"Longing for a reunion"

Dos personas recién bajaban de la noria de Mayólica, una chica de coletas acompañada por al parecer un joven de chaqueta negra. La mirada de Rosa quedó fija en el cinturón de la persona junto a ella y estrellas se formaron en sus ojos, tal vez podría animar al desconocido con un combate.

-¡Joven! ¡Tu también eres entrenador! ¿Quieres tener un combate conmigo?- La sonrisa del rostro femenino era más que contagiosa y la que vestía de chico tuvo que devolverla.

¿Tener un combate? Ahora no era nadie más que un simple entrenador, un chico; no era Touko la campeona que había desarmado al equipo plasma hace dos años, ni tampoco la heroína de los ideales. Sólo era un entrenador más en este vasto mundo. Touko sonrió cuando se percató de su actual libertad y aceptó encantada con un gesto de cabeza.

-¿Sólo tienes ese?- preguntó la joven de shorts amarillos mientras señalaba la pokeball en el cinturón contrario y sacaba una de su bolso.

-Si, sólo tengo a este amigo- Mencionó Touko riendo por lo bajo por lo parecida que resultaba la escena frente a sus ojos, un combate al bajar de la noria. Ahora se cuestionaba lo que habrían visto los ojos de N en ese momento.

Rosa sonrió y se alejó un poco, Touko la imitó para tener espacio para combatir. Ambas lanzaron sus pokeballs y de ellas salieron sus pokemon.

Rosa había lanzado a un Servine, su starter según pudo saber Touko, entonces sonrió al percatarse de donde era que venía Rosa y quien le había dado ese pokemon seguramente. Recordaba que Bel le había dicho que ahora era ayudante de la profesora, bueno, al menos la última vez que hablaron hace bastante tiempo; de Cheren no sabía nada. Digamos que su conexión con su familia y amigos ahora estaba en cero. Ni siquiera podía salir de la liga pero mirenla ahora, en medio de un parque de atracciones jugando con una chica que acaba de conocer.

-¿Cuál es tu nombre joven?- preguntó Rosa al ver que el pokemon contrario era justo igual al suyo, otro Servine, cosa que le resultó extraña...

-Puedes llamarme White- Touko usó el nombre por el cual de niña sus amigos le llamaban, fue lo primero que se le vino a la mente además de que su hermano aún le llamaba así, igual ella le decía a el Black.

- ¡Mucho gusto! ¡Soy Rosa, pero no te lo pondré fácil!- Exclamó entusiasmada la joven de coletas mientras ordenaba a su Servine a usar ciclón de hojas el cual fue esquivando fácilmente por el otro.

El pokemon de Touko sin esperar palabra de su maestra atacó sabiendo perfectamente que hacer, usando un pulso noche y tumbando al suelo al Servine contrario.

Rosa cuando vio a su pokemon ser arrojado al suelo sin notar como lo había hecho quedó asombrada y a la vez confundida ya que no conocía ese movimiento de antes. Touko sin embargo solo le daba una mirada al pokemon frente suyo y veía como este se levantaba con trabajo pero dispuesto a seguir.Era motivador. La mirada de Touko y su pokemon se cruzaron y así supo que debía hacer a continuación y esperando a que el contrario lo intentara una vez más con látigo cepa, se dejó dar para luego terminarlo con finta. La ilusión de Zoroark se desvaneció permitiendo mostrar su verdadera forma junto al Servine que ahora estaba debilitado en el suelo.

Rosa quedó boquiabierta cuando sus ojos se encontraron con unos amarillos y un pelaje de color morado y negro. Un Zoroark shiny estaba parado frente a ella y se declaraba como el ganador de la pelea.

- ¡Es un Zoroark!- Exclamó en asombro la chica de coletas mientras guardaba a su Servine en la pokeball y se levantaba a la altura del contrario con una expresión de sorpresa -¡Escuché que son muy raros de encontrar o capturar! ¿Dónde lo conseguiste? ¡Y shiny!

Touko sonrió a un extraño sentimiento de enfado por el halago curioso y el deseo que pudo ver en los ojos ajenos de tener uno, cuestionó si eso fue lo que sintió N hace años o no. Pero luego lo dejó pasar y respondió a la joven.

-Nos rescatamos mutuamente hace dos años después de un accidente mientras entrenaba con otro de los pokemon- Dijo la castaña con una sonrisa mientras tomaba su gorra de la vicera y la bajaba más cubriendo sus ojos.

