Me ignoraste
"A ti, hermosa villana...
Hoy pasaste junto a mi en el almuerzo, y por primera vez desde hace mucho, me ignoraste como si nunca hubiéramos compartido ni un momento.
¿Qué pasó?, ¿Acaso hice algo malo? ¿O fue por qué ibas con ese modelito, que aunque es un gran chico, jamás será de mi total agrado?.
Espero que no te hayas alejado de mi solo porque Claude estaba contigo, es que si no es eso, simplemente no le encuentro una razón lógica a tu comportamiento, por que según yo, tu no eres de aquellos marineros que besan, y se van.
Incluso Melodie, que estaba a mi lado, me preguntó si tenia problemas contigo, pues nos miraste con una expresión de indiferencia que me partió el alma.
Amada mía, si te he fallado, o he cometido un grave error, ruego al cielo que me disculpes y poder corregir lo que le hice.
A menos que... ¿Te desagrada Melodie?.
Se que quizás ella no es el tipo de chica que suele simpatizarte, que es muy tranquila y que pasa gran parte de su tiempo a mi lado pues soy su único amigo, pero no es una mala persona si te das el tiempo de conocerla.
Lo que menos me gustaría es que dejáramos lo que sea que tengamos por una amistad nueva, así que por favor, ten claro que te amo con todo mi ser y tú eres lo más importante para mi ahora, así que no dudes de ello.
Con amor,
Tu entristecido pelirrojo.
Nathaniel Kurtzberg ".
El joven artista, guardó su carta en el cajón donde estaban todas las otras, notando como la pila crecía cada día. Pero aún no estaba listo para entregarlas a su destinataria, todavía sentía que le faltaba avanzar en su relación con la rubia para poder revelar todos sus sentimientos, necesitaba más tiempo.
Suspiró pesado y se recostó en su cama, mirando hacia el techo el cual era de un blanco marfil, para nada parecido a su taller, en cual había trabajado más de una semana, teniendo como resultado una mezcla entre negro, azul y morado, lleno de estrellas y simulando una constelación. Algunas veces tenía la impresión que podía mirar las estrellas desde más cerca, además así podía sentirse un poco más cerca de su madre, la cual había fallecido cuando él tenía 10 años, algo que aún le dolía con mucha intensidad. Sabía que era idiota de su parte creer que podía sentirse mejor viendo una pintura sin vida, pero así era él y eso nada lo cambiaría si quiera la persona más cuerda y sensata del universo.
Recibió un mensaje en su celular, y despertó de su ensoñación. El contacto de "Mi salvadora", apareció en la pantalla y rodó los ojos divertido, otra vez ella había tomado su celular y cambiado su apodo en Whats App.
Tomó el artefacto, algo atontado por su iluminación y le marco a la italiana, quién a los tres tonos contestó.
-¿Que ocurre mujer? ¡Me estaba quedando dormido!-. Chilló mientras hacia un puchero, a lo cual la muchacha al otro lado de la linea sólo rió. A pesar de no ver su rostro, Lila conocía cada uno de los gestos del pelirrojo, y el momento en el que los realizaba, así que predijo fácilmente que éste estaría haciendo berrinche.
-Lamento interrumpir tu sueño reparador querido, sólo quería hacerte una invitación. Alí hará una donación al museo y nos veremos allí, quería saber si te gustaría venir con nosotros, ya sabes, para conseguir algo más de inspiración-. El pelirrojo talló sus ojos rápidamente y dibujó una amplia sonrisa en su rostro, eso le serviría para reponerse de sus problemas personales y distraerse un poco. Le dio una respuesta positiva a la castaña, acabando con la llamada y levantándose de la cama. Si se apresuraba, tendría el tiempo suficiente para ducharse y arreglarse un poco.
