El tiempo a mi alrededor pasaba, mientras yo recordaba la noche del Tanabatta y mi primer beso.

La verdad.... ¿Era el clan que me hacía pensar y recordar tanto, que ni siquiera noté cuándo me cambiaron los platos, o qué comí?

Recuerdo que la noche del Tanabatta me iba a llevar a otra. Sé perfectamente a cuál otra, hasta que sentí un par de brazos alrededor de mi cuello, jalándome a la improvisada pista de baile.

-¡Quiero bailar con Gaara-nii!

El infantil puchero de Kage me derretía por dentro. Hice un esfuerzo y dejé los recuerdos de lado. Ella lo merecía.
Mientras, puse una mano en su cintura y otra extendida que ella tomó feliz y comenzamos a bailar un bals.

De no haber sido que previamente sufrí las bodas de Naruto, mi hermana, y algunas otras asistencias forzosas, ése hubiese sido un momento de verdadero pánico. Pero me movía con la pequeña libertad de quien no hace eso por primera vez.
Aparte, la soltura de Kage (quien no tenía idea y no le molestaba mostrárselo al mundo), me relajaba un poco.

-Nii.... Que desde hace rato estás mirando otros lugares y pensando en tus cosas.... ¿Pasó algo?

Desde que la conocí a Kage, la segunda vez que fuí al Clan Bertinovsqui, no pudimos convencerla nunca que deje de decirme "Onii-chan"... Bueno, sólo para que me diga "nii".

-Recuerdos, Kage, recuerdos....

-¿Recuerdos?

-Estás tan hermosa que me recuerdas a tu hermana.

Ella sonrió de oreja a oreja. Amaba que le dijeran que se parecía a su hermana mayor Tigris, porque era la persona que ella más respetaba en el mundo. Y yo lo sabía.

Desde siempre, había sido difícil despegarla de su hermana. Incluso después del Tanabatta, que ambos empezamos a salir, me era difícil separarlas. Quería ir a nuestras citas, con tal de estar cerca de su hermana.

Ante mi suspiro cansado ella se empezó a reír porque sabía en lo que yo estaba pensando.

Su prometido me la quitó de entre los brazos y con gran alivio pasé a retirarme a una silla apartada. Demon, una de las trillizas de Tigris se me sentó al lado.

Esas hermanas me llaman mucho la atención. A pesar de haber nacido el mismo día y tener la misma apariencia en general, Demon era más seria, mucho. Se había cortado el pelo poco por debajo de las orejas y sus ojos eran un poco más grises que los de Tigris. Se parecía más al padre de las tres que las otras dos.

Draco, la otra trilliza, tenía los ojos del mismo color que Tigris pero mucho menos brillantes. El pelo hasta por los hombros, porque más largo le molestaba. Y una muy mala manía de cambiar de novio cada pocas semanas.

Es decir, que de las cuatro, las más parecidas, eran Tigris y Kage.

Miré a Demon, que me estudiaba de reojo. Yo por dentro me reí. Ella siempre había temido que, debido al parecido de esas dos, yo me pusiera enfermo de celos de Kage.

La verdad, es que no pasaría. Si, no me gustaba nada que ella creciera. Como dije al principio, me hacía sentirme viejo. Pero.... Su sonrisa lo pagaba.

Aparte, no considero que hubiese querido que se metieran en mi relación con Tigris.

No sólo no Abril. Ninguno.

La verdad, me hacían sentir viejo, pero feliz. Inmensamente feliz.

Naruto se sentó a mi lado, mientras Boruto y Hinata bailaban. Me palmeó la espalda, risueño como es él.

De reojo, pude ver que tenía su insignia de Konoha. Típico de él.

-¿No es hermosa? -Me preguntó orgulloso, mirando a Hinata bailar risueña con el pequeño- Es raro verla tan suelta, pero me alegra....

Yo sonreí. A mí no me extrañaba. Pero no me sorprendía que a él sí. Naruto me miró, y me abrazó por el cuello, repentinamente.
-¿Y? ¿Cuál es-ttebayo?

-....¿eh?

-¡Tu novia, Gaara! - me respondió con tono de obviedad... Y.... Quizás exagere un poco, pero creo que estaba ofendido que no interpretase su repentina pregunta- ¿Con cuál de ellas estás love-love-ttebayou?

....mi hermano escuchó la conversación. Casi se asfixia por reírse y que se le atragante un maní en la garganta. Demon, que lo ayudó a soltarlo, asegura que mi cara de sorpresa estaba algo roja.

Bueno.... La pregunta era un poco repentina. Creo que cuelquier persona se incomodaría. No entiendo cómo una Hyuuga se casó con alguien con tan poco tacto....

Es Naruto....

En fin, me aclaré la garganta.

-Ella no está aquí hoy.

-Ooooh..... Esa es una pena.... ¿Cuándo vuelve? Quiero me presentes a tu novia-tteba....

La patada de Draco, salida de vaya uno a saber dónde, que lo mandó rodando colina abajo, impidió que me excusara.

La regañaría, pero ya me cansé de hacerlo con el mismo tema. Lo único que le marqué es que dejara de usar patadas altas con vestido, haciendo que ella y mi hermano que la había visto terminaran rojos y ella persiguiendo a Kankuro para borrarle la memoria a base de golpes.

Boruto veía todo eso y se reía a carcajadas.

Hinata Hyuuga por su parte quería bajar la ladera a ver que Naruto estuviese bien, pero lo subí a pedido de Kage con un brazo de arena.

La ví unos minutos más.... Y no pude evitar recordar otro tanto de cosas. Pero para hacerlo, preferí excusarme e irme a enserrar a uno de los baños de la casa.

Sabía que no podría evitar que se me cambiase la cara, después de todo.