Capítulo único

Con pasos apresurados, el caballero de la preciosa urna ascendía por las escaleras para evitar tener una plática incómoda con Milo.
Desde aquella ocasión que el joven heleno le confesó sus sentimientos no ha tenido la fortaleza de mirarlo de frente.

Sin embargo por dentro vivía una extraña sensación que el joven galo no podía ni el mismo explicarse.

Cruzó todos los templos sin problema, seguramente la mayoría de ellos se encontraban entrenando en el coliseo, era una gran ventaja despertar más temprano que los demás.
Eso fue una tranquilidad para el mago del agua y del hielo.
A pesar de que sus actitudes son gélidas y frente a los demás se muestre con una coraza de hielo, por dentro sentía la enorme necesidad de corresponderle a Milo pero no sabía como si ellos son dos caballeros que han jurado lealtad a su diosa y nada más.

Con esos pensamientos buscó tranquilizarse justamente llegando hasta la entrada de su templo, se despojó de su armadura y caminó hasta su habitación para poder darse un baño y así poder relajarse después de un arduo entrenamiento.

No negaba que una extraña sensación recorría cada vez que Milo pasaba cerca de él, no había tenido la dicha de por lo menos regalarle un beso.
Una extraña necesidad comenzaba a albergar dentro de su ser.

Pero nuevamente aquella inútil idea de no poder amar inundaba sus pensamientos, su completa devoción era totalmente a su diosa dejando aquellos sentimientos y deseos a otro término, su vida era solo pelear en nombre de ella por la justicia.
Aún así no dejaban de ser seres humanos.

La noche fue llegando al Santuario, las estrellas brillando en el firmamento le daban la bienvenida a ese pacífico anochecer.

Camus se preparaba para poder irse a dormir pero antes de eso se aseguró de cerrar la puerta de su habitación para evitar que alguien entre en las altas horas de la noche.

Se sentía muy cansado, sus ojos delataban que urgentemente necesitaba un descanso y eso se debía a su vida como caballeros, vivir entre entrenamientos y misiones no era tan agradable después de todo.

Apagó las velas que iluminaban ese sitio y se dirigió a su cama, se cubrió con sus sábanas y frazadas y esperó a que el sueño lo venciera.

No pasó mucho tiempo, en esos escasos momentos pudo observarse dentro de aquel cuarto pero con la única diferencia que el lugar lucía completamente muy distinto respecto al diseño de su recámara, este lugar parecía de ensueño con las paredes pintadas de blanco y algunos candiles iluminando el sitio.
Incluso Camus portaba una larga túnica blanca de seda que al caminar dejaba admirar sus piernas tonificadas.
Poco a poco se fue acercando al espejo que tenía a su derecha, aunque ahora que lo recordaba en su cuarto no tenía alguno.
Pero este era diferente, adornado en los extremos con detalles de plata.

Colocó sus dedos lentamente recargándolos en el espejo, su curiosidad podía más que la razón, pero una voz proveniente de ese espejo lo hizo retroceder con el corazón exaltado.

— Los sueños son raros pero fascinantes.

De pronto pudo ver a su mismo reflejo pero...
No era algo que esperara.

Observaba a su mismo reflejo pero portando una sapuri.

— Yo... No... — Fue retrocediendo nervioso — ¡No puede ser que yo esté usando una sapuri!

Aquel reflejo lentamente salió del espejo negando con su cabeza y una sonrisa maliciosa.

— Claro que soy tú... Reflejo tu futuro.

— Yo no creo en los sueños, tu no puedes representarme... Jamás me dejaría llevar por el lado del mal — Respondió Camus muy exaltado, no podía creer que su propio yo le insinuara un futuro que no era cierto.

Rápidamente corrió a la entrada de la habitación para poder salir pero no podía, estaba atrapado en ese lugar.

— Los sueños son sólo una pérdida de tiempo, como caballero de Athena no puedo dejarne llevar por mis impulsos — Respondió el galo.

Su mismo reflejo con sapuri levantó una ceja asombrado y comenzó a caminar hasta donde estaba su yo verdadero — Por medio de los sueños tenemos la oportunidad de conocernos más a fondo porqué todo lo que sucede mientras dormimos es porqué podemos vivir nuestros pensamientos y emociones que tenemos reprimidos.

En ese momento su reflejo lo tomó de las manos y las colocó en la pared a la altura de su cabeza para evitar que se escapara.

— Mientras soñamos cualquier actividad es factible, todo está permitido. Los sueños dependen en gran parte de las experiencias vividas por cada persona, de sus miedos, traumas, deseos — Susurró su mismo reflejo acercándose lentamente a su cuello para dejar un beso.

Esto hizo estremecer de manera inmediata a Camus, su respiración se tornaba un poco más agitada.
Se mordió el labio al sentir aquellos actos impuros según él por la vida que lleva como caballero de su diosa.

— No, esto no puede estar pasando... Yo no soy así y además tú no puedes ser yo — Respondió Camus mirando a su reflejo con molestia.

— Quizá cuando despiertes no te acuerdes de esto, ya que regularmente olvidamos gran parte de lo que soñamos, mi deber es sólo mostrar tu verdadero yo.

Camus no tuvo la oportunidad de poder responderle a su reflejo, en ese momento solo sintió como era llevado frente a ese espejo de donde había salido su yo con sapuri y lo colocó de frente.
Sus manos quedaron apoyadas en el borde del espejo y detrás de él su yo con sapuri.

