Verano


El verano está cada vez más cerca, y Stiles esta emocionado. Hará que Derek lo lleve a la playa, (a pesar de que el lobo se queja por el largo viaje en auto hasta la costa), y va a tratar de conseguir un bronceado, además vera al cambio del bosque con sus nuevos ojos. Ya no tendrá que ir a ciegas para notar la comida, va a ser capaz de ver por todos lados, disfrutar de los arboles llenos de frutas, de ver los tropiezos alentadores de los cachorros y zorritos, la transformación ecológica en el aire, y entenderlo todo como no lo habría hecho antes.

Espera. Stiles se para en seco.

Derek fisgonea la oreja de Stiles. ¿Que?

Empujando con su pequeño hocico la cabezota negra y peluda de Derek, el zorro le explica, este es me segundo verano. O, casi verano.

¿Y?

Yyyyy, la primavera que paso fue la primera que tuve, y lo mismo pasa con el invierno y otoño, lo que quiere decir que nací en verano, y significa que tengo que tener pastel, ya que tengo un año más de edad.

Ladrando con diversión, el lobo le da un golpecito en sus costillas. Stiles se tambalea un poco, y sobresalta a una mariquita que estaba debajo de una hoja. La ve volar rápidamente con asombro. Con sus pequeñas alitas debajo de una concha vibrante.

¿Quieres pastel?

Y también, sabes, quiero celebrar que he vivido por un año o lo que sea. Es un mundo muy malo en el que vivimos.

Derek hace una pausa, antes de decir serio, si lo es, y lamiendo a un lado de la cara de Stiles.

El castaño no quiere que Derek piense en la muerte, no quiere que Derek esté pensando siempre en la muerte, por lo que se agacha en una posición de juego, y luego salta hacia la oreja del lobo para mordisquearla, diciendo, ¿Eso significa que son un adulto ahora?

Su juego de persecución dura solo el tiempo que toma Derek alcanzar a Stiles (es decir, no mucho) pero pone a bombear la sangre del zorro, y cuando los dos cambian en su forma humana de nuevo, y el pecho de Derek está presionado contra el de Stiles, mientras se encuentran acostados en el suelo de bosque, Stiles puede sentir que el corazón de Derek está latiendo tan rápido.

Se recuesta a un lado, viendo las nueves y esperando que sus latidos se sincronicen. Derek acaricia el cuello de Stiles, olfateándolo.

—¿A qué huelo hoy?— Es siempre una pregunta constante. Parece ser que Stiles huele diferente cada día.

—A sudor.—

—Incluso yo puedo decir eso. Vamos, ¿para qué te pago?— Stiles casi puede sentir al lobo rodar los ojos.

—Pino. Detergente, a cosas de lavandería. Queso. ¿Comino? ¿Que estabas haciendo con comino?—

—Explorando.—

Derek sacude la cabeza contra el cuello de Stiles. —Comino. un poco a Isaac. A mí.— Los labios del lobo rozan el tendón que conduce todo el cuello de Stiles.

Ahora es su turno, por lo que Stiles toma la mano de Derek en su boca y empieza a morder los dedos. En una parte es porque siempre se siente bien roer algo, (mantiene los dientes en forma,) y la otra parte (en su mayoría) es porque sabe que Derek lo toma como algo sexual.

Derek le hace un chupón en el cuello. Stiles chupa entero el dedo índice del lobo. Derek mueve sus caderas. Stiles las mueve de nuevo.

(La época de apareamiento de zorros terminó en marzo. La época de apareamiento para los humanos no termina nunca.

XXXXX

El tiempo sigue pasando, y Stiles se da cuenta de ello. Los humanos marcan su tiempo en un tipo de aumento continuo: segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, décadas, siglos.

Hay palabras incluso más que eso, pero milenios y eones no tienen nada que ver con él y Derek.

Con el pasar del tiempo, el cabello de Stiles empieza a crecer, y cuando su pelo alcanza su barbilla, Derek se ofrece a cortarlo. Stiles no entiende el punto de eso, porque seguirá creciendo, pero parece importante para el pelinegro, así que el zorro deja que lo siente en un taburete en el baño, acune su cabeza entre dos manos calientes, y apriete una máquina de afeitar alrededor de su cabeza, barriendo con una mano después de cada pasada de la máquina.

cuando el primer corte de Stiles ha terminado, es una gran bola caliente de músculos, todavía con el zumbido de la máquina de afeitar y el tacto de Derek.

Stiles se deja caer hacia atrás en el taburete, y como era de esperar, Derek lo atrapa, actuando como su sostén. Los ojos verdosos azulados de Derek le parpadean.

—Puedo ver tus ojos,— comenta Derek, sobando con un dedo la frente desnuda de Stiles.

