo no ocasionó el incendio- le corrigió ella con una sonrisa - El incendio si fue un accidente y como nadie supo que yo había escapado y creyeron que estaba muerta, a él no le fue difícil aprovechar esa oportunidad para sacarme de Camelot a escondidas y con eso mantenerme a salvó lejos de él y a Douxie cerca.
- Vaya cuando empezaste a contar todo, llegué a pensar que si Merlin no tuvo una idea más fácil para ocultar a su nieta, pero ahora veo que la idea ni siquiera fue de él.
- Si- dijo ella con una mini sonrisa
- ¿Aún sigues molesta conmigo?.
- Ya no puedo estarlo- le respondió la rubia mientras se lanzaba a abrazarla.
- Te extrañe mucho- le dijo
- Yo igual amiga- le contesto Helena mientras le devolvía el abrazo.
- Solo debo pedirte un favor - añadió luego de que se separaron - No puedes contarle a nadie que me has visto, ni que estoy viva.
- Con nadie te refieres a Hisirdoux ¿Cierto?-
Y ella asintió.
- De acuerdo, por el bien de ambos no mencionare nada, aunque no esté muy de acuerdo en como Merlin manejo las cosas.
- Tu nunca estás de acuerdo con él en nada- rio la castaña con burla.
- Pues eso es verdad- la rubia rio también - Es que Merlin era un amargado, cascarrabias y orgullos, Pero bueno no hablemos más de eso. Y a todas estas, si Merlina de Ambrosía está muerta ¿Cómo se supone que debo llamarte desde ahora.
- Helena, puedes decirme Helena - le contesto ella con una sonrisa.
- Oh Lena, sería un nuevo apodo para comenzar.
- Lena. Me gusta-
Siguieron hablando un poco hasta que el sol comenzó a dar sus primeros rayos y Helena los invito a quedarse a dormir. Por lo que quedaba de mañana.
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Hola a todos cuanto tiempo, por fin logré ponerme con este capítulo, así que aquí se los traigo.
Pobrecitas Arabella perdiendo los estribos por ver la resurrección de alguien que consideraba muerta y Helena desmayando se por ver a una serpiente de más de dos metros.
Cosas que suceden cuando Eduard decide buscar ayuda para su magia y dejar a su hermana menor sola.
Recuerden que el personaje de Arabella no me pertenece y menos el castaño que evidencia la conversación ni la gata que sabe que hay situaciones en las que no debe meterse.
Le pertenece a mi amiga LaChicaEterea
Se que dije que esperaba que esté fuera el final, pero es que se me ocurrieron algunas ideas que si logró completar mejor, puede que exista parte V, sino este sería el final de todo. Crucemos los dedos haber que sucede.
LaChicaEterea
Muchas gracias por prestarme a la rubia que tanto queremos y aunque se que no pedí permiso para él, gracias también por prestarme a Galaga y a White, aunque todas las que conocemos a la rubia, sabemos que ellos vienen en promoción 3x1. Dónde encuentras a uno, por algún lado deben estar los otros dos. 🤭
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