IV
Adora's Pov
Daba vueltas en círculos pensando en qué era lo que debía decirle a Catra. Sobre lo que pasó anoche tengo una explicación, pero antes de eso, no sé ni siquiera cómo enmendar mi error de tocarla sin permiso.
Catra parece ser una persona muy sensible detrás de esa indiferencia. Lo sé porque Adam solía ser así antes. Fingía que no le importaba en absoluto el hecho de ser menos importante que yo. Ser el segundo mejor. Pero le dolía mucho, y también me dolía a mí. Por eso, dejé de esforzarme demasiado en todo, quería ver a mi hermano ser él mismo, ser feliz.
Y lo conseguí, después de muchos años de horas hablando.
Aunque sabía que probablemente se burlaría de mí, mi hermano era el único que realmente me entendía. Fui hacia dónde él estaba y lo arrastré lejos de las chicas que lo rodeaban.
—¡Ey! ¡Estaba en medio de algo por si no lo has notado!—Se quejó.
—Mi "algo" es más importante, así que deja todo eso para después.—Repliqué llevándolo al mismo lugar dónde vi a Catra antes.
—Uhhhhh, al fin has encontrado una presa, ¿no?—Preguntó alzando las cejas sugerentemente. No tenía cómo negarlo así que no dije nada, él ya lo sabía—Entonces, ¿Quién es la afortunada?— Su tono aún conservaba seriedad, a pesar de sonar burlón.
—¿Recuerdas la chica con la que comparto litera?—Asintió frenéticamente con la cabeza—Pues es ella. Pero arruiné cualquier oportunidad con ella. Dos veces.—Confesé.
—¿Qué es lo que hiciste ahora? ¿Le contaste algunos de tus chistes malos? Te he dicho millones de veces que a nadie le hacen gracia, sis.
—¿Qué? ¡No! Y mis chistes son graciosos.—Rebatí
—Si no son los chistes... ¡¿Le mostraste tu colección de calcomanías?!
—¡Que no! ¡Déjame hablar!—Grité, perdiendo la paciencia, a lo que él soltó una carcajada. Suspiré.—Yo la observé dormir, y luego le acaricié el rostro un poco—Vi como la expresión de Adam cambiaba drásticamente—Y anoche dormí con ella.
—¡¿Qué tú hiciste qué?! De verdad acabaste todo. Hubiera sido mejor que le contaras tus chistes estúpidos.
—Pero no fue intencional—Me dio una mirada de reprobación.—Lo de ayer. Ella tenía la mitad del cuerpo afuera, intenté despertarla pero no me escuchó, y yo estaba asustada de que se cayera y fuera mi culpa, así que la bajé a mi cama, pero antes de que subiera a la suya me jaló hacia ella y me llamó Melog—Expliqué sin hacer ninguna pausa. Adam sólo sonrió.
—Entonces sólo tienes que decirle eso, luego todo se resolverá y me dejarás en paz por el resto de semanas.—Se levantó para irse pero yo lo tomé del cuello, lista para gritarle.
—Escúchame bien, genio: Tú fuiste quien me trajo aquí, así que es tu obligación ayudarme si no quieres que le diga a mamá que tú y Teela follaban en mi presencia—Amenacé. Adam se estremeció y alzó sus brazos en señal de rendición.
—Ok, ok, continúa.—Lo solté y me volví a sentar.
—Cuando intenté explicarle salió corriendo y llamándome idiota—Continué quejándome con voz triste y mi hermano puso un brazo en mi espalda, dando palmadas suaves.
—Ya, ya, sis, desahógate todo lo que quieras—Sabía que se burlaba, pero aún así lo necesitaba.
—Hace un rato le dije que habláramos, me dijo que estaba bien, así que ahora estoy esperando a que vuelva para hablar sobre eso, pero no tengo una explicación para lo que pasó el primer día. Y no quiero que me odie.
—Sólo tienes que decirle la verdad—Dijo seriamente—Es más fácil decir una fea verdad que un montón de bonitas mentiras. Luego no habrá vuelta atrás y terminarás con ella—Sabía que se refería a él mismo. Lo atraje hacia mí en un abrazo cariñoso.
—En serio deberías intentar arreglar las cosas con ella—Aconsejé.—De todos modos, gracias, Adam.—Me dio una sonrisa pequeña pero sincera.