Acariciando la cabeza contra el estómago del lobo, (que con su nuevo corte, el movimiento casi le hace cosquillas,) Stiles sonríe. —Justamente igual que antes.—

Derek cepilla sus dedos por la barbilla de Stiles, tirando algunos pelos perdidos. Le hace cosquillas en el cuello. —Antes de que me olvide: Voy a volver a la comisaria hoy.—

—Voy contigo.—

—Muy bien,— el lobo responde con suavidad. —Es solo para arreglar algo con el papeleo de Isaac. Se pone nervioso con la comisaria, así que iré yo.—

Stiles no sabía eso sobre Isaac. Sabe muy poco de él a decir verdad. Isaac simplemente da una idea general de cosas que aprueba, como las personas que no mienten y como se siente sobre el chocolate.

Una vez que Stiles y Derek llegan a la estación, Stiles no entiende del porque a Isaac no le gusta. O bien, puede ser que tenga algo que ver con la persecución de su papa, pero el zorro personalmente encuentra a la estación reconfortante. Los oficiales van de un lugar a otro, conversando con amigos y todo el lugar huele a café. El emblema de la oficina del Sheriff cuelga en la pared del fondo. Se lee "Servir y Proteger", Stiles piensa que no es un mal lema después de todo.

Al darse cuenta que su lado esta de repente frio, Stiles se da vuelta para ver a Derek siguiendo a un oficial barbudo entrando a una de las oficinas. Derek le hace una pequeña seña, entonces la puerta de la oficina se cierra detrás de él. Stiles debería haber estado prestado más atención en el pelinegro. Ni siquiera hay ventanas para ver dentro de la oficina.

Cerca de allí, una de las oficiales deja caer una pila de papeles muy fuerte y Stiles salta por el ruido brusco. Ella lo mira y el zorrito le sonríe débilmente, esperando con anticipación una serie de preguntas acerca de quién es y porque esta allí y porque no tiene un certificado de nacimiento y ¿señor porque no me sigue a esta celda de por aquí?

La oficial frota una mano sobre su nariz y abre un archivo. Tal vez ella no lo ha notado todavía.

De la manera más discreta posible, Stiles se acerca a la zona de espera (Una palabra pretensiosa para dos sillas y una maceta en el rincón.) La planta de la estación se siente mucho más grande que cuando entro, y parece que le está tomando algo más de tiempo del que debería en llegar a su asiento.

Stiles se sienta y trata de mirar otra cosa que no sean esos extraños cubículos de los escritorios, golpea ligeramente los pies contra el suelo, luego golpea la punta de sus dedos contra las rodillas, entonces trata de encontrar una posición cómoda en la silla de madera.

Tiene sus rodillas casi hasta las orejas cuando ve un par de zapatos parados enfrente de él. Mira hacia arriba para ver un rostro unido a un cuerpo terminando en los zapatos. Esta bronceado, de color rojizo, el rostro le mira ligeramente divertido, con arrugas que probablemente son a causa de hacer esa misma expresión.

—¿Estás bien ahí chico?— el rostro pregunta.

Stiles intenta parecer inocente. —Si. Estas sillas son incomodas.—

El rostro asiente con complicidad. —Asesinan la espalda. He estado tratando por años de conseguir que las sustituyan, pero aquí nunca hay presupuesto para nuevas sillas. ¿Estas esperando a alguien?.—

—Que-um, sí. Derek.— responde Stiles.

El rostro se inclina hacia un lado con confusión. —No tenemos ningún oficial que se llame Derek.—

Por supuesto, el oficial luce confundido. Stiles no sabe cómo hablar con personas que no sean Derek. ¿Para qué vino?

—Quiero decir, um, Derek Hale. Él está hablando con,— Stiles señala su barbilla. —El chico de la barba.—

El rostro se ríe. —El chico de la barba. Estoy seguro de que a Dave le gustara escuchar eso. Esta tan orgulloso de esa maldita cosa por alguna razón.—

Los ojos de Stiles van directo a la puerta. Todavía cerrada. ¿Por qué demonios les lleva tanto tiempo?

El oficial mira a Stiles de nuevo. Sus cejas se juntan. Eso probablemente no es bueno.

—¿Quieres un poco de café, chico?.—

Oh. Stiles parpadea. No parece ser que va a arrestarlo por ser un impostor. Además se ve un poco preocupado.

—Vamos. El café es malo, pero tampoco es veneno,— dice el hombre, caminando hacia una mesa en la parte trasera que tiene una máquina de café como si fuera una ofrenda a los dioses.

Stiles lo sigue, no del todo seguro. El oficial se mueve como alguien acostumbrado a que la gente lo siga. No mira atrás hacia Stiles solo camina hacia la máquina de café, confiando en que Stiles lo seguirá. Y es lo que hace el zorrito. Porque es café. Derek nunca le permite tomar café.

El oficial vierte en un taza lo que podría ser aceite de motor que se ha confundido con café, y se lo entrega a Stiles en una taza de poliestireno. Envuelve las dos manos alrededor de ella, Stiles la acuna contra su pecho. Calma un poco las mariposas en su estómago, ya que Derek todavía se encuentra escondido en la oficina, inaccesible.

