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ACLARACIÓN: Rouge (23)/ Knuckles (21), aquí los personajes son un poco más grandes. 

Ahora sí pueden continuar con su lectura<3

Dos chicas del Sonic Team estaban sentadas debajo de un árbol, habían sido citadas en aquel lugar por una tercera. Ella les había dicho que tenía algo muy importante (y urgente) que decirles, por lo que no dudaron en ir a ver de qué se trataba.

—Gracias por el jugo, Amy, está delicioso.— agradece la gata lavanda mientras daba otro sorbo a su bebida.

—No hay de qué, es lo menos que puedo hacer por una amiga.— responde la eriza, luego observa la botella extra que sostiene en su mano izquierda— Espero que a Rouge le guste el jugo de Naranja.

—Seguro que sí, hablando de ella...¿Por qué crees que nos ha llamado?

—Quizás quiere llevarnos de compras.— Bromea Amy sabiendo lo mucho que Blaze odiaba esa actividad.

¡Ojalá que no!— exclama la princesa con un gesto de miedo— La última vez pasamos cuatro horas en el centro comercial buscando un vestido.

—Venga, no fue tan malo, encontramos buenas ofertas y descubrimos ese restaurante que te gusta.

—Bueno...tienes razón, no fue tan malo.— admite Blaze con una sonrisa al recordar ese día.

En ese momento, la joven murciélago aterriza. Ambas chicas se sorprenden al verla usar un gigantesco abrigo negro y lentes de sol oscuros. ¡Un abrigo en semejante calor!

¿Acaso alguien había muerto?

—Antes de que juzguen mi horrible apariencia, quiero decirles que aunque al principio nos llevamos mal y no nos soportábamos, las cosas han cambiado... ahora son buenas amigas para mí, a las cuales valoro y quiero mucho.

Ambas chicas se miran confusas, la murciélago no era alguien de expresar sentimientos como si nada. Definitivamente, algo malo estaba pasando.

Amy fue la primera en romper el silencio.

—Vaya Rouge, nosotras también a ti... Y por eso queremos saber si todo está bien.

—¡Nada está bien!—grita la murciélago de forma dramática, seguidamente cayó al césped y se sentó junto a sus amigas.— Me he vestido así para mi funeral.

—¿De qué estás hablando?—pregunta la de mirada ámbar con preocupación.

—Bien...las traje aquí porque tengo un pequeño problema.—hizo una pausa para respirar y continuó—Creo que estoy embarazada. Y pronto todos van a saberlo.

Ambas chicas la miran con la boca abierta.

¡¿Qué?!

— ¿Embarazada? —preguntó la eriza rosa, perpleja—. ¿Cómo que embarazada? ¿Qué significa eso?

— ¿Qué cosa?

—E-m-b-a-r-a-z-a-d-a.— Amy se puso de pie para responder como si fuera obvio—. Embarazada.

Repitió la palabra unas tres veces, sin creérselo. Su rostro lucía preocupado y su constante hiperactividad parecía haberse ido.

—Amy, debemos calmarnos y hablar como gente civilizada—indica Blaze, también conocida como la voz de la razón—. Ahora, Rouge, ¿cómo rayos quedaste embarazada?

—¿En serio no lo sabes?

Blaze rueda los ojos y se da un facepalm, se recuerda a sí misma que debe ser paciente en esta situación antes de volver a hablar.

—¡Sabes que no me refiero a eso!

Las amigas de la albina cierran los ojos un momento, intentando procesarlo. Cuando vuelven a mirarla, Rouge se pone un poco nerviosa.

— ¿Quién es el padre?— cuestionan al mismo tiempo.

Rouge mordió sus labios. Esa era la peor parte. Respiró hondo. Cerró los ojos, y entre dientes musitó:

—Knuckles.

Escucha un aparatoso ruido, y cuando abre los ojos, Amy  está en el suelo, desmayada, y Blaze pasmada.

Oh, demonios. Esto es peor de lo que pensaba.

...FLASHBACK...

Hace unas tres semanas.