-¿Accidente?- La emoción de Rosa se vino abajo cuando oyó esa palabra y Touko no pudo evitar sentirse mal de momento aunque posiblemente las dos se sintieran de la misma forma- Perdón no debí...

-No, no, no fue nada grave. Sólo caí de mi Braviary tratando de rescatarla pero fue ella quien me terminó rescatando a mi- Mencionó mientras acariciaba ligeramente el pelaje de la ahora Zoroark que se encontraba a su lado abrazandola.

-¿Ella?-

-Es una hembra, la encontré cuando aún era una Zorua, le he estado entrenando desde entonces. Me recuerda a mi amigo- Rosa sonrió picaramente mientras se cubría la boca con una mano lanzandole miradas cómplices a la otra que sólo logró avergonzarse y tensarse un poco. Le daba vergüenza admitir tales cosas.

Touko guardó en su pokeball a su pokemon para luego mirar a la contraria de nuevo. Era ya tarde en la noche y tendría que regresar al centro pokemon, cosa que seguramente también haría la chica.

-White, dime, ¿Quieres intercambiar números?- La chica de coletas preguntó amablemente con una sonrisa mientras señalaba a su videoemisor y miraba a la contraria expectante a una respuesta.

-Claro, ¿Por qué no?- Touko sacó el suyo propio, hizo algunos ajustes en su contacto y envió la información de su número al de Rosa, terminando registrada como "White" el cual la otra chica luego cambió a Whitty y se lo mencionó a la contraria causándole varias risas. -Ya te tengo registrada, Rosa

-Ay ¡Que serio eres!- Dijo la más pequeña dando un ligero codazo juguetón en el brazo ajeno mientras ponía cara de niña pequeña.

-Ja Ja. Rosa se está haciendo bastante tarde, ¿no crees que deberíamos ir al centro pokemon?- Touko rió de momentos para luego concentrarse en lo que debía hacer ahora y le preguntó a la contraria, quien por su parte dio un pequeño salto asustado y se agarró de los hombros como cubriendose su pecho.

-¿Deberíamos? ¡¿Cómo sabes que voy?!- Más que alarmado el tono de Rosa se oía preocupado pero en el fondo a pesar de su cara de disgusto o asco parecía una burla -¡Acosador!

-¡Los entrenadores se quedan normalmente ahí a dormir!- Touko sin embargo pensó que realmente lo decía enserio y no pudo evitar ponerse nerviosa descubriendo así un poco femenina su voz y dando un gritillo ahogado por sus manos cuando pensó que había acabado con su plan de pasar por chico y que nadie la reconociera. Pero también se había puesto nerviosa ya que no quería que la contraria pensase que era un acosador. O acosadora en este caso.

Para Rosa el tono femenino de White fue el último adorno del pastel y no pudo hacer más que reír a carcajadas por varios motivos, uno de ellos la linda pareja homosexual que creía ver y que le causaba un montón de ternura y apoyaba hasta el fondo incluso sin conocer a la otra persona; dos, el nerviosismo ajeno debido a la broma que había hecho, nunca había visto que alguien se la tomara tan enserio.

Eso o tal vez que su hermano Nate y su mejor amigo Matis no tenían el mismo sentido del humor. Recordaba que Nate siempre ponía caras en blanco cada vez que ella bromeaba con Matis, mientras Matis solo le gritaba molesto y con un sonrojo en su rostro llamándola "Idiota" o "Infantil"

-Jajaja ¡No! Era broma hombre, no te lo tomes tan a pecho- La de coletas rió a carcajadas otra vez mientras dio una fuerte palmada en la espalda ajena cosa que sorprendió a Touko de repente pero luego se relajó. Supuso que tal vez esa había sido la misma situación con N hace dos años pero el si que acosaba aún sin saberlo, por eso nunca se molestó por ello, es que el era... demasiado inocente para muchas cosas. Como el simple hecho de las diferencias entre un hombre y una mujer y el hecho de que no se pueden tratar de la misma forma. Tal vez por eso nunca supo que había sido una cita lo que tuvieron en la noria, y también por eso se había marchado. Porque nunca entendió que pasaba realmente.

Tal vez el también se había perdido tanto en su meta a lograr que no había visto bien el camino, ni tampoco si se cruzaba con una flor o una piedra.

-No me asustes así- Fue lo único que pudo decir Touko cuando sintió que Rosa la agarró de la mano y las dirigió camino al centro pokemon para pasar la noche.

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