Tomando un sorbo de su propio café, el oficial se estremece. —Urgh. Me arrepiento cada vez que lo bebo.—

—¿Porque lo haces entonces?—

—No te hagas el listillo conmigo,— el oficial lo regaña suavemente. —Te miras como un chico universitario, sabes lo importante que es el café para un hombre. ¿No se lo inyectan directamente en sus venas o algo?—

—Por supuesto que no. Eso es como, sumamente grave. Y peligroso.—

El oficial se encoge de hombros. —He visto chicos haciendo cosas raras.—

Stiles siente la necesidad extraña de protestar de que él no es un niño, pero entonces el oficial podría preguntar qué edad tiene, y Stiles no puede responder eso. Además está bastante seguro que los policías pueden oler la mentiras.

Oh, eso sería muy genial. Técnicamente, Derek puede oírlas, pero ser capaz de olerlas probablemente sería mucho más seguro, que oírlas de un latido inestable. Stiles probablemente vería un programa de televisión que trate sobre un policía que olfatee las mentiras en un segundo.

Señalando la puerta de la oficina, el oficial dice, —Hale es un buen chico.—

—Lo sé,— dice Stiles, porque lo hace.

—No mucha gente se ofrecería a ayudar a un chico como Isaac de esa manera. Estoy feliz de ver que esté haciendo amigos después de, bueno, ya sabes.— El oficial carraspea torpemente. —De todos modos, ¿Cómo conoces a Derek?—

Stiles nota que el Oficial está tratando de entablar una pequeña conversación. Es un poco gracioso ver lo malo que es. —Yo, uh, ¿Somos novios? ¿Supongo?— Derek se estremecería antes esa palabra, Stiles lo sabe. El piensa que suena muy juvenil, pero bueno, sí. ¿Qué otra cosa podría decir? ¿Compañeros? Los humanos no utilizan esa palabra, El zorro lo sabe después del incidente en la tienda de comestibles.

—Oh,— Las cejas del Oficial se levantan. —Huh. Bueno, quiero decir, Eso es bueno. Para ti. Y para él. No vi eso venir.— La última frase lo dice un poco más bajo. Los humanos son tan malos descifrando a Derek.

—Lydia Martin dice que él está fuera de mi liga,— suelta Stiles, no sabe porque. Pero ella le había dicho eso hace un mes, pero sus palabras simplemente se pegaron a su cabeza, y decidió que ahora sería un buen momento para despegarlas de su cerebro y dejarlas salir por su boca.

El oficial resopla. —No creas en ligas, niño. Mi esposa estaba tan fuera de mi liga, pero aun así tuvimos un hermoso y feliz matrimonio de diez años. La llave,— baja la voz en complicidad, —es ser tan impresionante que nunca se den cuenta que son más atractivos que tu.—

Stiles resopla.

—Ríe todo lo que quieras, niño. Pero confía en mí, esa porción de sabiduría me llevo muy lejos.— El oficial termina su café y lo lanza en la pequeña papelera a sus pies. —Bueno, mi receso se ha terminado y mira que sincronización, parece que Dave ha terminado de hablar con tu novio.—

Stiles ni siquiera se había dado cuenta que la puerta de la oficina estaba abierta, pero ahí esta Derek, con un sobre amarillo grande en sus manos, de pie en los cubículos y mirando por todos lados en busca de Stiles. El zorro llama su atención, y Derek empieza a caminar, maniobrándose en el laberinto estrecho de escritorios, sillas y archivadores.

El oficial le tiende una mano. Stiles la mira por un segundo antes de reaccionar y darse cuenta de que tiene que agitarla.

—Por cierto, soy el sheriff Stilinski,— dice, —y si alguna vez necesitas algo, solo llámame, hijo.—

Stiles asiente. —Está bien, eh, Papá.— Esa parece ser la respuesta correcta.

El sheriff parpadea, luciendo un poco desconcertado, pero luego Derek tiene una mano sobre el hombro de Stiles, y le está diciendo adiós al sheriff y sonriendo mientras salen de la estación.

—Espera un momento,— dice Stiles a medida que se mete en el auto, —¿ese era John Stilinski?—

—Si.—

El zorro mira de vuelta a la estación, como si pudiera distinguir la figura del sheriff amigable a través de la pared. —¿Es la persona de quien utilice el nombre para hacer mi propio nombre?—

—El mismo. No es un mal hombre.— responde Derek. Viniendo de él, eso es un gran cumplido.

—No,— Stiles está de acuerdo, —No lo es.—



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Pequeño cap!! Bueno ni tanto son 2400 palabras, nueva actu semanal ja jaj.

espero que les halla gustado, me da cosita el sheriff se quedo solo :c en este mundo ayñ. Pero llego nuestro zorrito ahre.

Y muchas gracias a las personas que me desearon suerte en mis exámenes creo que me fue bien  jajjaja. Lo malo que ahora me estoy ahogando en tarea que injusto ajsfjd.

Nos vemos después.

Chao.

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