"Black and white ties"
El marcador de la pantalla que era testigo del combate entre ambos entrenadores dio su veredicto, Touko, la campeona había salido vencedora de aquel combate y frente a ella arrodillado sumido en la vergüenza se encontraba su adversario.
Varios pasos oyeron provenir desde la entrada y otra vez ahí estaban el grupo del alto mando acompañados por una morena de cabello morado, todos llegaron a la sala donde encontraron derrotado a su ex-compañero Aza. Sentimientos de felicidad y tristeza se colocaban en los corazones de todos junto a la duda, pero ninguno dijo palabra alguna, sólo concentraban su vista en la joven de cabello castaño que se acercaba con calma al hombre en el suelo.
Touko sonrió y con su mano extendida a su altura miró directamente al hombre que había derrotado.
-¿Aún tienes algo que decirme luego de mi traición?- Aza miró hacia otro lado que no fuesen los pies ajenos tratando de ignorar el hecho de que ella estaba ahí o también los demás.
-Aza mírame- Esas fueron las únicas palabras pronunciadas por la joven que ahora se arrodillaba a la altura contraria apoyando una de sus rodillas en el suelo y el pie contrario quedando en pose de caballero medieval.
El líder de siniestros rendido ante su encanto no tuvo más opción que mirarla para encontrarse directamente con unos ojos de color mar que parecían ver a través de su alma, unos ojos cautivadores sin duda, pero no era el quien estaba en ellos, sino alguien más.
-Aza, se los motivos por los que hiciste esto, se que estabas molesto conmigo y diste lo mejor de ti para hacerme reaccionar, algo que los demás no vieron, tu lo viste- El tono de la castaña de cabello corto se oía orgulloso a la vez de feliz cosa que no pasó por alto el hombre de ojos azules y cabello negro, permanecía en su posición mirando estupefacto el brillante y gran corazón que poseía su reina. Sin dudas una cualidad envidiable. ¿Sería esto lo que había llamado la atención de aquel joven hace dos años?
Aza quería hallar respuesta, necesitaba hallarla. Aún no podía creer en la bondad de una persona y en su extrema capacidad de confianza y fe en el mejoramiento humano. ¿Eso la había llevado a límites inimaginables? ¿Era esa emoción que algunos creen debilidad lo que la impulsaba? Quería saberlo; quería ver más de ella.
-¿C-cómo?- Su voz salió confusa mientras en sus ojos brillaba esa chispa de curiosidad infantil hacia la persona frente suyo que le ayudaba a ponerse en pie.
-Pero a pesar de tus buenas intenciones sólo lograste lastimar a muchos...- La felicidad que se instalaba en el corazon de lider siniestro se vio detenida en cuanto toda alegría y orgullo se vio sustituida por decepción y unos ojos mar parecían apuñalarle directo al corazón de una manera dulce y ácida al mismo tiempo. Touko pausó su sentencia y su tono se volvió de arrepentimiento -Realmente yo, les debo una disculpa, no sólo a ti sino a todos.
Aza no cabía en asombro. La joven de orbes mar se inclinaba ahora frente suyo en una más sincera posición de disculpas no sólo para el sino para todos. Parecía increíble el como sus pensamientos después de todo la habían alcanzado. Ella era increíble.
-Campeona...
Todos los presentes dijeron al unísono aquella palabra tan oida por Touko, cada cual con su tono particular, cada cual con su emoción y sentimientos. Touko levantó la cabeza respirando profundo pensando en las palabras de su Lucario. Ahora era el momento de actuar, tenía un caos que volver paz.
