"The room where it happens"
¡Holiwis!
Yep, me again.
¿Se dieron cuenta de las referencias en los títulos? Que original soy, mezclando dos cosas que para nada se relacionan jajajajajaj siento que una amiga me mataría pero a la vez me daría love pero weno.
Traje otro capítulo sobre este reencuentro que esta lejos pero cerca~♡
So! Would you like to battle?
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En un día soleado, en plena mañana tardía, un poderoso Braviary surcaba los cielos mientras la entrenadora cubierta por una capa que estaba sobre él disfrutaba ese nuevo y palpitante sentimiento de libertad, como si hubiese empezado otra vez su aventura en el maravilloso mundo de los pokemon.
Touko tenía ganas de gritar, y así hizo, no un grito de dolor como hace dos años, no. Fue un grito que ahora le daba alas, la impulsaba a seguir adelante, a seguir el camino que ella quería escoger, su propio camino. Su sueño.
Ahora libre, libre de recorrer el mundo de nuevo, libre de todas sus ataduras y libre de su dolor. Era libre porque se había dado cuenta de su error, se concentró tanto en avanzar, en salvar al mundo que perdió de vista su interés, perdió de vista la meta a pesar de que corrió incansable; pero esta vez, su objetivo estaba fijado y en la mira. No se rendiría tan fácil está vez.
Braviary dio un sonoro grito de alegría, alegría que sentía al notar como la tristeza se había disipado del corazón de su maestra. A pesar de que Touko no podía entenderlos, todos sus pokemon se preocupaban en gran medida por ella. Se forzaban hasta el límite por ver su sonrisa, para ellos Touko era más que el mismísimo sol, y aunque ella no pudiese comprender sus palabras como lo hacía N, podía sentir la empatía de cada uno de sus pokemon.
Desde hace dos años no había cambiado su equipo ni una sola vez. La acompañaban los mismos 6 pokemons de siempre, con los que había vivido aventuras, a los cuales había entrenado con todo su amor; aunque claro, eso no quería decir que no tuviese más pokemons, lo cierto era que si tenía pero esa sería historia de otro día. Sus acompañantes actuales eran Braviary el valeroso guerrero de los cielos; Lucario, su guía y guardián, su Zoroark, hermosa zorro de pelaje violeta y ojos amarillos guardiana de la noche; su fiel Herdier el cual había decidido quedarse de esa forma por siempre; y como no, Serperior su compañero desde que recuerda, aunque no fuese su starter, Serperior se había convertido en lo que más le unía a N, junto a Zekrom claro. Pero lo cierto era que Zekrom ya no estaba a su lado.
Un pensamiento sobre su dragón negro cruzó por la mente de Touko y no pudo evitar entristecer de momento, quería poder verlo otra vez y disculparse, quería disculparse por ser una idiota y por haber renunciado cuando el quería que ella siguiese adelante.
Braviary grito otra vez despertandola de sus pensamientos para ver frente a ambos una majestuosa pero vieja torre que se mantenía firme ante todo tiempo. Touko no pudo evitar sonreír nostalgicamente mientras le ordenaba a su Braviary que aterrizase atravesando el agujero gigante en la pared del último piso y Así hizo este más que complacido de poder estar a su lado y hacer algo por su maestra.
Touko bajó del lomo de Braviary y en cuanto colocó sus pies en el suelo dio un profundo suspiro, y respiró el nostálgico y melancólico aroma del aire; muchos recuerdos guardaba ese lugar. Touko dio una rápida mirada a Braviary y el entendió que su entrenadora querría estar un tiempo a solas así que simplemente salió por el agujero volando aprovechando así para volar un poco más y estirar las alas.