— Conocerás todo aquello que más anhelas.

Después de decirle esto su reflejo tiró de aquella túnica dejándola caer en el suelo.

— ¿Pero qué...? — Susurró Camus observándose en el espejo totalmente desnudo, rápidamente se sonrojó al instante.

— Ahora sólo te dedicarás a observar como reaccionas ante cada caricia, sueles ser frío pero por dentro tus emociones no tienen control.

Después de escuchar esto, Camus podía ver en el espejo cómo su mismo yo con sapuri comenzaba a besar su cuello y lentamente descendía por su espalda.
Una corriente atravesó su cuerpo, su piel comenzaba a estremecer, al principio esas caricias eran incómodas pero después se tornaban agradables.
Su respiración se volvía más pesada cuando miró como su miembro reaccionaba ante las caricias.

En ese momento su mismo reflejo se despojó de aquella sapuri mostrando una sonrisa con un toque sensual.

Todo lo que pasaba podía verlo en ese espejo, aquellas manos de tacto frío acariciaban su cuerpo de manera descarada.
Su piel comenzaba a cubrirse de una aperlada capa de sudor, nuevamente se miró al espejo, no podía creer que estaba descubriendo una faceta que jamás había imaginado.
Sus labios ligeramente se curvearon, al verse de esa manera, ahora lo entendía... Tan solo era cuestión de dejarse llevar por sus más profundos deseos y aquel reflejo con sapuri era su yo verdadero, uno que guardaba sus más alocadas pasiones.

En cuestión de segundos, aquel Camus de sapuri lo tomó entre sus brazos y lo llevó hasta aquella cama acostándolo de manera repentina.

— Cierra los ojos y sólo déjate llevar...

Este susurro inundó sus pensamientos, como si fuera una orden lo hizo, cerró sus párpados  mientras sentía como aquellas manos acariciaban su piel viajando desde sus mejillas bajando por su torso y su vientre.

— Cielos... Esto es... — Murmuraba Camus con dificultad entre aquellas deliciosas sensaciones.

Pero de pronto sintió como algo tan cálido y húmedo envolvía su miembro, delentándose una y otra vez.

Sus uñas se enterraban en las sábanas apretando con fuerza, todo era perfecto, no se necesitaba de más palabras para entender todo aquello que deseaba.

Estallaba en un mar de placer y humedad, su cuerpo se erizó unos segundos justamente en el momento que terminó liberando aquella esencia blanquecina.
Como última imagen desvió su mirada en aquel espejo donde pudo observarse a si mismo con una sonrisa de satisfacción y dulzura.

En unos cuántos  segundo su mente se perdió en la  inmensa obscuridad quedándose profundamente dormido después de aquella dulce sensación que lo hizo olvidarse completamente de todos sus sentidos.

Al día siguiente los ruidos provenientes de de la puerta de su habitación lo alertaron, era la voz de Milo quien lo llamaba con preocupación desde afuera.

— Camus... ¿Estás bien? Llevo media hora esperándote para bajar al coliseo e ir a entrenar.

Al escuchar su voz, el joven galo se llevó una mano a la cabeza intentando despertar del todo.
No recordaba nada de lo que había soñado aunque al mirar su cuerpo decía lo contrario.

Su piel se sentía sumamente húmeda a causa del sudor, pero en el fondo sentía una extraña sensación de querer sentir el calor corporal de alguien más.
Cuando escuchó la voz de Milo nuevamente llamándolo por su nombre, se levantó de la cama y abrió la puerta.

Ahí se encontraba el heleno esperándolo vistiendo sus prendas básicas de entrenamiento recargado en una de las columnas del templo.

— Tienes el sueño pesado Camus...

Milo ni siquiera terminó de hablar justo en aquel momento el caballero de Acuario corrió a los brazos del caballero de Escorpio para poder besarlo con frenesí.

Milo se quedó sin palabras ante aquel gesto de Camus, aquella ocasión cuando le confesó sus sentimientos, el galo había salido corriendo del templo y desde en ese entonces jamás se había atrevido a dirigirle alguna palabra sobre ese tema.

— Camus... — Susurró Milo entre esos labios sin quitar la mirada del joven galo.

— Yo... Siento dejarte con las palabras en la boca aquel día... Yo, no estaba seguro de lo que sentía — Después de decir esto desvió su mirada intentando no verlo a los ojos.

Milo se dio cuenta de ello, acercó su mano a la cintura del galo y lo atrajo más a su cuerpo.

— Camus... Sé que es difícil la vida que llevamos pero eso no es impedimento para amarte. Con toda mi alma y mi corazón, en cuerpo y alma mi amor es incondicional para ti.

Al escuchar eso Camus recargó su cabeza en el hombro de Milo mientras los dos se fundían en ese tierno abrazo.

— La vida es corta como para desperdiciarla, siempre te he amado Milo...

Aquellas palabras y sus más profundos impulsos quedarían de ahora en adelante en ese lugar y todo gracias a un simple sueño que Camus jamás logró recordar...

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Buenas noches personitas bellas espero que este one shot más que nada basado en un camus x camus les haya gustado.
Esta idea me la dio MarcelaRios213
Así que gracias a tus ideas te la dedico 🥰🥰🥰
Que les puedo decir nadamas veo a Camus con alguien más y mi imaginación empieza a salir.
(Debo dejar las drogas)... 🤣🤣🤣
No es cierto, 😅😅😅

Si más me despido y les mando un abrazo los quiero mucho 🥰🥰🥰

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