VI



Catra's Pov

Regresamos a la habitación después de un par de horas. Hablé con Scorpia por mensaje de nuevo, antes de que Adora volviera a subirse a mi cama, con la excusa de que era más cómoda que la suya.

Sin embargo no podía evitar sentir que algo malo pasaría en cualquier momento.

Para mi fortuna, esa noche no pasó nada.

A la mañana siguiente Adora me despertó temprano, me pidió que me bañara y me cambiara. Obedecí sin preguntar nada.

—¡Oh! Deberías llevar traje de baño—Dijo cuando salí.

—¿Qué se supone que haremos?—Cuestioné.

—Iremos a la piscina. Te enseñaré a nadar—Respondió encogiéndose de hombros.—Te esperaré fuera.—Y sin más salió, sin dejar oportunidad para que me negara.

Una vez terminé la seguí hasta la piscina, que al parecer ya estaba abierta.

Mermista salió del agua gruñendo, de nuevo, pero al vernos juntas nos dio una mirada extraña y salió.

—¿Esa es Mermista?

—Está más gruñona que de costumbre. Quizá porque acababa de entrar.

—Pero podía quedarse aquí, ¿No?

—No le gusta la compañía. La primera vez que vine salió gruñendo.

—No importa. A lo que vinimos.—Dijo mientras se quitaba la ropa, haciéndome desviar la mirada de inmediato, completamente sonrojada.

—¿Q-q-qué es l-lo que haces?—Me las arreglé para preguntar. Una sonora carcajada me hizo regresar a verla. Adora estaba sin nada más que su traje de baño blanco.

—Tenía mi traje de baño debajo. ¿Acaso pensaste algo más?—Cuestionó con una ceja arqueada y una sonrisa burlona en su rostro.

—Idiota—Murmuré y la tonta se volvió a reír. Refunfuñando, tomé mi ropa y me fui a cambiar.

Al salir la encontré con la misma sonrisa burlona, pero se esfumó una vez que estuve a unos pasos de distancia de ella.

Adora's Pov

¿Hacía calor ahí? Porque yo sentía calor.

Catra no usaba un traje de baño, solo tenía un top negro y un short del mismo color, me dajaba ver sus caderas y cintura bien formadas, sus piernas también eran dignas de admirar, con la proporción perfecta para su pequeño cuerpo.

Recientemente, me había vuelto aún más consciente de su apariencia. Era... como una diosa, al menos a mi parecer.

Sentía mis mejillas arder, y podía asegurar que mi cara normalmente blanca y pálida, había tomado los colores de un tomate maduro.

—Uhmm, ¿Adora?—Catra ladeó su cabeza otra vez, haciéndome sentir más acalorada que antes.

—Ah, sí. Nadar, eso es lo que estábamos haciendo—Dije antes de lanzarme al agua en un intento de enfriarme.

Ella me miró con sorpresa para luego acercarse lentamente, sumergiendo uno de sus dedos del pie en el agua, sacándolo casi de inmediato, alejándose unos cuantos pasos.

—No entraré ahí. Está muy frío—Se excusó.

—No lo creo, sólo ven aquí—Estiré mis brazos en su dirección, incitándola a que entrara. Me miró seria, pero poco a poco se fue acercando, hasta quedar con las piernas dentro del agua y una cara de disgusto. Sonreí, tomándola por la cintura, sumergiéndola completamente en el agua, antes de escuchar un grito de su parte. A pesar de que sus pies podían tocar fácilmente el fondo, se desesperó, levantando sus brazos asustada, y luego subiéndose sobre mi espalda.

—¡No puedo hacerlo! ¡Sólo bájame!—Gritó. Me quedé en silencio hasta que se calmara.

—No te va a pasar nada—Dije con un tono de voz suave—Estamos en la parte más baja, no te ahogarás a menos que vayas más allá—Señalé atrás mío, donde estaba mucho más profundo. La escuché suspirar, pero sin embargo no bajó de mi espalda.—Además, te estaré sosteniendo todo el tiempo por si acaso.—Al ver que ella no bajaría, le tomé una mano y empecé a introducirme en el agua, su agarre sobre mí se apretó , hasta que la bajé con cuidado, sin soltar su mano en ningún momento.

Después de eso ella aún lucía asustada y ligeramente avergonzada. Fue ahí cuando comencé a sentir algo de dolor en la zona de mi cuello y me di cuenta de algo.