***
Por otro lado, en otro lugar de la cuidad del amor, dos jóvenes reían a carcajadas, olvidándose de la imagen intachable que tenían sus familias, disfrutando de la compañía placentera que le daba el otro. Por qué entre ellos todo era así, risas, anécdotas, coqueteos, y libertad. Esa palabra que a ambos les hacia tanta falta.
-¡No puedo creer que hayas logrado causar tantos akumas en menos de un año! ¡Esto es récord mundial!, exijo que tu padre te ponga en el cuadro de honor parisino-. La rubia sólo infló las mejillas apenada, y resistiendo el impulso del reír junto a su acompañante, al cual parecía parecía importarle bien poco su mala fama en la pubertad.
-¡Deja de reirte estúpido!, ¡No eran mis mejores años de vida!... Además, el mundo no aguantaría ver tanta belleza acumulada en una foto-. Claude sólo negó con la cabeza divertido, amaba la personalidad de esa mujer, aunque... ¿Que no amaba él, de ella?.
-Pero es que es inevitable mi reina, pensar que lograste emociones negativas en las personas más tranquilas del instituto me causa gracia-. Chloé lo miró extrañada, ese chico definitivamente tenía problemas psicológicos, o no estaba analizando la gravedad del asunto.
-Faure-Dumont. ¿No estás espantado? ¿Enojado?... También causé tu akumatizacion. Además te estoy contando que he sido la perra más grande del instituto, que necesito cambiar... ¿Como es que...?-Él castaño fruncio en ceño de inmediato y tapó la boca de la rubia cuidadosamente con sus manos, conectando ambas miradas, la azul profundo de ella, y la azul grisácea suya.
-No quiero que vuelvas a llamarte de esa manera, ni delante mío, ni delante de nadie, aún menos estando sola... Tu eres Chloé Bourgeois, la mujer más hermosa y perfecta que he conocido en mi vida, tienes una sonrisa que no necesita inocencia para ser preciosa, tus ojos me muestran que en el interior aún esta la chica con la que yo jugaba de pequeño... Tu personalidad de fiera sin pelos en la lengua, con un carácter desafiante, mirada altiva, y pose de superioridad, no hace más que enloquecerme cada día más, me encanta que seas directa, y que jamás te dejes pisotear... Tu no debes cambiar tu esencia para agradarle a nadie, el que no te quiere como eres, simplemente no es merecedor de tu cariño. Si ya dejaste de molestar al resto, no hay nada más que decir... Tu no eres una perra, eres una mujer de verdad-. Chloé se quedó sin aliento, sonriendo levemente, con las mejillas que involuntariamente se le colorearon al sentir la seguridad en las palabras del castaño, y apretó su mano con fuerza.
-Gracias lindo.... Siempre sabes que decir-. Él castaño sólo se limitó a besar su frente y regalarle un guiño.
-Por supuesto preciosa, si soy perfecto, y no se dice "Lindo", es " Cosa bien hecha" o "Amor de mi vida", también sirve- La rubia soltó una pequeña carcajada y comenzó a caminar a su lado a su siguiente parada, el museo.
Ambos jóvenes sonrieron ampliamente, ubicándose en la primera fila de una pequeña conferencia que se realizaba en el lugar. Ambos estaban cordialmente invitados al evento, pues los hijos del alcalde de París, y del dueño de la más grande agencia de modelaje en la cuidad, claramente eran necesarios para dar el ejemplo ante el príncipe del reino de Achu.
Lo que ninguno de los dos se esperaba, era que cierto pelirrojo los había visto llegar de la mano.
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¡Hola a todos!.
Lamento mi retraso en las actualizaciones, es que no había tenido mucha inspiración para mis historias, pero ya estoy de vuelta ;v.
Que quiero agradecer con todo mi corazón, ¡Ya somos más de 1.5k de lecturas!, enserio me emociona mucho que les esté interesando esta historia, y jamás creí que llegaría tan lejos
Les estoy tremendamente agradecida y les mando muchos besos.
Tanny.
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