Knuckles estaba limpiando la esmeralda maestra con delicadeza mientras tarareaba una canción pop que Tails le había enseñado esa mañana.

—Hola, Knuckie~

El equidna se gira rápidamente al reconocer la voz de Rouge. Ella aterriza delante de él con una sonrisa burlona en su rostro.

Mierda. Aquí vamos de nuevo. Pensó con molestia.

—Rouge.—le devuelve el saludo sin entusiasmo.

— Vaya, pero que actitud tan desagradable, creí que luego de hacer las pases y luchar contra Eggman ya éramos amigos.—se mofa ella sin perder la sonrisa—. ¿No me echaste de menos?

—¿Qué estás haciendo aquí?—el equidna evade la pregunta.

—Ne dirijo a la fiesta de cumpleaños de Amy, y pasaba por aquí y me detuve.—se encoje de hombros—. ¿Qué esperabas? ¿Qué me quedara en casa?

—Yo también iré, solo debo limpiar la esmeralda y activar el sistema de seguridad que hizo Tails.

—Vaya, así que tienes una vida además de cuidar la esmeralda.

Rouge había hecho el comentario en forma de broma, pero al parecer Knuckles no le había entendido y ahora la miraba con el ceño fruncido.

—Oh, lo siento. No quería hacerte enfadar. Sonic dice que eres algo sensible—dice, sonriéndole arrepentida.

—No hay problema.—contesta, restándole importancia al asunto.

A Rouge le sorprende que él no la trate de forma mezquina. Quizás solo lo hace porque quiere divertirse en la fiesta y prefiere no enojarse para no arruinar la noche.

—Bueno...¡Te veré allá!— se despide mientras tomaba vuelo— ¡No tardes mucho, prometo darte una tregua y no venir por la esmeralda!

Knuckles relaja su gesto, de todos modos, hace mucho que Rouge dejó de intentar robar la esmeralda.

—Si llegas temprano, te conseguiré un trago.— agregó la albina, acto seguido le lanza un guiño.

—Está bien Rouge, nos veremos allá.— respondió el equidna sonrojado, aunque no estaba seguro de la razón de su reacción.

Después de que Blaze sacudiera a Amy con fuerza, ella se pone de pie y mira a Rouge más perturbada que antes. La murciélago solo espera que no vuelva a desmayarse.

—Entonces—duda antes de continuar: — ¿Lo hiciste con Knuckles? ¿El guardián de la esmeralda maestra? ¿mi mejor amigo? ¡Casi un hermano!

—Sí—contesta con una mirada pícara—. Y vaya que es bueno.

Y no puede evitar reírse de su propio comentario.

Sus amigas la miran con cara de pocos amigos; no es tiempo para bromas.

Al darse cuenta de su error, ella carraspea y desvía su atención al césped.

—No puedo creer que estés embarazada.—repite Blaze, ahora su tono de voz es mucho más serio.

—No, digo, sí. No sé. No es seguro. Supongo que sí... Espero que no.

—Espera, espera, rebobinemos. ¿Dijiste que todos lo sabrían pronto? —interrumpe Amy, que sabía que algo se les estaba escapando—. ¿Quién más lo sabe?

Suspira, cubriéndose el rostro con ambas manos.

Ese mismo día en la mañana...

— ¿Qué dices? ¡¿Embarazada?!

La cara del guardián está muy pálida, y tiene gravada la palabra "aterrorizado" en todo su rostro. Si Rouge no estuviera a punto de echarse a llorar, seguro se hubiera reído a carcajadas.

—Sí. No sé. No me ha bajado, ya son dos semanas de retraso y yo soy MUY regular... ¿Sabes lo que eso significa?

—Claro que lo sé, no soy ningún estúpido.—rueda los ojos ante la pregunta innecesaria—. Entonces, ¿crees que estás embarazada? ¿Qué se supone que hagamos? ¿Matarnos?

Rouge golpea su hombro con fuerza, exasperada.

—Está bien, lo siento. No perderemos la calma. No estamos seguros—Knuckles toma aire. Contra todo pronóstico dice: —Creo que voy a desmayarme.

