PARTE II- FINAL

¡Bienvenidos a esta segunda parte!

IMPORTANTE LEER:

Quise hacer algo distinto y entretenido para que se diviertan (y sufran) conmigo.
La idea es que a medida que avanza la historia, puedan responder ustedes mismas a las preguntas que aparecerán en los párrafos apartados.

¿Quién salvará a más?
¿Quien descubrira el verdadero secreto?

¡Que la suerte esté con ustedes!

Pd: Pongan la musica de terror no sean cobardes(?

Dulces sueños~

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-¿Qué fue eso?- pregunta Izuku, cubriendo su cuerpo entre las sábanas como si estas lo pudieran proteger. 

-Iré a ver.

-¡NO!- pide cuando el rubio ya se paró de la cama. Asustado, le suplica, tomadole por el brazo y negándose a dejarlo bajar.
- No quiero que me dejes sólo de nuevo... Tengo miedo. - susurra mientras su brazo tiembla.

Y entonces, se comienzan a escuchar más ruidos extraños, en el piso de abajo.

...

Ambos, nerviosos, se miran en silencio. Alguno tendría que bajar.
En estos momentos estar en el segundo piso no era muy bueno.
Escapar por la ventana de su habitación era fractura segura.

No había opción.
...

-Q-quizás, es alguien que tiró una piedra de broma...- intenta relajarse Izuk, por desgracia, sin lograrlo en Kacchan. Quien insiste en bajar.

Y lo hace.
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Baja.

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Katsuki entreabre los ojos intentando recuperar el sentido. Lo último que recuerda es bajar por la estrecha escalera y no encontrar nada más que un vidrio roto, probablemente de un piedrazo.
Izuku tenía razón, debió ser una broma.

La cabeza le duele y tantea con una mano su nuca, topándose con su roja y tibia sangre expuesta.
Asustado, recuerda haber recibido un golpe por la espalda.

Izuku, por desgracia,
no tenía razón.

...

Levantándose con dificultad regresa a la habitación, golpeándose en el camino contra las paredes del pasillo, producto del inminente desmayo que ocurrirá de no comprimir la herida.

-Izuku...- llama preocupado, olvidándose en el miedo del apodo que le tiene.

Abre la puerta de golpe y el pánico termina por apoderarse de él.

Izuku no está.
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Solo hay rastros de un forcejeo y ...una capa negra en el suelo.

-¡IZUKU!- el miedo de Katsuki se vuelve tan grande, que recupera la consciencia y baja corriendo por la escalera, gritando el nombre de este.
Busca por toda la casa con desesperación, pero por desgracia, no lo encuentra. 

Respirando agitado se escucha como desde el living, donde está la tele prendida, un vídeo se comienza a reproducir.

No es una película.

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«¿A qué estás dispuesto por salvarlos? »
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Es lo que dice la pantalla, para luego, mostrar la cosa más terrible que Katsuki haya visto en su joven vida.

Izuku y sus otros dos amigos están amarrados de pies y manos, inconscientes en un lugar que no puede reconocer.
Lo que parece un hombre está con ellos y yace sentado a un lado de los 3 cuerpos en el suelo. Este porta un horrible traje de payaso con una máscara blanca con una sonrisa torcida en color rojo intenso, la cual, posee una larga y puntiaguda nariz y en una de las cuencas de sus ojos de las que parece brotar sangre.

Un cuchillo afilado danza entre sus dedos.

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«¿A quien salvas primero?»
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Aparece en la pantalla de Tv, antes de que esta se divida. Mostrando a los tres rehenes y por otro lado, a katsuki, quién confundido busca la cámara, pensando hace cuanto tiempo ese hombre entró en su hogar. Desde cuando planeó aquello.

¿Quién es él y por qué hace esto?

Katsuki, no sabe que clase de juego psicópata es ese, ni quien es su creador, pero lo acepta.
No puede dejarlos y no le queda más opción que seguirle el retorcido juego, a quien sea que fuera ese enfermo mental.