Estaba llena de arañazos.

—Te lo dije—Ella soltó como si pudiera haber leído mis pensamientos.

—De verdad no te gusta el agua—Le di una media sonrisa.—Pero puedo hacer que te guste.

—Oh, ¿En serio?—Asentí.—Ya veremos.

(...)

Fue un largo día para ambas. Mi cuerpo había terminado con una colección enorme de arañones, pero valió la pena. Catra estaba aprendiendo, no parecía esforzarse, pero en el fondo sabía que lo hacía.

Recibí también muchos gritos e insultos de su parte, una vez casi me golpea para que no la soltara.

Había conocido una fase diferente de ella, y eso me ponía sorpresivamente feliz.

Tan feliz que sonreía sin motivo aparente.

—¿Adora? ¿Estás bien?—Preguntó ella—Otra vez estás sonriendo como estúpida.

—¿Qué? Ah, sí, creo, yo no... ahhh ¿Tienes hambre? Podemos ir a comer algo—Ofrecí distraídamente.

—Acabamos de comer—Respondió con la bolsa de papas fritas en mi cara.

—Me refería a la comida que sirven en la cafetería. Ya es casi hora de la cena.

—Mmmm... no, prefiero irme a la habitación ahora. Estoy muy cansada como para dar un paso más.—Se quejó levantando sus pies y moviendo sus dedos un poco. Sonreí y me coloqué delante de ella.

—¿Qué es lo que intentas hacer?

—No puedes dar un paso más, ¿no? Te cargaré hasta los dormitorios—Ni siquiera esperé una respuesta, la tomé contra mi espalda mientras Catra se aferraba a ella, enrollando sus piernas sobre mis caderas y sus brazos sobre mi cuello, como un koala.

Sonreí y comencé a caminar con ella en mi espalda.

—¿No te parezco pesada?—Preguntó cerca de mi cuello.

—Nah, eres muy liviana comparada con las pesas—Respondí.—Es muy fácil cargarte.

—Idiota—Murmuró lo suficientemente alto como para que pudiera escucharla.

En nuestro camino a los dormitorios pude sentir que alguien me observaba, se sentía... incómodo, parecía como si estuviéramos siendo vigiladas.

Volteé a todas partes, pero todo lo que alcancé a ver fue una mancha rosa corriendo a toda prisa. Suspiré y seguí caminando, como si realmente no importara.

Al llegar encontramos a nuestras compañeras de cuarto leyendo, pero al vernos entrar la cara de la chica castaña se curvó en una sonrisa malvada.

—Si necesitan estar solas para ya saben qué sólo avísenos.—Dijo. Una de sus frases estaba en español, por lo que apenas la entendí. Su amiga rió y pronto sentí a Catra tensarse encima mió.

Como si ustedes no lo fueran a hacer—Contraatacó, de nuevo en español. La chica se sonrojó y se metió en las cobijas. Su amiga de pelo verde me miró igual de confundida que yo, por lo que sólo atiné a sonreírle torpemente antes de ir hacia nuestra cama, dejándola en la suya.

—Buenas noches—Se despidió somnolienta.

—¿No te bañarás?—Pregunté.

—Mmmm... no, tuve suficiente agua por hoy.

—Está bien, buenas noches—Estuve a punto de acariciar su mejilla, pero no hice.

Bajé y me acosté en mi cama, soltando un suspiro y cerrando mis ojos.

Catra's Pov

A la mañana siguiente me levanté, aún con la sensación de sentirme observada, no sabía por qué, o por quién.

Ese día era viernes, y tenía entendido que iríamos al muelle.

Me bañé y me cambié antes de que Adora despertara. Ella casi nunca se quedaba dormida—o al menos eso he notado en los últimos días—pero supuse que fue por el ejercicio de ayer.

Le dije que no lo intentara.

Pero ella es demasiado terca como para escucharme.

La esperé sobre mi cama, unos cinco minutos después ella despertó. Miró a mi cama y yo la saludé con un gesto con mi mano y una pequeña sonrisa.

Sin decir nada, entró al baño, para salir limpia y perfumada, con un fuerte olor a galletas, o al menos para mí era fuerte.

No pude evitar olfatearla cuando se acercó a mí mientras me miraba con una sonrisa torpe y un pequeño rubor en sus mejillas.

—¿No te gusta?—Preguntó temerosa.—Quizá deba quitarla después de todo.