—Lo intentaré, sis.
(...)
Esperé.
Esperé pacientemente, aunque con mucha ansiedad el regreso de Catra.
Un poco antes de las 8—Nuestro toque de queda—Ella estaba entrando, ignorándome de nuevo. Se metió al baño, salió y se acostó en su cama, sin darle importancia a mi presencia.
Suspiré y me asomé por el borde de la cama. Miraba a su teléfono con una sonrisa divertida. Lamenté internamente interrumpir su momento, pero necesitaba hablar con ella.
—Catra.
—¿Qué es lo que quieres?—Preguntó seca, sorprendiéndome por su seriedad.
—Te lo dije esta tarde. Quería hablar contigo—Bufó y me miró con esos hermosos ojos bicolor. Miró a los lados desconfiada y volvió hacia mí.
—Está bien, pero no aquí, las demás pueden venir en cualquier momento.—Asentí viéndola bajar de la cama y salir.
La seguí durante unos largos minutos por los pasillos hasta llegar a un árbol al cual subió sin dificultad alguna, intenté subir también pero caí y la vi ahogar una risa.
Después de tres intentos logré llegar a la misma rama en la que Catra estaba, con la cara roja por la risa que contuvo, suspiró y volvió a hablar.
—¿Y bien? ¿Qué es lo que querías?
Y justo en ese momento entré en pánico de nuevo.
—Ahhh... yo quería explicarte lo que... lo que pasó anoche—Me hizo una seña con la cabeza para que continuara—Verás, ayer desperté y te vi colgando de la cama, me asusté e intenté levantarte—Me miró con reprobación a lo que yo hice un gran intento de no salir corriendo—Juro que lo intenté pero tú simplemente no respondías, estuviste apunto de caerte de la cama, por eso te bajé a la mía y...
—¿Y te acostaste conmigo?
—¡No! Iba a subir a la tuya cuando me arrastraste contigo, me abrazaste y me llamaste Melog, y yo estaba demasiado cansada para irme así que me dormí.—Catra me analizó con la mirada como revisando si era cierto, al comprobarlo suavizó un poco su semblante, pero seguía seria.
—Ok, lo de ayer lo entiendo, pero ¿Por qué hiciste eso la otra noche?—Preguntó dudosa.
—Eso... eso no tiene una explicación clara, o al menos no una coherente. La verdad es algo muy estúpido—Dije con una risa, tratando de evadir sus palabras.
—Dime—Pidió. No de una forma amenazante, pero no era una petición, era una orden.
—Solo fue un impulso—Respondí encogiéndome de hombros.—Te vi y lo único que quise hacer fue cuidarte—Sentí mis mejillas comenzar a arder como anticipación a lo que estaba a punto de decir.—Porque eres muy bonita y quise hacerlo. Lo siento mucho por eso.—No me respondió, pero cuando la miré estaba igual o peor que yo, lo que me pareció muy tierno.
Gracias a lo que Adam dijo, tuve ganas de demostrarle que mis chistes si dan risa, y si no funciona tendré que decir adiós a mi dignidad.
—¿Qué le dice una impresora a otra?—Me miró completamente confusa—¿Esa hoja es tuya o es impresión mía?—Reí un poco, pero luego vi que ella no reía conmigo—Lo siento, de nuevo, soy muy mala con los chistes—Confesé.—Un segundo después Catra rió, mucho más relajada.
—Está bien, te perdono, pero no vuelvas a contar esa clase de chistes, aunque tu cara sí que es graciosa cuando lo haces.
—¡Ey! ¡No es cierto!—Grité fingiendo enojo, pero a juzgar por la sonrisa de Catra, no fingía muy bien. Me rendí al verla así.
—Sólo cállate, idiota—Por un momento pensé que era un insulto, pero ella seguía sonriendo.
Hubo un corto silencio hasta que intervine.
—Y...¿Por qué viniste aquí?—Pregunté creyendo que esa era la pregunta más adecuada.
—Mi tía—Respondió con un suspiro—Quería jugarles una broma a mis amigas, pero Razz terminó involucrada, me envió aquí para "distraerme" de la muerte de mi padre.
—Oh. Lo siento.
—No importa, no es algo tan malo después de todo.
—Yo estoy aquí porque-
—Porque fuiste obligada por tu hermano, ¿no?