- ¡¿QUÉ QUIERES?!- grita al aire, esperando que el psicópata le pueda escuchar.
Si tenía una cámara, también debía de tener un micrófonos.

El hombre, tan solo juega con su cuchillo como si pensara, para luego, levantarse de su silla y tomar a Denki por el cabello.

La cuchilla afilada se posa sobre su pálido cuello.

-¡NO, YA TE DIJE QUE HARÍA TU MIERDA. ASÍ QUE NO LES HAGAS NADA!- Katsuki exige histérico al hombre de la pantalla, quien parece poder oírlo porque suelta al rubio, dejándolo caer al suelo.

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«Como gesto de aprecio te ofrezco soltar a uno, pero a cambio mataré al instante a uno de los otros dos ¿Qué dices?»
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Katsuki lee mientras su respiración comienza a volverse agitada. Este tipo está claramente jugando con él, y está muy, pero muy enfermo de la cabeza.

Nada de lo que dice tiene sentido, nadie aceptaría un ofrecimiento tan ilógico y enfermo.

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«Ahora la pregunta es ¿Quién?,
¿Quién merece vivir más que otro?»
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Apenas lee los ojos de katsuki instantáneamente se posan en Deku, quien apenas se le ve la verde cabellera, tirado boca abajo en el suelo, totalmente indefenso.

Está a punto de responder, pero siente remordimiento.

Deku no le perdonaría eso.
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No le perdonaría salvarlo a él y dejar morir a alguno de los otros dos. Le odiaría por ello, estaba seguro.

-¡LO RECHAZO, QUIERO A LOS TRES!

El hombre deja de hacer bailar su cuchillo y aunque el video no tiene audio, parece reír.

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«Está bien, "héroe".
Valoro eso, yo también quise ser uno alguna vez.»
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Katsuki suspira aliviado de que no haya nadie lastimado, por ahora.
Pero tampoco puede relajarse, ese hombre aún tiene a los tres en su poder y él no puede hacer absolutamente nada para evitar que los mate.

Le está viendo y un movimiento en falso, puede hacer que les corten la garganta.

Por ahora tendriá que seguirle el juego.

No le queda otra opción.

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«Ya que pareces ser un chico valiente  haré una oferta. Hay un cuchillo en la mesa del comedor, si te cortas uno de tus preciosos dedos libero a uno. ¿lo harías?»
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Katsuki mira la mesa del comedor y en efecto, hay un cuchillo. Una gota de sudor frío cae por su frente antes de acercarse a la mesa y tomarlo con decisión.
El cuchillo tiembla entre sus manos.

Eso iba a doler y mucho.
Pero lo haría por ellos, tiene que hacerlo.


-¡Agh!- Katsuki grita de dolor cuando el cuchillo rasga la carne de uno de sus meñiques, lo suficiente para hacerlo ver como un castigo, pero sin hacerle perder la extremidad.  Es un corte limpio y profudo que comienza sangrar profusamente, tanto así que tiene que enrollarlo contra el mantel de la mesa para no desmayarse.
Ya ha perdido mucha sangre, se siente aturdido.
- Nunca dijiste cuanto cortar, ni que dedo... Ya cumplí, ahora libera a uno- exige, comprimiendo su herida e intentando recomponer su vista que comienza a tornarse cada vez más borrosa.

El hombre en la pantalla vuelve a tomar asiento en su silla y comienza aplaudir.

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«Lo sabía, eres chico muy listo. Muy bien liberaré a este estúpido rubio.»
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Dice antes de tomar a Denki y soltarle los brazos y piernas, para luego, hablar con otro hombre alto y encapuchado que se lo lleva inconsciente a otro lugar. Al parecer, en su retorcido juego tenía un ayudante.

-¿Cómo sé que los liberas?- pregunta Katsuki, comenzando a desconfiar. No tenía razónes para creer en ese hombre y estaba arriesgando demasiado.

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«Lo sabrás, estará en la puerta de tu casa en unos minutos. Está muy sedado, me disculpo por eso.

Bueno, sigamos.»

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Katsuki, aún dudando, asiente. Esperando a la siguiente prueba enferma de ese lunático.