Una vez sola en el gran salón Touko no pudo evitar girarse a la entrada y luego al agujero, para luego caminar lentamente hasta el centro de la habitación y mirar hacia el suelo donde hace dos años estaría parado un chico de orbes cielo nublado. Touko sonrió para si misma y miró a la nada frente a ella tratando de recordar lo imponente y majestuosa que se veía Reshiram en aquel momento y el como ante tal escena sus piernas temblaban junto a su cuerpo, un viejo sentimiento entre miedo y emoción. Recordó entonces como dos orbes cielo la miraron y la retaron a ganarle, para así poder ser amigos, para que así pokemon y humanos pudiesen vivir juntos bajo el mismo cielo... pero también ese cielo le había arrebatado todo cuanto quiso cuando cumplió su promesa con él. Ella demostró que sus ideales eran mas fuerte que la verdad que él quería ver; eso los alejó para siempre en aquel instante.
-Me pregunto si alguna vez los veré de nuevo... Ese cielo nublado que me miraba fijamente con emoción- Touko suspiró como una idiota enamorada y triste y se dejó caer al suelo mirando al agujero en el techo por el cual se filtraban los rayos del sol, suspiró otra vez y bajó su vista a su cinturón para mirar fijamente al orbe negro que ahora brillaba con la luz solar.
Delicadamente lo tomó entre sus manos y lo colocó en el suelo frente a ella mientras se arrodillaba acomodandose para empezar una charla. Touko comenzó a hablar como si su Zekrom pudiese oirla, o al menos eso quería pensar, quería animarse a si misma pensando que el no estaría molesto... pero, en su lugar ella también lo estaría.
- La entrenadora en la que confiaste tu poder resultó ser un completo fracaso ¿eh Zekrom...?- Suspiró por tercera vez y dio una lastimosa sonrisa a su antiguo pokemon sabiendo que en alguna parte de ese orbe él estaría.
Touko se acostó en el suelo quedando justo junto al orbe negro y mirando al sol hasta cansar su vista.
-Zekrom, no se si puedes oírme, pero me gustaría disculparme, por haber sido la peor de las entrenadoras. Me causa gracia como me llaman la heroína de los ideales cuando realmente no soy más que una mala perdedora que perdió su amor. Me gustaría saber que opinas de esto...- Touko esperó unos minutos en silencio, mirando a la nada encima suyo esperanzada esperando alguna respuesta de su parte mientras un ligero sueño se adueñaba de ella.
-Hey... No es divertido...- Una leve pausa de cansancio se notó en su voz a la vez que giraba su vista de nuevo al orbe y lo tocaba con una de sus manos -...Si no respondes, Zekrom...
Y con esas últimas palabras la chica de pelo castaño cayó en un profundo sueño donde esperaba relajarse y olvidar sus problemas. Por otro lado, aquel orbe negro ahora se erguía como un poderoso dragón de tonos negros y azules y orbes rojo escarlata.
Con cuidado de no despertar a su entrenadora el dragón acaricio suavemente su cabeza y se acurrucó un rato con ella antes de volver a su forma anterior no sin antes decir algo que ella aunque estuviese despierta no hubiese entendido.
"Yo escogí a la mejor de las entrenadoras, pero no volveré hasta verte luchar por ti misma Touko, entonces ahí, estaré más que encantado de luchar a tu lado como tu protector. Hasta entonces esto es una despedida momentánea, heroína de los ideales. Tu héroe anda cerca."
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¡Tachaaaan!
Aquí el segundo capítulo "La habitación donde ocurrió"
¡Me gusta mucho escribir sobre esto! Y debo decir que también me gusta el tipo de relación que pondré ente Zekrom y Touko, la verán avanzar a medida que pasan los capítulos.
Ah Si, ya se que los legendarios no tienen género, pero yo sí les pongo porque así es como los veo, también les construyo una personalidad como me imagino que serían. Por ejemplo Reshiram es hembra y muy seria y fiel a su entrenador, al punto de que no acepta a ningún otro entrenador más que N, aunque si verán que se lleva bien con Touko. En cambio Zekrom es macho y es muy sobreprotector y se comporta como un padre, hermano mayor o esposo con Touko, su entrenadora, siempre cuidando de ella en todo momento.
So, espero que hayáis disfrutado mucho de la lectura UwU
Si fue el caso, ¿Por qué no le dan una pequeña estrellita a esta feebas que anhela evolucionar?
¡Hasta la próxima mis pequeños!
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