"Jealousy, icy crystals and a stormy day" I

La joven de cabello chocolate se encontraba siendo abrazada por dos pares de brazos maternales que recordaba de hace dos años, mientras los ojos curiosos a sus espaldas dentro del edificio contemplaban la escena. Los viejos miembros y el ex-sabio miraban con una sonrisa a las féminas mientras unos ojos rojos expectantes sólo sentían confusión y curiosidad. Después de todo las musas no eran personas que demostraran sus emociones en demasía al punto de tirarsele encima a alguien para abrazarle con todas sus fuerzas.

La primera en hablar fue Touko separándose levemente del abrazo mientras era liberada por las otras que con una sonrisa miraban a sus ojos mar llenos de felicidad y algunas lágrimas.

-Concordia, Anthea... Es bueno verlas otra vez- La voz de Touko sólo mostraba pura felicidad mientras con sus manos levemente secaba sus lágrimas al igual que las musas que la acompañaban.

Una tos de repente interrumpió el momento emotivo que se habia construido alrededor del trío de mujeres mientras ahora un viejo sabio hacia entrada a la conversación mientras acariciaba su barba lentamente. La mirada de Touko pareció confundirse de momentos hasta que sin más que decir el hombre terminó inclinandose ante ella seguido de los miembros del Ex-equipo Plasma que se encontraban por toda la habitación mientras las musas sólo sonreían mirándose. Touko no comprendió y no cabía en sorpresa hasta que el hombre pronunció palabra.

-Es un honor verla otra vez señorita Touko- La voz del hombre mayor fue escuchada por todos en la habitación mientras el joven de mirada carmesí seguía contemplando confundido la escena y mirando directamente a la chica que había acabado de entrar -En nombre de todos mis compañeros y yo le rogamos que nos perdone por los hechos sucedidos hace dos años. Aunque sabemos que nuestras acciones no tienen excusa ni son dignas de tal bondad de su parte.

Ruta bajo más la cabeza mientras los demás hacian lo mismo, incluso las propias musas ahora se habían colocado a ambos lados del hombre y el miembro que la había guiado al lugar había ido con el resto mientras todos bajaban la cabeza en señal de respeto. Touko sintió el calor en sus mejillas y empezó a recorrer su vista por toda la habitación notando como había varios pokemon y al parecer estaban bien cuidados y felices, al punto de que un Patrat se encontraba abrazando una de las piernas de las mujeres en uniforme azul.

La joven de mirada azul se acomodó en el lugar mientras se relajada por completo. Todos merecían una segunda oportunidad, tenía bien claro las palabras de Zekrom en ese instante. Todos merecen empezar de cero y al parecer ellos lo habían hecho, este no podía ser el Equipo Plasma del que Iris le había contado, además, sus uniformes no eran los mismos y no veía rastros de Ghechis por ningún lado o algo que indicara que el estaba al mando. Touko cerró los ojos y suspiró rendida ante el encanto que había captado de este nuevo Equipo Plasma que vivía en la modestia y cuidaba bien de los pokemon, el equipo que se inclinaba ante ella pidiendo su perdón.

Touko habló.

-Levanten la cabeza por favor...- Y como si de una orden de una reina se tratase todos los presentes obedecieron encontrándose con cálidos ojos azules que le sonreían amablemente - Lo que ha sucedido está en el pasado, y no les hace falta otra vez mi perdón, saben que se los he dado hace mucho tiempo.

-¡Señorita Touko, oh es espléndido!- La voz del anciano se oyó emocionada mientras ahora se acercaba a paso rápido a la chica de rizos chocolate

-Anciano Rug- Y la voz de Touko no fue capaz de terminar la oración mientras los dos brazos del anciano la rodeaban en un cálido abrazo paternal mientras daba palmaditas en su espalda. Touko no supo como reaccionar y sin siquiera darse cuenta terminó correspondiendo aquel abrazo, dejándose llevar por la emoción de ver rostros familiares de hace dos años.

- Estoy, estamos aliviados...- El primero en romper el contacto fue el anciano de estola carmelita claro mientras tomaba a la joven frente suyo por los hombros para luego soltarla por completo y sonreír. Touko miró confundida al hombre frente suyo mientras veía como las dos musas ahora se acercaban.

-Han sido dos largos años sin saber de ti, parecías haber desaparecido y tus amigos de esa época tampoco sabían nada sobre tu persona- Concordia caminó hacia un lado del hombre mayor mientras miraba directamente a los ojos azules que la contemplaban dando una explicación -Tampoco estábamos seguros de como enfrentarte a pesar de querer verte... ninguno de los presentes aquí sabía como disculparse por haber sido engañados y actuar de esa forma- La rubia señaló a lo largo de la habitación con su vista seguida de la de Touko que ahora veía arrepentimiento y duda en todos los ojos que la contemplaban.

Touko siguió a las musas que ahora la invitaban a sentarse en una mesa mientras charlaban tranquilamente aún sin dejar esa calma tan normal en ellas.

-Tampoco nuestro hermano sabía hacerlo, por eso se fue en ese momento. O eso creemos nosotras- Anthea continuó los pensamientos de la rubia que ahora estaba en la pequeña cocina del lugar preparando unos bocadillos y té para compartir entre todos -Posiblemente se sentía mal por haber sido engañado todo ese tiempo y sentirse sin propósito y haberte arrastrado a una guerra sin causa... realmente le importabas mucho.

Touko suspiró pesadamente mientras bajaba la capucha que cubría parte de su rostro y cabeza, un cierto aire melancólico a su alrededor que fue inmediatamente notado por la musa de la paz quien ahora se acercaba con una bandeja con galletas y cinco tazas de té colocando una frente a cada asiento a excepción de uno en la cabeza de la mesa.

