YOONGI

El anillo, un símbolo autentico de que el amor y el matrimonio es un circulo sin fin, ahora tengo uno en especial, lo guardo en una caja pequeña de color marrón dentro de mi bolsillo, hoy es el día, hoy será el día perfecto para pedirle a Minseok que me acompañe por el resto de mi vida, y espero que él acepte mi propuesta.

Mis manos no dejan de sudar, me encuentro en un estado de nerviosismo totalmente autentico, respiro profundamente antes de mentalizarme en mantener la calma, no debía haber ni un solo margen de error en lo que haré.

Minseok y yo nos conocimos hace ya unos tres años, hoy se cumple el cuarto año, ¡cuatro años! No lo puedo creer, ya quiero verle, quiero abrazarlo y desearle un feliz aniversario, y mi regalo será aquel anillo en mi bolsillo, será el que pueda darle y decirle las palabras que inclusive he de admitir, he estado diciendo frente al espejo, no quiero equivocarme, no quiero tartamudear, he imaginado la escena tantas veces que ya ni siquiera sé cuántas versiones de respuesta fueron las que tuve presente en mi cabeza todo esté tiempo.

Sigo mi camino, Minseok trabaja en una tienda departamental, una en la que siempre él se encarga de revisar que todo esté en orden, es un chico de belleza sumamente radiante, su sonrisa puede iluminar mi mañana en un dos por tres, de tan sólo pensar en su reacción, me hace sentir calidez en el pecho, sostengo la caja que porta el anillo apretándola levemente, mis nervios parecen querer ganar esta batalla, pero no dejaré que algo como eso suceda, debo ser valiente.

Miro el letrero de la tienda, unos metros más, solamente unos metros más, apresuro el paso, y entonces es cuando lo veo, detrás de aquel cristal, está atendiendo a un par de clientas, parecen animadas a comprar, quiero interrumpir, pero sería grosero de mi parte, y de todas formas decido entrar, camino a la entrada y cuando logro estar allí dentro, escucho los pocos murmullos altos del lugar.

—Minseok —hablo en voz baja, observando al chico que roba mis suspiros y él me ve, sonríe levemente y entonces espero, me matara por haberlo interrumpido, casi es hora de su hora de comer, así que esperaré.

Mi espera no es larga, Minseok siempre ha sido un chico eficiente en todo lo que se propone, en cada uno de sus trabajos, y ahora lo estaba viendo con claridad, de inmediato dejo a aquellas mujeres para que se probaran la ropa que habían escogido y entonces lo vi acercarse a mí, no dude en dedicarle una sonrisa.

—Feliz aniversario, cariño —canturreé y abrí mis brazos para estrechar su cuerpo en un abrazo, el cual fue correspondido de inmediato.

—¡Yeeeeiiii! —sonreí ante su contestación—. Yoongi, feliz aniversario —se separó un poco para verme a los ojos—, cuatro largos años —soltó una risa—, no puedo esperar para celebrar.

—Ni yo —contesté—, ¿te gustaría ir a tu restaurante favorito?

—¿El de las reservaciones anticipadas? —asentí—. Sabes que me encanta, aunque —relamió su labio inferior—, preferiría que ahora cenáramos en tu casa.

—Oh no, cariño —deposite un beso en la punta de su nariz, haciendo que el frunciera esta misma—, he pedido una reservación en ese lugar, así que te espera una grandiosa cena, y una muy grata sorpresa.

—¿En verdad? —sus ojos brillaban de la emoción, amo que brillen de ese modo.

—Por supuesto que sí, ¿me crees acaso un mentiroso?

Soltamos a reír ante mis palabras, no puedo creer que sigo tan enamorado como en un principio, es hermoso estar de ese modo, amo estar cerca de la persona que más amo en esté mundo, no hay nadie más que pueda llegar a entrar en mi corazón, estoy seguro de ello, por eso compré el anillo, por eso planeo que Minseok y yo pasemos una vida juntos.

—Pasaré a recogerte a las siete —mencione para dejarlo ir de mis brazos, aunque no estaba en mis planes hacerlo—, no lo olvides.

—No lo olvidaré, Yoon —y me sonrió.

Unas horas más, sólo eso faltaba, y entonces le pediré que sea mi esposo, será el día más feliz de toda mi vida.