— ¡¿Qué vamos a hacer?!—exclama desesperada—. No quiero estar embarazada, no ahora. Tengo una buena racha en las misiones de G.U.N, pronto conseguiré el ascenso por el que tanto me he esforzado. Oh, Vainilla estará muy decepcionada porque pensará que nunca escuché sus consejos. ¡Y lo peor! Shadow y Omega te dispararán y nuestro hijo no tendrá padre—agarra con fuerza sus hombros y lo sacude de un lado a otro—¡No tendrá padre!

Knuckles agacha la mirada y toma sus manos. Extrañamente, una cálida sensación recorre la espina dorsal de la murciélago. Ella se quita de su agarre y retrocede, enfadada conmigo misma.

Tiene mucho en lo que pensar como para darse cuenta que en realidad tiene sentimientos amorosos por el equidna.

Él suspira, pasándose una mano por la frente.

—Está bien, Rouge. Lo superaremos. No es seguro todavía. Iremos a la farmacia hoy por la tarde.

La albina asiente no muy convencida. Pese al evidente rechazo hace unos segundos, Knuckles lo toma sus manos una vez más y se acerca.

—Todo va a estar bien, no te dejaré sola en esto.

Un crujido sobresalta a ambos. Se voltean y se asustan cuando ven a todo el "Team Chaotix " detrás de ellos, todos con la boca abierta debido a la impresión.

—...¡Felicidades compañeros!—dice Vector aunque todavía se encontraba shockeado, seguidamente fue golpeado por Espio, quien se encontraba avergonzado por el comentario impertinente de su compañero.

Quizás no fue una buena idea decirle la noticia a Knuckles cuando estaba por ir a una misión importante con los detectives.

— ¿Todo el Team Chaotix los escuchó? —gruñe Blaze, enfadada—. Estás perdida, Rouge. Vector armará un escándalo.

— ¿Crees que haya alguien más que sepa sobre esto? No sé, quizás Shadow y Omega hayan notado algo.— cuestiona la eriza rosa.

Rouge negó completamente aquello, no era tonta como para dejar que sus compañeros lo notaran. Pero al parecer, sí lo era para tener relaciones sin protección.

—Bien—continúa Blaze, respirando profundamente para seguir con la conversación—. ¿Cuándo pasó esto? Y, ¿cómo? ¿No se suponía que ustedes dos se odiaban?

—Bueno eso era antes, después me di cuenta que no me caía tan mal...

— ¿Por qué nos odiabamos?

La voz de Knuckles parece venir de la ultratumba. La murciélago abre los ojos, somnolienta, y lo observa.

Quizás ambos habían bebido demasiado esa noche...

El equidna acorta la distancia y apoya su cuerpo con el de la albina. El sofá parece hacerse aún más pequeño.

— Porque quería robarte la esmeralda maestra, porque soy mejor cazadora de tesoros que tú y te duele aceptarlo, oh y también porque me burlaba de ti cada vez que te veía— responde volviendo a tomar su (quinta) lata de cerveza

Él se ríe.

—Vaya, son buenos motivos...Pero en realidad, Rouge, yo ya no te odio. ¿Tú aún me odias?

Está tan cerca de ella que  necesita encontrar una razón para no lanzarse encima de él después de que todas las latas de cerveza se le subieran a la cabeza

—Sólo eres irritante algunas veces—se encoje de hombros fingiendo desinterés—. Siempre tan comprometido con tu deber de Guardián, si no fuera porque Tails construyó una barrera especial para proteger la esmeralda en tu ausencia seguro que no hubieras venido. ¡Eres muy aburrido!; queriendo mantener esa apariencia de chico guapo, perfecto y responsable.

— ¿Así que crees que soy guapo?

Rouge lo mira a los ojos. Son de un color violeta muy sensual. Sus labios son delineados y su cabello demasiado enmarañado. Sí; es guapo.

¡No Rouge! ¿Qué tonterías estás pensando?

—No, no eres guapo—miente, negando lentamente con la cabeza.

Él se acerca un poco más, su aliento chocando contra sus labios. El sofá se hunde en el medio, haciendo que Rouge se incline por inercia contra Knuckles.

