Me diste valentía.

"A ti, hermosa villana...

Cada día siento que estoy más cerca de ti, pero al mismo tiempo estoy tan lejos... ¿Irónico no?. Soy un romántico embelesado con el mayor tesoro parisino, una mujer hecha de fuego puro, en el cual estoy dispuesto a quemarme.

Ay villana de palabras certeras, hoy pusiste en su lugar a Kim. El dijo que jamás cambiarias, que eres una mala persona, y que estabas podrida en el interior.

Todos lo apoyaron... Bueno, casi todos.

Marinette, Adrien y Lila te defendieron. Ellos confiaron en tus acciones hasta ahora, se acercaron a ti y enfrentaron a ese imbécil. Claro, la mayoría no les creyó, pero yo decidí que esto ya no sería así.

Me levanté, me acerqué a ellos y con la calma que me caracteriza, les conté la verdad. Tu solo saliste a defender a tu amiga Sabrina, la cual estaba siendo humillada por gustar de Max, y ser muy obvia.

Me armé de valentía y te defendí ante aquel sujeto, el cual claramente no es de mi agrado. Dije la verdad de los hechos y todos volvieron a sus lugares, al parecer nadie se esperaba que yo me atreviera a hablar. Pero como dicen por allí, "El amor te cambia" y eso me pasó a mi, no soportó ver como mi rayo de luz es apagado por las sombrías nubes envidiosas.

Te amo hermosa villana, amo cada parte de tu dominante y fiera personalidad, pero al mismo tiempo tan frágil y sensible. Amo ver que cada día te esfuerzas por ser un poco más amable, conservando esa altanería propia de una reina. Amo ver como tu cabello ilumina tus profundos ojos azules, haciendo que me pierda en ella con tanta facilidad. Pero sobre todo, amé esa fugaz sonrisa que me regalaste hoy, agradeciéndome por interferir por ti.

Estoy cada vez peor, pareciera que me embrujaste. Pero si es así... Dejame hechizado de tu ser misterioso y atrayente.

Con amor y devoción,
Se despide tu enamorado.

Nathaniel Kurtzberg."

El joven sonrió, tomó su carta con las mejillas sonrojadas y la guardó en su bolso, para posteriormente salir camino a su casa.

O eso creía el.

Pues una rubia muy comentada en los pasillos del instituto, corrió hasta el, tomando su mano para que éste dejará de avanzar.

Un simple contacto que causo una corriente eléctrica en el cuerpo de Nathaniel.

— ¡Tomate, espera un poco!—. En chico la miró confundido y sonrojado, grabando en su memoria los rasgos de la joven, para luego descargarlos en un lienzo.

— D-Dime Chloe... ¿Q-que necesitas?—. La Ojiazul sonrió ya recuperada, y suspiró, haría algo que pocas veces decía.

— Muchas... Gracias... Enserio valoro el hecho de me hayas dicho algo para ayudarme, Nocas personas creen en mi palabra. Gracias Nathaniel —. Sonrió sinceramente, besó la mejilla del pelirrojo y tomo su bolso. — Y no te acostumbres—. Chloe bufó y salió dignamente por la puerta, ocultando un pequeño sonrojo.

El oji turquesa sonrió bobamente, tocando su mejilla. Definitivamente había sido su mejor día hasta allí, y lucharía por que esos suaves labios, desviarán su camino hasta los suyos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top