"Ferriswheel will disappear too"

"¿Quieres montar conmigo en la noria?"

Y ahí estaban después de las palabras del joven de ojos azul cielo, las dos mismas personas de hace dos años sentados en la misma cabina, sin siquiera saberlo. Ninguno decía una palabra y N no dejaba de mirar a White quien se encontraba nerviosa por la constante mirada. ¿Cuándo él había cambiado tanto? La última vez que estuvo en esa situación N ni siquiera mantenía contacto visual a pesar de tener ambos una conversación y cuando le confesó todo en ese mismo lugar vio como el peliverde trataba de escapar a cada segundo, parecía asfixiarse en aquella época. Pero ahora era todo lo contrario, la mirada cielo nublado no dejaba de analizar a la persona frente suyo buscando indicios de algo.

-Perdona por haberte engañado para venir aquí, White- El primero en hablar fue N quien mantenía su típico semblante preocupado y a la vez inocente mientras decía las peores cosas en los peores momentos. White no pudo evitar reír por lo bajo causando confusión en el joven que ahora la miraba confundido. -¿He dicho algo gracioso?

-No, sólo recordaba algo... que oí sobre ti- White trató de sonar lo más convincente mientras cruzaba una de sus piernas para asegurarse de no hacer nada que al contrario le recordase a la persona que realmente iba bajo ese disfraz. La Touko que N conocía nunca haría algo como cruzar las piernas, de hecho su manera de sentarse o actuar era lejano a lo que identificarian como una chica así que estaría bien si con su álter ego fuese lo contrario.

-¿Algo que oíste sobre mi?- White asintió está vez apoyándose en una de las rejillas de la cabina y mirando al exterior para luego soltar sin ninguna duda o miedo una frase que sorprendió en gran manera a quien le acompañaba.

-¿Tienes idea de cuántos pokemon existen en el mundo?- Ella sonrió para luego mirar a la cara de sorpresa del joven de los brazaletes mientras se acomodaba en su asiento otra vez esta ocasión apoyándose en ambas manos y recostandose hacia atrás aún con ambos pies cruzados.

-¿¡Donde está ella?!- La voz normalmente de tono bajo del peli verde se oyó estruendosa y emocionada a la vez que su rostro se torcia a una mueca de tristeza mezclada con asombro. White no pudo evitar sorprenderse también, por un segundo había creído ver desesperación en sus ojos -¿Conoces a Touko verdad? La heroína de los ideales, por favor, ¡Si la conoces dime donde está!

Los ojos de N parecían querer llorar mientras se había levantado de su asiento y ahora sujetaba los hombros del contrario que le miraba aún con una expresión de asombro mas no decía nada. ¿Tanto quería verla otra vez? ¿El también quería verla? Eso era algo que Touko en ese momento no sabía con certeza pero la desesperación en los ojos cielo nublado era casi suficiente para descubrir su identidad. Pero ese no era el momento.

- ¿Atado en un pasado con ella?- White quería tirar de las cuerdas del contrario, quería respuestas que pretendía obtener antes de que el recorrido terminara, y pensaba hacerlo usando cualquier método.

-Hay...- N se dejó caer hacia atrás sentándose en su lado de la cabina otra vez mientras miraba a un lado apenado -Tantas cosas que debo decirle a esa persona, empezando por una disculpa...

-¿Disculpa? ¿Le hiciste algo malo a la heroína de los ideales?- La voz de White sonaba calmada mientras N parecía todo lo contrario, era tan típico de él.

-Una disculpa por algo que sucedió hace dos años, preferiría decirle personalmente perdona. También agradecerle por hacerme comprender mi error- El mayor soltó un suspiro mientras juntaba ambas de sus manos y las apretaba arrepintiendose de sus acciones del pasado.

-Natural, ¿Cierto?- White cambió los pies que tenía cruzados y recostó su cuerpo hacia adelante poniendo su cabeza sobre su mano apoyada en una de sus piernas de manera confianzuda y despreocupada. - ¿Por que este lugar? ¿Y para que querías verme? ¿Sabías desde un principio que conocía a Touko?

- Lo descubrí cuando estuve en la Torre Duodraco, encontré lo que creo que es un fragmento de una ultraball que te pertenece- Diciendo esas palabras el oji cielo nublado saco de uno de sus bolsillos el fragmento amarillo y negro y se lo entregó al contrario mientras se arreglaba la gorra ocultando su rostro.

-Oh, entonces sabías que estuve ahí-

-Para capturar a Zekrom, ella posiblemente te lo dio... ¿Me equivoco?- White pensó por un momento que decir, si seguía aumentando su mentira no creía que fuera capaz de dormir, sobre todo mintiendo a alguien tan inocente e importante para ella.

- No, ella estuvo allí, aunque no puedo decirte más allá de esto- Prefirió callar que mentirle a quien amaba, y N al parecer lo aceptó respondiendo su pregunta anterior.

- Con respecto a este lugar... me trae recuerdos, buenos y malos. Supongo que es lo que más me conecta a ella ahora mismo- El peliverde se recostó a uno de los lados de la cabina mientras miraba el exterior viendo como casi llegaban al final de su recorrido.

-Pero pronto este recuerdo no quedará, este lugar van a destruirlo en una semana o dos. La noria también se marchará justo como tu hace dos años. Si tienes algo importante que decirle a esa persona, te recomiendo tomar la iniciativa y pensar realmente en sus sentimientos- Y justo cuando N iba a responder ante la noticia pudo ver como el recorrido llegaba a su fin y el sonido de click en la puerta que se abría le daba paso a White que se iba calmadamente. Debía detenerlo.

Y así hizo, luego de el N bajó de la noria y como si su vida dependiera de ello agarro del hombro al contrario para detenerlo. Aún habían muchas cosas que debía saber. Aún necesitaba saber donde encontrarla. Necesitaba respuestas.

-¡Espera!- White se sorprendió ante el contacto por segunda vez en la noche y a la vez a ese lado que no estaba acostumbrada a ver en el contrario. El había cambiado -Dime donde está Touko por favor.

White sonrió.

-Un combate pokemon- N pestañeó dos veces mientras retomaba la compostura y se paraba en su lugar soltando a White.

-¿ Que?- White volteó a ver a su contrincante mientras sacaba una de sus pokeballs de su cinturón.

-Si me ganas en un combate pokemon te diré donde encontrarla- Ella quería comprobar de qué tanto era capaz el nuevo N que estaban viendo sus ojos, quería que la buscara enserio. Pero no se lo pondría fácil.

-Hecho- N sin dudarlo sacó una de sus pokeballs y de esta salió un poderoso Zoroark lanzando un rugido voraz -Zoroark cuento contigo.

-Uno contra uno- El peliverde asintió frente al comentario de White mientras veía como lanzaba su respectiva ball al aire y de esta salía su pokemon -¡Adelante, Scolipede!

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