-Aún le importas...- La mirada fija sobre los ojos azules parecia tratar de comunicar más de lo que decía sin necesidad de pronunciar palabra -N te está buscando, casi desesperadamente... Nos gustaría que al menos se reencontraran, estamos seguras de que tienen mucho de que hablar. Si tu aceptas esto, claro- Anthea y Concordia ambas se sentaron frente a Touko mientras hacían señas a dos personas más a unirseles.

Ruga fue el primero en caminar a un lado de Touko mientras se sentaba en el extremo de la mesa que estaba con la taza de té esperándole y dándole un saludo cordial a la campeona junto a una reverencia pese a ya haber interactuando antes. El asiento junto a Touko por otra parte fue ocupado por un joven de cabello negro azulado y mirada escarlata quien no había dejado de mirar a la ojiazul desde su entrada.

-Mis más sinceras disculpas por el tratamiento que recibiste de mi parte señorita Touko- El anciano agachó la cabeza otra vez mientras tomaba con delicadeza su taza de té y daba un sorbo, cosa que Touko imitó degustando el caliente líquido mientras se sorprendía ante el sabor delicioso de este.

-Entiendo como se sienten cada uno de ustedes y no culpo a ninguno por lo que hicieron, al contrario. Gracias a todo lo que ha sucedido en el pasado es que ahora estamos aquí compartiendo esta mesa- delicadamente la ojiazul colocó su taza en la mesa mientras miraba a los presentes antes de seguir su discurso, queria dejar bien claro lo que pensaba- También me he percatado que no han sido ustedes el Equipo Plasma que volvió a amenazar Teselia, al menos desde mi punto de vista todos aquí parecen amar a los pokemon e incluso hace dos años habían miembros que también lo hacían. Así que estoy segura de que no fueron ustedes y me alegra poder estar aquí para saberlo.

-Vaya Vaya, ¿Desde cuándo maduraste tanto pequeña Touko? Ni siquiera tuvimos que aclarar el malentendido y ya lo has perdonado todo, sin dudas eres una campeona excepcional- Ruga halagó y casi logró sacar ligeros tonos rosa en el rostro de la fémina a su lado por segunda vez en el día hasta que la persona del otro lado de Touko se levantó salvajemente con una expresión de sorpresa. Touko notó al chico mirarla y también lo miró a él girandose hacia el mismo.

-¿¡CAMPEONA?!- El joven de abrigo rojo y blanco casi tumba la silla ante su repentino salto sorprendiendo a las musas y sabio en la mesa mientras todos sonreían y los miembros del Ex-equipo Plasma miraban estupefactos la escena y hasta con un poco de gracia. Después de todo, todos en el lugar conocían a Touko y ni siquiera habían tenido que saludarla verbalmente para indicarle que la recordaban.

-Jaja, Calmate chico- El anciano sabio terminando su taza de té se puso en pie invitando a Touko a hacerlo mientras las musas se encargaban de limpiar la mesa aún dejando las galletas sobre esta para aquellos que quisieran -Permíteme presentarlos, Matis, esta joven de aquí es Touko actual campeona de Teselia y la persona que salvo la región del Equipo Plasma hace dos años cuando todos nosotros aún formabamos parte de él.

El viejo sabio señaló a la joven mientras está extendía su mano sonriente al joven de ojos rojos que miraba sonrojado debido a su recién escándalo.

-Y Campeona Touko- Ruga miró a la sala por un segundo mientras también le sonreía y ponía una mano sobre su hombro a la vez que señalaba con su mano libre al joven de carmesí frente a ambos -El es Matis, un joven entrenador excepcional y mejor amigo de nuestra nueva miembro, y quienes ayudaron a detener al Neo Equipo Plasma liderado por Ghechis.

-¡Encantada de conocerte Matis! Mi nombre es Touko, y como ya dijo el anciano a mi lado soy la actual campeona de esta región

-Hey, que no estoy tan viejo- La voz de Ruga interrumpió de momento a la campeona sacando una risa en los presentes y también en el mismo anciano pintado en canas.

Matis por su parte tomó la mano contraria aceptando el gesto mientras también se introducía a si mismo hasta que un pequeño salto por parte de la joven de cabello chocolate lo sorprendió separando ambas palmas

-¿¡Espera, nuevo miembro?! ¿¡Qué no se habían disuelto?!- El hombre a su lado no hizo más que reír acompañado ahora del peli azul.

-Nos hemos disuelto como el viejo equipo plasma que conociste, hora sólo somos un puñado de personas que conservan los uniformes y quieren crear una pequeña compañía para ayudar a pokemon abandonados- Ruga explicó ahora captando la total atención de la campeona quien apoyaba la idea totalmente.

-Oh, me parece muy noble de su parte y con varios puntos a favor para limpiar el nombre de todos los presentes. Como campeona de la liga pokemon tienen mi total apoyo- Pero el diálogo de la joven ojiazul fue interrumpido por un grito femenino a la vez que la puerta principal se abría estruendosamente.

-¡Yay! ¡Abuelo Ruga, la pequeña Rosa está de vuelta!- La joven de coletas que entró de repente se detuvo al ver la extraña figura de manto carmelita entre el anciano sabio y su amigo de la infancia y su sonrisa se esfumó siendo reemplazada por una expresión de confusión y curiosidad al ver como Matis de repente le daba señas de bajar la voz y estar tranquila.

-Oh, la pequeña Rosa- Los tres se giraron en su dirección mientras ambas miradas azules se encontraban otra vez y Touko veía asombrada la escena frente suyo de la chica en coletas con un uniforme azul igual al del resto -Permíteme que las presente...

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