—Para nada, hueles delicioso—Dije aún oliendo su aroma.—¿Qué es?

—Una crema.La compré pensando que era comida y no sabía si usarla o no...—Respondió rascando su mejilla.

—¡¿POR QUÉ NO ESTOY VIENDO A NADIE EN EL PATIO?!— Gritó Weaver a través del fastidioso parlante. Ni siquiera necesitábamos uno, la habitación era pequeña y podríamos escuchar bien si estuviera ubicado en el pasillo.—¡LOS QUIERO A TODOS ALLÍ AHORA!—Suspiré sonoramente antes de levantarme y dirigirme a la puerta.

Al llegar encontramos a una Glimmer completamente seria. Al vernos juntas se indignó, frunció su ceño y se puso en medio de ambas, para luego arrastrar a Adora lejos de mí, esta vez sin hablar sólo con sus puños cerrados, y una evidente cara de enojo.

—¿Glimmer, estás....—Ella no terminó su pregunta, pero la niña rosa no respondió.

Las cosas estaban tensas entre ellas e internamente me alegré de no tener que involucrarme. O eso pensaba.

Sparkles me miraba con odio puro—o tal vez yo solo estaba exagerando—y juro que la había visto decirme un "puta" sólo moviendo sus labios.

Durante el viaje en autobús la brillosa mantuvo a Adora aislada de mí, ni siquiera le permitía mirarme, pero aún así me observaba esporádicamente, apenas sonriendo, para luego regresar a su tortura silenciosa.

—¡LLEGAMOS!—Gritó Sea Hawk con su habitual tono molesto y chillón. Estaba segura de que si manejara un barco, se pondría a cantar sin parar algún cántico marino. Me levanté y salí, como si hubiera visto al diablo detrás mío.

Como imaginé, Weaver estaba ahí, vigilando a todo el mundo, lo cual no tenía sentido, pues dejaba que cada quien se fuera por su lado.

Me detuve a orillas del mar aspirando el olor de las olas y sintiendo que la calma llegaba a mi conforme pasaban los segundos.

Una calma que no duró mucho.

Sentí la presencia de dos personas a mi lado, la incomodidad viniendo con ellas.

Pronto sentí a una de las dos acercarse más a mí con pasos lentos, muy parecidos a pisotones. Ahí fue cuando supe que no era Adora, sino Sparkles.

Me tensé de inmediato, y un segundo después sentí unas pequeñas manos empujarme con mucha fuerza.

Antes de que pudiera reaccionar, estaba en el profundo mar.

Y aún no sabía nadar correctamente como para salir de ahí. Adora saltó sin pensarlo ni un segundo, pero yo estaba en pánico y no podía reaccionar, por lo que seguí pataleando hasta casi ahogarme por completo. La gente se había reunido alrededor para ver qué pasaba. Como siempre, nadie hacía un solo movimiento para ayudar.

—¡Catra! ¡Escúchame!—Gritó Adora.—No te pasará nada malo—Repitió las mismas palabras que me habían logrado calmar la noche anterior.— Estoy aquí. No dejaré que nada te lastime—Se fue acercando y yo poco a poco me estabilizaba. Vi a lo lejos que las caras de satisfacción que tenían Sparkles y Weaver desaparecían, dejando frustración y enojo.

—¿Lo prometes?—Me las arregle para preguntar.

—Lo prometo.—Respondió con convicción. Me acerqué a ella y la abracé, sin importarme realmente la presencia de la gente.

Después de salir del agua nos dieron ropa para cambiarnos, pero no nos dejaron regresar, por lo que tuve que soportar insultos pasivo-agresivos por parte de la niña brillosa.

Ese fue solo el principio de una pesadilla sin final aparente.

—------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bueno... quería decir que este capítulo fue un poco difícil de escribir porque las ideas que tengo se mezclan y es un poco complicado escribirlas.

Aparte cada vez que veo, leo o escribo un "u promise?" me duele, no importa cuánto tiempo pase, parece que esa herida nunca cerrará.

Y como no tengo dónde más desahogarme he decidido hablar sobre mi vida personal aquí, empezando por decir que estoy enamorada de alguien y ese alguien es casualmente una de mis mejores amigas y la verdad no sé si pueda declararme T_T (Passive mode on)

En fin, espero que tengan un buen día/ tarde o noche y que se cuiden.

Los quiero <33

Atte: Heiwa

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top