Bienvenida al equipo.

Las clases habían terminado, y cierta azabache miraba a todos lados con preocupación. El maestro Fu había sido bastante claro, debía encontrar los nuevos portadores para el miraculous del zorro y el de la abeja; sin embargo hasta ahora solo había logrado encontrar la nueva poseedora del primero. Alya.

Sabia que la castaña era una mujer fuerte, valiente y decidida, por lo tanto ella lograría limpiar el nombre de aquella joya, mal vista por la akumatizacion de su compañera de aula, Lila Rossi.

Con el nombre de Rena Rouge, la aspirante a periodista había logrado, el día anterior, mostrarle a la prensa que París tenía un vigilante más

Pero ahora Marinette tenía un gran problema, el miraculous de la abeja.

¿Quién podría ser lo suficientemente responsable para tomar aquella carga entre sus manos, sin errar en el camino?.

Le parecía irónico que ella fuera quien tuviera esa responsabilidad, siendo que se consideraba la adolescente más torpe que había pisado el planeta, y aunque eso haya mejorado considerablemente en los últimos cuatro años; seguía siendo una chica inmadura, berrinchuda, e infantil. Claro, que ahora diferenciaba su deber como heroína, de sus sentimientos personales.

Y es que algo había cambiado dentro de ella cuando supo diferenciar una ilusión de amor, a un amor real.

Después de tres años "enamorada" de su rubio compañero de aula, notó que eso era incoherente de su parte.

Si bien, Adrien era un chico intachable, perfecto, amable, y todas las virtudes que se le pudieran atribuir; ella no lo conocía.

En cambio, hubo un chico que con todo y defectos, logró hacer que su corazón enloqueciera por cada detalle que le dedicaba. Por sus chistes malos, o las veces que había dado la vida por ella.

Y si, hablaba de Chat Noir. Aquésteéroe parisino que se incrustó en su corazón lentamente, hasta llenarlo de amor puro y sincero.

Pero fue demasiado tarde, él ya no sentía lo mismo.

Recordaba con pesar aquel día en el que ella con el minino habían platicado en un techo de la cuidad, y éste le había dejado en claro que se había olvidado de Ladybug, y otra chica estaba ahora en su corazón. Podía ver como la ilusión en los ojos del rubio, incrementaba los celos en su interior, aquellos que la torturaban por dentro, pero que debía aprender a controlar.

Aunque... Su sentido acosador la incitaba a investigar un poco más.

Y así hizo, logrando dar con una pequeña lista de posibles rivales, eliminando cada una conforme al tiempo. Ya solo le quedaban tres candidatas. Lila, Chloé o ella misma, Marinette.

Deseaba con todas sus ansias que hablara de su persona, pues encontraba que las otras dos chicas eran una competencia muy fuerte. Sobre todo aquella rubia que su Chatón protegía con intensidad.

Y no era solo eso, si no también el hecho de que Chloé Bourgeois era preciosa. Tal y como se lo había oído decir al pelirrojo, "una musa incomprendida, pero inspiradora", aunque aquel día que el artista había defendido a la hija del alcalde, la azabache notó al instante como una química nacía entre Nathaniel y Chloe.

Eso facilitaba su vida, además quería que su amigo fuera feliz, y por más cosas que la rubia le haya hecho, sabia que ella en él fondo no era mala, y merecía el amor que él oji turquesa podía entregarle.

Y hablando de la reina de Roma...

—¡No quiero que vuelvan a acercarse a ésta chica, desde ahora no está sola y yo la voy a proteger! ¡Por si no sabían, mi Papi es el alcalde, y si yo quiero ambos serán expulsados de este instituto!—. La azabache abrió los ojos como platos, frente a ella se encontraba la famosa rubia, recriminando a unos chicos de aproximadamente doce años, y manteniendo tras ella, a una pequeña niña, que compartía el mismo color de cabello que su defensora, y que aparentaba unos ocho años.

De inmediato, una ola de recuerdos invadió la mente de Marinette y sonrió ampliamente, ¿Cómo había podido olvidar a su primera defensora?, ella más que nadie sabia lo valiente, buena, fuerte, imponente, capaz y admirable que podía ser la rubia si se lo proponía. Chloé era simplemente, heroica, y era hora que el resto del mundo lo viera.

Observó como la rubia caminó hacia una heladería cercana con la menor, y cuando ésta se descuidó, dejó la cajita con forma hexagonal dentro de su bolso.

La azabache no alcanzó a llegar a la su hogar, cuando un ruido alarmante la alteró. Un nuevo akuma atacaba la cuidad del amor.

—¡No te escondas más Nathaniel! ¡¿Acaso no fuiste valiente para fijarte en mujeres ajenas?! ¡Ahora enfrenta las consecuencias de tus actos!—.

Marinette logró visualizar el akumatizado. Era su nuevo compañero de instituto, Claude.

La joven panadera se escondió tras un árbol cercano, e invocando su trasformación, salió tras la nueva víctima de Hawk Moth.

Al llegar notó como su amado gatito y la de traje anaranjado luchaban arduamente con el fuerte villano.

—¿Qué sucede con él?, ¡¿Por qué lo golpeas Chat?!, ¡Defiendete chatón!—. Ladybug se movió rápidamente al ver como el rubio no hacia ningún esfuerzo por atacar a su contrincante.

—¡No puedo, a él no puedo golpearlo!—. Dijo el héroe gatuno viendo como su mejor amigo dirigía su mirada pelirrojo que pasaba por allí, y su mueca se trasformaba a maldad pura. —¡No, Claude! ¡Detente!—. Chilló alterado, pero el castaño ya había capturado a Nathaniel entre sus brazos, y había logrado que ningún héroe se pudiera mover. Era el fin del chico.

—¡Ya no soy Claude! ¡Chloé y éste imbécil, mataron a Claude! ¡Ahora soy Jaloux! ¡Y haré que éste intento de pintor, pague por tomar lo que no es suyo!—.

La azabache miró atónita, todo sucedía en cámara lenta para ella. Los héroes completamente estáticos, el nuevo villano riendo frenético, el artista tratando de liberarse, un rayo que lanzado por él castaño, hacia su víctima, y un trompo que detuvo sus intensiones.

—¡¿Llego tarde a la fiesta?!, ¡Qué pena! ¡Yo que amo jugar a la atrapada!— La rubia vestida en traje de abeja, sonrió altiva, apoyando una mano en su cadera y la otra recogiendo su arma.

Nathaniel se quedó estático, aquella joven se le hacía tan familiar, pero al mismo tiempo tan interesante y hermosa. Aprovechó la distracción de Jaloux, y se soltó, para luego tratar de ayudar a los héroes capturados.

—¡¿Y tu quién eres?! ¡No te metas donde no te llaman abeja!.—. El joven bufo enojado, no tenia tiempo para héroes buscando admiración.

—Oh, lo siento... Soy tan despistada, un gusto, mi nombre es Queen Bee, y vengo a quitarte ese horrible trajesito que te traes puesto—. La rubia miró a su primer amor de pies a cabeza, negando con un dedo, y una mueca desaprobatoria. Estaba consumido por la maldad, y el profundo cariño que ésta le tenía, la empujaba a ayudarlo.

—Bienvenida al equipo Queen Bee... Bienvenida a tu verdadero ser, Chloe—. Susurró Ladybug, mientras una sonrisa se formaba en sus labios.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top