—Parece que te encanta interrumpirme, ¿Me dejarás hablar?—Asintió en silencio—Lo que le dije a Glimmer no es del todo cierto—Pude percibir su mirada interrogatoria aún sin mirarla— Mi hermano necesitaba pensar en otra cosa que no fuera su ex, así que lo traje. Al menos no hay ninguna Teela aquí.
—¿Y por qué no le dijiste eso a Sparkles?—Preguntó.
—Porque ella es un poco...intensa. No llevo mucho tiempo con ella, pero aún así sé que es demasiado... uh...
—¿Molesta?
—¡Si! ¡No! Ella es... es... Si, tienes razón, es molesta. Creo que ha hablado demasiado estos días—Suspiré recostándome en el tronco del árbol.—Pero suficiente de Glimmer. ¿A dónde fuiste hoy?
—¿Ahora te interesa mi vida?
—Sólo era una pregunta, no tienes que responder si no quieres.
—Era una broma, fui al muelle con Mermista, resultó ser una persona bastante genial. Aunque en un principio fue porque quería huir de Sea Hawk.
—¿El conductor pirómano? Adam dijo que quemó el autobús el año pasado.
—Yep. Él está enamorado de Mermista y estoy segura de que ella también, pero lo niega.
—Wow, no lo sabía. De hecho, ni siquiera sé quién es Mermista.
—Es la instructora de natación, creo que llegó ayer por la noche. Es bastante gruñona, a decir verdad.
—Menos mal que sé nadar.
—Yo no—Dijo con las mejillas rojas.—No soy muy fan del agua.
—Puedo enseñarte si quieres, suelo nadar seguido—Ofrecí.
—Bien, pero si terminas con arañazos por todo tu cuerpo no es mi problema.—Respondió.
—No te preocupes, ya estoy acostumbrada.— Ella ladeó su cabeza como forma de interrogación a lo que yo reí— Mi gato lo hace todo el tiempo. Más a Adam que a mi. Su nombre es Swift Wind.
—¿Quién le pone Swift Wind a un gato? Ese es un horrible nombre.
—No lo es. Es genial, suena a nombre de caballo.
—Claro, un caballo con alas y cuerno—Dijo volteando sus ojos.—Pero no lo es. Es un gato, Adora —Mi mente viajó a un mundo con Swifty siendo un caballo parlante muy hablador y arrogante. Sería agotador vivir así todos los días.
—Es un gato con nombre de caballo, no le veo ningún problema.
—Tú no, pero no sabes lo estúpido y humillado que se debe sentir el pobre.
—¿Acaso sabes cómo se siente?
—No, pero lo imagino teniendo un nombre tan horrible y una dueña como tú.—Respondió con un bostezo. Me senté en el árbol nuevamente.
—No soy una mala dueña. Por algo nunca se escapa.
—Voy a fingir que es por ti y no por-
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?—Preguntó un hombre desde lejos apuntando con una linterna al árbol. Entré en pánico y resbalé, jalando a Catra conmigo.
El hombre se empezó a acercar hacia nosotros, por lo que no pensé y la tomé por el brazo para empezar a correr hacia nuestro dormitorio.
Al encender la luz vimos a nuestras compañeras de cuarto sentadas en la parte de abajo de su litera leyendo un libro llamado Azura.
—¡Consíganse un cuarto!—Gritó no tan alto, pero sí lo suficiente como para hacerlas reaccionar. Una de ellas se sonrojó a más no poder y se metió en las sábanas. La otra miró hacia nosotras con una mueca de enojo, confusión y vergüenza.
Catra rió y yo la empujé con mi hombro.
—Arruinaste un bonito momento entre ellas.
—Querrás decir arruinamos, porque estabas conmigo y eso te convierte en mi cómplice. Además las ayudé, la próxima vez las encontraremos besándose en vez de estar leyendo un simple libro. Y todo gracias a mí.— Dijo con una brillante y hermosa sonrisa.— ¿Lo ves, cómplice?—Sonreí a la simple mención de esa forma de llamarme.
—Yep. ¿Entonces somos amigas ahora?—Pregunté con una sonrisa.
—Amigas.—Respondió estrechando su mano con la mía.
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Jelou :3
Espero que hayan pasado unas felices fiestas y que tengan un buen año <3
Cuídense del covid y tome awita UwU
Atte: Heiwa
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