9.
"____, tienes que encontrar a tu Kwami..."
Me encontraba confundida por la voz en mi cabeza, no sabia como había llegado a este lugar sin embargo me gustaba la vista. Me animé a caminar por un oscuro bosque pero no sentí miedo, sentía curiosidad y mi cuerpo estaba ligero, casi como si pudiera flotar. El camino que seguí me llevo a una cueva y al ingresar antorchas iluminaban las paredes de piedras.
Me detuve al ver extrañas figuras como si contaran una historia el cual no pude comprender del todo pero mis latidos aumentaron rápidamente y un nudo se me hizo en la garganta ¿Por qué?
"Tú... "
La voz me hizo levantar la cabeza y frenar en seco del miedo, frente a mi estaba la mujer de cabellos negros de esta mañana. Me miraba pacífica y me extiende la mano indicando que siguiera caminando, lo cual no hice.
Estaba petrificada, mi corazón latía con rapidez.
"Guardiana de la luz, debes terminar lo que comenzaste... " Hace una reverencia dejándome aún más confundida.
"No sé de que luz habla, señora. No sé por qué me persigue solo... Dejeme en paz por favor" Mi voz tembló y tragué saliva.
¿Que era todo esto?
"El objeto que cambia la línea del tiempo te matará... "
Bufé, ¿Por qué no era clara?
"No entiendo nada de todo esto y... "
"Debes recuperar a los Kwamis, tu vida depende de ello" Poco a poco comienza a caminar alejándose cada vez más de mi.
"¿Qué son Kwamis? ¿Mi vida? ¿De que hablas? ¡Oye! No te vayas " Irónico que le esté pidiendo que se quedase cuando hace un instante ordené que me dejase en paz.
"_____" La voz vino detrás de mi y ahora la mujer estaba a mi lado lo cual me había asustado. "Todo lo que cambies traerá consecuencias, tu mente y tus recuerdos entran en colapsos constantes hasta que un día ya no podras despertar" Su mirada reflejaba preocupación.
"Esto es un sueño, esto es un sueño" Me repetí en susurros una y otra vez cerrando los ojos intentando que todo desapareciera.
"Encuentralos..._____....______"
—¡_____! ¡Levantate!
Me quejo mientras abro lentamente mis ojos y el rostro de mi madre estaba frente a mi.
—Dios, hija.—Lleva su mano a su pecho y yo la miré confundida—Por un momento dejaste de respirar.
Al mirar sus ojos pude notar que estaba a punto de llorar, la abrazo con fuerza y la tranquilizo.
—Lo siento mamá, no se que ocurrió. Estoy bien, lo juro. Solo fue un mal susto.
—No puedo dejarte aquí sola, me quedaré, faltaré a la reunión de hoy, no irás con tu padre, no saldrás, llamaré al médico y...
—¡NO! Mamá te juro estoy bien, creeme, solo fue un susto y nada más. —La tomó de las manos y eso parece tranquilizarla un poco.
—Hija...
—Mamá... —La interrumpo y le sonrió dulcemente. —Se que te preocupas por mi pero estoy bien, ve a tu reunión y yo iré con papá el me cuidará.
Me mira indecisa pero con un suspiro termina asintiendo con la cabeza, besa mi frente y se levanta acomodando su cartera en su hombro.
—Llámame si ocurre algo, ¿bien?
—Bien.—Respondo con una sonrisa y después de darme un beso en la frente mi madre se va.
Cuando cierra su puerta tomó rápidamente mi laptop dispuesta a buscar la palabra "Kwamis" En el buscador de Google pero no había obtenido resultados alguno ni siquiera una definicion, que extraño.
—Kwamis... —Exclamé en voz alta. No pude haber inventado esa palabra y tampoco mi sueño podía ser una simple locura, no estaba loca y confiaba en que los sueños eran guías cuando eran lógicos.
No es como si en mi sueño apareciese un patopez volador y me pidiese un sándwich bailando tango tuviera sentido, me refería a que éste sueño había sido demasiado real como para que solo sea algo simple.
El sonido de mi celular me saca de mis pensamientos y mis mejillas de inmediato se acaloraron cuando vi mensaje de Luka.
•"¿Quieres salir hoy?" 11:30 a.m
•"Claro, ¿Que tienes pensado?" 11:32 a.m
•"Iremos a la cabaña de Chloe esta tarde con el grupo, te mandaré un mensaje de como llegar, nos vemos" 11:36
Sentí una repentina desilusión, pensé por un momento que estaba invitandome a pasar una tarde con él... Más bien a solas.
Quise gritar ante el enojo que me provocaba mi comportamiento con el peliazul ¡DEJA DE PENSAR EN LUKA! Me reproché mentalmente.
Al menos lo vería, me motivé.
•"¿Estas ocupado hoy? Podemos hacer algo... " 11:44 a.m
De inmediato le escribo a Nathaniel, me parecía buena idea invitarlo.
•"Lo siento, little sunshine, saldré con mis amigos hoy. :( " 11:49 a.m
Hago un puchero pequeño, me hubiera gustado ver a Nathaniel, me agradaba.
Dos horas después de terminar de alistarme y de desayunar Luka me había enviado la ubicación y de como llegar al lago, no quedaba lejos por lo que me me alegré, caminar me haría bien.
Extrañamente el día estaba precioso, un sol radiante calentaba Paris y los 27° C de calor indicaba que estaba perfecto para nadar y era extraño ya que el otoño se aproximaba.
Unos shorts y una blusa holgada junto con unas sandalias completaron mi look y debajo llevaba una bikini de dos piezas, mi cabello recogido en un moño y un ligero maquillaje a prueba de agua me hicieron relucir, quería verme bien y lo había conseguido.
Al salir del hotel pasé por el supermercado a comprar algunas cosas para el picnic, mi bebida favorita y mis snacks completaron la compra y al pagar los guardé en mi mochila para posteriormente encaminarme al lado.
Solo me llevó 25 minutos caminar hasta las cabañas y todos estaban allí sin embargo lo que más llamó mi atención fue una cabellera roja sin remera sentado en la orilla del lado.
—No puede ser. —Digo divertida. ¿Como podía ser tan tonta?
El primer día que llegué él estaba en el grupo de mi hermano sin embargo había desaparecido minutos después.
—¿Sunshine? —Exclama él cuando me ve y todos los presentes voltean.
—¡¡Hermanita...!!—Adrien sonrie y se acerca a mi, toma mi mochila y lo coloca junto a las demás cosas.
—¡_____! —Exclaman las chicas y se arrojan a mis brazos haciendo que soltara una carcajada, los chicos simplemente saludaron con sus manos.
—Ya que el grupo está completo, ¡Que inicia este día!
Todos gritan de emoción y yo de inmediato me acerco al pelirrojo.
—¿Nath? —Pregunto divertida y el ríe, parece darse cuenta de la situación.—¿Así que estarás con tus amigos hoy?
—¿Como no nos dimos cuenta antes?
—Somos muy distraídos.
Ambos nos reímos y él pasa su mano sobre mi hombro, sentí una mirada sobre nosotros y al buscar con la mirada me percaté que esos ojos penetrantes no nos quitaba los ojos de encima.
Layla nos miraba con el ceño fruncido a un par de metros de nosotros.
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