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«Esta prueba es muy sencilla, tienes 20 segundos para tomar tu celular que dejé en tu bolsillo y poner una relación formal con tu oculto novio en tu red social.»
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El tiempo comienza a correr y Katsuki, apresurado, toma su teléfono.
En efecto, estába en su bolsillo muy bien puesto.

Avergonzado, comienza a teclear. Nadie de la escuela (exceptuando por sus amigos), sabía de lo suyo con Deku, ni siquiera sus papás.

¿Cómo carajos este tipo lo sabe?,
¿acaso los estaba viendo?

De todas formas no importa, no tiene opción.

Saldría finalmente del closet de la forma que menos pensó.

...

-¡YA ESTÁ PUTO PERVERTIDO!- le grita mostrándole el celular, el que se empieza a llenar de notificaciones tanto de bromas como de sorpresa. Unas pocas de felicitación.

El hombre satisfecho vuelve aplaudir, tomando al aturdido Kirishima para liberarlo.

Entonces, el teléfono suena.

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«Contesta, y ten cuidado en qué decir.
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-¿Hola?- responde katsuki, el teléfono de la casa, tragando saliva y sin dejar de mirar la pantalla de la tv, donde aún aquel hombre tiene a Kirishima en su poder.

-¿¡HIJO QUÉ RAYOS TE PASA!? ¡¿CÓMO PUEDES DECIRME ESO DE ESA FORMA A MÍ!?, ¡SOY TU MADRE!

-No es lo que piensas mamá...- intenta excusarse. Sabe de que está hablando.

-¿¡CÓMO QUE NO!? ¿¡CREES QUE TU MADRE ES TONTA!?- la mujer gruñe contra el auricular. Está enfurecida
-Dime, ¿Está en la casa?

Katsuki no sabe que responder, quiere decirle la verdad, pero al ver la pantalla, se asusta.
El payaso demente está con un cuchillo sobre la cabeza de kirishima, listo para enterrarlo en su frente.

-S-sí, está conmigo.- responde apresurado.

-¿Hace cuánto están así?

-¿Así como?

-¡ASI DE NOVIOS HIJO! Ay dios, que idiota me saliste...

-Del año pasado...- miente, porque en realidad, estaban así hace ya casi 3 años.
Pocos de la escuela lo sabían pues, intentaban comprotarse lo más distantes en el salón, incluso aparentando una enemistad.

-Tu y yo vamos a tener una seria conversación más tarde.- La mujer da un suspiro al parecer frustrada
- Adoro a Izuku y lo sabes, pero me duele que me mientas. Hablaremos mañana, cuando llegue a casa.

-Ok...- responde Katsuki, colgando rápidamente antes de decir algo que condene a sus amigos. Sus manos tiemblan contra el teléfono ya sin tono.

Puede que mañana ya no tenga novio
al que presentar.

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«¿Por qué mientes, Katsuki?»

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Se lee en la pantalla, antes de que el hombre tome a Kirishima del cabello dispuesto a enterrar su navaja directo en su cuello.

-¡NO!- grita katsuki desesperado de estar tan lejos y no poder hacer nada para ayudar.
El hombre pasa la navaja a través del cuello de este, sacando un pequeño hilo de sangre y el rubio quiere meterse en la maldita pantalla.
¡POR FAVOR NO, YA LO ARREGLO, ¡LA LLAMO DE NUEVO! - suplica, a lo que el hombre parece recapacitar.

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«Tu amigo ya está en tu puerta, si le das de beber la botella que dejé en el escritorio te perdono. »
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Katsuki rápidamente va a la puerta encontrándose con el cuerpo inconsciente de su amigo, Denki.
No hay nadie en la calle que los vea y pedir auxilio es muy arriesgado. Con rapidez lo toma, arrastrándolo para hacerlo entrar a la casa.

Aún respira.

Busca por la botella pero por desgracia no es una, hay dos.

-¿De cuál hablas?- pregunta a la pantalla a lo que el mensaje en esta vuelve a cambiar.

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«Esa misma pregunta te hago, ¿Cuál?