— Tú sí eres guapa.

— ¿Yo? —se ríe torpemente—. Ya lo sabía.

—Me gusta la confianza que tienes en ti misma, quizás es por eso que desde el principio llamaste mi atención.

—No te creo.

—Deberías, he tomado cuatro de esas latas raras que trajeron Silver y Sonic, nunca he sido más sincero en mi vida.

—¿En serio? Pues demuéstralo porque dudo que estés diciendo la ver...

Los labios del equidna la interrumpen. Es un beso suave, un poco tímido y delicado. A Rouge le encantaría decir que desea salir corriendo de ahí, que el beso no está siendo nada agradable, pero sus brazos se mueven para envolver el cuello de él.

Deja caer la lata de cerveza al suelo. Pero no importa porque igual han dejado la sala y ahora están en una habitación en busca de privacidad. Los besos se vuelven más intensos, las caricias mucho más prohibidas y ambos, por primera vez, se dejan guiar por sus sentimientos más profundos...

Quizás el guardián le gusta más de lo que debería.

—Eres una débil Rouge, te dejaste llevar por completo.—se ríe Blaze. Sacude su melena y mira a la eriza que aún sigue perpleja—. ¿Jamás le dijiste a Knuckles que se protegiera?

—Sí nos protegimos.—masculla avergonzada—. Creo que sí. No sé. Estaba borracha. Se suponía que él era el encargado de eso.

Bueno, tampoco estuvo tan borracha, pero eso no es necesario decirlo.

—¡En mi fiesta, en mi casa!—interrumpe Amy, tomando de los hombros a la albina —. Te acostaste con Knuckles en la fiesta que hice inocentemente para divertimos. Y ahora estoy a punto de tener un sobrino.

—¡¿Inocente?!—cuestiona Rouge indignada—Ahora resulta que no recuerdas que gritaste "Beso de tres" mientras te acercabas a...

—¡Basta, esto no se trata de mí, se trata de ti y el bebé!— interrumpe avergonzada la de mirada esmeralda.

—Oye, oye. Detente. No es seguro, aún.—la ataja Blaze, negando con la cabeza—. ¿Hoy te harás el test de embarazo, verdad Rouge?

—Sí. Knuckles me llevará la farmacia.

—Yo iré, estaré ahí por si necesitas algo.—exclama Amy, levantando la mano.

—También yo.

Rouge asiente, esbozando una sonrisa. Feliz de contar con el apoyo de sus amigas. Blaze: aún con su frialdad aplastante y su odio por las compras; Amy Rose: con su irritante hiperactividad y su odiosa alegría, no la habían juzgado sino que se habían quedado con ella y eso realmente le demostraba que su amistad era verdadera. 

—Las quiero, chicas.

—Sí, sí—expresa Blaze haciendo un ademán desinteresado—. Si estás embarazada, le pondrás a tu hija Blake.

—Blake Rose—concuerda su otra amiga, caminando hasta la salida del parque.

— ¿Y si es hombre? —cuestiona la gata, levantando una ceja.

— Sonic Miles.— interrumpe una voz a su espalda.

Las tres se giran y se sorprenden de ver a Sonic, Knuckles y Tails parados frente a un auto.

—¿Y ustedes qué hacen aquí?— pregunta Amy.

—Lo mismo que tú, dando apoyo moral a mi amigo.— indica el erizo cobalto con una sonrisa orgulloa al tiempo que abraza al equidna.

—Bueno, no hay que perder más tiempo.— interviene el de dos colas mientras enciende el auto— La Farmacia está unas cinco cuadras de aquí, así que llegaremos rápido.

Y así, los seis chicos se subieron al auto de Tails para ir a comprar el dichoso Test de embarazo y saber la verdad de todo este asunto.

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Imagen: Knuxed (Tumblr)

Bueno...dejaré esto por aquí y me iré lentamente :3

Dentro de poco subiré la segunda parte, iba a ser un solo capítulo pero era demasiado largo y decidí dividirlo en dos partes.

Cuídense mucho porfis, gracias por leer <3

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