-Yo fui egoísta e infantil, también me guardé todo lo que sentía y pensaba y no se lo comenté a ninguno de ustedes; pensé que de esa manera podría seguir adelante pero estaba en un gran error. Cometí el mismo error de hace dos años...- Cada palabra que decían sus labios era soltada directo desde su corazón mientras su mente parecía analizarlas meticulosamente y regañarse tortuosamente por sus errores, pero aún había esperanza -Pensé que si sellaba mi corazón a todo sería más fuerte, creí que si pensaba primero en los demás los haría felices pero nunca consideré mi propia felicidad o voluntad, tampoco el como algunos se percataron de mi oscuridad. Aza, tu querías ayudarme pero no te permití acercarte nunca, así que decidiste convertirte en alguien a quien no habría manera de ignorar... ¿Cierto?
Y ahí estaba otra vez esa chispa electrizante de determinación violeta que brillaba incandescente en los ojos mar y miraban con ansia y pasión a los presentes en aquella sala, había vuelto las fuerte que nunca y renacida de sus cenizas como un fénix que alza vuelo. Touko estaba decidida, cada fibra de su ser lo demostraba, cada gesto de sus manos y cada subida y bajada de su pecho respirando grandes bocanadas de aire para seguir su discurso con una emoción inimitable e inamovible.
-Traté de hacer lo posible para ver otra vez esa electrizante llama en tus ojos, my- No, Campeona Touko- Y por fin Aza habló, está vez sin sarcasmo o ironía, habló de manera respetuosa, desde su corazón mientras cerraba sus ojos y una sonrisa de alivio pintaba su rostro haciendo sonreír a los demás presentes.
-Lamento el nunca haber notado como sufrias por mi causa Aza, también lamentó haber callado estos años. Así que ahora voy a hablar, si aún me quieren a su lado- Otra vez la voz de la monarca de aquel palacio hizo eco en sus paredes y columnas de negro puro, sinceridad y honestidad iban tomadas de su mano y parecían mover sus labios -Yo los necesito, a cada uno de ustedes, sin importar sus errores o diferencias, confio en el valor de cada uno y en su juicio y capacidades. Quiero ser libre de estas ataduras, de este lugar. Quiero buscar a N otra vez, quiero decir lo que no dije en aquel entonces y quiero hacer las cosas bien para empezar. Pero no puedo hacerlo sola.
Touko se sinceró totalmente a un punto que no creía ser capaz, dijo sus ambiciones y esperanzas, declaró su amor en cierta forma. El amor que sentía hacia todos, el amor que sentía hacia aquel que había huido de su vida. Sus manos descasaron de momento en su pecho mientras aquellos electrizantes ojos daban fe en sus palabras. Cada uno de los presentes sacó su propia conclusión, cada uno tenía algo que decir y Touko estaba dispuesta a oírlo ya fuera apoyo o no.
-Así que diganme, aún luego de mis faltas, aún luego de mis errores y egoísmo. Aún sabiendo el camino que yo escogeré, ¿Se mantendrían a mi lado?
Y así fueron sus últimas palabras mientras miraba los ojos de cada uno de sus colegas esperando una respuesta. Tenía miedo Si, estaba nerviosa, su respiración parecía el tornado creado por un pequeño pidove salvaje pero aún así, aún si sus piernas estaban temblando ella seguía en pie. Porque ese era su sueño.
-El amor es un sentimiento puro, el más puro en la psiquis humana. Te da alas a veces, yo quiero verlo otra vez. Quiero ver como nuestra campeona vuela por su cuenta- La primera en pronunciar palabra de manera cordial y calmada fue la joven rubia de mariposas en el cabello, su tono fue alentador y curioso con un ligero toque de orgullo en él. Al igual que el resto, quería ver que tan lejos sería capaz de llegar su reina -Si está humilde y hermosa psíquica le basta, permítame permanecer a su lado, mi reina.
No pudo faltar esa autoestima gigante y esa autosuficiencia típica de Catleya mientras dirigía una mano a su pecho y dos de sus mariposas de aura levantaban lentamente su vestido haciendo una reverencia.