¿Si te digo que de la derecha tiene veneno y la otra solo agua me creerás?.
Dale una y te entrego a el pelirrojo, está sangrando pero sigue vivo. Aún.»
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Katsuki mira cada botella y les toma el olor, ambas huelen igual de mal.

Esto no le da buena espina.

Encomendandose al Dios en el que no cree, toma la del lado derecho.
En su lógica era obvio pensar en la izquierda, pero por lo retorcido del juego se le hacía mas coherente elegir opción más rebuscada.

Encomendándose a todas las divinidades que conoce, le da de beber a Denki, quien aún semi inconsciente, algo logra tragar. Las gotas restantes escurren por sus labios.
Katsuki se queda paralizado esperando su reacción, pasan los minutos y su pulso aún no bajaba, es más, parecía aumentar.

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«Buena elección»
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Aparece en la pantalla y el ayudante totalmente de negro, toma a kirishima, llevándoselo.

Solo quedaba uno más, y el más importante.

Deku.

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  «Ahora la última prueba es la más compleja y para ella me he guardado el premio especial.

Adivina quien soy.»
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La pregunta en pantalla deja al rubio atónito, pues no pensó en la posibilidad de que fuera alguien que conociera. Aunque luego de pensarlo un poco, era lógico. Tenía que ser alguien de la academia, que los había visto a él y Deku juntos.

¿Será por celos?
¿Homofobia?
O simplemente... ¿Diversión?

-¡DAME ALGUNA PISTA!, ¡¿CÓMO QUIERES QUE ADIVINE ASÍ, SIN MÁS?!

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«Es muy fácil ¿Cómo crees que sé tanto de ti?

¿Por qué no daño a Deku?

Este siquiera...¿es él?«
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Pregunta acariciando el verde cabello de Izuku que se asoma en la bolsa negra en la que está.
Katsuki empieza a entrar en total confusión, mientras una idea muy escalofriante comienza a surgir en su mente.

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«¿Quién te golpeó en la cabeza Katsuki?

¿Dónde está el machete?»
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El machete.

Katsuki lleva una de sus temblorosas manos a su nuca, con la herida aún abierta. Los recuerdos de bajar por la escalera y ser golpeado a mitad de ésta lo atacan.

¿Cómo pudo ignorar ese detalle?

El único que pudo ir detrás de él era...
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-¿I-izuku?- pregunta con su rostro pálido como el de un muerto. Su cuerpo tiembla y no puede ni siquiera gritar del terror que tiene, al ver al hombre levantar la peluca verde del suelo y sacar un machete cubierto de sangre a sus espaldas.

Ese era claramente Izuku.

Ya sin máscara, este le sonríe a través de la pantalla.
Le sonríe de forma tan dulce, que lo llena de terror.

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«Finalmente somos novios

Kacchan»

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-¡AH, PUTA MADRE!

Katsuki reacciona bruscamente. Está oscuro y se siente desorientado.
Su cuerpo se siente aturdido y una gota de sudor frío cae por su frente.

-¿Qué pasa Kacchan?

Katsuki escucha la tímida y amorosa voz de Izuku a su lado y su cuerpo tiembla, gira el rostro y lo ve frotándose los ojos y sentándose en la cama.
Estaba durmiendo.

-¿Dormiste mal?

Pregunta éste, ambos están en su habitación recostados, la luz está apagada.

Todo había sido una maldita pesadilla.

|| Nota mental: No molestar más a Izuku con las películas de terror. Al parecer, también me afectan. ||

-No es nada, durmamos...- Katsuki intenta ignorar el aún temblor de su cuerpo, haciéndolo pasar por frío.
Se siente muy cansado y mareado, y en menos de nada, se tumba para volver a dormir, quedando inconsciente a los pocos segundos y viajando al mundo de los sueños.

Los brazos de Izuku lo abrazan.
Ambos duermen tranquilamente.

O al menos uno.

-jeje...

Izuku sonríe al mirar su celular, dándole un tierno beso a la pantalla.

Un machete con aún restos de sangre se esconde bajo la cama.

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