3.

Al entrar al hotel me dirijo al ascensor y mientras esperé que éste abriera sus puertas, mi cerebro aún no procesaba lo que acababa de ocurrir, es decir, claro que mi padre podía tener una nueva pareja había pasado demasiado tiempo desde que mis padres se separaron pero la sensación era extraña.

Tomé mi celular y miro la hora, 20:30 pm. Ladeo la cabeza aún creyendo que era temprano sin embargo la diferencia horaria comenzaba a pesarme en el cuerpo.

Una vez que las puertas se abrieron ingresé al ascensor y cuando estuvo a punto de cerrarse una mano femenina lo detiene y logra ingresar.
Llevaba puesta una capucha que no me permitía ver su rostro sin embargo deduje que era una chica por su contextura física.

—_____.—Y no necesitó decir una palabra más para saber quién era.

De inmediato apreté mis puños.

—Kagami.—Respondi igualmente seca aunque confundida. —¿Que haces aquí, amiga?

Hice énfasis en la palabra Amiga y ella lo notó, se descubre su rostro para así voltear en mi dirección.

Piso..3..4..

—Necesitamos hablar.

—¿Lo necesitamos, Tsurugi? —Exclamé burlona.

Piso 5..6..

Solo dos pisos más, pensé.

—Si, escucha, realmente yo no creí que tú estarías aquí..

Quiso seguir hablando pero las puertas del elevador se abrieron y yo salí rápidamente en busca de mi puerta.

Al encontrar la puerta número 268 busqué en mis bolsillos la tarjeta que abriría la misma y me permitiría escapar de Kagami, sin embargo recordé que me lo había olvidado dentro del departamento cuando salí esta mañana.

Kagami siguió mis pasos pidiendo que la escuchará pero me negué y la ignoré, tome rápidamente mi teléfono e intenté localizar a mi madre pero fue en vano, fui directo al buzon de voz.

—Ay madre. —Gruñí.

—¡____! —Levanta levemente la voz mientras me toma el brazo y me hace voltear. La miro a los ojos levantando el mentón levemente, por supuesto que ella era algunos centímetros más alta que yo.

—¿Quieres hablar? Bien. Tienes hasta que mi madre vuelva.

El camino hasta salir del hotel fue silencioso e incómodo, notaba como ella me miraba, casi sin poder creerlo aún. Por mi parte todo me daba igual, París sin duda género más sentimientos mezclados en un día que toda mi vida en Japón.

Ambas nos sentamos en una banca en una de las plazas más cercanas al hotel.
Miré a la peliazul y boqueaba tratando de hablar sin embargo no emitía palabra alguna.

—¿Por qué nunca llamaste? O tan sólo un mensaje.

—En verdad lo siento, fue muy doloroso para mi nuestra despedida que sentí que nunca más te vería otra vez y no tenía sentido seguir en contacto. Decidí borrarte de mi vida, pero ahora estas aquí y sabia que debíamos hablar para evitar malos entendidos.

Kagami siempre fue honesta con sus palabras, y sabía que en éste momento no me estaba mintiendo.

—Lo sé—Susurre—.Lamento como me comporte antes, debí escucharte.

Hasta que sus brazos me envolvieron, yo simplemente le correspondí. Después de todo tener una cara conocida además de mi hermano y mi padre me venía muy bien. Desde que tengo memoria Kagami y yo siempre fuimos muy unidas.

—Mira, el pasado ya no importa ¿Esta bien? Todo lo que pasó en Japón ya es historia antigua. Nunca dijiste a donde te mudarias y si te soy sincera jamás creí encontrarte aquí siendo parte del grupo de amigos de mi hermano e incluso siendo amiga de él. El mundo es demasiado pequeño.

No pude evitar reír por mis palabras pero el que ella no riera me dio a entender que algo no me estaba diciendo.

—Él y yo... Somos o al menos intentamos ser algo más que amigos.

Parpadee un par de veces sin poder creer lo que me decía. Rompí el abrazo y la miré boquiabierta.

—Vaya... Eramos novias en Japón y en París estas con mi hermano, ¿Será el encanto Agreste?

Intenté bromear nerviosamente aunque sentí un pequeño pinchazo en mi corazón. Después de todo creí que lo había superado ¿Por que me afectaba un poco aún?

Ambas nos quedamos en silencio, la noticia era extraña. Es decir, mi ex novia salía con mi hermano o al menos intentaban algo.

Agradecí ver la cabellera rubia de mi madre a punto de entrar al hotel por lo que me levanto rápidamente.

—Yo.. Podemos hablar luego, escríbeme tu número aquí.—Rápidamente coloqué las Notas del celular y ella escribe su número allí.—Bien, te enviaré un mensaje. Adiós.

Intento salir lo más rápido que podía pero antes de poder salir corriendo Kagami toma de mi brazo y me hace mirarla.

—Me alegra que estés aquí, ¿Sabes? Por cierto, te vez hermosa.

Trago saliva por sus palabras y mis pies responden antes que mi cerebro ya que al salir del shock por las palabras de la peliazul me encontraba corriendo al hotel.

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