-La fortaleza de sus sentimientos es admirable, no esperaría nada menos de alguien que tiene mi maestro en gran estima. Si sigues adelante por el difícil camino que recorres, si realmente quieres luchar por ello levantando las rocas: permite que este luchador sea tu defensor.
El hombre fuerte y moreno mantenía en su rostro esa brillante sonrisa de victoria tan enérgica característica suya mientras que se ponía en pose de karateka con los puños cerrados guiñandole un ojo a la joven campeona frente suyo. El admiraba su fuerza al igual que todos los presentes, eso le empezaba a quedar claro a la joven.
-Catleya...Loto...- Las palabras anonadadas de Touko fueron interrumpidas por un tono fantasmal y lleno de misterio a la vez que las enguantadas manos daban vueltas en el aire enérgicas y llenas de emoción al leer aquella fábula.
-"Y sus ojos brillaban cual ferviente acero hirviendo antes de convertirse en espada, esa era la valentía del alma de la heroína portadora del orbe oscuro. Los ideales que buscan una verdad ansiada dentro de una monotonía de gris sin fin, quieren volver otra vez a los lazos en blanco y negro" Ese será un fragmento de una novela que pienso escribir, estaré ansiando un nuevo capítulo de su parte, señorita Touko~
Anís dio su opinión al respecto con ese característico aire de misterio mientras una sonrisa pícara se firmaba en su rostro que luego bajó para ver la tableta con el escrito que llevaba en sus manos.
-¿Aza...?- La joven campeona cuestionó al ver que luego de un rato era el único que aún se mantenía en silencio como un perro recién regañado por su amo. Cuando fue a acercarse a el pudo ver como sus ojos azules la recibieron para que quedase en el lugar donde estaba. Esta vez no había una pizca de falsedad en su mirada.
- La oscuridad de tu alma se ha ido, o al menos la has vuelto tu propia luz. Para un ser que camina en la oscuridad como yo, deseo poder estrechar esa luz en mis manos y asegurarme de que es real- Las palabras del hombre de cabello negro puntiagudo se escuchaban sinceras por todos mientras hacia un gesto de disculpa y a la vez juramento llevando su mano a su corazón y cerrando los ojos mientras agachaba la cabeza en señal de respeto a la campeona- Si aún después de vagar por la noche sabiendo tu destino prefieres mi protección, permíteme ser la sombra tras tus pasos, my Lady.
Aza levantó su vista y sonrió a la chica de rizos castaños y pelo corto. Luego la última en hablar fue una morena de peinado esponjoso que había pasado todo el rato pensando sus palabras y la manera en la que alentarian a su amiga.
-No tendré palabras bonitas y refinadas como el resto, tampoco sabré bien que decir ahora, pero te diré lo que está en mi corazón. Si eres Touko estoy segura de que lo lograrás, ¡Así que ve a por ello con todas tus fuerzas y demuéstrale a ese idiota lo que pasa por abandonar a mi jefa! ¡No te rindas!- La charla que al principio parecía tranquila se tornó salvaje cuando Iris se puso a dar golpes de lucha al aire y señalar ferozmente a la joven de ojos mar con una sonrisa -Nosotros cuidaremos tu espalda, así que avanza sin temor por el camino que has elegido, porque tu eres Touko, ¡Heroína de los Ideales y Campeona de Teselia!
Y con esas palabras cada uno apoyó una de sus manos en los hombros de Touko a la vez que la morena hiperactiva le daba un ligero, pero bastante fuerte, empujón a Touko haciéndola caminar dos pasos y casi caer al tercero para luego voltear y encontrarse con las caras sonrientes de todos que le daban un signo de aprobación.
-Ustedes...¡Gracias a todos!
***
-Así que aún lo estás buscando...Enserio eres admirable después de todos estos años pequeña Touko. Estaré encantado de verte evolucionar y de darte mi apoyo. ¿No crees lo mismo, chico?
-Ciertamente admirable, esa es mi amiga de la infancia
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